Una serendipia es ...

Una serendipia es un descubrimiento o hallazgo afortunado e inesperado. Así que espero que lo que aquí encuentres sea afortunado y útil para tu crecimiento, además que sea inesperado pues siempre se recibe todo gratamente cuando no tienes expectativas.
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29 julio 2024

Sobre la apertura de los Juegos Olímpicos 2024

Este fin de semana he visto muchas publicaciones de personas, grupos y líderes religiosos muy ofendidos por la representación burlesca y provocadora del mural La Ultima Cena que pintó en 1498 Leonardo Da Vinci, esto durante la inauguración de los juegos Olímpicos en Paris 2024.  También se ha mencionado otra pintura llamada el Festin de los dioses, pero para el caso es lo mismo.  Ojalá entiendan que esta pintura no es un objeto religioso, es una pintura que de hecho está en un convento en Milán, pero que no es parte de ninguna liturgia religosa.  Hasta me sorprende mucho que defiendan una imágen, cuando la Biblia es muy clara al respecto "no te harás imagen" (Exodo 20: 4-6 y Deuteronomio 5: 8-10).  Finalmente recordemos que es un bello mural inspirado en una historia biblica, magistralmente hecha por un artista.  Además representa también la traición de Judas.

Tal vez hemos olvidado el origen de los juegos Olímpicos que se crearon en el 776 A.C. en honor a los dioses que vivían en el Olimpo, por eso se llaman así.  Ya sí el titulo no nos dice que esta no es una plataforma para "defender la religión" u "ofenderse", tal vez encontraremos más cosas. 

El país organizador Francia, ha sido reconocido por ser punta de lanza de las ideas progresistas en cultura, liberalismo, feminismo, diversidad, y cuna de la revolución, y esperar que muestren algo diferente es esperar que el cielo sea verde solo porque si.

Lo preocupante es que como grupo religioso me ofenda este evento que en su mismo nombre dice que está creado para "los dioses del Olimpo", y aquí separo el deporte y los deportistas que compiten que nada tienen que ver con la organización de los mismos.  Lo preocupante es que quiera engancharme de algo que evidentemente es provocador, y tomar el papel de juez y defensor de Jesús, cuando él no nos quiere de jueces defensores sino de siervos. 

Deberíamos más bien ver esto como un termómetro de cómo está el mundo hoy, y que como grupo religioso Cristiano le hemos fallado, lo hemos discriminado y mandado al infierno, cuando debimos amarlo y mostrarle con amor el mensaje de Dios, la salvación en Jesús.  

Sí, este mundo va hacia un destino muy perverso porque nosotros no hemos hecho nuestro trabajo, no nos educamos en la escritura (muchos ni la leen, menos la estudian), no buscamos a Dios diariamente, no les enseñamos a nuestros niños a buscar a Dios, a conocerlo y amarlo, no nos importan los temas sociales, no nos involucramos con la sociedad para ser agentes de cambio, es fácil señalar con un dedo y pedirle peras al olmo, en lugar de predicar la sana doctrina, sin legalismos.

¿Has observado a las nuevas generaciones? Milenials, Zentenials, etc.  Sabes como responderían ellos ante ataques reales, ante la depresión, ansiedad, ante el mundo desconocido de la web.  Sí, tienen mucha información, ¿sabes cómo la procesan?

Sabes tú adulto cómo procesas la información que recibes cada día al estar conectado en tus redes, si entiendes que somos adictos al sistema que nos alimenta.

Es cierto que estamos en tiempos apocalipticos, pero no es excusa para aventar la responsabilidad a alguien más.  El cristianismo es cada día más débil y vulnerable, y eso no nos ofende.

Y ya que andamos defendiendo pinturas en los conventos, dijo la Madre Teresa "Si quieres cambiar al mundo entero, ve a casa y ama a tu familia".  ¿Cómo está el termómetro en tu familia?

Esto es una simple reflexión para mi primero, como mujer, hija, tía, abuela, esposa, hermana, amiga, ser humano.  ¿Qué estoy haciendo para que el mundo sea mejor, para que el mundo conzca el amor de Jesús?

Qué está haciendo tu grupo religioso, tu líder religioso, el ser humano para decirle al mundo que Jesús es la Luz, el Camino, la Verdad y la Vida.

Ojalá nos ofenda más no ser luz en la sociedad en la que vivimos

Edith Reyna-Villarreal



15 marzo 2024

El orden

Hace unos día vi esta imagen que me gustó y me pareció que tenía un mensaje muy profundo, que no pude analizar por completo en ese momento, creo que aún sigo en eso, pero pensé que necesitaba más tiempo para dejarla hablar y que me dé el mensaje.

Este dibujo bellamente hecho por un artista al que sigo hace tanto años.

Se llama El orden.

Y sí, así como lo vemos en un lado está el dibujo ordenado y en el otro en un orden distinto.  Y es que pensaríamos que el orden está en la imagén derecha, pero yo considero que está en la imagén izquierda, porque la belleza pudiera parecer caótica, porque así como en la naturaleza no hay minimalizmo sino un conjunto de formas, figuras, colores, olores y ese es el orden que el Creador formó para darle sentido y propósito a cada cosa, así está imagen.  Realmente me parece profundamente hermosa, y pudiera verla y verla, porque sigue diciendo mucho más.  Gracias. (Y para los que tienen TOC, sí le falta una letra E).

También me recordó a cuando compro mis LEGOS, en una bolsa están todas las piezas, y vamos formando la figura con las instrucciones o la intuición.

Sin embargo esta imagen fue hecha al reves, primero el orden con sentido (izquierdo) y luego el orden sin sentido (derecho).

¿Y a ti qué te dice?

Edith Reyna-Villarreal


10 abril 2017

Caminaba entre todos los demás

Caminaba el hombre entre todos los demás, con tal dignidad que le es propia a quien en la confianza de ser hijo del Altísimo, cumple cabalmente su destino.

Ante el dolor del látigo y las espinas, mostraba su mensaje: “no soy carne, no soy cuerpo y tampoco Ustedes lo son”, vayamos un paso adelante, que protegidos estamos en cualquier umbral.

Ante una mente que sabe de juicios injustos, ofensas y desatinos ajenos, mostraba también: “no soy mente, no soy ninguna idea, ni Ustedes lo son” sigamos hacia arriba, donde reside el corazón.

Ante las lágrimas de una Madre y el desconcierto de sus discípulos, siguió mostrando: “no soy sentimientos que terminan en esta tierra, ni apegos que hagan sufrir, ni Ustedes lo son”, continuemos el ascenso con certeza en la luz y el reencuentro.

Ante la soledad de la más sublime entrega total, mostró el mayor de los ejemplos “Yo soy espíritu, el divino, el incorruptible e inmortal”, Padre: "en tus manos encomiendo mi espíritu y el de Ustedes también".

“Y uno de los malhechores que estaban colgados, le injuriaba, diciendo: Si tú eres el Cristo, sálvate a ti mismo y a nosotros. Y respondió el otro, reprendiéndole: ¿Ni aun tú temes a Dios, estando en la misma condena? Nosotros, la verdad, justamente padecemos; porque recibimos lo que merecieron nuestros hechos: mas éste ningún mal hizo. Y le dijo á Jesús: Acuérdate de mí cuando vengas en tu reino. Entonces Jesús le dijo: De verdad te digo, que hoy estarás conmigo en el paraíso” (Lucas 39-43).

"No he venido a traer mensajes de dolor, he venido a mostrarles la luz en el camino de la vida"



31 julio 2015

Yo soy tu síntoma

Hola:
Yo tengo muchos nombres: dolor de rodilla, grano, dolor de estómago, reumatismo, asma, mucosidad, gripe, dolor de espalda, ciática, cáncer, depresión, migraña, tos, gripe, dolor de garganta, insuficiencia renal, diabetes, hemorroides, y la lista sigue y sigue.

Me he ofrecido como voluntario para el peor trabajo posible: ser el portador de noticias poco gratas para ti. Tú no me comprendes, nadie me comprende. Tú piensas que quiero fastidiarte, echar a perder tus planes de vida, todos piensan que quiero entorpecerles, hacerles daño o limitarles.
Y no, eso sería un completo disparate. Yo, el síntoma, simplemente intento hablarte en un lenguaje que comprendas. Que entiendas.

A ver, dime algo, ¿tú irías a negociar con terroristas, tocando a su puerta con una flor en la mano y una camiseta con el símbolo de “paz” impreso en la espalda? ¿No verdad?

Entonces, por qué no comprendes que yo, el síntoma, no puedo ser “sutil” y “suavecito” cuando debo darte el mensaje. Me golpeas, me odias, con todo el mundo te quejas de mí, de mi presencia en tu cuerpo, pero no te tomas ni un segundo en razonar y tratar de comprender el motivo de mi presencia en tu cuerpo.

Sólo te escucho decirme: “Cállate”, “vete”, “te odio”, “maldita la hora en que apareciste”, y mil frases que me hacen impotente para hacerte comprender. Pero yo debo mantenerme firme y constante, porque debo hacerte entender el mensaje.

¿Qué haces tú?
Me mandas a dormir con medicinas. Me mandas callar con tranquilizantes, me suplicas desaparecer con antiinflamatorios, me quieres borrar con quimioterapias. Intentas día con día, taparme, sellarme, callarme. Y me sorprende ver que a veces, hasta prefieres consultar brujas y adivinos para que de forma “mágica” yo me vaya de tu cuerpo.

Y yo, cuando mi única intención es darte un mensaje, soy totalmente ignorado.
Imagínate que soy esa alarma con sirena en el Titanic, esa que intenta de mil formas decirte que de frente hay un Iceberg con el que vas a chocar y hundirte. Sueno y sueno por horas, por días, por semanas, por meses, por años, intentando salvar tu vida, y tú te quejas porque no te dejo dormir, porque no te dejo caminar, porque no te dejo trabajar, pero sigues sin escucharme…

¿Vas comprendiendo?
Para ti, yo el síntoma, soy “La Enfermedad”.
Qué cosa más absurda. No confundas las cosas.
Y vas al médico, y pagas por docenas de consultas médicas.
Gastas dinero que no tienes en medicamento tras medicamento. Y sólo para callarme.
Yo no soy la enfermedad, soy el síntoma. ¿Por qué me callas, cuando soy la única alarma que está intentando salvarte?

La enfermedad, “eres tú”, “es tu estilo de vida”, “son tus emociones contenidas”, eso sí es la enfermedad.
Y ningún médico aquí en el planeta tierra, sabe cómo combatir enfermedades. Lo único que hacen es combatirme, combatir el síntoma. Callarme, silenciarme, desaparecerme. Ponerme un maquillaje invisible para que tú no me veas.

Y sí, está bien si ahora que lees esto, te sientes un poco molesto sí. Esto debe ser algo como un “golpazo a tu inteligencia”. Está bien si por ahora te sientes un poco molesto o frustrado. Pero yo puedo manejar tus procesos bastante bien y los entiendo. De hecho, es parte de mi trabajo, no te preocupes. La buena noticia es que depende de ti no necesitarme más. Depende totalmente de ti, analizar lo que trato de decirte, lo que trato de prevenir.

Cuando yo, “el síntoma”, aparezco en tu vida, no es para saludarte, no. Es para avisarte que una emoción que contuviste dentro de tu cuerpo, debe ser analizada y resuelta para no enfermarte.
Deberías darte la oportunidad de preguntarte a ti mismo: “¿Por qué apareció este síntoma en mi vida”, “qué querrá decirme?” ¿Por qué está apareciendo este síntoma ahora? ¿Qué debo cambiar en mí para ya no necesitar de este síntoma?

Si dejas este trabajo de investigación, sólo a tu mente, la respuesta no te llevará más allá de lo que has hecho años atrás. Debes consultar también con tu inconsciente, con tu corazón, con tus emociones.
Por favor, cuando yo aparezca en tu cuerpo, antes de correr al doctor para que me duerma, analiza lo qué trato de decirte, de verdad que por una vez en la vida, me gustaría ser reconocido por mi trabajo, por mi excelente trabajo.

Y entre más rápido hagas conciencia del porqué de mi aparición en tu cuerpo, más rápido me iré. Poco a poco descubrirás, que entre mejor investigador seas, menos veces vendré a visitarte. Y te aseguro que llegará el día en que no me vuelvas a ver ni a sentir.
Al mismo tiempo que logres ese equilibrio y perfección como “analizador” de tu vida, tus emociones, tus reacciones, tu coherencia, te garantizo que jamás volverás a consultar a un médico ni a comprar medicinas.

Por favor, déjame sin trabajo, O ¿Piensas de verdad que yo disfruto lo que hago? Te invito a que reflexiones, cada que me veas aparecer, el motivo de mi visita. Te invito, a que dejes de presumirme con tus amigos y familia como si yo fuera un trofeo.

Estoy harto de que digas:
“Ay pues yo sigo con mi diabetes, ya ves que soy diabético”.
“Ay pues ya no aguanto el dolor en mis rodillas, ya no puedo caminar”.
“Siempre yo con mi migrañas”.

Me presumes como si yo fuera un tesoro del cual no piensas desprenderte jamás. Mi trabajo es vergonzoso. Y te debería dar vergüenza presumirme ante los demás. Cada que me presumes, realmente estás diciendo:
“¡Miren que débil soy, no soy capaz de analizar ni comprender mi propio cuerpo y mis propias emociones, no vivo en coherencia, mírenme, mírenme!”

¡Por favor, toma conciencia, reflexiona y actúa!
¡Cuanto más pronto lo hagas, más rápido me iré de tu vida!

ATTE: EL SÍNTOMA

Edgar Mendizábal