No somos soberanos, no somos tan poderosos, y que solo Dios conoce el numero total de nuestros días, y no habrá forma de exceder al momento que él determinó.
El sabio y paciente Job lo enunciaría fielmente:
“Dios tú has determinado la duración de nuestra vida. Tú sabes cuántos meses viviremos, y no se nos concederá ni un minuto más.” Job 14:5
El mañana solo se encuentra en las manos del Dios del universo… entonces vive tomado de su mano y humilde delante de Él.
1. Dios es el juez de toda la tierra, un juez justo… entonces consigue pronto un abogado.
La Biblia dice: “Prepárate para el encuentro con tu Dios.” Amós 4:12
Es inevitable… no importa si eres rico o pobre, sabio o indocto, joven o viejo, conocido o desconocido, ateo o creyente, vas a encontrarte con Dios, no lo podrás eludir para dar cuenta de tu vida aquí en la tierra.
Y como aquel indiciado que debe presentarse ante un juez, lo mas recomendable es asegurarte que te represente el mejor abogado, alguien que hable por ti, el defensor perfecto ante el juez de toda la tierra… entonces permíteme presentarte al mejor abogado de toda la historia:
“Estás cosas les escribo… si alguno hubiere pecado, abogado tenemos para con el Padre, a JESUCRISTO el justo. El mismo fue quien llevó el sacrificio por nuestros pecados y no solo por los nuestros sino por los de todo el mundo.” 1 Juan 2:1
Solo tienes una esperanza hacia la eternidad y se llama Jesucristo.
No hay religión, ni filosofía, ni si quiera obras buenas que puedan reconciliarte con Dios el Padre, y ni aunque repartieras todos tus bienes entre los pobres sería suficiente… solo hay alguien, solo hay uno, Jesús el hijo de Dios.
Acércate a él, entrégale tu vida, dale lo mejor de tus años, no esperes a ser un viejo para rendirte a sus pies, porque ahora lo sabes, nadie garantiza siquiera que mañana estemos aquí.
“Porque hay un solo Dios, y un solo mediador entre Dios y los hombres, Jesucristo hombre, el cual se dio a sí mismo en rescate por todos...” 1 Timoteo 2:5-6
“Pero Esaú corrió al encuentro de su hermano y le abrazó, y se echó sobre su cuello, y le besó; y lloraron.” Génesis 33:4
Esaú había tenido un desacuerdo con su hermano Jacob mucho tiempo atrás, lo cual les llevó a mantenerse alejados el uno del otro y con un agrio sabor de enojo en el corazón del hermano mayor.
Mas un día Esaú se dio cuenta de lo absurdo de su indignación y su distanciamiento, y ahora después de tantos años le tenía frente a sí.
Y podía endurecer su orgullo o podía abrazar a su único hermano y a su compañero de travesuras de infancia y de mil historias en la adolescencia… entonces eligió lo segundo ¿y sabes? fue mejor, mucho mejor y quedó registrado en la Biblia.
Besa y abraza mucho, repite una y otra vez que amas a quien amas, que aprecias mucho estar cerca de ellos, ó ¿realmente piensas que el orgullo es algo digno de mantener en tu alma? ¿En serio crees eso?
¿Cómo quisieras que te recordaran? ¿Qué te gustaría que tus nietos o los hijos de tus amigos, o la gente del vecindario, o tus compañeros de generación contaran de ti cuando ya no estés?
Se generoso, sonríe mucho, se amable, nada te cuesta.
Honra, respira honra a quienes cuidaron de ti cuando eras pequeño, a quienes te dieron conocimiento y te enseñaron el bien, honra a quienes te protegieron en tiempo de necesidad, honrar te da fuerza en la vida y dignidad.
Siembra buenos recuerdos.
Disfruta esta vida que Dios te dio, visita lugares, explora, sal de la rutina. Invierte, se valiente, solo tienes esta vida para decir lo que debes decir, asegúrate de hacer buenos amigos. No seas uno mas, se quien Dios te llamó a ser.