Si algo he aprendido de la vida, es que a veces, los tiempos más oscuros
pueden conducirnos a los lugares más brillantes.
Que las personas más
tóxicas pueden enseñarnos las lecciones más importantes.
Que nuestros
obstáculos más dolorosos pueden garantizarnos nuestro crecimiento más
necesario, y que las pérdidas más desesperadas de amigos y amores pueden
hacer que tengamos espacio libre para que lleguen las personas más
maravillosas.
He aprendido que, sin importar cuán difíciles
parezcan las cosas, siempre hay esperanza.
Y que no importa cuán débil
te sientas, jamás puedes rendirte.
Hay que seguir adelante.
Aun teniendo
miedo, aun cuando las fuerzas nos abandonen, hemos de seguir avanzando,
porque sea cual fuere la batalla que estemos librando en ese momento,
también pasará, y también lograremos triunfar. Lo hemos logrado hasta
ahora. Podemos lograrlo también con lo que sigue.
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