Descubre
los beneficios del humor y la capacidad de juego.
Es el mes
del Niño y estamos a un paso de salir de vacaciones, por lo que anticipamos
momentos en los cuales divertirnos, reírnos y jugar. El humor y la capacidad de
juego es una de las fortalezas de carácter que describen Martin Seligman y
Chris Peterson, fundadores de la psicología positiva, en su tratado acerca del
carácter y la virtud [1]. Quizá te
parezca sorprendente pensar en el humor como una fortaleza de la misma
naturaleza que la prudencia, la justicia o la bondad, que siempre hemos visto
como cualidades morales. Te invito a descubrir los beneficios del humor y cómo
esta fortaleza contribuye al bienestar.
Cuando
describimos a alguien con buen humor, generalmente recordamos a una persona que
sonríe y sabe hacer reír. Quizá lo logra porque es juguetón, sabe disfrutar con
las incongruencias que ocurren en la vida, o incluso inventarlas. También es
alguien que frente a la adversidad se mantiene ligero y alegre.
La vida
humana está llena de contradicciones, pero el humor señala las incongruencias,
lo que es absurdo, y esto facilita mantener el ánimo en las dificultades. En
nuestro país es común que después de una desgracia natural o una medida
política poco favorable se inventen chistes, pues el humor libera la tensión y
permite sobrellevar los problemas.
De
acuerdo a Seligman y Peterson, el humor y la capacidad de juego son una
fortaleza que se clasifica dentro de las virtudes de trascendencia, pues
permiten cambiar de perspectiva, mirar más allá de lo inmediato y dar a las
cosas o las situaciones su justo valor. El humor es un signo de madurez, que se
desarrolla al experimentar las imperfecciones del mundo.
Humor sin
risas amargas
Como
fortaleza de carácter, el humor hace sentir bien y no demerita a otros. El
humor es benévolo y tiene un corazón empático. Existen otras actitudes que
pueden provocar risas, pero a costa de otro. Por ejemplo, alguien que emplea un
ingenio agudo, muestra superioridad; reírse del ridículo de otra persona,
comunica arrogancia; o la ironía, que es hostil y hiere. En su libro Pequeño
tratado de las grandes virtudes, el filósofo André Comte-Sponville señala:
“La ironía puede matar; el humor ayuda a vivir. La ironía quiere dominar, el
humor libera. La ironía es despiadada; el humor es misericordioso. La ironía es
humillante; el humor es humilde”. En resumen, el humor provoca bienestar y hace
sentir cómodo a quien lo genera y a quien lo recibe; no causa daño, sino que
facilita las relaciones sociales.
Los
beneficios del humor
El Dr.
Paul McGhee se ha dedicado a investigar el humor, sus beneficios y cómo
ejercitarlo. En sus libros también aconseja cómo adquirirlo, pues dice que hay
personas que han sido tan serias y sombrías que parece que tienen una
enfermedad: la “seriedad terminal”. Este investigador señala que el motor del
humor es la capacidad de juego, por lo que los factores que motivan o inhiben
el juego son los mismos que afectan el humor.
El Dr.
McGhee ha encontrado que el buen humor favorece un sistema inmunológico más
fuerte, así como también la reducción del nivel sanguíneo de las hormonas del
estrés y contribuye a disminuir el dolor. La risa, además, también aumenta el
nivel de endorfinas, un neurotransmisor que se produce durante el ejercicio o
el contacto físico.
En cuanto
a los beneficios psicológicos, el humor es una conducta de adaptación, que nos
ayuda a ser más resilientes, pues permite cambiar la negatividad en
positividad. El juego y el humor señalan los absurdos y permiten encontrar
nuevas soluciones, muchas veces inesperadas, a los problemas que se presentan
en la vida.
Con
tantos beneficios, ¿qué esperas para reír?
[1] Seligman, M; Peterson, C. Character Strengths and Virtues. APA,
Oxford University Press. NY, 2004.
Tomado del Blog: http://cienciasdelafelicidad.mx/blog/que-esperas-para-reir
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