Una serendipia es ...

Una serendipia es un descubrimiento o hallazgo afortunado e inesperado. Así que espero que lo que aquí encuentres sea afortunado y útil para tu crecimiento, además que sea inesperado pues siempre se recibe todo gratamente cuando no tienes expectativas.

08 junio 2011

La serpiente que ves

Una noche, un hombre llamado Janghu salió a dar un paseo por un sendero en el campo.  Iba pensando en esto y aquello, imaginándose qué haría en el futuro.  De pronto, saltó asustado.  A corta distancia del sendero apareció una enorme serpiente deslizándose.  Se quedó inmóvil al ver a Janghu.  En realidad estaba claramente posada y al acecho, quieta, lista para abalanzarse sobre el pobre hombre y morderlo.

Janghu soltó un grito, y corrió hacia la aldea pidiendo ayuda y previniendo a todos de que no caminaran en esa dirección.  Un par de aldeanos dijeron que tomarían sus linternas para ver si en verdad era venenosa.

Pero Janghu no quiso oírlos.  Alegó que él sabía todo sobre serpientes y que si iban allá, morirían.  Estaba seguro de que esa era la temible serpiente de la que solía hablarle su abuela.  Seguramente era la misma que había matado a tantos niños, envenenado a granjeros en sus campos y atacado a inocentes viajeros.  Su descripción se tornaba más y más monstruosa a cada minuto.

De pronto, a Janghu se le ocurrió otra idea.  ¡Él sería el héroe!  Salvaría la aldea de esa terrible serpiente matándola él mismo.  Ya se imaginaba asestándole un terrible golpe tras otro.  Totalmente lleno de vigor por esa visión heróica de sí mismo, se adentró en la noche.  En su camino, buscaba un palo grande para golpear a la serpiente.  Vio la rama perfecta en un árbol y la agarró con firmeza para desprenderla.  Entonces, soltó un grito y cayó al suelo.  La rama que había sujetado no era ninguna rama, sino una serpiente enorme que rápidamente asestó su fatal mordida al héroe en potencia.

Mientras tanto, los otros aldeanos con sus linternas se aproximaban más y más a la primera serpiente, intentando asustarla con sus gritos para que se volviera a los matorrales.  Pero no se movía, la serpiente simplemente no se movía.  Por fin, llegaron junto a ella y la golpearon con fuerza.  Pero no hubo ninguna reacción, porque no había ninguna serpiente:  era una cuerda gruesa que alguien tiró en el sendero y olvidó.

Janghu sólo pensó que había visto una serpiente.

Proyecciones, ilusiones.  Piensas que ves, pero ¿realmente ves?  Piensas que estás observando.  Pero ¿realmente estás observando?  Piensas que tienes el poder de mirar. Pero ¿realmente estás mirando?  Puedes estar tan enamorado de tu propia percepción que se convierte en la causa de tu caída.

No es lo que ves lo que te mete en problemas, es lo que piensas que ves lo que te mete en problemas.  Tus ojos entran en contacto con el mundo, pero ¿qué ven esos ojos en realidad?  ¿Y cómo lo interpretas?  No siempre sabes qué hacer con la información que te proporcionan los ojos.

Swami Chidvilasananda

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