Una serendipia es ...

Una serendipia es un descubrimiento o hallazgo afortunado e inesperado. Así que espero que lo que aquí encuentres sea afortunado y útil para tu crecimiento, además que sea inesperado pues siempre se recibe todo gratamente cuando no tienes expectativas.
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25 octubre 2018

Economía Solidaria

Últimamente, cuando miramos la televisión o leemos un periódico, parece que no paren de bombardearnos con debates y discusiones sobre las crisis económicas y sus posibles soluciones.

Muchas de las soluciones propuestas no abordan el problema en profundidad, se limitan a dejar las cosas tal como estaban. La gente cada vez es más consciente de cuan limitadas son estas aproximaciones y de la necesidad de repensar nuestras acciones y sistemas económicos desde una perspectiva individual y global. Para muchas personas no basta solo con prevenir otra crisis financiera. En todo el planeta, los jóvenes y las familias, el mundo académico y laboral, los activistas y los políticos, todos reclaman una economía más solidaria, sostenible e igualitaria, una economía que no ponga en primer término los deseos de unas pocas élites, sino que beneficie a la comunidad mundial a través de la compasión y el humanitarismo y que ofrezca una atención a largo plazo a las futuras generaciones y al destino de la biosfera.

¿Es posible un sistema como el descrito? ¿Cómo sería un sistema así y cómo cambiaría nuestro mundo?

En abril de 2010, estudiosos y expertos de fama mundial de diferentes disciplinas –economía, neurociencia, filosofía, práctica contemplativa y empresa– se reunieron en Zúrich (Suiza) con el Dalái Lama para investigar todos estos temas. El encuentro, titulado «Altruismo y compasión en los sistemas económicos», lo organizó y presentó el Mind and Life Institute, una institución creada a partir de una serie de diálogos interdisciplinarios entre su Santidad el Dalái Lama, científicos, filósofos y contemplativos cuyo propósito era investigar la mente y la naturaleza de la realidad, y a partir de ahí fomentar el bienestar en el planeta. Desde 1987, estos diálogos han explorado una amplia gama de temas, desde la física, la cosmología, la ecología y la ética hasta las emociones destructivas y la educación.

Desde muchos puntos de vista, el encuentro «Altruismo y compasión en los sistemas económicos» fue uno de los más ambiciosos. Surgió por iniciativa de la neurocientífica Tania Singer.

Tania Singer, Matthieu Ricard y Diego Hangartner


27 septiembre 2018

No se le rinde homenaje a Dios matando

En una reunión entre representantes de varias religiones que asistían al Foro Económico Mundial en Davos, el Arzobispo Desmond Tutu, el Premio Nobel de la Paz dijo: "No conozco ninguna religión que diga que está permitido matar". Cuando pronunció estas palabras me aventuré sugerir que este punto de vista es el tema de una declaración conjunta inequívocamente dirigida a personas de diferentes religiones. La pregunta fue evadida con el pretexto de que había "una variedad de puntos de vista al respecto".

Respecto al respeto, se requiere reciprocidad. Uno no puede esperar que nuestra propia religión sea respetada a toda costa y que cometa actos de violencia cuando uno considera que no lo es, si no respetamos la de los demás o la cosmovisión de esos agnósticos o ateos. Es un hecho hoy en día que una gran parte de la humanidad prefería cualquier religión. No ser esclavo de ningún dogma es una de las libertades fundamentales que exige la Declaración Universal de los Derechos Humanos. Todos deberían tener la libertad de seguir su camino intelectual o espiritual mientras les da la bienvenida a otros para que sigan su camino inmediato.

El budismo nunca ha hecho proselitismo en el trabajo. El Dalai Lama a menudo dice: "No vine a hacer uno o dos budistas más". El budismo a veces ha carecido de tolerancia, las personas no somos perfectas. Incluyo el dramático caso de persecución de aldeas musulmanas en Birmania cometido por monjes, o mejor dicho por ex monjes, porque desde el momento en que mata a alguien, o se anima a una tercera persona a matar a alguien y que espera su muerte, inmediatamente pierde votos monásticos. Esto es inexcusable. El Dalai Lama ha dicho en repetidas ocasiones con firmeza: no hay justificación, dentro del budismo, para usar la violencia para lograr cualquier propósito. En Sri Lanka, el establecimiento budista también se unió un poco al gobierno sobre la persecución de los tamiles. Es bastante desafortunado.

Lo único que puede hacer que se perdone al budismo es que si ha habido violencia y guerras en los países budistas, nunca ha habido realmente una guerra en nombre del budismo, llevada a cabo por el budismo. Cualquier forma de guerra, ya sea declarada o llamada "santa", va necesariamente en contra de los valores humanos fundamentales.

En el budismo, no hay diferencia entre matar en tiempo de paz y tiempo de guerra. Un soldado es responsable de los asesinatos que cometió; general es responsable de los asesinatos bajo su mando. Un budista autentico solo puede negarse a participar en actos de guerra. Lo mismo se aplica al jainismo que defiende una estricta no violencia, ahimsa. Los seguidores del jainismo son modelos de transposición de este ideal en la vida cotidiana.

La "conversión" auténtica no es incitar u obligar a alguien a cambiar su religión, sino inspirarle con el deseo de emprender un cambio interno, ser una mejor persona, más afectuoso, más abierto a los demás, más tolerante, contribuyendo así al logro de un mundo mejor.

Permitámonos darnos cuenta de que las masacres ocurren, más que nunca, todos los días en algún lugar del mundo, Siria, Sudán, Pakistán ...

Según Reporteros sin Fronteras, 720 periodistas fueron asesinados en zonas de conflicto desde 2005, muchos de ellos intencionalmente, Siria, Palestina, Ucrania ... 119 fueron destituidos en 2014. En China, treinta periodistas están actualmente en prisión, sentenciados a largas penas solo por haber expresando opiniones que han molestado al régimen. Entre los periodistas actualmente encarcelados en todo el mundo, uno de cada cinco en el este de China.

Matthieu Ricard


23 noviembre 2015

¿La naturaleza humana es intrínsecamente egoísta o altruista?

A pesar de la violencia y de los conflictos que vemos permanentemente en los medios, ciertos estudios muestran que la violencia ha disminuido continuamente durante los últimos siglos. Y en nuestra experiencia cotidiana también se manifiesta la cooperación, la amistad, el afecto y la benevolencia.

La investigación científica de los últimos 30 años ha transformado significativamente el punto de vista distorsionado que consideraba la naturaleza humana como algo motivado completamente por el egoísmo. Una creencia que dominó durante mucho tiempo la psicología occidental, las teorías de la evolución y la economía.

Yo mismo, estoy profundamente convencido de que el amor y la compasión –las dos caras del altruismo- son las virtudes fundamentales de la existencia humana y el corazón de la trayectoria espiritual. El amor benevolente es el deseo de que todos los seres experimenten la felicidad, mientras que la compasión se enfoca en la erradicación de su sufrimiento.

Mis experiencias con maestros espirituales de la tradición del budismo tibetano durante más de 45 años vividos en Asia, me han influenciado profundamente. La convicción budista que afirma que todo ser humano posee un potencial indestructible de bondad y de sabiduría es particularmente motivante. También he aprendido lecciones valiosas al participar en acciones humanitarias, incluyendo 140 proyectos médicos y educativos en la región del Himalaya por medio de Karuna-Shechen, la organización que yo creé.

Nuestra era se ve enfrentada a muchos retos, entre ellos se destaca la necesidad fundamental de reconciliar los requerimientos de tres niveles temporales –corto, mediano y largo plazo-, a los cuales se sobreponen tres tipos de intereses: los nuestros, los de aquellos cercanos a nosotros y los de todos los seres sensibles. A corto plazo, debemos responder a los requerimientos inmediatos de la economía actual; a mediano plazo, a la búsqueda de la felicidad; y a largo plazo, a la salud futura del medio ambiente.

En lo que concierne el medio ambiente, hasta hace poco tiempo su evolución ha sido cuantificada en términos de eras geológicas y climáticas, que duraron millones de años. Hoy en día, el ritmo del cambio continúa acelerándose debido a los trastornos ecológicos provocados por las actividades humanas. Especialmente, debido a la “Gran aceleración” que se ha producido desde 1950 y que ha definido una nueva era llamada Antropoceno (“la era de los humanos”), durante la cual, por la primera vez en la historia, las actividades humanas modifican profundamente (y actualmente degradan) todo el sistema que sostiene la vida en la Tierra.

Este nuevo reto nos ha tomado totalmente por sorpresa. Si nuestra obsesión con la obtención de crecimiento cuantitativo continua y el consumo de los recursos naturales sigue aumentando al nivel exponencial actual, al llegar al 2050 necesitaremos tres planetas. Pero no los tenemos.

¿Qué podemos hacer con respecto a este dilema? Sólo un concepto revolucionario y unificador podrá sacarnos de este laberinto complejo de preocupaciones. Durante décadas, mis reuniones con líderes espirituales, filósofos, psicólogos, neuro-científicos, economistas y ambientalistas me han convencido de que el altruismo es el hilo de Ariadne que nos permitirá establecer una conexión armoniosa entre los retos económicos a corto plazo, la calidad de vida a mediado plazo y el futuro del medio ambiente al largo plazo.

Matthieu Ricard

Photo by Matthieu Ricard

06 noviembre 2015

La plena consciencia benevolente

La práctica de la plena consciencia, que se basa particularmente en el método Mindfulness Based Stress Reduction (MBSR) (reducción del estrés por medio de la plena consciencia), desarrollada por Jon Kabat-Zinn ha tenido un éxito enorme.

Durante los últimos 30 años ha despertado interés y ha obtenido reconocimiento internacional, no sólo en el ámbito clínico en donde fue aplicada inicialmente, sino también en los sistemas educativos y en el mundo corporativo.

Cuando instructores cualificados como Jon-Kabat-Zinn (quien es en sí una persona muy compasiva) enseñan la plena consciencia, los mensajes principales que transmiten son la benevolencia, el altruismo y la compasión.

Sin embargo, no siempre es así. Es posible que un maestro olvide incluir este componente importante en sus presentaciones o en su propio método. Cuando la benevolencia y la compasión no están presentes claramente en el entrenamiento, siempre existe el riesgo de usar la plena consciencia solamente como una herramienta para aumentar la concentración y enfocada a la concretización de objetivos cuestionables éticamente.

Cuando la mente está agitada y confundida, cuando nuestra percepción de la realidad está distorsionada por pensamientos salvajes, odio, antojos, envidia y arrogancia, entonces el sufrimiento surge. La plena consciencia puede ser utilizada como una herramienta maravillosa para identificar esos pensamientos destructivos cuando surgen y evitar que invadan más nuestras mentes.

¿Pero es la plena consciencia suficiente? Es un poco optimista dar por hecho que la práctica de la plena consciencia automáticamente le convertirá en una persona más benevolente.

Una mente tranquila y cristalina no es, en sí misma o por sí misma, una garantía de comportamiento ético. Pueden existir francotiradores y psicópatas conscientes que mantienen una mente calmada y estable. Pero no es posible que existan francotiradores o psicópatas benevolentes.

Al practicar la plena consciencia ganamos dos por el precio de uno, puesto que para cultivar la compasión necesitamos una mente atenta y consciente. Cuando nuestra mente está vagabundeando alrededor del mundo no estamos cultivando nada.

Para proteger la práctica de la plena consciencia de cualquier deriva, un componente claro de altruismo debe ser instaurado desde el comienzo. Necesitamos referirnos a esto sistemáticamente como la “plena consciencia benevolente”.

Al hacerlo se crea una manera muy potente y secular de cultivar la benevolencia y de promover una sociedad más altruista, mientras se cultiva al mismo tiempo la plena consciencia. Para que la revolución de la plena consciencia sea transformadora, tiene que ir de la mano con la revolución del altruismo.

Matthieu Ricard

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21 octubre 2015

Cómo el altruismo puede salvar al planeta - Parte 2

En el mes de julio, Matthieu Ricard y Mark Tercek, presidente y director general de Nature Conservancy y autor de “Nature's Fortune: How Business and Society Thrive by Investing in Nature”, (Riqueza natural: Cómo las empresas y la sociedad prosperan al invertir en el medio ambiente), entamaron un diálogo basado en preguntas y respuestas sobre los beneficios del altruismo y la preocupación ambiental.

Parte 2
 
Tercek: Admiro el énfasis que se le da en su libro "Altruismo" (Altruismo) a la ciencia “con sentido”. Usted afirma que la ciencia es muy clara al afirmar que –podemos entrenar nuestra mente para ser más amables y expresar más compasión-. Por favor díganos más al respecto.

Ricard: Durante mucho tiempo se ha asumido en la psicología, en la economía y en la evolución que el ser humano es esencialmente egoísta. Pero durante los últimos 30 años, los nuevos descubrimientos científicos muestran que el altruismo genuino existe y que puede expandirse más allá de nuestros seres queridos y llegar hasta los demás seres humanos y otras especies.
La colaboración entre los neurocientíficos y los contemplativos ha demostrado que el altruismo y la compasión son habilidades que pueden ser cultivadas con entrenamiento. La investigación ha mostrado sin ambigüedad alguna que el entrenarse en altruismo y compasión produce cambios funcionales y estructurales en el cerebro y que incluso puede cambiar la manifestación de los genes. Estos estudios también han permitido hacer una diferenciación entre la empatía (la capacidad de resonar con los sentimientos de los demás), el altruismo (desear que los demás sean felices) y la compasión (desear que los demás sean libres de sufrimiento).
Incluso si la competencia es generalmente más visible y más espectacular que la cooperación, los trabajos recientes demuestran que la evolución debe incluir la cooperación para crear niveles mayores de organización. Al parecer, actualmente necesitamos pasar al siguiente nivel de cooperación para afrontar los numerosos retos de nuestro tiempo.

Tercek: Yo creo que los ambientalistas podrían logras más luchando y discutiendo menos y poniendo mayor énfasis a la búsqueda de un terreno común, de colaboración y de cooperación –incluso con algunos de los denominados “chicos malos”-. Pero la crítica piensa que eso es ingenuo. ¿Usted qué piensa?

Ricard: Es mucho mejor ganarle a la gente al hacer que lo mejor de ellos mismos remonte a la superficie. Generalmente, esto puede obtenerse al reunirse con ellos personalmente en la medida de lo posible. Recuerde lo que decía Nelson Mandela al reflexionar sobre el tipo de actitud que es útil a una causa política o ambiental:
“Yo siempre supe que bien en el fondo de cada corazón humano existía misericordia y generosidad…La gente tiene que aprender a odiar y si pueden aprender a odiar entonces se les puede enseñar a amar, puesto que el amor llega más fácilmente al corazón humano que lo opuesto…La bondad es una llama que puede ser escondida, pero nunca apagada”.
Estas palabras no provienen de una utopía generada soñando despierto sino de alguien que tuvo que superar el egoísmo institucionalizado por parte de personas que a primera vista no parecían inclinadas a preocuparse por los demás ni a manifestar compasión.

Tercek: ¿Cuál es la mejor manera de pasar al siguiente nivel y de acelerar nuestros esfuerzos de protección ambiental? ¿Cree que el entrenamiento mental que usted propone podría difundirse lo suficiente como para cambiar realmente al mundo?

Ricard: Sí, llevar nuestra capacidad de preocuparnos por los demás hasta su nivel óptimo, incluyendo a las demás especies y a las generaciones futuras es algo que todo el mundo puede hacer. Siempre me sorprende el hecho que nadie se cuestione sobre la necesidad de dedicar tiempo y esfuerzo al aprendizaje de la lectura y la escritura, a aprender a tocar un instrumento, al entrenamiento en cualquier deporte o a la adquisición de habilidades profesionales. ¿Entonces por qué asumimos que las cualidades humanas básicas como la bondad, la atención y el equilibrio emocional están completamente desarrollados desde el principio sin que nosotros tengamos que hacer nada al respecto?
El objetivo por lo tanto, no es necesariamente propagar la meditación como tal, sino hacer que la gente se dé cuenta de que sea lo que sea que hagan en la vida, el desarrollo total de sus cualidades humanas constructivas e íntegras, les procurará beneficios enormes.
De esta manera, cuando el número de personas que cultiva sus cualidades altruistas y sus habilidades de cooperación alcance la masa crítica, habrá un punto culminante en la cultura dominante. La interacción entre el cambio individual y el cambio social es el centro de la evolución cultural.

Tercek: ¿Cómo debemos interactuar con aquellas buenas personas que se sienten incomodas frente a la meditación y las demás practicas espirituales?

Ricard: No es necesario utilizar palabras como meditación y espiritualidad, las cuales pueden alejar a bastantes personas que podrían obtener beneficios de dichas prácticas. Es mejor y más preciso hablar de entrenamiento mental y de cultivar las cualidades humanas básicas. Esto puede realizarse con la ayuda de un camino espiritual, pero también puede hacerse de manera secular. ¿Quién podría oponerse al desarrollo de nuestra compasión y de nuestra preocupación consciente?


Tercek: Usted siempre parece estar contento, de buen humor y listo para reír. ¿Cuál es su secreto?
Ricard: No tengo ningún secreto. La respuesta es muy simple: altruismo y compasión. Aún me queda un largo camino para llevarlos hasta su nivel óptimo, pero trato sinceramente de ser un mejor ser humano día tras día, año tras año. Esto me da alegría y un sentimiento de satisfacción. Mi lema podría ser el siguiente: “Transfórmate a ti mismo para transformar al mundo o para servir mejor a los demás”.

Photo by Matthieu Ricard

08 octubre 2015

Cómo el altruismo puede salvar al planeta - Parte 1

En el mes de julio, Matthieu Ricard y Mark Tercek, presidente y director general de Nature Conservancy y autor de “Nature's Fortune: How Business and Society Thrive by Investing in Nature”, (Riqueza natural: Cómo las empresas y la sociedad prosperan al invertir en el medio ambiente), entamaron un diálogo basado en preguntas y respuestas sobre los beneficios del altruismo y la preocupación ambiental.

Tercek: Me encanta su nuevo libro "Altruism" (Altruismo) y la manera en que reta a la gente para que sean altruistas con el fin de crear un mundo mejor. ¿Cuál es su definición del “altruismo”?

Ricard: El altruismo es un estado mental de benevolencia. Ser altruista significa preocuparse por la situación de todos los que nos rodean y desearles bienestar. Esto debe ir de la mano con la determinación de actuar por su bienestar. Valorar a los demás es el estado mental principal que lleva al altruismo.
Cuando el altruismo es nuestro estado mental principal -nuestro funcionamiento por defecto-, éste se manifiesta a través de la bondad hacia quien quiera que entre en nuestro centro de atención y es sinónimo de buena voluntad, buena disposición e inclinación a ayudar. Cuando percibimos que los demás tienen una necesidad apremiante, desarrollamos preocupación con empatía. Cuando la necesidad está relacionada con la búsqueda de la felicidad, el altruismo promueve la realización de dicha aspiración. Cuando la necesidad está relacionada con el sufrimiento, la compasión nos llevará a remediar dicho sufrimiento así como sus causas.
Por supuesto, debemos hacer todo lo posible para aplicar en acciones el altruismo y la compasión. Sin embargo, no debemos limitar el uso del término “altruismo” a comportamientos externos puesto que las acciones en sí mismas no nos permiten conocer con certitud las motivaciones que las generaron. Un obstáculo para pasar a la acción –que esté más allá del control de la persona que desea actuar- no disminuye para nada la naturaleza altruista de su motivación.

Tercek: Me gusta bastante el énfasis que el libro le da a los retos ambientales y a la manera como el altruismo puede contribuir al progreso del ámbito ambiental. ¿Qué consejo podría darnos a nosotros los ambientalistas para ser más altruistas en nuestro trabajo?

Ricard: El tema ambiental es complejo a nivel científico, económico y político. Pero al final, es una cuestión de altruismo contra egoísmo. ¡Si no nos preocupamos por la suerte de las generaciones futuras y de los millones de otras especies con quienes compartimos este planeta, no veremos que existe un problema ambiental!
Algunos piensan que no es importante porque no estarán aquí dentro de 100 años. Groucho Marx dijo célebremente: “¿Por qué debería preocuparme por las generaciones futuras? ¿Qué han hecho ellos por mí?. Desafortunadamente, algunas pocas personas aún afirman eso de manera muy seria.
Entonces, mi humilde consejo para los ambientalistas sería el demostrar y explicar que el altruismo es el único concepto que puede reconciliar las necesidades de la economía a corto plazo, la calidad de vida a mediano plazo y el medio ambiente a largo plazo.
Asumamos que la mayoría de nosotros somos básicamente buenas personas que estamos dispuestas a construir un mundo mejor. En ese caso, podremos lograrlo gracias al altruismo. Si sentimos más consideración hacia los demás, promoveremos una economía más respetuosa así como la armonía en nuestra sociedad, generando un remedio contra la desigualdad. Haremos todo lo que sea necesario para no infringir los límites dentro de los cuales la humanidad y el resto de la biosfera pueden seguir prosperando.
Necesitamos resaltar el hecho de que estamos en el mismo barco –en el cual todo es fundamentalmente interdependiente- y que necesitamos aumentar nuestro nivel de cooperación y de solidaridad.

Tercek: Uno de los retos que nosotros los ambientalistas enfrentamos es que existen ciertas empresas, gobiernos e individuos que realizan actividades que son muy nocivas para el medio ambiente. ¿Cómo sugiere que podríamos abordar tales actores de una manera altruista?

Ricard: Si creemos en la emergencia de una sociedad más altruista, no deberíamos sentirnos desanimados al afrontar las manifestaciones del egoísmo. Cuando ciertos grupos de interés cínicos hacen que la generación de ingresos sea su prioridad, ignorando las consecuencias nocivas que sus actividades tienen sobre la población y sobre toda la biosfera, es legítimo hablar de egoísmo institucionalizado.
La mejor manera de actuar es hacerlo juntos para generar una cultura de cambio. Afortunadamente, las culturas cambian más rápido que los genes. Hoy en día nadie se atrevería a decir públicamente “La esclavitud no fue tan mala a pesar de todo”, o “¿Por qué no nos retractamos en la decisión de conceder el derecho de voto a las mujeres?”. Hay un límite cuando uno se da cuenta de que ya no puede apoyar ciertos tipos de comportamiento.
Si se les sugiere a los inversionistas cínicos o a los industriales, a los que niegan el cambio climático, o a los ejecutivos de las compañías tabaqueras que deberían sentir compasión, es probable que respondan que ellos son capaces de sentir compasión a nivel personal pero que eso no es parte de su trabajo. Sin embargo, actualmente es casi imposible afirmar cosas como “No me preocupo por las generaciones futuras”, “No me preocupo por la pobreza cuando tengo tanta abundancia” y “No me importa si habrá 200 millones de refugiados climáticos en 2030”.
Debemos ayudar a la gente para que comprenda que ellos mismos son seres humanos, que están programados para sentir preocupación por los demás, que pueden -y deben- integrar su humanidad dentro de sus actividades profesionales. Es posible mostrarles que es una situación en la que todos ganan.

Photo by Matthieu Ricard

06 septiembre 2011

Altruismo y Egocentrismo: Dos perspectivas

Una niña tailandesa de 14 años cayó en los rieles del Sistema de Transporte Masivo (MRT) en Singapore la mañana del 3 de abril. Nitcharee Peneakchanasak, también conocida como Nong Than, perdió ambas piernas justo abajo de las rodillas.  Una de sus piernas fue amputada por el tren mientras arribaba a la estación y la otra quedó tan mal herida que tuvo que ser amputada por los cirujanos.  Diez días después le dijo a un reportero del Bangkok Post, “Me estoy recuperando muy bien después de la cirugía y espero poder dejar el hospital en cuatro semanas”.

Dijo que se sentía mucho mejor y que estaba comenzando ha aceptar lo que le había sucedido.  “Pienso que mi vida apenas ha comenzado y estoy lista para adaptarme a mi nueva vida … no voy a renunciar a la vida, eso es seguro.”  La valiente adolescente reveló que no lloró una sola vez y permaneció consciente durante el rescate.  Cuando se recupere y camine de nuevo piensa terminar sus estudios en Singapore y graduarse de la Universidad, “Quiero quedarme en Singapore porque este país cuenta con los sistemas de infraestructura pública y facilidades para gente discapacitada”.

Es realmente sorprendente el ver como una adolescente reaccione con tanto valor y confianza en su futuro.  Pero es aún más inspirador atestiguar que, en lugar de buscar una sustancial compensación monetaria para ella de parte de las autoridades responsables, su reacción inicial con respecto al accidente, que ha tocado los corazones de toda la gente de su país, ha sido el de considerar la situación desde un punto de vista altruísta.  Ella dijo que quería que su caso fuera una “llamada de atención” para el gobierno de Tailandia para que pusieran más atención en la situación apremiante de la gente discapacitada y para que así les provean la infraestructura pública básica que los ayude a desplazarse más facilmente y puedan así, disfrutar más de sus vidas.

Al ver a su hija en el hospital, el padre de Nong Than tuvo que agüantar las lágrimas.  “Nunca ha renegado acerca de su suerte”, dijo su padre y añadió “se ha adaptado muy rápidamente a sus nuevas circunstancias”.  Además dijo, “Todos los doctores y personal del hospital que la han conocido sienten gran aprecio por su fortaleza y actitud positiva”.  Todos los días desde el accidente, una gran cantidad de residentes Tai, han estado donando dinero para ayudar a Nong.

Unas páginas más adelante, en el mismo ejemplar del periódico del Bangkok Post, leemos la noticia de que los hermanos gemelos, Tyler y Cameron Winklevoss, ex remadores olímpicos, han presentado, durante años, demandas en contra del fundador de Facebook Gary Zuckerberg a quien acusan de haber creado la famosa red social a sus espaldas cuando en realidad debería de haber estado trabajando en una implementación de una red similar para los hermanos para ser usada por ex alumnos de Harvard.  En 2008, tras un litigio inicial, los hermanos recibieron una gran cantidad de acciones de Facbeook con un valor estimado de 200 millones de dólares.  Pero siguen sin estar satisfechos.  Ellos sienten que el valor de esas acciones fueron subestimadas de manera intencional por sus contricantes por lo que han reiniciado apelaciones con la esperanza de recibir más.  Por lo pronto, el juez ha declarado, “Los Winklevoss no son los primeros que han sido superados por un competidor y que tratan de ganar por medio de litigios lo que no pudieron lograr en el Mercado libre.”.

¿Qué se puede hacer con 500 millones de dólares que no se pueda lograr con 200 mllones?  No mucho, para uno por lo menos.  Una gran cantidad de cosas para ayudar a otros, definitivamente, siempre y cuando uno esté preocupado por su porvenir y que uno decida usar el dinero para el bienestar ajeno.

El simple hecho de poner estos dos artículos uno a un lado del otro se convierte en una lección de vida.  El contraste entre estas dos actitudes aquí descritas es en verdad asombroso.  Por un lado una reacción altruista: rehusarse a rendirse ante el infortunio de un resultado cruel, un gusto por la vida a pesar de todo y confianza en las posibilidades de la vida; por otro lado, parecería, resentimiento y un deseo de combatir con alguien que ha tenido mayor éxito y en particular la disatisfacción aún y después de haber sido compensado al grado de tener más que suficiente para vivir lujosamente por el resto de la vida.

Matthieu Ricard
Estrellas al amanecer by Matthieu Ricard

12 agosto 2011

Frases

Ama y haz lo que quieras. Si callas, callarás con amor; si gritas, gritarás con amor; si corriges, corregirás con amor, si perdonas, perdonarás con amor. - San Agustín (obispo y filosofo)
  
Encomiéndate a Dios de todo corazón, que muchas veces suele llover sus misericordias en el tiempo que están más secas las esperanzas. - Miguel de Cervantes Saavedra (escritor español)

 Soy gran creyente en la suerte, y he descubierto que mientras más duro trabajo, más suerte tengo. - Stephen Leacock (escritor canadiense)

 Ama hasta que te duela. Si te duele es buena señal. - Madre Teresa de Calcuta (misionera yugoslava nacionalizada india)

 Cuando me preguntaron sobre algún arma capaz de contrarrestar el poder de la bomba atómica yo sugerí la mejor de todas: la paz.  --Albert Einstein (científico alemán, nacionalizado estadounidense)

 En el corazón de todos los inviernos vive una primavera palpitante, y detrás de cada noche, viene una aurora sonriente. - Kalil Gibran (ensayista, novelista y poeta libanes)

 El Amor es el significado ultimado de todo lo que nos rodea. No es un simple sentimiento, es la verdad, es la alegría que está en el origen de toda creación. - Rabindranath Tagore (filosofo y escritor indio)

 Si deseas felicidad de los demás, sé compasivo. Si deseas tu propia felicidad, sé compasivo. - Dalai Lama

 La felicidad humana generalmente no se logra con grandes golpes de suerte, que pueden ocurrir pocas veces, sino con pequeñas cosas que ocurren todos los días. - Benjamín Franklin (estadista y científico estadounidense)

 Las cadenas de la esclavitud solamente atan las manos: es la mente lo que hace al hombre libre o esclavo. - Franz Grillparzer (dramaturgo austriaco)

 Saber que se sabe lo que se sabe y que no se sabe lo que no se sabe; he aquí el verdadero saber. - Confucio (filosofo chino)

 La mayor sabiduría que existe es conocerse a uno mismo. - Galileo Galilei (físico y astrónomo italiano)

 La oscuridad nos envuelve a todos, pero mientras el sabio tropieza en alguna pared, el ignorante permanece tranquilo en el centro de la estancia. - Anatole France (escritor francés)

 Nunca consideres el estudio como una obligación, sino como una oportunidad de penetrar en el bello y maravilloso mundo del saber.  --Albert Einstein (científico alemán, nacionalizado estadounidense) 
  
El ser humano no vive sólo de pan. Necesitamos amor y cuidados, y encontrar una respuesta a quiénes somos y por qué vivimos. - Jostein Gaarder (escritor y profesor de filosofía noruego)

Dios ha creado al hombre como un animal sociable, con la inclinación y bajo la necesidad de convivir con los seres de su propia especie, y le ha dotado, además, de lenguaje, para que sea el gran instrumento y lazo común de la sociedad. - John Locke (filosofo inglés)

Hemos olvidado que nuestra única meta es vivir y que vivir lo hacemos cada día y que en todas las horas de la jornada alcanzamos nuestras verdadera meta si vivimos... Los días son frutos y nuestro papel es comerlos. - Jean Giono (escritor francés)

Si ya sabes lo que tienes que hacer y no lo haces, entonces estás peor que antes.  - Confucio (filosofo chino)

La vida es muy peligrosa. No por las personas que hacen el mal, sino por las que se sientan a ver lo que pasa. -Albert Einstein (científico alemán, nacionalizado estadounidense)

Comienza a manifestarse la madurez cuando sentimos que nuestra preocupación es mayor por los demás que por nosotros mismos. - Anónimo 


Pasaré una sola vez por este camino; de modo que cualquier bien que pueda hacer o cualquier cortesía que pueda tener para con cualquier ser humano, que sea ahora. No lo dejaré para mañana, ni la olvidaré, porque nunca más volveré a pasar por aquí.  - Dale Carnegie (empresario y escritor estadounidense)

Uno no vive de lo que come, sino solamente de lo que digiere. Principio tan cierto para el cuerpo, como para el espíritu. - Benjamín Franklin (político, científico e inventor estadounidense)

Los Himalayas al atardecer by Matthieu Ricard

30 julio 2011

Manejando el deseo

El deseo es principalmente un motor.  Puedes desear salvar el planeta o liberar a todos los seres sensibles del sufrimiento.  Pero cuando los deseos se entremezclan con antojos y apegos poderosos, nuestra experiencia nos demuestra que esto conduce al sufrimiento.

Usualmente el deseo comienza con una imagen.  Si la imagen es tentadora y promete placer, provoca una reacción en cadena.  Surge una sed para atraer u obtener el objeto visto en la imagen mental.  Desde ese momento, comenzamos a sobre imponer en la realidad y percibimos solo las cualidades deseables del objeto.  Las experiencias placenteras comunmente desencadenan más deseos ya que uno quiere recuperar la sensación de placer.  Esto establece gradualmente un patrón de deseo.  En momento dado, el placer puede disminuir y sin embargo el deseo persiste.  Cuando uno construye un fuerte deseo de algo que ya no es disfrutable, uno está realmente atrapado.  No podemos estar a la espera de una solución mágica que nos ayudará a deshacernos repentinamente de nuestros deseos, sobre todo porque se han ido construyendo a través del tiempo.  Pero un entrenamiento mental perseverante puede gradualmente erosionar estas poderosas tendecias.

Una manera de hacer esto es el de dejar de identificarnos con nuestros deseos.  Usualmente nos indentificamos con nuestras emociones completamente.  Cuando estamos abrumados por el deseo, nos hacemos uno con el sentimiento.  Está omnipresente en nuestra mente.  La mente, sin embargo, siempre es capaz de examinar lo que está pasando en ella.  Todo lo que necesitamos es el observar nuestras emociones de la misma manera como observaríamos un evento que está sucediendo en el exterior, frente a nosotros.  La parte de nuestra mente que esta atentamente consciente del deseo está simplemente consciente, no es el deseo.  Podemos dar un paso atrás, darnos cuenta que este deseo no tiene solidez y permitir el suficiente espacio para que se disuelva por sí misma.  Deja que tu mente se relaje en la paz de la consciencia atenta, libre de esperanza y miedo y aprecia la frescura del momento presente que actúa como un bálsamo para el deseo ardiente.

Matthieu Ricard

Photo by Matthieu Ricard

20 julio 2011

El futuro no duele. Todavía (II)

De acuerdo con agencias internacionales de desarrollo, cerca de la mitad de la población de China, Myanmar, Tailandia, Laos, Camboya, Vietnam, India y Pakistán, dependen de la cuenca de los ríos de la meseta tibetana para su agricultura, el abastecimiento de agua en general y, por ende, la supervivencia. Las consecuencias de la sequía de estos grandes ríos serán catastróficas.

Cuando yo tenía 20 años, fui contratado como investigador en el laboratorio de genética celular de François Jacob, que acababa de ser galardonado con el Premio Nobel de Medicina. Allí trabajé durante seis años en pos de mi doctorado. Mi vida, definitivamente, no era nada aburrida, pero le hacia falta algo esencial.

Todo cambió en Darjeeling en el norte de la India en 1967, cuando conocí a unos seres humanos extraordinarios que, para mí, ejemplificaban lo que una vida humana plena podía ser. Estos maestros tibetanos, quienes acababan de huir de la invasión comunista del Tíbet, irradiaban bondad interior, serenidad y compasión. Al regresar de este primer viaje, me di cuenta que había encontrado una realidad que podría inspirar toda mi vida dándole dirección y sentido. En 1972, decidí irme a vivir a Darjeeling, a la sombra de la cordillera del Himalaya, para estudiar con los grandes maestros tibetanos Kangyur Rinpoche y Dilgo Khyentse Rinpoche.

En la India y luego en Bután, viví una vida hermosa y simple. Llegué a entender que, si bien algunas personas pueden ser naturalmente más felices que otras, la felicidad sigue siendo vulnerable e incompleta; que el logro de la felicidad duradera, como una forma de ser, requiere de un esfuerzo sostenido para el entrenamiento de la mente y para el desarrollo de cualidades como la paz interior, la atención  plena y el amor altruista.

Entonces, un día en 1979, poco después que nuestro monasterio en Nepal había sido equipado con una línea de teléfono, alguien me llamó desde Francia para preguntar si me gustaría participar en un diálogo con mi padre, el filósofo Jean-François Revel. Yo dije ‘por supuesto’, pensando que nunca volvería a escuchar de esta persona de nuevo ya que no creía que mi padre, un célebre agnóstico, fuera a querer tener un diálogo con un monje budista, aunque fuera su hijo. Pero para mi sorpresa aceptó de buen grado, y pasamos 10 maravillosos días en Nepal, discutiendo muchos temas acerca del significado de la vida. Ese fue el final de mi vida tranquila y anónima y el comienzo de una forma diferente de interactuar con el mundo. El libro que resultó de este encuentro, ‘El Monje y el Filósofo’, se convirtió en un best-seller en Francia y fue traducido a 21 idiomas.

Me di cuenta de que mucho más dinero, del que yo nunca hubiera imaginado, se dirigía hacia mi. Como no podía imaginarme adquiriendo una finca en Francia ni en cualquier otro lugar, me pareció la cosa más natural del mundo donar todo el ingreso, así como los derechos de éste y de todos los libros que vinieran luego, para ayudar a los demás. La fundación que creé para tal fin, ahora se llama Karuna-Shechen, la cual implementa y mantiene proyectos humanitarios y educativos por todo Asia.

Desde entonces, los proyectos humanitarios se han convertido en el punto central de mi vida y con la ayuda de algunos dedicados amigos voluntarios así como generosos benefactores y bajo la inspiración del abad de mi monasterio, Rabjam Rinpoche, hemos construído clínicas y escuelas en el Tíbet, Nepal y la India; donde tratamos a unos 100,000 pacientes al año y proporcionamos educación a cerca de 10,000 niños. Hemos logrado hacer esto con  apenas un 4% de nuestro presupuesto dedicado a gastos de operación generales.

Matthieu Ricard

Butan by Matthieu Ricard

18 julio 2011

El futuro no duele. Todavía (I)

Cuando, temprano en la mañana, me siento en el pequeño prado frente a mi ermita que yace sobre una tranquila colina, a dos horas de Katmandú, en Nepal, mis ojos captan cientos de kilómetros de altos picos del Himalaya brillando con el sol naciente. La serenidad de los paisajes se mezclan naturalmente y de manera perfecta con la paz interior. Es en verdad un largo camino desde la vida de ciudad frenética que una vez viví.

Pero la paz que conozco ahora no es un escape del mundo que yace allá abajo o de la ciencia que una vez estudié. Trabajo con los problemas más complejos del mundo real en 30 clínicas y escuelas que Karuna-Shechen, la organización que fundé con algunos amigos y benefactores dedicados, que operan en el Tíbet, Nepal y la India. Y ahora, después de 40 años entre estas majestuosas montañas, me he vuelto muy consciente de los estragos del cambio climático en el Himalaya y en la meseta tibetana. Desde donde me encuentro en mi pequeño prado, es muy triste ser testigo de como los picos del Himalaya se vuelven cada vez más y más grises a medida que los glaciares se derriten y la nieve desaparece.

El debate sobre el cambio climático es principalmente dirigido por personas que viven en las ciudades, donde todo es artificial. Ellos en realidad no experimentan los cambios que están teniendo lugar en el mundo real. La gran mayoría de los tibetanos, nepaleses y butaneses que viven a ambos lados de la cordillera del Himalaya nunca han oído hablar del calentamiento global, ya que tienen poco o ningún acceso a los medios de comunicación. Sin embargo, todos ellos dicen que el hielo de lagos y ríos ya no tiene el grosor de antes, que las temperaturas invernales son cada vez más cálidas y que los brotes de primavera llegan cada vez más temprano. Lo que puede que no sepan es que éstos son síntomas de peligros mucho mayores.

En el hermoso reino de Bután, donde pasé nueve años, investigaciones recientes realizadas por el único especialista en glaciares del país, Kharma Thoeb, han demostrado que una presa de morrena (sedimento depositado directamente por un glaciar natural que separa dos lagos glaciales en la zona de Lunana), tiene hoy en día tan sólo 31 metros de profundidad, en comparación con los 74 metros que tenía en 2003. Si esta pared cede, unos 53 millones de metros cúbicos de agua se precipitarán hacia el valle de Punakha y Wangdi, causando una gran cantidad de daño así como pérdida de vidas. Hay un total de 400 lagos glaciales en Nepal y Bután que pueden romper sus diques naturales e inundar áreas pobladas en las partes más bajas de los valles. Si estas inundaciones ocurren, los glaciares se reducirán cada vez más. Esto causará sequía, ya que los arroyos y los ríos no serán alimentados por el deshielo.

Climatólogos chinos han llamado a los glaciares del Himalaya y a las otras montañas importantes situadas en la meseta tibetana, el ‘tercer polo’ de nuestro enfermo planeta. Hay 40,000 glaciares, grandes y pequeños, en la meseta tibetana y esta área se está derritiendo a una tasa  tres a cuatro veces más rápida que los polos Norte y Sur. El deshielo es especialmente rápido en el Himalaya causado por la contaminación que se deposita sobre la nieve y oscurece a los glaciares, lo que los hace que absorban más luz.


Matthieu Ricard

Photo by Matthieu Ricard

30 junio 2011

No temas

El temor nos hace encontrarnos siempre con aquello que tememos.  El temor atrae a su objeto temido igual que el deseo a lo deseado.

Cuando haces lo que tienes que hacer, lo que te corresponde por tu trabajo, profesión u obligación, quédate tranquilo porque sucederá lo que tiene que suceder.

Cuenta la historia acerca de aquel joven ministro de un rey que se presentó ante su señor con profundo miedo porque decía haber visto a la Muerte que lo estaba buscando en el palacio.  Y le pidió al rey un caballo para huir a Isafahán y esconderse allí.  Tomó el caballo más rápido y marchó.

El rey buscó a la Muerte en el palacio y le dijo: "¿Por qué buscas a mi ministro?"  Y la muerte le contestó con sorpresa: "¡Ah!  ¿Pero todavía está en el palacio?  Yo debo encontrarlo esta tarde en Isafahán".

Lo que ha de suceder, sucederá.  Y el temor del futuro atrae el objeto de ese temor.

Quienes creen en el Ser Infinito que llaman Dios no pueden temer nada si es que son creyentes de verdad.  Ese Ser Infinito hace y hará siempre lo mejor para nosotros, aunque a veces lo mejor no sea lo más agradable.  Pero ¿acaso alguien nos ha prometido que lo mejor va a ser siempre lo más agradable?  Muchas medicinas o métodos quirúrgicos son lo mejor para la salud, y no suelen ser agradables.

Esta Tierra no es un valle de lágrimas ni el Paraíso terrenal.  Hemos de aceptarla tal como es.


Dario Lostado
(Despertar a la conciencia día a día)

Noche de luna en Nepal by Matthieu Ricard

23 junio 2011

¿Qué hacer cuando hemos sido la causa de la miseria de otros?

La culpa no ayuda, el arrepentimiento si.

La culpa genera la impresión en la mente de que uno es eterna e intrínsecamente indigno, lo cual no es cierto para nadie.  Es más productivo el arrepentirnos de las cosas negativas que hayamos hecho seguido por la aspiración de no repetir los mismos errores, el ser mejores en el futuro y, si es posible, reparar el daño realizado.

El punto principal es el de evitar intencional y maliciosamente dañar a otros.  Sin embargo, si llegaras a causar el sufrimiento a otros como resultado de tu propia confusion, deberías de culpar a la confusion, no culparte a tí.  No eres tu confusion, ni tu enojo, ni tu apego, de la misma manera que no eres la gripa, la fiebre o la malaria que te pudieran afectar.  Simplemente estás momentariamente afectado por estas condiciones.  Siempre hay el potencial para el cambio.


Matthieu Ricard


Arco de luz  by Matthieu Ricard


17 junio 2011

Qué hacer cuando todo sale mal

Cuando la rutina cambia bruscamente para mal, uno se siente perdido. El cuerpo se pone rígido y no podemos pensar. Buscamos la forma de recuperar la estabilidad, el suelo, el caminito, las instrucciones, el plan de acción. La sensación de sentirnos perdidos nos mata y hacemos lo que sea para sentir que estamos en tierra firme de nuevo. Pero a veces no es tan fácil.

Es tan fuerte la crisis que nos arroya, nos deprime y nos desmotivamos como nunca. Aunque frente a nosotros esté la salida o la solución, sentimos que no podemos dar un paso. No tenemos fuerzas.
Uno pensaría que podría agarrarse de lo bueno que tiene, pero en ocasiones ni siquiera tenemos la capacidad de disfrutar "lo bueno".

La vida se siente muy pesada. Los demás nos observan y se preocupan porque no saben qué hacer para que nos sintamos mejor. Incluso, algunos hasta se enojan porque nos sentimos mal. Nos regañan o nos dan consejos desesperados que se sienten como cachetadas y nunca como medicina que alivia.

Nuestros días terminan y nos vamos a dormir con un profundo dolor. Los que somos religiosos oramos para que todo mejore. Los que no lo somos dudamos, nos perdemos en un limbo de incertidumbre y deseamos que las cosas cambien pronto. Incluso, el sufrimiento persistente a veces convierte a los creyentes en ateos y a los agnósticos en creyentes. Ante la desesperación, actuamos de las formas más extrañas.

Y entonces vienen las preguntas: ¿Cómo le haces cuando las oraciones no resultan? ¿Qué haces para salirte del hoyo? ¿Qué hago para poder estar bien ya?
Yo lo que hago es: 1) Pienso en mí, 2) lloro lo que tengo que llorar, 3) me valoro y luego 4) comienzo a quererme.
Nada como el amor propio para dejar de sabotearse uno mismo. Para cultivar amor propio haz lo siguiente:
  1. Deja de saborear la depresión y el drama. Aunque en verdad haya sucesos desafortunados, no vale la pena magnificarlos.
  2. Atiende tus necesidades básicas (come, báñate, descansa o llora si es necesario).
  3. Actúa: busca el trabajo que quieres, manda el currículum, busca al ser querido y admite tus fallas, deja de postergar el trabajo, ve al médico, vuélvete una solución y no un obstáculo para ti o los demás, marca límites, recupera tu dignidad.
  4. Pide ayuda, pide ayuda, pide ayuda, pide ayuda...
  5. Lucha, lucha un poco más y luego lucha más.
  6. Incorpora la meditación en tu vida así como incorporaste el hábito de bañarte todos los días. La mente y corazón necesitan higiene diaria.
Si te sentiste un poquito mejor después de seguir los consejos que te damos, NO PARES. Sigue cultivando hábitos saludables, de lo contrario la inercia de la depresión tomará el control de tu vida de nuevo.

Alejandro Serrano

Luna llena en Nepal by Matthieu Ricard

15 junio 2011

Rol de la fe


¿Cuál es el rol de la fe al atravesar tiempos difíciles?

Los tiempos difíciles pueden ser una fuente de progreso en nuestra práctica espiritual ya que nos permiten ver claramente la diferencia entre lo que realmente importa en la vida (paz interior, amor altruista y compasión, por citar algunos) y lo que son los inevitables altibajos de cualquier vida.
El tener confianza en un sistema ético o religioso que está basado en la compasión, altruismo y sabiduría puede ser, en verdad, de gran beneficio.

Un profundo sentido de confianza surge del reconocimiento del que si aplicamos las enseñanzas seremos capaces de enfrentar cualquier circunstancia, buena o mala, con sabiduría, fortaleza interior y libertad.  Una vez que hayamos logrado la serenidad y libertad en nosotros, los constantes cambios externos no perturbarán demasiado a nuestra mente.

Si nos vemos libres de los deseos, apegos, animosidad y las interminables preocupaciones de obtener y perder, lizonjas y críticas, reputación, rango y posesiones seremos menos vulnerables y nos volveremos invencibles.

Matthieu Ricard


Photo by Matthieu Ricard


06 junio 2011

¿Cómo puede la meditación ayudarnos a aprender a ser resilientes* en tiempos de crisis?

La meditación o más bien, el entrenamiento mental, ayuda a cultivar los recursos internos que nos dan confianza para manejar los altibajos de la vida.  Los recursos internos incluyen la libertad intrerior que nos hace menos vulnerables a las siempre cambiantes condiciones externas.  En este caso, la libertad interior significa estar libres de la influencia de los procesos mentales automáticos que nos conducen a la animosidad, obsesión, envidia y todas las demás toxinas mentales que minimizan nuestro bienestar.

El egoísmo conduce a una vida miserable para nosotros y los demás.  Si nos volvemos menos vulnerables y más resilientes, no nos sentiremos amenazados por el mundo exterior y estaremos más listos para abrirnos a los demás.

Por tanto, estos recursos internos que ayudan a construir nuestra resiliencia incluyen el altruismo y la bondad.  Todos tenemos el potencial de cultivar estos recursos internos pero esto no sucederá simplemente deseándolo. Para desarrollar cualquier habilidad necesitamos entrenamiento.  De la misma manera, necesitamos entrenar nuestra mente para desarrollar la resiliencia.  Esta es la esencia de la meditación.


Matthieu Ricard

* El término resiliencia se refiere a la capacidad de los sujetos para sobreponerse a períodos de dolor emocional y traumas.   Podría decirse que la resiliencia es la entereza más alla de la resistencia. Es la capacidad de sobreponerse a un estímulo adverso.

Photo by Matthieu Ricard

23 marzo 2011

Decálogo

Por Matthieu Ricard

Vejez:  Cuando la agudeza mental y la acción disminuyen, es tiempo de experimentar y manifestar cariño, afecto, amor y comprensión.

Muerte:  Forma parte de la vida, rebelarse es ir contra la propia naturaleza de la existencia.  Sólo hay un camino: aceptarla.

Soledad:  Existe una manera de no sentirse abandonado: percibir a todos los hombres como parte de nuestra familia.

Alegría:  Está dentro de cada uno de nosotros.  Sólo hay que mirar en nuestro interior, encontrarla y transmitirla.

Identidad:  No es la imagen que tenemos de nosotros mismos, ni la que proyectamos.  Es nuestra naturaleza más profunda, esa que nos hace ser buenos y cariñosos con quienes nos rodean.

Conflictos de pareja minimizarlos:  Es muy difícil pelearse con alguien que no busca la confrontación.

Familia:  Requiere el esfuerzo constante de cada uno de sus miembros, ser generoso y reducir nuestro nivel de exigencia.

Deterioro físico:  Hay que aprender a valorarlo positivamente.  Verlo como el principio de una nueva vida y no el principio del fin.

Relaciones sociales:  Es más fácil estar de buen humor que discutir y enfadarse.  Lo ideal es seguir siendo como somos y utilizar siempre que podamos la franqueza y la amabilidad.

Felicidad:  Si la buscamos en el sitio equivocado, estaremos convencidos que no existe cuando no la encontremos allí.




Rio Ganges, Photo by Matthieu Ricard