Una serendipia es ...

Una serendipia es un descubrimiento o hallazgo afortunado e inesperado. Así que espero que lo que aquí encuentres sea afortunado y útil para tu crecimiento, además que sea inesperado pues siempre se recibe todo gratamente cuando no tienes expectativas.

28 noviembre 2014

Te invito a encontrar un tesoro

La estatua del Buda de barro alcanzaba casi tres metros de altura. Durante generaciones había sido considerada sagrada por los habitantes del lugar.

Un día, debido al crecimiento de la ciudad, decidieron trasladarla a un sitio más apropiado.

Esta delicada tarea le fue encomendada a un reconocido monje, quien, después de planificar detenidamente, comenzó su misión.

Fue tan mala su fortuna que, al mover la estatua, ésta se deslizó y cayó, agrietándose en varias partes.

Compungidos, el monje y su equipo decidieron pasar la noche meditando sobre las alternativas.

Fueron unas horas largas, oscuras y lluviosas.

El monje, en vez de desesperarse, se enfocó en encontrar una salida.

De repente, al observar la escultura resquebrajada, cayó en cuenta que la luz de su vela se reflejaba
a través de las grietas de la estatua.

Pensó que eran las gotas de lluvia.

Se acercó a la grieta y observó que detrás del barro había algo, pero no estaba seguro qué.

Lo consultó con sus colegas y decidió tomar un riesgo que parecía una locura:
Pidió un martillo y comenzó a romper el barro, descubriendo que debajo se escondía un Buda de oro sólido de casi tres metros de altura.

Durante siglos este hermoso tesoro había sido cubierto por el ordinario barro.

Los historiadores hallaron pruebas que demostraban que, en una época, el pueblo iba a ser atacado por bandidos.

Los pobladores, para proteger su tesoro, lo cubrieron con barro para que pareciera común y ordinario.

El pueblo fue atacado y saqueado, pero el Buda fue ignorado por los bandidos.

Después, los sobrevivientes pensaron que era mejor seguir ocultándolo detrás del barro.

Con el tiempo, la gente comenzó a pensar que el Buda de Oro era una leyenda o un invento de los
viejos.

Hasta que, finalmente, todos olvidaron el verdadero tesoro porque pensaron que algo tan hermoso no podía ser cierto.

Tus tesoros son nuestra capacidad de dar, disfrutar, agradecer, reír; de perdonar, de soñar en grande, de pasar por encima de las pequeñeces y de valorar en ti mismo y en otros lo que verdaderamente es importante.

Arriésgate a ver tu vida a través del barro y te darás cuenta de que eres un tesoro rodeado de riquezas.

Carlos Devis

Photo by Edith Reyna

26 noviembre 2014

¿Qué es lo que deseo?

Demos la bienvenida a Alan Watts

¿Qué deseas? ¿Qué es lo que te mueve? ¿en qué situación te gustaría estar?

Suelo hacer esto en orientación vocacional de estudiantes.
 
Llegan y me dicen:  "Mmm vamos a salir de la universidad y no tenemos ni idea de lo que queremos hacer"

Y yo siempre les pregunto lo mismo... ¿Qué es lo que os gustaría hacer si el dinero no fuera importante?   ¿Qué es lo que en verdad os gustaría hacer de vuestras vidas?
- Pues nos gustaría ser Pintoras
- Nos gustaría ser poetas
- Nos gustaría ser escritores
- A mi me gustaría vivir en el campo y montar a caballo





















¡Pero todo el mundo sabe que así no se gana dinero!

Cuando llegamos a algo que alguien quiere hacer individualmente les digo:
¡Pues Hazlo! y ¡Olvídate del dinero!

















Porque si dices que lo más importante es ganar dinero...
...Te pasarás toda la vida malgastando tu tiempo.
Harás cosas que no te gustan para poder vivir
O lo que es lo mismo, para seguir haciendo cosas que no te gustan.





















¡Lo cual es estúpido!
























Antes una vida corta llena de cosas con las que disfrutas
Que una vida larga vivida en un modo miserable
Y después de todo, si te gusta lo que haces, sea lo que sea...
El único modo de ser maestra de algo es implicarte a fondo en lo que hagas.
 





















Y sea lo que sea, podrás ganarte la vida con ello
Por eso es tan importante que te hagas esta pregunta: ¿Qué es lo que yo Deseo?


24 noviembre 2014

Un amor perfecto

Las cosas que debí haber dicho,
La forma en que solía huir,
Protegiendo una imagen que nunca fui,
Por una salvación que nunca conocí.

Pero ahora he aprendido,
Que la salvación estaba en no huir,
En consumir esas imágenes, una por una,
En dejar en libertad a esos preciosos niños,
A los cuales sofoqué con un amor
Nacido desde el miedo de no ser nada.

Esto podría ser más difícil que dejar ir a mis hijos reales.

¿Per quién dijo que el amor incondicional era algo fácil?
No es fácil.
Es un genocidio interno.
Las flamas arrasan con todo, sin discriminación.
Dejando ninguna parte de mí sin tocar.

Pero prefiero morir que jamás conocer este amor.

Así que no tengas piedad, querido amigo.
Siéntate a mi lado mientras me consumo.
Tómame de la mano esta última vez.
Déjame sentir tu amorosa presencia.
Sabe que siempre te amé a mi modo imperfecto.

A través del humo espeso y rancio de mi antiguo yo,
A través del paso de todo lo que jamás pensamos que cambiaría,
¿Puedes oler la inefable libertad?
¿Lo entiendes ahora?

Jeff Foster
(Falling In Love With Where You Are)


21 noviembre 2014

Casa de huéspedes...


El ser humano es similar a una casa de huéspedes.

Cada día llega alguien nuevo a su puerta: una alegría, una decepción, algo difícil o doloroso se presentarán como visitantes inesperados.

Dales la bienvenida y acógelos a todos ellos,
incluso si son un grupo penoso que desvalija completamente tu casa.

Trata a cada huésped honorablemente pues podría estar haciendo espacio para una nueva delicia.

El pensamiento oscuro, lo vergonzante, lo malvado,
recíbelos en tu puerta sonriendo e invítalos a entrar.

Agradece a todos los que vengan

Pues se puede decir de ellos que han sido enviados

Como guías del más allá.


Rumi



20 noviembre 2014

Dentro de ti...


Busca dentro de ti la solución de todos los problemas, hasta de aquellos que creas más exteriores y materiales.

Dentro de ti esta siempre el secreto, dentro de ti están todos los secretos.
Aún para abrirte camino en la selva virgen, aún para levantar un muro, aún para tender un puente, has de buscar antes, en ti, el secreto.

Dentro de ti hay tendidos ya todos los puentes están cortadas dentro de ti las malezas y lianas que cierran los caminos.

Todas las arquitecturas están ya levantadas, dentro de ti.
Pregunta al arquitecto escondido.
Él te dará sus fórmulas.

Antes de ir a buscar el hacha de más filo, la piqueta más dura, la pala más resistente...entra en tu interior y pregunta...

Y sabrás lo esencial de todos los problemas y se te enseñará lo mejor de todas las fórmulas, y se te dará la más sólida de todas las herramientas.

Y acertarás constantemente, puesto que dentro de ti llevas la luz misteriosa de todos los secretos...

Amado Nervo

19 noviembre 2014

Sobre las posesiones

Poseer cosas es muy importante en la vida de la gente blanca. Desde el principio te dicen: "Esto es mío, esto es tuyo",  "No toques eso porque no es tuyo". Te dicen que te alejes de las cosas por la posesión, y no por respeto.

En los días de antes, nosotros nunca teníamos cerraduras en nuestras puertas.
No existía el robo, pero si alguien tenía hambre, podía entrar a tu casa y tomar comida. ¿Por qué la gente no tomaba las cosas? Por respeto.

Tú rodeas tu patio con rejas y pagas buen dinero a quien mida el terreno para ver si la reja del vecino está demasiado cerca de tu casa.
No regalas nada a menos que recibas algo a cambio. Todo es económico. ¡Con razón la gente blanca necesita casas tan grandes!
No son para habitarlas, sino para almacenar cosas.

Nosotros creíamos que todo era un regalo, y que un buen hombre o una mujer buena compartían esos regalos.
La gente buena pensaba que debían dar, y no que debían recibir. No medíamos a la gente como rica o pobre. ¡No sabíamos cómo!
Cuando los tiempos eran buenos, todos éramos ricos. Cuando los tiempos eran malos, todos éramos pobres.
Medíamos a la gente por cómo compartían.

Las cosas son importantes cuando las necesitamos. Si no las necesitamos, no son importantes.
Nuestros ancestros creían que tú eras dueño de algo sólo mientras lo necesitaras. Luego se lo pasabas a alguien más.
En nuestra forma de vida, todo tenía su uso y luego regresaba a la tierra. Teníamos tazas y platos de madera, o cosas hechas de barro. Cabalgábamos o caminábamos. Hacíamos cosas de las cosas de la tierra.
Después, cuando ya no las necesitábamos, las quemábamos o las dejábamos, y regresaban a la tierra.
Ahora ya no podemos hacer eso. Ahora las cosas ya no regresan a la tierra.


18 noviembre 2014

El que se ama a si mismo...

Cuando alguien se ama a sí mismo encuentra la paz en su interior. Reconoce las señales internas. Se siente fuerte para afrontar cualquier reto. Responde con eficacia y serenidad a las sorpresas desagradables que, a veces, presenta la vida.

Cuando alguien se ama a sí mismo es capaz de aceptar su propia oscuridad, reconociendo que ser humano implica ser dual y que la dualidad ofrece una gran riqueza de aprendizajes.

Cuando alguien se ama a sí mismo considera importante su propia opinión. Valora la de otros sin anteponerla a la suya y toma decisiones en función de su sentir. Los sentimientos de apatía o desgana le indican que se está equivocando de camino. La plenitud, la ilusión y la alegría le muestran el rumbo hacia el que caminar.

El que se ama a sí mismo lo sabe y, por eso, se respeta y atiende sus señales internas, porque sabe que, cuando las desoye, todo se vuelve opaco a su alrededor. Él mismo pierde su centro.

El que se ama a sí mismo respeta también a los demás, porque comprende que cada persona se encuentra inmersa en un proceso evolutivo y que sus actos y decisiones son los que él o ella cree que debe adoptar. No se deja arrastrar por la crítica y el juicio que fluyen en el ambiente, porque sabe que eso afectaría a su vibración, y que con una vibración elevada puede atraer a su vida experiencias mucho más gratas. El que se ama a sí mismo aplica bien la ley de la atracción, activándola a su favor con sus pensamientos, actos y palabras, porque sabe que es así como crea su realidad.

El que se ama a sí mismo sabe que merece todo lo bueno que la vida le ofrece y por eso abre los brazos y el corazón para recibirlo, recordando siempre que la vida le proporciona todo lo que necesita, justo en el instante en que lo necesita, y dejando atrás la preocupación.

El que se ama a sí mismo se considera igual a los demás, apartándose de la creencia de que unos son mejores o peores que otros y reconociendo la luz que todos llevamos en el corazón.

17 noviembre 2014

La pregunta por el sentido de la vida

Lo que de verdad necesitamos es un cambio radical en nuestra actitud frente a la vida.  Debemos aprender por nosotros mismos, y también enseñar a los hombres desesperados que en realidad no importa que no esperemos nada de la vida, sino que la vida espere algo de nosotros.  Dejemos de interrogarnos sobre el sentido de la vida, y en cambio, pensemos en lo que la existencia nos reclama continua e incesantemente.  Y respondamos no con palabras, ni con meditaciones, sino con el valor y la conducta recta y adecuada.  En última instancia, vivir significa asumir la responsabilidad de encontrar la respuesta correcta a las cuestiones que la existencia nos plantea, cumplir con las obligaciones que la vida nos asigna a cada uno en cada instante particular.

Esas obligaciones y esas tareas, y consecuentemente el sentido de la vida, difieren de un hombre a otro, de un momento a otro, de forma y manera que resulta imposible definir el sentido de la vida en términos abstractos.  Jamás se podrá responder a las preguntas sobre el sentido de la vida con afirmaciones absolutas.  "Vida" no significa algo vago o indeterminado, sino algo real y concreto, que conforma el destino de cada hombre, un destino distinto y único en cada caso singular.  Ningún hombre ni ningún destino pueden compararse a otro hombre o a otro destino.  Tampoco se repite ninguna situacion, y cada una reclama una respuesta distinta.  Una situación, en ocasiones, puede exigirle al hombre que contruya su propio destino realizando determinado tipo de acciones; en otras, le reportará un mayor beneficio dejarse inundar por las circunstancias, contemplarlas y meditarlas, y entresacar los valores pertinentes.  Y, a veces, la existencia demandará del hombre que senciallamente acepte su destino y cargue con su cruz.  Cada situación se diferencia por su unicidad irrepetible, y para cada ocasión tan sólo existe una respuesta correca al problema que plantea.

Cuando un hombre descubre que su destino es sufrir, ha de aceptar ese sufrimiento, porque ese sufrimiento se convierte en su única y peculiar tarea.  Es más, ese sufrimiento le otrorga el carácter de persona única e irrepetible en el universo.  Nadie puede redimirle de su sufrimiento, ni sufrir en su lugar.  Nada le sirve, ni el sufrimiento mismo: se personifica según la actitud que adopte frente a ese sufrimiento que la vida le ofrece como tarea.

Para los prisioneros estos argumentos no contituían especulaciones muy alejadas de la realidad, más bien se presentaban como los únicos pensamientos capaces de ayudarnos y defendernos de la desesperación, aun sin percibir ningún indicio que nos permitiera albergar alguna esperanza de salir de allí con vida.  Ya habíamos superado la etapa, de debate ingenuo, de creer que el sentido de la vida consiste en alcanzar objetivos a través de la creación de algo valioso.  Nuestro sentido de la vida abarcaba los amplios círculos de la vida y la muerte, del sufrir y el morir.  Ahí se entablaba nuestra lucha.

Viktor Frankl
(El homre en busca de sentido)


15 noviembre 2014

Protegido


En mi corto tiempo en este planeta, he conocido lo que es una gran tristeza, me he hundido en las profundidades de la inmensa desesperación, he sido arrojado hasta lo más hondo de mi propia soledad creyendo que nunca más volvería a estar bien. He saboreado los extáticos placeres de la meditación, la feroz intimidad del amor, los salvajes dolores de la angustia, la emoción del éxito inesperado, y la desdicha del fracaso repentino. Hubo momentos en que pensé que nunca lo lograría, momentos en que mis sueños se destrozaron a tal grado, que jamás imaginé que la vida pudiera seguir adelante. Y sin embargo, siguió adelante. En ocasiones encontré la humildad en medio de la devastación, y desde las cenizas de los futuros imaginados, vi nacer nuevas y evidentes alegrías... y ninguna experiencia fue en vano.

He llegado a confiar plenamente en la vida, y confié incluso en momentos en que olvidé cómo confiar, confié en que la vida no siempre sale según lo planeado, porque no hay ningún plan, sólo vida. Vi, incluso, que los momentos de gran incertidumbre contienen una inteligencia suprema, y que a veces tenemos que caer para ser capaces de levantarnos con más entereza, con más bondad.

Y, de alguna manera, siempre me he sentido protegido, en una forma que no puedo, ni quiero explicar. Ciertamente podría, en poco tiempo, ser nuevamente aplastado; podría llegar a experimentar desafíos y angustias aparentemente insuperables pero, de alguna manera, siempre estaré protegido. De algún modo, siempre estoy protegido.

Jeff Foster

14 noviembre 2014

No te aflijas

No te aflijas: la belleza volverá a encantarte con su gracia;
tu celda de tristeza se trocará en un jardín de rosas.

No te aflijas: tu mal será trocado en bien;
no te detengas en lo que te inquieta,
pues tu espíritu conocerá de nuevo la paz.

No te aflijas: una vez más la vida volverá a tu jardín
y pronto verás, ¡oh cantor de la noche!
una corona de rosas en tu frente.

No te aflijas si, algún día, las esferas del cosmos
no giran según tus deseos,
pues la rueda del tiempo no gira siempre en el mismo sentido.

No te aflijas si, por amor,
penetras en el desierto y las espinas te hieren.

No te aflijas, alma mía,
si el torrente del tiempo arrastra tu morada mortal,
pues tienes el amor para salvarte del naufragio.

No te aflijas si el viaje es amargo,
no te aflijas si la meta es invisible.
Todos los caminos conducen a una sola meta.

No te aflijas, Hafiz,
en tu rincón humilde en que te crees pobre,
abandonado a la noche oscura,
y piensa que aún te queda tu canción y tu amor.

Shamsuddin Hafiz, místico y poeta sufi (1325-1390)
(Los Gazales de Hafiz)

13 noviembre 2014

Sanando Nuestras Compulsiones: Aprendiendo a Besar a Nuestros Sapos

¿Recuerdan la historia del sapo que se convirtió en príncipe cuando le dieron un beso?
Les tengo muy buenas noticias. ¡Ustedes tienen un sapo en su interior! Es su compulsión y ha estado esperándolos  toda la vida para ser reconocida como algo más que un simple sapo. Ha estado esperándolos para convertirse en su guía de regreso a la verdadera alegría y paz profunda y que es su derecho de nacimiento.

¿Demasiado bueno para ser verdad? Es lo que yo solía pensar. Mi sapo estaba comiendo en exceso. ¡En una ocasión llegué a subir 44 kilos en un año! Creo que llegué a intentar todas las dietas que había bajo el sol, cada píldora, cada inyección y cada terapia. Una vez, incluso dejé de comer por cuatro semanas, sólo para volver a mi antigua práctica de comer en exceso. Creí que nada de esto me funcionaba porque no me había logrado comprometer lo suficiente. ¡Creí que todo el mundo podía lograrlo, menos yo! Me dispuse a intentarlo con mucha más fuerza, sólo para caer en una espiral descendente hacia un odio a mi misma, hacia la confusión y la desesperación. Fue en las profundidades de mi desesperación que, después de 25 años de rotundo fracaso, finalmente tuve que admitir que el hecho de tratar de controlar mi compulsión jamás me generó la paz que tan desesperadamente anhelaba.

Comencé a darme cuenta que tenía que haber otra manera. Esa manera se fue revelando conforme aprendí a cambiar mi relación con mi compulsión. En todos esos años de hambre incontrolable y atracones, de controlar para terminar siendo controlada, mi compulsión se había convertido en mi enemigo, algo que debía manejar o destruir. ¡Jamás se me ocurrió considerarla como un príncipe mágico en forma de sapo que había venido a sanarme! Nunca consideré escucharlo, aprender de él, aceptar su voz dentro de mi vida, una voz que podría tener la capacidad de guiarme pasito a pasito hacia mi bienestar.

Así que, aunque no me gustaba nada el sapo de mi compulsión, ¡comencé a cultivar una relación con él! Me volví curiosa. ¿Cuándo fue que apareció en mi vida? ¿Qué estaba experimentando mi cuerpo cuando me interesé en mi compulsión nuevamente? ¿Y qué estaba sintiendo en ese momento? ¡Y he aquí!!!… cuando aprendí cómo estar presente para mi compulsión y todos los sentimientos que había estado tratando de controlar, comencé a sanar.

Entonces, ¿cómo aceptar nuestras compulsiones y verlas como regalos disfrazados? Exploramos nuestra relación con nuestras reacciones y nuestras respuestas para poder comenzar a aceptar esas compulsiones. Una de las habilidades fundamentales que exploramos es la capacidad que tenemos de escuchar lo que estamos experimentando en este momento. ¿Recuerdas las revistas infantiles que tienen dibujos con objetos escondidos en distintos lados? ¿Cómo le hacíamos para encontrar esos objetos escondidos? Buscábamos en todos y cada uno de los objetos sin dudar nunca que los encontraríamos. Podemos aprender a hacer esto con nuestras compulsiones y descubrir toda la sabiduría oculta que siempre está ahí.

¿Es fácil hacer esto en un principio? No. Es algo a lo que no estamos acostumbrados. Vivimos en nuestras cabezas, siempre tratando de volvernos a nosotros mismos y a nuestras vidas algo mejor o diferente a lo que es. Así que vivimos en un sutil, pero a veces muy doloroso malestar que nos mantiene separados de la paz y la alegría que tanto anhelamos. Pero tenemos la capacidad de desarticular este mundo de malestar si escuchamos, y en este caso, nuestras compulsiones son las que nos van a mostrar cómo hacerlo. ¿Es la vía más rápida para nuestro sanar? No. Pero como el cuento de la tortuga y la liebre, necesitamos renunciar a un poco de velocidad y control a cambio de una compasión que nos permita sentirnos nuevamente a gusto con nuestras propias pieles allanando el camino para una paz interior que jamás habrá de dejarnos.

Tú también puedes besar al sapo de tu compulsión y convertirlo en un príncipe. Siéntete dispuesto a preguntarte varias veces al día: “En este momento, ¿qué estoy experimentando?” Y simplemente experimenta lo que estás experimentando - el agua que corre por tu espalda cuando te duchas, la tersura de tus sábanas, la melodía de un pájaro, la calidez y el delicioso sabor de un café con leche, el ardor en la boca cuando comes algo muy picante. Ahora bien, esto puede no parecer gran cosa. Pero cada vez que te sientes dispuesto a experimentar lo que estás experimentando, estás poniéndote atención a ti mismo y no a lo de fuera. Y poco a poco, conforme fortaleces el músculo de tu presencia consciente, puedes aprender cómo estar presente para con tu compulsión, disolviéndote en ella a través de la luz de tu compasiva atención.

Mary O’Malley
(Este es un artículo traducido por tarsila murguía y basado en el libro “The Gift of Compulsion: A Revolutionary Approach to Self-Acceptance & Healing”)

12 noviembre 2014

El camino del descanso


Oh, pequeño y dulce niño, amada niña, se sienten tan abrumados por la vida, lo sé, por la grandeza de todo, por las inmensas posibilidades, por las innumerables perspectivas que hay para ustedes. A veces se sienten tan deprimidos por todas las preguntas sin resolver, por toda la información que supuestamente tienen que procesar y memorizar, por la urgencia de las cosas. Se sienten agobiados por las poderosas emociones, tratando de controlar, o por lo menos influenciar a todo y a todos los que les rodean, tratando de mantener la compostura, tratando de hacer que todo 'funcione' de alguna manera, tratando de que todo quede listo 'a tiempo', tratando de resolver las cosas con rapidez, incluso tratando de no tratar.

Se sienten exhaustos, dulces niños, exhaustos de todos los intentos y de dejar de intentar, y están luchando por confiar nuevamente en la vida. Todo esto ha sido demasiado para el pobre organismo, ¿no es así? Están cansados y anhelan descanso. ¡Nada de esto ha sido una falla ni un terrible error, sino algo maravilloso para abrazar! Porque el agotamiento es pura inteligencia, y dice: ¡Suelta, suelta todo! ¡Deja de esforzarte tanto!

Deja de presionar para que lleguen las respuestas en este momento. Permite que todo descanse ahora. Haz una pausa sagrada. Deja que las preguntas se queden sin respuestas, por ahora. Date hoy un espacio para respirar. Deja que hoy todo se salga de control. Permítete no ser capaz de mantener todo en su lugar hoy. Permítete no saber cómo, no saber absolutamente nada. Deja que se te rompa el corazón, si es necesario, y que el cuerpo sienta dolor, y que el alma despierte. Todo se pone tan bien, cuando estás dispuesto. Tan bien, aquí.

Y recuerda que eres amado, pequeño niño. Recuerda que siempre has sido amado, mucho antes de que te hayan puesto un nombre, mucho antes incluso de que hayas nacido, mucho antes de que toda esa carga viniera a mostrarte el camino.

Jeff Foster


11 noviembre 2014

¿dónde están tus muebles?

Un turista llegó de visita a la casa de un sabio maestro.

Al entrar, se dio cuenta que la morada del viejo consistía de un colchón en el piso y unos pocos libros.

Extrañado, el turista preguntó:

- Disculpe, ¿dónde están sus muebles?

El anciano miró con calma al visitante y respondió:

- ¿En dónde están los suyos?

- Pero si yo sólo estoy aquí de paso.- replicó el turista.

El maestro sonrió levemente y continúo:

- Yo también estoy de paso en esta vida, y mal haría en cargar mi existencia con todos los
armarios de mi pasado.

¿Cuáles son los armarios de tu pasado que te resistes a soltar?
¿Son ellos los resentimientos, las desilusiones o los dolores con los que haces tu vida más pesada?
Tú vales mucho, no malgastes tu fuerza en cargar con tu pasado.
Que más da si fue justo o injusto. Ya lo pasaste, sigue adelante.

Expresa tu gratitud hacia ti mismo y hacia la vida. Utiliza tus pensamientos en la construcción
de tus sueños. No uses tu pasión para aferrarte a tus dolores. Serás más feliz si la usas para
construir lo que verdaderamente deseas.

10 noviembre 2014

Mi declaración de autoestima

Yo soy yo.

En todo el mundo no existe nadie exactamente igual a mi.
Hay personas que tienen aspectos míos,
pero en ninguna forma el mismo conjunto mio.
Por consiguiente, todo lo que sale de mi es autenticamente mío porque yo sola lo elegí.

Todo lo mio me pertenece: mi cuerpo, todo lo que hace;
mi mente,con todos sus pensamientos e ideas;
mis ojos, incluyendo todas las imágenes que perciben;
mis sentimientos, cualesquiera que sean: ira,alegría,
frustración,amor,decepción, emoción;
mi boca, y todas las palabras que de ella salen, refinadas, dulces, o cortantes,
correctas o incorrectas;
mi voz,fuerte o suave,
y todas mis acciones, sean para otros o para mí.

Soy dueña de mis fantasías,
mis sueños,
mis esperanzas,
mis temores.

Son míos mis triunfos y mis éxitos,
todos mis fracasos y errores.
Puesto que todo lo mio me pertenece,
puedo llegar a conocerme intimamente.
Al hacerlo, puedo llegar a quererme
y sentir amistad hacia todas mis partes.
puedo hacer factible que todo lo que me concierne funcione
para mis mejores intereses.

Sé que tengo aspectos que me desconciertan
y otros que desconozco.
Pero mientras yo me estime y me quiera,
puedo buscar con valor y optimismo soluciones para las incógnitas
e ir descubriéndome cada vez mas.

Como quiera que parezca y suene,
diga y haga lo que sea,
piense y sienta en un momento dado,
todo es parte de mi ser.

Esto es real y representa el lugar que ocupo en ese momento del tiempo.
A la hora de un examen de conciencia, respecto de lo que he dicho y hecho,
de lo que he pensado y sentido, algunas cosas resultarán inadecuadas.
Pero puedo descartar lo inapropiado, conservar lo bueno
e inventar algo nuevo que supla lo descartado.

Puedo ver, oir, sentir, decir, y hacer.
tengo los medios para sobrevivir,
para acercarme a los demás,
para ser productiva
y para lograr darle sentido y orden al mundo de personas y
cosas que me rodean.
Me pertenezco y así puedo estructurame.
Yo soy yo y estoy bien.

© Virginia Satir, 1975


08 noviembre 2014

Siempre puedes encontrarte a ti mismo

Quizá tengas que obtener lo que quieres
Para descubrir que eso no es suficiente.

Quizá tengas que perder lo que tienes
Para descubrir que eso nunca fue tuyo.

Quizá tengas que perder toda tu esperanza
Para abrirte a todas las posibilidades que tiene la vida.

Quizá tengas que sentir una tristeza más profunda
Para descubrir una alegría que no tiene opuesto.

Quizá tengas que fracasar
Para descubrir que no puedes fracasar.

Sé valiente, amigo.
Tu destino está cambiando.
Si estás perdido, siempre puedes encontrarte a ti mismo aquí.

Jeff Foster

07 noviembre 2014

El arte de no enfermar


SI NO QUIERES ENFERMAR... HABLA DE TUS SENTIMIENTOS:
Emociones y sentimientos que son escondidos, reprimidos, terminan en enfermedades como: Gastritis, úlceras, dolores lumbares, dolores en la columna... con el tiempo la represión de los sentimientos genera hasta el cáncer. Entonces vamos a sincerar, confidenciar, compartir nuestra intimidad, nuestros secretos, nuestros errores con nuestros amigos de verdad. El diálogo, el hablar, la palabra es un poderoso remedio y una excelente terapia.

SI NO QUIERES ENFERMAR... TOMA DECISIONES
La persona indecisa permanece en dudas, en la ansiedad, en la angustia. La indecisión acumula problemas, preocupaciones, agresiones, la historia de la humanidad está hecha de decisiones. Para decidir es preciso saber renunciar, saber perder ventajas y valores para ganar otros. Las personas indecisas son víctimas de dolencias nerviosas, gástricas y problemas de la piel.

SI NO QUIERES ENFERMAR... BUSCA SOLUCIONES
Personas negativas no consiguen soluciones y aumentan los problemas. Prefieren la lamentación, la murmuración, el pesimismo. Mejor es encender un fósforo que lamentar la oscuridad. Una abeja es pequeña, pero produce lo más dulce que existe en la naturaleza. Somos lo que pensamos. El pensamiento negativo genera energía negativa, que se transforma en enfermedad.

SI NO QUIERES ENFERMAR... NO VIVAS DE LAS APARIENCIAS
Quien esconde la realidad finge, hace poses, quiere dar siempre la impresión de estar bien, quiere mostrarse perfecto, bonachón, etc. está acumulando toneladas de peso... una estatua de bronce con pies de barro. Nada peor para la salud que vivir de las apariencias y fachadas. Son personas con mucho barniz y pocas raíces. Su destino en muchos casos es la farmacia, el hospital, el dolor.

SI NO QUIERES ENFERMAR... ACEPTATE
El rechazo de si mismo, la ausencia de autoestima, hace que nos volvamos ajenos de nosotros mismos. Ser uno mismo es el núcleo de una vida saludable. Quienes no se aceptan a si mismos, son envidiosos, celosos, imitadores, competitivos, destructivos. Aceptarse, aceptar ser aceptado, aceptar las críticas, es sabiduría, buen sentido y terapia.

SI NO QUIERES ENFERMAR... CONFÍA
Quien no confía, no se comunica, no se abre, no se relaciona, no crea relaciones estables y profundas, no sabe hacer amistades verdaderas. Sin confianza no hay buenas relaciones. La desconfianza es falta de fé en si mismo, en los otros, en Dios.

SI NO QUIERES ENFERMAR... NO VIVAS SIEMPRE TRISTE
El buen humor, la risa, el reposo, la alegría, recuperan la salud y traen larga vida. La persona alegre tiene el don de alegrar el ambiente donde vive. "El buen humor nos salva de las manos del doctor". La alegría es salud y terapia.

06 noviembre 2014

El sol y el viento

El sol y el viento discutían sobre cuál de los dos era más fuerte. La discusión fue larga porque ninguno de los dos quería ceder. Viendo que por el camino avanzaba un hombre, acordaron  probar sus fuerzas desarrollándolas contra él.
—Vas a ver— dijo el viento —con solo echarme sobre ese hombre, desgarro sus vestiduras—. Y comenzó a soplar cuanto podía. Pero cuanto más esfuerzo hacía, el hombre más oprimía su capa, gruñendo contra el viento y seguía caminando. El viento encolerizado, descargó lluvia y nieve, pero el hombre no se detuvo y más cerraba su capa. Comprendió el viento que no era posible arrancarle la capa.

Sonrió el sol mostrándose entre dos nubes, recalentó la tierra y el pobre hombre, que se regocijaba con aquel dulce calor, se quitó la capa y se la puso sobre el hombro.
—Ya ves— le dijo el sol al viento —con la bondad se consigue más que con la violencia—.

Siempre una sonrisa puede lograr mucho más que el más fuerte de los gritos. Y basta con ponerse por un momento en el lugar de los demás para comprobarlo. ¿Preferimos una sonrisa o un insulto? ¿Preferimos una caricia o una bofetada? ¿Preferimos una palabra tierna o una sonrisa irónica? Pensemos que los demás seguramente prefieren lo mismo que nosotros, entonces, tratemos a nuestros semejantes de la misma manera en la que nos gustaría ser tratados. 

05 noviembre 2014

Agotamiento sagrado

¡Tu agotamiento se honra a sí mismo! No te apresures a asignarle alguna patología, o a hacerlo desaparecer, porque puede contener gran inteligencia, e incluso, medicina.

Has emprendido un largo viaje desde las estrellas, amigo. Haz una reverencia a tu agotamiento ahora; deja de luchar contra él.

No hay ninguna vergüenza en admitir que ya no puedes seguir adelante. Incluso los más valientes necesitan descansar.

Porque hay toda una aventura por delante. Y necesitarás de todos tus recursos.

Ven, siéntate frente al fuego de la Presencia. Deja que el cuerpo se relaje; déjate caer en el silencio aquí. Olvídate de mañana, no te preocupes por el recorrido que falta, y sumérgete en la calidez de esta noche.

Cada gran aventura está nutrida por el descanso que hay en su corazón.

Tu agotamiento es noble, amigo, y contiene poder sanador... si tan sólo lo escuchas...

Jeff Foster


04 noviembre 2014

Consuelo

El consuelo es el arte de hacer la más hermosa pregunta, acerca de nosotros mismos, de nuestro mundo o de los demás, en el momento más salvajemente difícil y poco bello. El consuelo es lo que debemos buscar cuando la mente no es capaz de soportar el dolor, la pérdida y el sufrimiento que a la larga, afecta cada vida y cada esfuerzo; cuando el anhelo no da fruto en una forma que podamos reconocer, cuando las personas que amamos desaparecen, cuando la esperanza debe tomar una forma completamente diferente de la que habíamos concebido.

El consuelo es el hermoso e imaginativo hogar que construimos en donde la decepción puede llegar para ser rehabilitada. Cuando la vida, de ninguna manera parece sumar nada, debemos poner atención a esa parte de nosotros que jamás ha deseado una vida de simples cálculos. El consuelo lo encontramos al permitir que la sabiduría innata del cuerpo pase a un primer plano, la parte de nosotros que ya sabe que es mortal y que debe realizar su partida como todo lo demás, llevándonos, cuando la mente no puede soportar lo que se está viendo o escuchando, hacia el canto de las aves del árbol que está por encima de nuestras cabezas, incluso si se nos está avisando de alguna muerte, cada nota es la esencia de una desdicha y de un  amanecer; de la corriente de una vida que sigue adelante, pero que de alguna manera, y muy bellamente, sobrelleva, soporta e incluso celebra la vida que se acaba de perder. Una vida que no podríamos ver ni apreciar hasta que haya sido arrancada de nosotros. Ser consolado es ser invitado a la terrible tierra de la belleza en donde aguarda nuestra inevitable desaparición, a una voz que no calma falsamente, sino que toca el epicentro de nuestro dolor o articula la esencia de nuestra pérdida, para después emanciparnos tanto en la vida como en la muerte como un mismo derecho de nacimiento.

El consuelo no es una evasión, tampoco una cura para nuestro sufrimiento, ni un estado de mente bien confeccionado. El consuelo es ver y participar directamente, la celebración de la belleza que va y viene, la aparición y la desaparición de la cuál siempre hemos sido parte. El consuelo no pretende ser una respuesta, sino una invitación, a través de la puerta del dolor y la dificultad, a la profundidad del sufrimiento y la belleza simultánea en el mundo en donde la ingeniosa mente, por sí misma, no puede entender ni dar sentido. Buscar consuelo es aprender a hacer preguntas más agresivas y exquisitamente precisas que re-definan nuestras identidades y nuestros cuerpos y nuestra relación con los demás. Mantenernos de pie ante la pérdida pero sin sentirnos abrumados, nos convierte en útiles, generosos,  compasivos, e incluso divertidos compañeros para los demás. Pero el consuelo también nos hace preguntas muy directas y contundentes. En primer lugar, ¿cómo soportar lo inevitable? ¿Cómo soportarlo a través de los años? Y, sobre todo, ¿cómo dar forma a una vida igual de bella y sorprendente a la de un mundo que te dio nacimiento, te llevó hacia la luz y después te hizo desaparecer?

David Whyte
(Solace: The Art of Asking the Beautiful Question)


02 noviembre 2014

Sobre el duelo

“Puedes decidir que una relación no valió la pena si tuvo que terminar en la muerte, dejándote solo. O, puedes darte cuenta que cada momento tuvo un mayor significado del que te pudiste atrever a reconocer en ese momento, tanto significado que te asustó, así que simplemente lo viviste, diste por sentado el amor y las risas de cada día, y no te diste la oportunidad de considerar su carácter sagrado.

Pero cuando todo ha terminado y te encuentras solo, comienzas a ver que no se trató sólo de ir al cine y cenar juntos, ni de ver juntos los atardeceres, no fue sólo fregar el suelo y lavar los platos juntos o preocuparse por la excesiva factura de electricidad. Se trató de todo, del porqué de la vida, se trató de cada acontecimiento y cada precioso momento en la relación.

La respuesta al misterio de la existencia es el amor que compartiste, a veces tan imperfectamente, y cuando la pérdida te despierta a su belleza más profunda, a su santidad, no puedes ponerte de pie por mucho tiempo, caes de rodillas, no por el peso de la pérdida, sino de gratitud por todo lo que hubo antes de la pérdida. Y el dolor siempre está ahí, pero un día, el vacío desaparece, porque alimentar el vacío, consolarse en él, es faltarle el respeto al regalo que es la vida.”

Dean Koontz, 'Odd Hours'