Una serendipia es ...

Una serendipia es un descubrimiento o hallazgo afortunado e inesperado. Así que espero que lo que aquí encuentres sea afortunado y útil para tu crecimiento, además que sea inesperado pues siempre se recibe todo gratamente cuando no tienes expectativas.

24 octubre 2013

El héroe del metro

El 2 de enero del 2007, un hombre de unos veinte años llamado Cameron Hollopeter, esperaba un tren en la estación del metro en la ciudad de Nueva York cuando sufrió un ataque. Cayó de la plataforma a los rieles justo cuando un tren aceleraba hacia la estación.

De pie cerca estaba un trabajador de la construcción y veterano de la armada de 50 años, llamado Wesley Autrey, quien se encontraba esperando su propio tren, preparándose para llevar a sus dos hijas al hogar después del trabajo.

Cuando Autrey vio al joven convulsionar y colapsar súbitamente corrió al borde de la plataforma de donde había caído el joven y rápidamente valoro la situación. Podía ver las luces del tren conforme se acercaba rápidamente a la estación así que saltó sobre los rieles. Rápidamente acomodo al joven entre los rieles y se lanzó sobre él para controlar sus convulsiones al tiempo que oraba para que hubiera suficiente espacio entre ellos y el tren que pasaría por encima, ya que este iba demasiado rápido para detenerse a tiempo, aunque el conductor lo intentara.

Cinco vagones pasaron sobre ellos antes de que el tren se detuviera. Los vagones siseaban tan cerca de la cabeza de Autrey que dejaron un surco de grasa sobre su gorra. Cuando se dio cuenta de que ambos estaban bien, grito a los sorprendidos pasajeros de pie sobre la plataforma del metro.

“Estamos bien aquí, Pero tengo dos hijas allí. Díganles que su padre está bien”. El aplauso estalló mientras los testigos se maravillaban por el acto de valentía y amor que presenciaron.

Bajo el tren el joven que había sido salvado preguntó: “¿Estoy muerto?”
“No, estamos bajo el tren”, replicó Autrey y entonces pellizco a Hollopeter y le dijo “¿Sientes que te estoy tocando? Estamos muy vivos”.


La acción decidida y valiente de Wesley Autrey salvó a vida del joven y lo hizo famoso. Sin embargo, ante las preguntas de la prensa respondió diciendo “que no había sido nada”. Todos sentiríamos temor ante una situación de esta naturaleza, e incluso muchos se paralizarían y nadie los culparía por no haber hecho nada por salvar a otro ser humano.

Autrey se sobrepuso a su temor e hizo algo heroico. Yo no sé usted, pero para mí ser valiente es una oportunidad que todos tenemos diariamente, pero que a menudo dejamos que se apague por vivir seguros en nuestras zonas de comodidad y desamor.

Hoy hay toda clase de trenes rápidos viniendo hacia nosotros, todo tipo de caos, toda clase de historias inconclusas. No estamos en el mundo solo para nacer, crecer y morir. Dios no nos puso en este mundo para retirarnos de la vida y esperar su regreso escondidos en una iglesia o un monasterio. Estamos aquí para dejar huella, hacer una diferencia, abrazar la vida que Dios nos ha prestado, aprovecharla para hacer lo correcto, para amar, para perdonar y poder algún día dar cuentas ante un Dios justo y amoroso.

No nos encojamos de hombros, no seamos simplemente testigos en la plataforma del tren, venzamos nuestros miedos.  Hagamos como Autrey, saltemos. Hagamos la única cosa a la que fuimos llamados “Amar como los he amado”.

Una vida sin amor no vale la pena vivirse

Todos podemos ser héroes. No por la fama que pueda acompañar un acto heroico, sino por aprovechar nuestras vidas para hacer lo correcto y amar como Dios nos amo. No piense en los grandes actos de valor. Empieza por los pequeños e incondicionales actos de amor que lenta pero consistentemente cambian las vidas de quienes nos rodean diariamente. Sonríe, saluda, escucha, apoya, ama, perdona.

Recuerda todos podemos ser héroes.


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