Una serendipia es ...

Una serendipia es un descubrimiento o hallazgo afortunado e inesperado. Así que espero que lo que aquí encuentres sea afortunado y útil para tu crecimiento, además que sea inesperado pues siempre se recibe todo gratamente cuando no tienes expectativas.

31 julio 2014

¿Cómo ayudar realmente?

Hay algo que tarde o temprano todos llegamos a entender, y a veces por las malas:
*Nunca tratar de ayudar a alguien a menos que esté dispuesto a recibir ayuda.*
Hasta que se solicite ayuda, hasta que haya una disposición para escuchar y recibir y dejar ir los viejos patrones, tu intento de ayudar será percibido como manipulación y control - es tu problema, tu necesidad, no la de ellos. Las defensas se alertarán, las posturas se endurecerán, terminarás sintiéndote frustrado o superior o impotente y los roles proyectados de 'víctima' te harán sentir más desconectado que nunca.

¿Cómo ayudar realmente? Quédate con la persona tal y como se encuentra en este momento. Abandona tu sueño de un sanar inmediato. Baja tu ritmo. Reconoce la validez de su experiencia en ese momento. No intentes imponer tu propia agenda o suponer lo que es 'mejor' para ella. Quizás ni sepas lo que es 'mejor'. Tal vez ella sea más fuerte, inteligente, ingeniosa y se encuentre con muchos más recursos y potencial del que te estás imaginando.

¡Tal vez, lo que sea 'mejor' para esta persona sea no desear - o necesitar - tu ayuda! Quizás necesite sufrir o luchar un poco más. Quizás se esté alineando y sanando en su muy particular manera. Quizás lo que este momento requiera sea confianza, un profundo escuchar que identifique en qué punto se encuentra dentro de su camino. Tal vez tú sólo estás intentando ayudarte a ti mismo.

Puede ser que el verdadero cambio provenga no de tratar de imponer un cambio a los demás, sino a través de alinearte con cómo se encuentra la persona en este momento, liberando toda la inteligencia creativa, honrando su único camino y su misterioso proceso para sanar.

Cuando tratas de hacer que alguien cambie, le estás comunicando que no está bien el estado en el que se encuentra en ese momento, que te opones y te resistes a su experiencia presente y que quisieras que fuera diferente. Incluso podrías estar transmitiendo que no lo amas. Cuando abandonas el intento de cambiarle y te sientas con él, tal y como está, y te alineas con la vida conforme se va presentando, entonces, un grandioso e inesperado cambio se hace posible, porque te has convertido en un verdadero amigo y aliado del universo.

Deja de tratar de cambiar a los demás, ellos cambiarán en su propia forma y en su propio tiempo. Quizás ayudes más dejándote de interponer en el camino del cambio.

Jeff Foster


30 julio 2014

Ocho cosas que recordar cuando todo va mal


La felicidad no es la ausencia de problemas, sino la capacidad de lidiar con ellos. Imagínate todas las cosas maravillosas que tu mente podría abrazar si no estuviera envuelto con tanta fuerza alrededor de tus luchas.

Fíjate siempre en lo que tienes, en lugar de lo que has perdido. Porque no es lo que el mundo lleva lejos de ti lo que cuenta, es lo que haces con lo que te queda.

El dolor es parte del crecimiento
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En ocasiones la vida cierra algunas de sus puertas, porque es hora de seguir adelante; Y eso se convierte en una buena señal, porque a menudo no nos movemos a menos que las circunstancias nos obliguen hacerlo. Cuando los tiempos son difíciles, hay que recordar que no hay un dolor que no venga acompañado de una buena enseñanza.

No solo porque se cae una vez durante la lucha, significa que estás fallando. Todo gran éxito requiere de toda una batalla digna para que pueda llegar a su fin.

Las cosas buenas se toman su tiempo, mantenerse paciente es una actitud positiva hará que todo salga bien aunque las cosas no sucedan de inmediato y necesiten de su tiempo. Recuerda que hay dos tipos de dolor: “el dolor que duele y el dolor que te cambia”; hay que tener siempre presente esto para que nunca ruedes con la vida sino que resistas en ella.

Todo en la vida es temporal.

Cada vez que llueve en algún momento para, cada vez que te hacen daño siempre sanaras, después de la oscuridad siempre existirá una luz; hay que recordar esto todas las mañanas al despertar, porque por más que se piensa que la noche es eterna, nada dura para siempre y a su vez amanecerá.

Ahora si las cosas se encuentran bien disfruta de ellas, seguramente ese equilibrio no va a durar para siempre en tu vida, de igual manera si las cosas están mal en este momento tampoco va a durar eternidades esta situación. El hecho de que la vida no sea fácil en algunas circunstancias no quiere decir que nos olvidemos de sonreír, cada momento te da un nuevo comienzo y nuevo final. De seguro tendrás una segunda oportunidad, solo hay que tomar lo mejor de cada día y lo demás dejarlo pasar.

Preocuparse y quejarse no cambia nada.

Las personas que se quejan constantemente nunca logran nada en su vida. Siempre es mejor tratar de hacer algo grande y fracasar que tratar de no hacer nada y tener éxito. Realmente las cosas terminan cuando las personas se quejan sin parar. Si realmente se cree en algo, hay que seguir intentándolo, no hay que dejar que las sombras del pasado oscurezcan las puertas que van dirigidas hacia su futuro.

Hoy, el ayer se queda atrás, el mañana siempre será más brillante que el hoy, el verdadero cambio es nunca mirar atrás ni arrepentirse de lo vivido, menos de lo aprendido. Recuerde siempre que la verdadera felicidad comienza a llegar solo cuando dejes de quejarte de tus problemas y empieces a ser agradecido por todos los problemas que tú no tienes.

Tus cicatrices son el símbolo de tu fuerza.

Nunca te avergüences de las cicatrices que la vida te ha dejado. Una cicatriz significa un dolor que ya se sano, significa la conquista del dolor, una lección aprendida, el cual te hace más fuerte y te lleva a tu presente. Una cicatriz es el tatuaje del triunfo del cual tenemos que estar orgullosos; lo que no debemos permitir es que esa cicatriz nos convierta en su rehén, que llene la vida de miedos, siempre hay que tener claro que las cicatrices desaparecen o se transforman, el punto está en ver tus cicatrices como un signo de fortaleza y no de dolor.

Rumi dijo una vez: "La herida es el lugar donde la luz entra". Nada podría estar más cerca de la verdad que estas palabras, la fuerza del sufrimiento ha emergido de las almas más fuertes de aquellos personajes poderosos del mundo los cuales usaron sus cicatrices para salir victoriosos de todas sus batallas, las vieron como una señal de sobrevivencia y las portan orgullosos para probar que así fue, Ahora tengo la oportunidad de crecer más fuerte!

Cada pequeña lucha es un paso adelante.


En la vida la paciencia no se trata de esperar, es tener la capacidad de mantener una buena actitud mientras se trabaja duro en sus sueños, sabiendo que ese trabajo valdrá la pena. Así que si vas a correr el riesgo hay que poner todo el tiempo necesario para recorrer todo el camino, de lo contrario es mejor ni siquiera tener un punto de inicio, muchas veces luchar por algo significa perder la estabilidad de la vida, la comodidad de tu tiempo, podría significar no comer lo que quieres, no dormir donde lo deseas.

Podría significar renunciar a tu zona de confort, sacrificar relaciones; aceptando posibles burlas y asumiendo un montón de tiempo a solas, esa soledad que nos ayudará a construir grandes cosas si se le da el espacio que necesita; todo lo demás acompañado de una determinación contundente para llegar a donde realmente quieres. Y si lo quieres lo vas hacer a pesar del fracaso, del rechazo y de las posibilidades; cada paso se sentirá mejor que cualquier otra cosa que se pueda imaginar, te darás cuenta que la lucha no se encuentra en el camino si no que es el camino a la felicidad. Vale la pena ir hasta el final no hay mejor sensación que te haga sentir más vivo que batallar, a pesar del fracaso, del rechazo y de las posibilidades.

Negatividad de otras personas no es su problema.


Se positivo cuando la negatividad te rodea, sonríe cuando otros traten de acabar contigo; es una manera fácil de mantener el entusiasmo y el enfoque cuando otras personas traten de cambiarlo, sigue siempre siendo tu. Nunca dejes que la amargura de otra persona cambie tu ánimo y la regla de oro para lograr esto es no tomar las cosas demasiado personales, aunque parezcan serlo; rara vez la gente hace cosas por ti, las hacen por causa de ellos mismos.

Por encima de todo, nunca hay que cambiar para impresionar a alguien que dice que no eres lo suficientemente bueno para él, los cambios que realmente impresionan y deslumbran suceden cuando cambias para ser una mejor persona, para llevarte a un mejor futuro. Siempre la gente habla de lo que haces bien y de lo que se haces mal también, así que es mejor preocuparte por ti mismo antes de preocuparte por lo que puedan pensar los demás. Si crees en algo no hay porque tener miedo a luchar por eso con gran fuerza así otros piensen que es imposible.

Lo mejor que puedes hacer es seguir adelante.

No tengas miedo de pedir una copia de seguridad para intentarlo de nuevo, para volver a amar, a vivir, para soñar; no permitas que una dura elección endurezca tu corazón; las mejores lecciones de la vida son aprendidas en nuestros peores momentos y salen de los errores más grandes. A veces hay que pasar por lo peor para llegar a lo mejor.

Sí, la vida puede ser muy difícil pero debemos encontrar la fuerza para reír todos los días, encontrar en coraje para sentirse bello, así harás sonreír a los demás también, no hay que estresarse por las cosas que no se pueden cambiar, hay que vivir con sencillez, amar con generosidad, hablar con la verdad, trabajar con diligencia y seguir creciendo día a día.

Despierta cada mañana y haz lo mejor para seguir estas tareas diarias:

1. Piense positivamente.

2. Coma Sano.

3. Realiza ejercicio diariamente.

4. Preocúpate menos y disfruta más.

5. Trabaja duro.

6. Sonríe Siempre.

7. Duerme bien.

28 julio 2014

Ama la flor, contempla su belleza y su fragilidad

Cuando ves una flor en el jardín y ante su presencia te sientes bien, te sientes vivo, dices que la flor es 'hermosa', y la cortas y la pones en un jarrón frente a tu ventana. Le dices a la flor, ''tú eres mía, y sólo mía, preciosa flor; tú me haces sentir feliz y completo; no me dejes, ni tampoco cambies, porque si no, mi corazón se romperá...'' y tienes la audacia de llamar a esto, 'amor'.

Arrancada de su suelo natural, separada de la Fuente, la flor es 'tuya' por un rato, sí... puedes decirte esto a ti mismo, pero muy pronto, ésta se marchita y muere, muere de hambre por la vida y por todas las posibilidades. Muy en el fondo, sabes que la flor jamás podría ser 'tuya', entonces, la ansiedad y la tristeza comienzan a cuchichear discretamente debajo de cada proyecto, desde su punto de inicio. Esto no es amor incondicional, amigo, esto es posesión; miedo disfrazado de amor. Este es el intento de aniquilar la belleza en nombre de la seguridad, y es lo que hemos aprendido y lo que hemos estado vendiendo, y es por eso que tus relaciones humanas están tan cargadas de ese mismo drama, de indecibles expectativas y de un profundo dolor.

Despierta a un tipo de amor mucho más profundo, amigo, a un amor sin condiciones, al amor que libera, al amor que nunca dice 'tú eres mío', al amor que jamás arrancaría una flor de su amado suelo, al amor que no posee ni controla, sino que contempla la belleza en la inasibilidad de todo lo demás, amando profundamente la libertad, a pesar de cualquier dolor. Un amor que no proviene de fuera, sino que es la naturaleza de lo que está dentro, la inevitable consecuencia de conocer qué tan libre eres en realidad.

Ama la flor, contempla su belleza y su fragilidad, sí, sé infinitamente amable con la flor, pero nunca olvides que no puede ser tuya y que tampoco puede completarte. Ella pertenece al universo.

Ama al universo entero a través de la flor, y suelta las promesas. Hacemos promesas sólo porque en realidad no confiamos en nosotros mismos. Sólo hay el Ahora, y éste es el suelo del amor, y su fertilizante.

  Jeff Foster



26 julio 2014

Llamadme por mis verdaderos nombres

No digáis que partiré mañana, pues aún estoy llegando.

Mirad profundamente; estoy llegando a cada instante,
para ser brote de primavera en una rama,
para ser pajarillo de alas aún frágiles, que aprendo a cantar en mi nuevo nido,
para ser mariposa en el corazón de una flor,
para ser joya oculta en una piedra.

Aún estoy llegando
para reír y para llorar,
para temer y para esperar.

El ritmo de mi corazón es el nacimiento y la muerte de todo lo que vive.

Soy un insecto que se metamorfosea en la superficie del río.
Y soy el pájaro que se precipita para tragarlo.

Soy una rana que nada feliz en las aguas claras del estanque.
Y soy la serpiente acuática que sigilosamente se alimenta de la rana.

Soy el niño de Uganda, todo piel y huesos, mis piernas tan delgadas como cañas de bambú.
Y soy el comerciante de armas que vende armas letales a Uganda.

Soy la niña de doce años, refugiada en una pequeña embarcación, que se arroja al océano
tras haber sido violada por un pirata.
Y soy el pirata, cuyo corazón es aún incapaz de ver y de amar.

Soy un miembro del Politburó con todo el poder en mis manos.
Y soy el hombre que ha pagado su “deuda de sangre” a mi pueblo muriendo lentamente en un campo de concentración.

Mi alegría es como la primavera, tan cálida que hace florecer las flores de la Tierra entera…

Mi dolor es como un río de lágrimas, tan vasto que llena los cuatro océanos.

Llamadme por mis verdaderos nombres, os lo ruego
para poder despertar y que la puerta de mi corazón pueda quedar abierta,
la puerta de la compasión.


17 julio 2014

Permite que hoy sea el día

Permite que éste sea el año en que más te rías, en que más llores, en que caigas de rodillas con gratitud y con gracia; observa la gran belleza del paso de las cosas, y siente las extraña resolución de las muchas incertidumbres de la vida. Cuando te vuelves como un niño pequeño, se dice, es cuando entras al Reino de los Cielos. Sin embargo, el Reino está aquí, disfrazado de un día ordinario, de una hora ordinaria, de un momento ordinario, a la espera de que tus ojos se abran de par en par a sus abundantes tesoros. ¡Permite que hoy sea el día!

Jeff Foster




15 julio 2014

Algunas cosas sólo ocurren en silencio

"Algunas cosas sólo ocurren en silencio. Por ejemplo, aunque te gusten las plantas, a un rosal no puedes sacarle las raíces todos los días para verlas, o lo matarás. Las raíces tienen que estar enterradas. Cumplen su función en silencio.

Sé como las raíces: ve haciendo tu trabajo, transformándote, transformando a todo el que esté interesado, difundiendo los métodos que permitan el cambio, haciendo pequeños grupos,...pequeñas comunas, y comunas más grandes donde esto sea posible. Pero permite que todo esto ocurra en silencio, sin crear demasiado alboroto".

Osho

11 julio 2014

Aquí y ahora


"Sé que tu corazón se ha roto, sé que el futuro te parece incierto, sé que temes la ausencia de respuestas en este momento, sé que sientes un irresistible deseo por algo que no puedes describir.
Pero, comencemos desde donde estamos. No nos enfoquemos en los miles de pasos que hemos de dar a lo largo del camino, sino en el sitio en donde nos encontramos en este momento. Y sólo hay el ahora.

Recuerda que muchos otros han pasado por lo que tú estás pasando, y recuerda que a veces todo se ve más oscuro justo antes de amanecer. Pero en lugar de estar deseando que amanezca, y rechazar la oscuridad, démonos la oportunidad de contactarnos amorosamente con todas esas partes oscuras; dejemos que nuestra luz brille justamente ahí. Permitámonos conocer lo que está presente, sin apresurarnos hacia lo que aún no está presente. Porque incluso la cueva más oscura puede contener grandes tesoros, e incluso el más intenso e incómodo de los sentimientos podría ser la extraña medicina.

Anda tu camino con valentía, y sabe que todos los que te aman caminan a tu lado."

Jeff Foster

08 julio 2014

Trenza tu tristeza

Decía mi abuela que cuando una mujer se sintiera triste lo mejor que podía hacer era trenzarse el cabello; de esta manera el dolor quedaría atrapado entre los cabellos y no podría llegar hasta el resto del cuerpo; había que tener cuidado de que la tristeza no se metiera en los ojos pues los haría llover, tampoco era bueno dejarla entrar en nuestros labios pues los obligaría a decir cosas que no eran ciertas, que no se meta entre tus manos- me decía- porque puedes tostar de más el café o dejar cruda la masa; y es que a la tristeza le gusta el sabor amargo.

Cuando te sientas triste niña, trénzate el cabello; atrapa el dolor en la madeja y déjalo escapar cuando el viento del norte pegue con fuerza. Nuestro cabello es una red capaz de atraparlo todo, es fuerte como las raíces del ahuehuete y suave como la espuma del atole. Que no te agarre desprevenida la melancolía mi niña, aun si tienes el corazón roto o los huesos fríos por alguna ausencia. No la dejes meterse en ti con tu cabello suelto, porque fluirá en cascada por los canales que la luna ha trazado entre tu cuerpo.

Trenza tu tristeza, decía, siempre trenza tu tristeza…

Y mañana que despiertes con el canto del gorrión la encontrarás pálida y desvanecida entre el telar de tu cabello.

Trenza tu tristeza, decía, siempre trenza tu tristeza…

Paola Klug


07 julio 2014

Un mundo al revés


La vida es un gigantesco juego de Serpientes y Escaleras.
Crees que estás a punto de alcanzar la cima, cuando de pronto te ves deslizándote nuevamente hacia abajo.

A veces llegas hasta el fondo, sólo para darte cuenta que hay una mejor forma de subir.
A veces crees que estás yendo hacia arriba, y sin embargo, realmente estás yendo hacia abajo.
Las altas son las bajas, y las bajas son las altas en este enrevesado mundo de sueños.

El único sufrimiento surge al tratar de alcanzar la cima, ganar el juego, escapar del mundo.
Entonces, te pones en guerra constante con cualquier caída, te aterra que las subidas puedan conducirte hacia abajo nuevamente, que la bajada resulte demasiado pronto y que jamás llegues a descansar realmente.

Oscilas entre el triunfo y la humillación, entre el éxito y el fracaso mientras te aferras a la ilusión del control.

¿La solución? Relájate mientras juegas, ríndete, entrégate al juego mismo.
Recuerda que a las subidas le siguen las bajadas y que a las bajadas le siguen las subidas, así como la noche sigue al día.

Ve más allá de ganar y perder, más allá de las serpientes y las escaleras.
Disfruta de las escaladas... pero también de las caídas. Cae para escalar y escala para caer.
Y enamórate de estar dentro del juego, abraza la preciosa incertidumbre del juego. Deja de pretender que sabes.
El juego nunca puede salir mal cuando realmente estás jugando.

Jeff Foster


05 julio 2014

Presente

Podemos sonreír, respirar, caminar y comer nuestras comidas de una manera que nos permite estar en contacto con la abundancia, de la felicidad que está disponible. Somos muy buenos en la preparación para vivir, pero eso no es muy bueno para la vida. Sabemos cómo sacrificarse diez años para un título y estamos dispuestos a trabajar muy duro para conseguir un trabajo, un coche, una casa, y así sucesivamente. Pero tenemos dificultad para recordar que estamos vivos en el momento presente, el único momento que existe para nosotros... estar con vida. Cada aliento que tomamos, cada paso que damos, se puede llenar de paz, alegría y serenidad. Sólo tenemos que estar despiertos, vivos en el momento presente.

Thich Nhat Hanh


03 julio 2014

¿Por qué la gente se grita cuando discute?

Un día un sabio preguntó a sus amigos lo siguiente:
“¿Por qué la gente se grita cuando están enojados?”Los amigos pensaron unos momentos.
- “Porque perdemos la calma – dijo uno – por eso gritamos”

- “Pero, ¿Por que gritar cuando la otra persona está a tu lado?”, preguntó el sabio.
- “¿No es posible hablarle en voz baja? ¿Por qué gritas a una persona cuando estás enojado?”


Los hombres dieron algunas otras respuestas pero ninguna de ella satisfacía al sabio. Finalmente, el sabio explicó:“Cuando dos personas están enojadas, sus corazones se alejan mucho. Para cubrir esa distancia deben gritar, para poder escucharse. Mientras más enojados estén, más fuerte tendrán que gritar para escucharse uno a otro a través de esa gran distancia”.

Tras hacer una pausa preguntó a sus amigos:
- “¿Qué sucede cuando dos personas se enamoran?”
“Ellos no se gritan sino que se hablan suavemente. ¿Por qué? Sus corazones están muy cerca. La distancia entre ellos es muy pequeña.”

Y el sabio continúo:
- “Cuando se enamoran más aun, ¿qué sucede?”

- “No hablan, sólo susurra y se acercan aún más en su amor. Finalmente, no necesitan siquiera susurrar, sólo se miran y eso es todo. Así es cuán cerca están dos personas, cuando se aman.”

Finalmente el sabio dijo:
“Cuando discutan no dejen que sus corazones se alejen, no digan palabras que los distancien más, llegará un día en que la distancia sea tanta que no encontrarán más el camino de regreso”.

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¿Estás gritando? ¿A alguien que conoces y amas? Tenemos percepciones erróneas sobre el peligro hoy en día.  La mayoría de los crímenes se cometen en los propios hogares en momentos de impaciencia, enojo e ira. Cubrimos nuestras casas de alambre navaja, instalamos costosos sistemas de seguridad, porque como dicen los medios el enemigo está afuera.

El enemigo está en cada uno y en nuestro propio hogar y encuentra en nuestra ausencia de dominio propio y desamor. Nos hemos vuelto impacientes con los que nos aman realmente y dependen de nosotros. Nos irritamos con los que son comprensivos y pacientes e invierten su confianza y tiempo en nuestras vidas.

Hemos sucumbido a un mundo que promueve la auto gratificación instantánea, egoísta y competitiva. Somos más amables con los extraños, gente del trabajo, la secretaria, que con nuestro cónyuge o nuestros hijos. Es tiempo de revisarnos y tomar una decisión firme antes de que estemos tan lejos que creamos como dicen los que fracasan que el divorcio es la solución o que una doble vida es la respuesta.

No te vas a llevar nada de este mundo, ni tu cuerpo, ni tus posesiones, ni tus honores. Solo tu alma, porque incluso el Espíritu que mora en ti vuelve a Dios. Sin amor aquí y ahora, ni tú ni yo tendremos eternidad con Dios, porque es lo único que permanece.



02 julio 2014

Caminemos juntos a través del fuego


Tan sólo sentarnos, sin ninguna expectativa, al lado de alguien que siente dolor, soledad o desesperación, sin tratar de componerlo de ninguna manera, o manipular su experiencia para que se ajuste a nuestra idea de cómo debería sentirse; el solo hecho de escuchar, sin tratar de representar el papel de 'experto' o de 'gurú iluminado' o el de 'aquel que sabe mejor'; con tan sólo estar absolutamente disponible a esa persona y caminar con ella atravesando el fuego y tomarla de la mano cuando se siente tan perdida - así es como comenzamos a sanarnos los unos a los otros a través del amor.

Más allá de los papeles que representamos... sin protección alguna, sin soluciones, sin defensas, es cuando en verdad entramos en comunión.

Jeff Foster

01 julio 2014

La fruta madura cae automática­mente del árbol

Pregunta:
Tengo problemas con mi hijo de dos años porque está muy apegado a mí.

Respuesta de Osho:
"No lo apartes de ti en este momento, de lo contrario será nega­tivo el resto de su vida. Nunca apartes de ti a tu hijo.

Ámalo todo lo que puedas. Llegará un momento en el que él mismo empezará a alejarse. Entonces no te aferres. Esto es algo natural.... del mismo modo que la fruta madura cae automática­mente del árbol. Y aquí sucede lo mismo; en cuanto crezca, empe­zará a relacionarse con otros niños. Entonces, más adelante en­contrará una esposa y se olvidará completamente de ti.

¡De modo que no te preocupes! Simplemente, ámale. Y si pue­des amarlo, llegará un día en que no sólo será capaz de olvidarte, sino incluso de perdonarte. En este momento déjale que se aferre a ti. Necesita tu calor, tu amor. No lo apartes; si no, dejará de cre­cer. El niño se siente rechazado si es apartado por la madre. Nun­ca lo rechaces, déjale que se acerque. Es totalmente natural. Está tan desvalido, por eso se aferra. No se trata de apego. Cuando sea maduro, suficientemente fuerte, comenzará a moverse. Entonces no trates de impedírselo. Simplemente, permíteselo".


Osho
(El libro del niño. Una visión revolucionaria de la educación infantil)