Una serendipia es ...

Una serendipia es un descubrimiento o hallazgo afortunado e inesperado. Así que espero que lo que aquí encuentres sea afortunado y útil para tu crecimiento, además que sea inesperado pues siempre se recibe todo gratamente cuando no tienes expectativas.

30 noviembre 2021

La calabaza de las gratitudes

Hace un par de meses una amiga compartió la última foto que aquí pongo con la siguiente nota
“¿Quieres iniciar una nueva tradición familiar que enseñará a tus hijos acerca de la Gratitud? Escribe cada noche en familia las cosas por las que estás agradecido y así para Thanksgiving tendrás una hermosa Calabaza de las Gratitudes como decoración”

Me gustó tanto la idea, cómo me gustan las calabazas… son hermosas y son deliciosas… me recuerdan a mi abuelita Manuela, me recuerdan mi niñez… y amo las calabazas y los productos derivados (empanadas de calabaza, pumpking pie , mermelada de calabaza y calabaza en tacha, etc.) así que se lo comenté a mi esposo para iniciar una nueva tradición familiar en este 2021 y escribir gratitudes para tener nuestra decoración de calabaza en Thanksgiving!! Casi todos participamos y hasta Owen se emocionó “escribir” en la calabaza…

Me encantó que todos escribimos Gracias Dios… porque reconocemos que todo viene de Él, y es nuestro fundamento, y queremos siempre agradecer al dador de la vida y de todo lo que llega a nuestras manos.

El próximo año nos saldrá más bonita y la llenaremos con muchas nuevas gratitudes.

¡¡¡Gracias Dios!!!





El Poder de la Sinceridad

Es imposible saber cuándo todo volverá a la normalidad, o si alguna vez lo hará en el lugar de trabajo. A medida que se establecieron las restricciones pandémicas, muchas personas se encontraron trabajando desde casa. Algunos encontraron que el «trabajo desde el hogar» era un cambio atractivo: podían pasar más tiempo con la familia.

Sin embargo, una de las víctimas de esta «nueva normalidad» ha sido la disminución de las interacciones directas de persona a persona. Las innovaciones tecnológicas, como Zoom y muchas más, han ayudado a llenar el vacío de comunicación, pero no hay sustituto para la comunicación espontánea cara a cara, ojo a ojo, que nos permite pasar por el lugar de trabajo de un colega para comparar notas sobre un proyecto, o simplemente para intercambiar bromas.

A veces, eso solo implica encontrarse con alguien y decir: «¡Hola!, ¿cómo estás?», intercambiando sonrisas y continuando hacia donde nos dirigimos. Ese es un intercambio cordial y habitual, pero con demasiada frecuencia es superficial, sin tener la intención real de intercambiar información. Quizás es por esa razón que la escritora y activista Maya Angelou, ya fallecida, escribió: «Cuando la gente te pregunte, '¿Cómo estás?', ten el descaro de responder con sinceridad».

Piénsalo, cuando la gente dice: «Hola, ¿cómo estás?» ¿Con qué frecuencia te esfuerzas por responder, diciendo honestamente cómo te encuentras? O invirtiendo los roles, ¿cómo reaccionarías si saludas a alguien y comenzara a contarte sobre sus luchas, dolores o frustraciones?

Podríamos ofrecer una excusa: «Bueno, solo estoy siendo educado, cuando digo: «Hola», pero realmente no quiero saber cómo le va a alguien». Yo mismo soy culpable de eso, recordando vívidamente un momento en que asistí a una conferencia. Al encontrarme con un amigo que no había visto en mucho tiempo, dije: «¡Hola, Pete!, ¿cómo estás?». Pero me quedé atónito cuando Pete comenzó a responder a mi pregunta. Otras veces ha habido ocasiones en las que la gente me ha preguntado lo mismo, pero su lenguaje corporal me decía que en realidad no querían saber cómo estaba.

Una canción que he escuchado muchas veces aborda este tema. La letra dice: «A decir verdad, la verdad rara vez se dice». Ponemos sonrisas que enmascaran la tristeza o el miedo o el dolor con el que podríamos estar lidiando. Respondemos: «Estoy bien», incluso cuando no lo estamos. Por supuesto, no siempre podemos tomarnos el tiempo para escuchar los problemas de alguien o compartir los nuestros, pero ¿no deberíamos hacer más para reconocer el lado humano del trabajo, más allá de los plazos, los objetivos y las consideraciones de resultados?

Este es un tema recurrente en la Biblia, que subraya la importancia de ofrecer compasión unos a otros en esta lucha diaria que llamamos vida cotidiana. Por ejemplo, el apóstol Pablo expresó: «Toda la alabanza sea para Dios, el Padre de nuestro Señor Jesucristo. Dios es nuestro Padre misericordioso y la fuente de todo consuelo. Él nos consuela en todas nuestras dificultades para que nosotros podamos consolar a otros. Cuando otros pasen por dificultades, podremos ofrecerles el mismo consuelo que Dios nos ha dado a nosotros» [2 Corintios 1:3-4 NTV]. Quizás una de las razones de las adversidades que enfrentamos es que podamos sentir empatía por otros que pasan por desafíos similares.

Otro pasaje ofrece esta exhortación: «Tratemos de ayudarnos unos a otros, y de amarnos y hacer lo bueno. No dejemos de reunirnos, como hacen algunos. Al contrario, animémonos cada vez más a seguir confiando en Dios…» [Hebreos 10:24-25 TLA].

Cuando reanudemos completamente la rutina, tal vez deberíamos esforzarnos un poco más para responder con sinceridad cuando alguien nos pregunte: «¿Cómo estás?».

Robert J. Tamasy


29 noviembre 2021

La Sal

El viejo maestro pidió a su joven discípulo que estaba muy triste, que se llenase la mano de sal, colocase la sal en un vaso de agua y bebiese.
-¿Qué gusto tiene?
Le preguntó el maestro.
-Fuerte y desagradable respondió el joven aprendiz.

El maestro sonrió y le pidió que se llenase la mano de sal nuevamente.
Después, lo condujo silenciosamente hasta un lindo lago, donde pidió al joven que derramase la sal.
El viejo Sabio le ordenó entonces: bebe un poco de esta agua.
Mientras el agua se escurría por la barbilla del joven, el maestro le preguntó:
-¿Qué gusto tiene?
-Agradable, contestó el joven.
-¿Sientes el sabor a sal?
Le preguntó el maestro.
-No: Le respondió el joven.

El maestro y el discípulo se sentaron y contemplaron el bonito paisaje.

Después de algunos minutos, el Sabio le dijo al joven:
El dolor existe....
Pero el dolor depende de donde lo colocamos!
Cuando sientas dolor en ti ,debes aumentar el sentido de todo lo que está a tu alrededor.

Tenemos que dejar de ser del tamaño de un vaso y convertirnos en un lago grande, amplio y sereno.


01 noviembre 2021

Parpadeaste y estás en noviembre

"Parpadeaste y estás en noviembre. Y entre parpadeos y parpadeos crecieron tus hijos, se fueron tus padres, dejaste de ver a amigos. 
Parpadeaste y se te pasa la vida entre la labor, la plata que no alcanza y los sueños que dejaste encajonados para 'cuando se pueda'. 
Y mientras parpadeamos sin registrar al otro, nos perdimos un rato de risas, un abrazo, un amor, una caricia y un último te quiero a ese alguien que ya no veremos. 
¿Y si dejamos de parpadear un rato?, digo ¿si nos corremos de la velocidad, del automatismo que nos imprime la vida y empezamos a mirar? Mira a tu hijo mientras hace la tarea, a tu vieja mientras dobla la ropa, a tu pareja mientras comen juntos, a tus amigos cuando se juntan. 
Gánale alegría al tiempo, que si va a pasar, si va a arrasarnos, al menos que nos lleve llenos de miradas y sonrisas. 
Y sobre todo, que el tiempo nos encuentre celebrando, porque a esos momentos de felicidad yo creo que no se los lleva ni la muerte. Quedan grabados en el espacio infinito, con energía. Digo yo, que no sé nada, pero que tengo ganas de empezar a mirar..."

- Rubén Próspero -