Cómo saber si de verdad te aman

Cuando les dejas ver el real, sudoroso vulnerable torpe feo 

no preparado impresentable no ensayado 

tú, el tu pillado desprevenido.

El tú antes de ponerte la mascara.
O ponte ropa y aires y gracia.

Antes de saber qué decir y cómo decirlo.
El que el mundo no ve.
El tú privado
El secreto tú de los deseos, apetitos, anhelos.
El tú que es tierno, vulnerable.
A veces molesto.

En un humor más difícil de encontrar.
El tú antes de que estés “listo”.
El verdadero tú.
El niño interior que eres,
el que eres inestable e inestable

El tú sin lavar y sin terminar
El tú que no dejas que el mundo vea.
El tú antes del aerógrafo, la ropa de moda,
la loción para después del afeitado, las sabias palabras.
El tú cuando estás medio dormido,
o asustado, o tambaleándote, o babeando,
deprimido, enfermo, fuera de sí,
confundido y abrumado por la vida.

Cuando les dejas ver todo eso.
Y te aman de todos modos.
Y no te avergüenzan.
Y te retienen allí.
Y ven lo humano que eres.

Cómo luchas y te esfuerzas y buscas.
Y te aman mas.
A pesar de tus defectos.
O tal vez por ellos,
ellos te aman más
Y están orgullosos de ti.

Como Jesús con los leprosos.
Como el amor humano que es amor divino.
Como el amor divino que es humano.
Cuando la cagas,
y decir algo incorrecto,
y olvidas lo que estas haciendo,
y caes sobre tu cara.
Y te aman de todos modos.
Y te siguen amando.

Bien, Entonces sabes realmente que te aman por ser tú.

Jeff Foster