Esa chispa de humildad que no pretende saberlo todo... la forma más simple de amor... el momento en que dejas que la vida tome sus decisiones... la madurez de saber que solo eres una diminuta parte de algo más grande... solo un segundo en la eternidad.
Que las cosas le pertenecen a alguien...
Que tu no inventaste el mundo, pero lo puedes mejorar si te lo solicita - que tu no eres el remedio, pero puedes ofrecer la medicina - que no puedes comprar todo, pero puedes dar des-interesadamente a quien le interese - que la dignidad de los otros vale tanto como la tuya - que los demás tienen derecho a equivocarse sin tu rectoría - que tu opinión solo sirve si te la piden.
No respetamos lo que no entendemos.
Misael Escorcia
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