Oír: Observar los pensamientos de la otra persona.
Escuchar: Pensar junto a la persona que nos habla sus mismos pensamientos.
La verdadera escucha es activa y empática, lo que significa que nos involucramos en lo que nos están contando mediante preguntas, haciendo reformulaciones y profundizando en los detalles del relato, y todo esto lo hacemos con la sincera intención de comprender los pensamientos y sentimientos de la otra persona lo mejor posible.
Como puedes ver, escuchar de verdad requiere una implicación y esfuerzo considerables y es posible que te estés preguntando si realmente vale la pena tanto esfuerzo, aquí tienes 6 razones por las que tal vez te conviene escuchar:
1. Escuchar mejora la comunicación.
2. Escuchar te permite ser de ayuda para la persona que está confiando en ti.
3. Escuchar implica una reducción de las discusiones.
4. Escuchar te ayuda a mostrar que la otra persona te importa y tienes interés en lo que dice.
5. Escuchar te permite comprender mejor el mundo que te rodea.
6. Escuchar te ayuda a recordar datos relevantes y a aprender de las demás personas.
¿Necesitas más razones? Piensa en todo lo que aprendiste hasta hoy gracias a escuchar e imagínate todo lo que te estarás perdiendo al no hacerlo con más frecuencia.
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