¿Cuál es tu enfoque?

Cuando la NASA inició sus proyectos espaciales con lanzamientos al espacio exterior tripulados por astronautas, descubrieron que para la elaboración de informes sobre anotaciones de vuelo tendrían un gran problema, pues los bolígrafos no funcionarían a condiciones de gravedad cero (la tinta no "bajaría").

Para resolver este enorme inconveniente, un grupo de expertos empezó a buscar soluciones. Se inició entonces un proceso que, aunque parezca exagerado, al final de las cuentas significó casi una década de tiempo y una inversión de casi 12 millones de dólares, hasta llegar a obtener el producto deseado.

Finalmente, consiguieron desarrollar un bolígrafo que era capaz de escribir sin fallas en condiciones de gravedad cero, incluso con la punta para arriba; adicionalmente, funcionaba sin problemas debajo del agua, escribía casi sobre cualquier superficie (incluyendo vidrio), y en variaciones de temperatura desde bajo cero, hasta 300ºC.

Cuando los Rusos iniciaron el mismo proyecto espacial, se encontraron con el mismo problema. Sin embargo, ellos lo resolvieron en 1 día y sin ninguna inversión adicional: Decidieron usar lápices.

El gran obstáculo tiene que ver con la ausencia de liderazgo visionario con un claro enfoque en que ha sido llamado a hacer y cómo hacerlo. Grecia fue un gran imperio sin tener grandes ejércitos, flotas, riquezas, logísticas de recursos y gente. Igual pasó con Roma, y potencias ascendentes como España, Inglaterra, y más recientemente, Japón, Estados Unidos, India, Singapur, Taiwan, Corea del Sur y China.

Un liderazgo visionario tiene un enfoque a la solución creativa de los desafíos, no usan la palabra problemas o amenazas, sino soluciones y oportunidades. A diferencia de la NASA, podemos tomar el enfoque más claro y más sencillo, conforme a lo que hemos sido llamados a hacer. Cuando vemos todo en términos de problemas, nuestro enfoque se vuelve tan duro como un viejo Land Rover doble tracción sin dirección hidráulica. Moverse se vuelve tan lento, torpe y difícil como un gran buque en una bahía con poco calado.

Nuevamente, usted decide el enfoque, pero requiere desarrollar los hábitos que le asegure un actitud ganadora. Todo empieza en su alma, pero lo extraordinario es que ya Dios lo ha dicho en su palabra una y otra vez, con claridad, sencillez y sabiduría. Nada hay imposible para quien está enfocado en la solución, el problema es una prueba para el carácter de los que creen en la visión que les ha sido confiada. El requisito una y otra vez es tener fe, cree en lo que no se puede ver, y tener convicción de que Dios lo hará si nos disponemos a ser usados por El para Sus propósitos, planes y sueños.