Una serendipia es ...

Una serendipia es un descubrimiento o hallazgo afortunado e inesperado. Así que espero que lo que aquí encuentres sea afortunado y útil para tu crecimiento, además que sea inesperado pues siempre se recibe todo gratamente cuando no tienes expectativas.

25 julio 2019

Ocúpate de construirte como ser humano

No queramos cambiar el mundo, sólo basta con cambiar nuestras malas costumbres que afectan negativamente al mundo.

No intentemos abrir ningún portal galáctico, sólo intentemos abrir nuestros propios corazones al prójimo y a la vida.

No nos preocupemos por escuchar los confusos mensajes evolutivos que nos llegan de supuestos contactados cósmicos, nos basta con escuchar los claros mensajes que, por involutivos, desestimamos de la Madre Tierra.

No nos preocupemos por si existe la Hermandad Blanca, preocupémonos por nuestros hermanos negros, blancos, amarillos, colorados y de todas las razas que existen, para que sigan existiendo.

No intentemos aprender lenguajes cósmicos o mantras antiguos, sin antes aprender a hablar y cantar el lenguaje simple del amor y de la vida aquí en la Tierra.

No intentemos escuchar y poner en práctica las técnicas espirituales del sabio espiritual, sin antes reconocer nuestra propia esencia espiritual que nos lleva a descubrir nuestro propio sabio interior que nos habla y enseña a practicar una vida espiritual y sabia.

No queramos huir a lugares seguros ante los catastróficos cambios climáticos, sino que debemos enfrentar a los catastróficos cambios personales que no nos permitirán salvarnos sin importar que ocurra.

Antes de saber cómo contactarte con un hermano extra-terrestre, contáctate contigo mismo y ofrece una ayuda extra, a tu hermano terrestre.

No te asustes de la inundación por venir, porque antes te ahogarás en el propio miedo de tener que vivir aquello que todavía no pasó.

No niegues aquello que puede pasar, sólo trabaja en afianzar lo que está bien y corrige lo que está mal y entonces el miedo se convertirá en esperanza.

No busques las huellas del pasado, fíjate por donde caminas ahora.

No esperes un futuro "decretado", anda y construye uno "co-creado".


La Página de la Vida
Joman Romero


23 julio 2019

Las 7 etapas de la mujer

Tribú Lakota, la Mujer Bisonte Blanco describe las siete etapas que sigue la mujer en su camino hacia la autorrealización. El origen del mito lakota es conocido como "El camino de la belleza" y es un ritual sagrado que dura toda la vida.

1. El camino de la hija.

Este período comprende desde el nacimiento hasta la aparición de la primera regla. Todavía es una niña, física y psíquicamente dependiente, mentalmente receptiva, que absorbe todo tipo de enseñanza, ejemplo o estímulo que se le presenta. Si todas estas influencias exteriores son apropiadas, estructuradas y emocionalmente equilibradas, la niña desarrollará el equilibrio, respeto, dignidad y autoconfianza que luego necesitará como recursos para llevar una vida en armonía con todo lo existente.

2. El camino de la mujer.

Abarca los años en que una mujer desarrolla la autoconfianza, aprendiendo a controlar su vida independiente de los adultos. Aprende a través de la experiencia personal, desarrolla sus propias respuestas emocionales y mentales y elige sus relaciones. Empieza a explorar su sexualidad y a construir su espiritualidad. Son los años en los que empieza a conocerse y, poco a poco, llega a ser una persona responsable y madura (en nuestra sociedad actual este período va desde la adolescencia hasta los 28-32 años).

3. El camino de la madre.

Desde el punto de vista espiritual, el nacimiento de un hijo es el evento más importante de la vida de una mujer; ya que entonces entra a formar parte de la comunidad espiritual femenina. Al cruzar la frontera entre la vida y la muerte con el parto es recibida en la comunidad de las matronas, donde inicia la verdadera enseñanza. En el período de la madre aprende la disciplina del sacrificio: cuerpo, tiempo, psique, conocimiento, vida social, condición económica, relaciones y valores son puestos al servicio de los niños. Este pasaje, ambivalente como ningún otro, la empuja a superar todos los límites que tenia previstos. Aprende a controlar completamente su mundo, intentando armonizar sus necesidades individuales con las demandas externas que constantemente caen sobre ella; alcanza así el poderoso equilibrio entre realidad interna y externa sobre el cual se basa este ritual sagrado. En el camino de la madre, la vida espiritual de la mujer pone sus raíces y florece: no hay que olvidar que en muchas culturas antiguas el dar a luz simbolizaba para la mujer una iniciación.

4. El camino de la recogedora y el de la ritualista.

Ambos caminos son tan antiguos como la raza humana. Recoger es una disciplina que requiere respeto antes que nada; desarrolla poderes especiales de observación y discernimiento en el conocimiento de las estaciones, del clima, de la astronomía y de la curación. Armada únicamente de conocimiento, de intuición y de oraciones, la mujer recolecta gran cantidad de plantas y de sustancias minerales para la cocina, la magia, la higiene y la cosmética. La recogedora tiene que conocer perfectamente dónde y cuando encontrar lo que necesita, la forma más adecuada de conservar, almacenar, preparar las sustancias y utilizarlas en condiciones que resulten eficaces e inocuas. Una Mujer Medicina nativa nunca aplica el mismo remedio al mismo síntoma físico en distintos pacientes, ya que trata al ser en su totalidad. Para ella “hacer medicina” es conocer al paciente, a su familia, su condición espiritual, mental, física, ambiental y social, y cómo combinar todo esto en el proceso de curación.La aspirante-chamana es también muy consciente del espíritu que hay tras la planta, roca o cristal usados en el tratamiento, a los cuales hay que dar las gracias por la ayuda que le están aportando.

Esta parte del trabajo de una Mujer Medicina se caracteriza por la tensión espiritual, aunque no tan intensa como en su primer parto, sus primeras reglas o su responsabilidad de mujer joven de aprender a respetar a los demás (humanos e inhumanos) y a sí misma. Una Mujer Medicina que no consigue equilibrio, responsabilidad y ser consciente puede suponer un desastre para toda la comunidad, porque el poder de la mujer es grande, y cuanto más desarrolle la disciplina y la devoción, más aumentará su poder.

Las mujeres que siguen el camino de la recogedora y de la ritualista tienen que ser interiormente seguras, estar profundamente preocupadas por la vida espiritual del planeta y ser capaces de sacrificar su trabajo y su ego por el bien de la comunidad.

La ley espiritual básica que la mujer aprende en el camino es que la aspirante a chamana da y da mucho tiempo antes de recoger, aunque sólo sea poco, y todo lo que obtiene de su duro esfuerzo y pruebas personales lo tiene que utilizar en alimentar y fomentar la vida.

6. El camino de la maestra.

Aprendiendo, experimentando, alimentando y trabajando la mujer alcanza la edad en la cual se vuelve transmisora de sabiduría espiritual y social. Es compartiendo con los demás las técnicas, las teorías y las experiencias que ha vivido como llega a ser una maestra.

Entra en la menopausia tan profunda y madura como la fruta, como la flora. Si ha seguido los caminos descritos anteriormente con armonía entrará en el reino de lo sagrado como miembro de la comunidad cósmica, derecho que se ha ganado a través de su trabajo, sacrificio y devoción. En este momento puede elegir su campo de acción puesto que es una Mujer Medicina, aunque existan otras formas menos obvias de llegar a serlo. Puede elegir la política, el servicio público o cualquier otra profesión; practicará de una forma sana y espiritual todo lo que decida ser. También puede escoger quedarse aislada o ser una abuela, continuando con sus nietos, sus bisnietos o bien otros niños sin hogar ayudándoles a crecer y educándolos.

El modo en que una anciana enfoque su habilidad y su sabiduría depende de la naturaleza del trabajo espiritual hacia el cual ha sido conducida. Gran parte de su enseñanza se transmite a través del ejemplo; ella es un modelo para las mujeres más jóvenes en el camino, y su presencia y esencia revitalizan y enriquecen la vida de su comunidad entera.

7. El camino de la sabia.

Alcanzada la vejez, la chamana entra en el período de la maestría, habiendo desarrollado una verdadera sabiduría. El sentido del equilibrio que caracteriza al universo es ahora parte profunda de ella, así como el sentido del humor. Está en contacto directo con hechos naturales y sobrenaturales, siendo capaz de aceptar sus directrices. La esfera de su trabajo ha trascendido su ser personal y privado, su familia; su comunidad se extiende ahora hacia las estrellas. Es un ser sagrado: es completa.

Los siete caminos proporcionan a la mujer la fuerza, la disciplina y la profunda conexión que necesita para canalizar el poder espiritual sin causar daño a sí misma ni a los demás. Le ayudan a desarrollar humildad, orden, respeto dignidad y el sentido de cuidar a toda criatura, dándole una profunda comprensión de sí misma en los aspectos interiores y exteriores.

Existen otras formas de autorrealización, pero este bellísimo ritual nos recuerda que no hay que quemar etapas sino vivir con entrega y aceptación todas las experiencias que nos llegan, sean aparentemente buenas o malas, porque es lo que nos toca vivir, y probablemente es lo mejor que nos puede pasar. A menudo las grandes enseñanzas las encontramos en la pequeñas dificultades diarias, por esto el “camino de la madre” es la etapa más difícil en la vida de una mujer; es el sacrificio del ego y el aprendizaje del amor no egoísta, requisitos esenciales para el desarrollo de una conciencia espiritual y cósmica. Estos siete caminos son los de toda mujer que quiere incrementar su poder espiritual a través de toda una vida, recordando que cada prueba o dificultad que vamos superando es un paso más que vamos dando en nuestro viaje hacia la totalidad.

EXTRACTO DE CLARA CASTELLOTI DEL LIBRO “MADRE TIERRA, HERMANA LUNA”.


19 julio 2019

¿Cuál es la razón de su trabajo?

¿Por qué va a trabajar? Para muchos de nosotros, no tendríamos que parpadear antes de responder: «Trabajo para ganarme la vida». «Trabajo para obtener un ingreso que pueda sustentar el tipo de vida que quiero vivir». «Trabajo para poder pagar mis facturas». Ninguna de estas respuestas es incorrecta; pero, ¿son lo suficientemente buenas?

Recientemente asistí a una reunión de desayuno donde el orador invitado dijo que deberíamos considerar esta pregunta desde otra perspectiva. «¿Trabajas para ganarte la vida?», preguntó, «¿O trabajas para hacer una diferencia?».

Sin lugar a dudas, el trabajo nos permite vivir y cumplir con nuestras obligaciones financieras. Las facturas no se pagan a sí mismas. Y la comida, la ropa y otras necesidades no se materializan milagrosamente. Si necesitamos algo, se requiere dinero para obtenerlo. Sin embargo, como sugirió el orador, si nos acercamos al trabajo solo por la compensación que recibimos, lo consideraremos como una obligación y no como una oportunidad.

Hay muchas maneras en que podemos hacer una diferencia a través del trabajo que desempeñamos y las responsabilidades que realizamos. Un oficial de la ley, por ejemplo, puede ver su trabajo como si le pagaran para detener a los infractores de la ley, o comenzar cada día con una determinación inquebrantable de usar sus roles de autoridad para hacer de su comunidad un mejor lugar para vivir. Los maestros pueden considerar sus trabajos como fuentes de ingresos o como una forma de tener un impacto positivo en las vidas de sus estudiantes, ayudándolos a convertirse en personas productivas.

Algunas profesiones, como practicar la medicina o la ley, o ser altos ejecutivos, a menudo permiten a las personas obtener ingresos lucrativos. Pero como mucha gente ha descubierto, no importa cuánto dinero gane, nunca es suficiente. Cuando se le preguntó a un hombre de negocios adinerado: «¿Cuánto es suficiente?», él respondió de inmediato: «Sólo un poco más». Por lo tanto, la emoción sobre cuánto se le paga a uno pronto se desvanece. Sin embargo, si el enfoque está en hacer una diferencia en el mundo, o en las vidas de las personas, no hay límite para las recompensas intangibles que podemos recibir al ir a trabajar cada día.

Vemos esta verdad dirigida en las Escrituras de muchas maneras. Aquí hay unos ejemplos:

1. Fuimos creados para hacer el bien. En ninguna parte de la Biblia dice que el propósito del trabajo es solo «ganarse la vida». Sin embargo, el trabajo que estamos llamados a realizar ha sido especialmente diseñado para cumplir con los planes de Dios en nosotros. «Nosotros somos creación de Dios. Por nuestra unión con Jesucristo, nos creó para que vivamos haciendo el bien, lo cual Dios ya había planeado desde antes» [Efesios 2:10 TLA].

2. A través de nuestro trabajo podemos llevar la luz a un mundo de oscuridad creciente. Por muchas razones, vivimos en un mundo cada vez peor. Los tiempos a menudo parecen cada vez más oscuros y desalentadores. A través de nuestro trabajo, tenemos el privilegio de traer la luz de la esperanza, afirmando las verdades y los principios que dan la vida que Dios ha prometido a través de Su Palabra, las Escrituras. «De la misma manera, que la luz de ustedes alumbre delante de todos, para que todos vean sus buenas obras y glorifiquen a su Padre, que está en los cielos» [Mateo 5:16 RVC].

3. Podemos lograr nuestro propósito en el trabajo bien hecho. Dios nos ha confiado talentos y habilidades específicas y únicas. Al hacer nuestro trabajo y servir a los demás, también lo estamos honrando. «Y todo lo que te venga a la mano, hazlo con todo empeño...»[Eclesiastés 9:10 NVI]. «Trabajen de buena gana en todo lo que hagan, como si fuera para el Señor y no para la gente. Recuerden que el Señor los recompensará con una herencia y que el Amo a quien sirven es Cristo» [Colosenses 3:23-24 NTV].

Robert J. Tamasy

17 julio 2019

Etapas de Crisis

Hemos experimentado todas en estos últimos días:

1.-NEGACIÓN: Que recibas una llamada el 4 de julio de 2019, diciendo que hubo un accidente en carretera y qué hay 3 muertos y “parece” que uno de ellos es tu hija, la más chiquita de tus 4 hijos... Definitivamente nos aferramos al “parece” y no aceptábamos que era verdad la noticia, aún cuando eran sus ropas, sus tenis, su mochila.... estuvimos negados hasta que vimos las fotos para reconocerla.

2.- ENOJO: me enoje mucho con mi hija, por no haberme avisado donde estaba, por no haberme pedido que fuera por ella y su mejor amiga de la prepa, por haberse subido a un auto con sus amigos de fiesta.
En fin a esto tuve que perdonarla una vez más.

3.- INTERPELACIÓN: Porqué si apenas tenía 17 años, a un mes de sus 18? Si estaba a punto de graduarse de prepa y comenzar su carrera de química? Porque se truncan los sueños de verla casada y con una familia? Porque con su belleza, se termina su vida, así, inesperadamente?
A todo esto la respuesta fue Su propósito de existir se cumplió y el tiempo de Dios es perfecto.

4.- DEPRESIÓN: Ya no volver a escuchar su voz, ni sentir su abrazo cálido o su beso sincero, no volverla a ver con su sonrisa y mirada tierna... Es difícil pero mi Dios ha estado enjugando mis lagrimas, mi Dios está cercano y sabe muy bien de mi dolor, Él también perdió a su único hijo, Él sabe muy bien de mi dolor. Y con mis hermanos me ha mandado consuelo y abrazos y Su hermosa Palabra diciéndome como dice Apocalipsis 7:13-17
“Entonces uno de los ancianos me preguntó: —Esos que están vestidos de blanco, ¿quiénes son, y de dónde vienen? —Eso usted lo sabe, mi señor —respondí. Él me dijo: —Aquellos son los que están saliendo de la gran tribulación; han lavado y blanqueado sus túnicas en la sangre del Cordero. Por eso están delante del trono de Dios, y día y noche le sirven en su templo; y el que está sentado en el trono les dará refugio en su santuario. Ya no sufrirán hambre ni sed. No los abatirá el sol ni ningún calor abrasador. Porque el Cordero que está en el trono los pastoreará y los guiará a fuentes de agua viva; y Dios les enjugará toda lágrima de sus ojos.”
‭‭Apocalipsis‬ ‭7:13-17‬ ‭NVI‬‬

Yo digo AMEN!!!

5.- ACEPTACIÓN: Tengo paz, tengo mucha gratitud por los años que Dios me la prestó y por verla entregar su vida a Cristo y hacerlo su Rey y Señor, porque tengo esperanza en la Resurrección y por la vida eterna de Mi hija y que yo estoy segura, mía también. Dios quiso llevarse a mi hija antes que a mi, pero yo también estoy formada en la fila de ser llamada a su presencia.
Por eso digo: Jehová dio, Jehová quitó, sea el nombre de Jehová bendito!!

Si conociste a mi hija Elisa Suárez y aún estás en una de estas etapas de crisis por su repentina muerte. Eres más que bienvenido a casa para buscar a Dios juntos y que tú también alcances la vida eterna.


Olga Sierra

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16 julio 2019

Bienvenida la critica

Algo que sucede cuando comienzas a publicar tu trabajo, es que la gente comienza a reaccionar a él.

Cuando las reacciones son positivas, usualmente no hay ningún problema. Pero cuando son negativas, algunos se asustan y dejan que estas opiniones los acaben.

Te voy a decir algo: que la gente esté hablando de tu trabajo es algo bueno, incluso cuando lo que estén diciendo sea negativo.

La crítica te hace interesante y crea una expectativa sobre tu próxima obra, así que celébrala.

Recuerda que lo peor que te puede pasar no es que tu trabajo sea odiado, sino que provoque indiferencia.

El amor y el odio en tus obras significan que generaron un sentimiento en la audiencia y por lo tanto tu trabajo les importa y tu propuesta fue exitosa.

Cuando la audiencia no tiene ninguna reacción, significa que tu trabajo generó indiferencia, lo que quiere decir que es irrelevante.

El odio es mil veces mejor que la indiferencia porque el arte no busca complacer, sino que busca causar una reacción, y eso es lo único por lo que te debes preocupar.

Si tu trabajo te enorgullece y transmite una propuesta que te represente, el tipo de reacción de la gente no es algo por lo que tienes que responsabilizarte.

Además, el arte sería aburrido si siempre causara una reacción positiva.

Roberto Martínez


09 julio 2019

Cuando te conozca

Si te hubiera conocido antes, mi vida hoy sería totalmente diferente.
Pero no te conocí. 
Quizá por eso es más diferente o no sé cómo sería.

No te conozco aún, o quizá sí... pero no lo sé.
Sin embargo, mi vida hoy es maravillosa, interesante y plena... estoy agradecido por no conocerte aún.

Si te quiero conocer, pero no vivo para eso. 
Y yo espero sinceramente que tú tampoco vivas para conocerme.

Qué tu vida sea tan buena, tan plena, tan interesante, tan agradecida y tan maravillosa... que cuando me conozcas... y te conozca...
Solo seamos dos instantes en la eternidad que al coincidir, se conocieron y decidieron multiplicar sus maravillosas vidas juntos.

Misael Escorcia


08 julio 2019

El pan de Cristo

El siguiente es el relato verídico de un hombre llamado Víctor. Al cabo de varios meses de encontrarse sin trabajo, se vio obligado a recurrir a la mendicidad para sobrevivir, cosa que detestaba profundamente.

Una fría tarde de invierno se encontraba en las inmediaciones de un club privado cuando observó a un hombre y su esposa que entraban al mismo.
Víctor le pidió al hombre unas monedas para poder comprarse algo de comer.
- "Lo siento, amigo, pero no tengo nada de cambio" -replicó éste.

La mujer, que oyó la conversación, preguntó:

-"¿Qué quería ese pobre hombre?"

-"Dinero para una comida. Dijo que tenía hambre" -respondió su marido.
-"Lorenzo, no podemos entrar a comer una comida suntuosa que no necesitamos y ¡Dejar a un hombre hambriento aquí afuera!"
-"Hoy en día hay un mendigo en cada esquina! Seguro que quiere el dinero para beber."
-"¡Yo tengo un poco de cambio! Le daré algo". Aunque Víctor estaba de espaldas a ellos, oyó todo lo que dijeron.

Avergonzado, quería alejarse corriendo de allí, pero en ese momento oyó la amable voz de la mujer que le decía:
-"Aquí tiene unas monedas. Consígase algo de comer. Aunque la situación está difícil, no pierda las esperanzas. En alguna parte hay un empleo para usted. Espero que pronto lo encuentre."
-"¡Muchas gracias, señora! Me ha dado usted ocasión de comenzar de nuevo y me ha ayudado a cobrar ánimo. Jamás olvidaré su gentileza."

-"¡Estará usted comiendo el pan de Cristo. Compártalo!"-dijo ella con una cálida sonrisa dirigida más bien a un hombre y no a un mendigo.
Víctor sintió como si una descarga eléctrica le recorriera el cuerpo.

Encontró un lugar barato donde comer, gastó la mitad de lo que la señora le había dado y resolvió guardar lo que le sobraba para otro día. Comería el pan de Cristo dos días. Una vez más, aquella descarga eléctrica corría por su interior. ¡El pan de Cristo!
-"¡Un momento!" -pensó-. "No puedo guardarme el pan de Cristo solamente para mí mismo".

Le parecía estar escuchando el eco de un viejo himno que había aprendido en la escuela dominical. En ese momento pasó a su lado un anciano.
-"Quizás ese pobre anciano tenga hambre" -pensó-. "Tengo que compartir el pan de Cristo".
"Oiga" -exclamó Víctor-. "¿Le gustaría entrar y comerse una buena comida?"

El viejo se dio vuelta y lo miró con incredulidad.
-"¿Habla usted en serio, amigo?" El hombre no daba crédito a su buena fortuna hasta que se sentó a una mesa cubierta con un mantel plástico y le pusieron delante un plato de guiso caliente.

Durante la cena, Víctor notó que el hombre envolvía un pedazo de pan en su servilleta de papel.
-"¿Está guardando un poco para mañana?" -le preguntó. -"No, no. Es que hay un chico que conozco por donde suelo frecuentar. La ha pasado mal últimamente y estaba llorando cuando lo dejé. Tenía hambre. Le voy a llevar el pan."
-"El pan de Cristo". Recordó nuevamente las palabras de la mujer y tuvo la extraña sensación de que había un tercer Convidado sentado a aquella mesa. A lo lejos las campanas de una iglesia parecían entonar el viejo himno que le había resonado antes en su cabeza.

Los dos hombres llevaron el pan al niño hambriento, que comenzó a engullirlo. De golpe se detuvo y llamó a un perro, un perro perdido y asustado.
-"Aquí tienes, perrito. Te doy la mitad"-dijo el niño.
"El pan de Cristo alcanzará también para el hermano cuadrúpedo".
El niño había cambiado totalmente de semblante. Se puso de pie y comenzó a vender el periódico con entusiasmo.

-"Hasta luego" -dijo Víctor al viejo - "En alguna parte hay un empleo para usted. Pronto dará con el. No desespere".
"¿Sabe?" -su voz se tornó en un susurró-. "Esto que hemos comido es el pan de Cristo".
-"Una señora me lo dijo cuando me dio aquellas monedas para comprarlo. El futuro nos deparará algo bueno!"

Al alejarse el viejo, Víctor se dio vuelta y se encontró con el perro que le olfateaba la pierna. Se agachó para acariciarlo y descubrió que tenía un collar que llevaba grabado el nombre del dueño. Víctor recorrió el largo camino hasta la casa del dueño del perro y llamó a la puerta. Al salir éste y ver que había encontrado a su perro, se puso contentísimo.

De golpe la expresión de su rostro se tornó seria. Estaba por reprocharle a Víctor que seguramente había robado el perro para cobrar la recompensa, pero no lo hizo. Víctor ostentaba un cierto aire de dignidad que lo detuvo. En cambio dijo: -"En el periódico vespertino de ayer ofrecí una recompensa. ¡Aquí tiene! Víctor miró el billete medio aturdido".

-"No puedo aceptarlo" -dijo quedamente-. "Solo quería hacerle un bien al perro".
-"Téngalo! Para mi lo que usted hizo vale mucho más que eso. ¿Le interesará un empleo? Venga a mi oficina mañana. Me hace mucha falta una persona íntegra como usted."

Al volver a emprender Víctor la caminata por la avenida, aquel viejo himno que recordaba de su niñez volvió a sonarle en el alma. Se titulaba "Comparte el Pan de Vida"...


Muchos hemos pasado por momentos difíciles, de gran necesidad material y espiritual. Algunos hemos optado por amargarnos por la ira y el resentimiento que produce la impotencia de no poder cambiar nuestras circunstancias. Siempre tendremos la opción de actuar o reaccionar.

Víctor actuó, a pesar de su situación de extrema pobreza, optó por actuar, por responder con generosidad aunque solo tenía a su haber poco, el pan de Cristo. Usted y yo hemos tenido tanto o más que Víctor, ¿Qué hemos hecho con ello? ¿Qué hemos hecho con el pan de Cristo?


Todos los días tenemos la oportunidad de impactar vidas, pero nos falta la libertad que trae un corazón generoso que ama como Cristo ama.  Muchos piensan que pueden vivir dándole la espalda a Dios, como se la dan a los necesitados.

Duele pensar que Dios envió a Su hijo a morir por nuestros pecados, y que con su resurrección tenemos acceso al Padre si lo recibimos en nuestro corazón sinceramente y lo seguimos. Es fácil seguir la corriente del mundo, pero donde estés está semana puedes hacer una profunda diferencias si te decides a compartir con los necesitados.

Nunca es tarde para hacer un auto-examen y descubrir que aunque parezca humanamente que tenemos solo para nuestras necesidades y gustos, siempre tendremos suficiente para compartir con otros que no tienen nada de lo que tenemos; una sonrisa, un abrazo, consuelo, afecto, unas monedas, un abrigo, una sopa caliente, el PAN DE CRISTO.

Como en todo estamos ante decisiones. No dejemos que nuestras reacciones emocionales y percepciones negativas afecten nuestra responsabilidad y llamado a cambiar vidas. El tiempo de dar es AHORA.



03 julio 2019

¿Por qué nos cuesta tanto soltar?

Tal vez por miedo.

A la incertidumbre,
a perder nuestra identidad,
a dejar de ser lo que somos,
a equivocarnos,
a necesitarlo después,
a tener una opción menos,
a sentir un vacío,
a volver a empezar.

Soltar da miedo, pero debemos entender lo siguiente:

No podemos esperar a que se nos quite el miedo para empezar a soltar.

Soltar aún teniendo miedo es la respuesta.

Está bien bien dudar,
está bien que duela,
está bien sentir que algo nos falta.

Porque soltar requiere de valentía
y la valentía requiere de vulnerabilidad.

Pero vale la pena intentarlo, porque del otro lado hay una hermosa recompensa llamada libertad.

Pedro Campos
(La vida minimal)

01 julio 2019

Todo llega

¿Te acordas cuando me decías que me iba a llegar? Sí, todo llega.
Llega el amor después del amor. Y llega el tiempo de conectarse con uno mismo. Llega el viaje que venías soñando desde los 15, y por el que habías empapelado el cuarto con fotos del lugar. Llega la persona que estabas esperando, y llega el momento en que se va alguien de tu vida. Pero también llega el día en que no duele más la herida. No importa cuál sea.

Llega el fin de semana, y las vacaciones, y llega la casita que soñaste frente al mar. Llega lo que esperabas y a veces llega más. Llegan las sorpresas, y llega el día que te despertas y no lo extrañas más.

Llega el amigo que estabas esperando desde el otro lado del mundo, y a veces llega una revolución que se lleva todo lo que tenías para amarte de nuevo, en otros abrazos, otra casa, y otra familia.

Llega.
El amor llega.
Llega el día de tu cumpleaños, y llega la tesis, y llega el título.
Llega el beso que soñaste tanto tiempo, y llega el sol después de un par de días de tormenta.
Todo llega.

No pases noches sin dormir pensando que no se termina más la oscuridad, ni tengas tanto miedo a que no pase. Relaja. Tómate un fernet, o un vino en la nochecita mirando al cielo y confía. No importa cuándo, ni cómo... vos sabes que va a llegar. Y hoy, permítete disfrutar de lo que está. Ni más, ni menos. El universo no está buscando un ejército de ansiosos. Así que deja la pelotudez a un costado y aprovecha la vida, que todo llega cuando tiene que llegar.

Reflexión y arte de Soledad Voulgaris
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