Una serendipia es ...

Una serendipia es un descubrimiento o hallazgo afortunado e inesperado. Así que espero que lo que aquí encuentres sea afortunado y útil para tu crecimiento, además que sea inesperado pues siempre se recibe todo gratamente cuando no tienes expectativas.
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01 septiembre 2025

Amor Real

"Amor Real" de Sharon Salzberg es una profunda exploración del amor en sus múltiples formas, incluyendo el amor propio, la compasión y la conexión con los demás. 

Aquí tienes 10 lecciones del libro: 

1. El amor comienza con la autoaceptación: 
Antes de poder amar verdaderamente a los demás, primero debemos aprender a aceptarnos y amarnos a nosotros mismos. Esta autoaceptación sienta las bases del amor y la compasión genuinos. 

2. La atención plena nutre el amor: 
Estar presente en el momento nos permite cultivar conexiones más profundas con nosotros mismos y con los demás. Las prácticas de atención plena nos ayudan a ser conscientes de nuestras emociones y respuestas, fomentando la empatía y la comprensión. 

3. La compasión sana las relaciones: 
La compasión es la esencia del amor en acción. Implica comprender el sufrimiento ajeno y responder con amabilidad y empatía, lo que puede reparar las relaciones y crear un entorno de apoyo. 

4. Dejar atrás el miedo y la ira: 
El miedo y la ira a menudo obstaculizan nuestra capacidad de amar plenamente. Al dejar ir estas emociones negativas a través del perdón y la aceptación, nos liberamos para experimentar conexiones más profundas y alegría.

5. El amor requiere vulnerabilidad: 
La verdadera intimidad y conexión con los demás surgen de la vulnerabilidad. Abrirnos a los demás, compartir nuestras emociones con autenticidad y estar abiertos a recibir amor son aspectos esenciales para cultivar relaciones significativas. 

6. Practica la bondad amorosa: 
La meditación de la bondad amorosa, una práctica fundamental en las enseñanzas de Sharon Salzberg, implica dirigir buenas intenciones y buenos deseos hacia nosotros mismos y hacia los demás. Esta práctica ayuda a fortalecer nuestra capacidad de amar y compasivo. 

7. El amor es una habilidad: 
Amar a los demás no es solo un sentimiento, sino una habilidad que se puede desarrollar y perfeccionar con la práctica. Al elegir conscientemente el amor y la compasión en nuestros pensamientos y acciones, podemos cultivar una vida más amorosa y armoniosa. 

8. El amor trasciende fronteras: 
El amor no se limita a las barreras de raza, religión o cultura. Es una experiencia humana universal que nos conecta a todos. Reconocer nuestra humanidad común nos permite acercarnos a los demás con empatía y respeto.

9. El autocuidado es esencial: 
Cuidarnos física, emocional y espiritualmente es crucial para nuestra capacidad de dar y recibir amor. Practicar el autocuidado nos permite recargar energía y mantener un equilibrio saludable en nuestras relaciones. 

10. El amor es generoso e incondicional: 
El amor genuino es generoso e incondicional. No busca poseer ni controlar a los demás, sino fomentar el crecimiento y la felicidad. Al cultivar una mentalidad de generosidad y desapego, podemos experimentar relaciones más profundas y plenas. 

Estas lecciones de "Amor Real" nos animan a cultivar el amor y la compasión en nuestras vidas, fomentando un mayor bienestar y una mayor conexión con nosotros mismos y con los demás.



11 agosto 2025

El Don del fracaso

En "El Don del Fracaso", Jessica Lahey explora el papel crucial que el fracaso desempeña en el desarrollo de la resiliencia, la independencia y la competencia en los niños. Basándose en su experiencia como docente y madre, Lahey argumenta que permitir que los niños experimenten el fracaso es esencial para su crecimiento y éxito. 

El libro enfatiza la importancia de tomar distancia y dejar que los niños enfrenten los desafíos, en lugar de protegerlos de las dificultades. A través de anécdotas conmovedoras y consejos prácticos, Lahey anima a aceptar el fracaso como una valiosa oportunidad de aprendizaje, fomentando una mentalidad que promueve la perseverancia y la autoeficacia. 

Lecciones y Perspectivas Clave 

1. El Valor del Fracaso: 
Aprendes que el fracaso es una parte esencial del aprendizaje. Lahey enfatiza que experimentar reveses enseña a los niños habilidades importantes como la resolución de problemas, la resiliencia y la perseverancia.

2. Fomentar la Independencia: 
El libro destaca la importancia de permitir que los niños se apropien de su aprendizaje. Lahey aboga por darles a los niños el espacio para tomar sus propias decisiones y aprender de las consecuencias, lo que fomenta la independencia y la confianza. 

3. Los peligros de la sobreprotección: 
Descubres que sobreproteger a los niños puede obstaculizar su desarrollo. Lahey advierte contra la tendencia a proteger a los niños del fracaso, ya que esto puede impedirles desarrollar las habilidades necesarias para afrontar los desafíos de la vida.

4. Enseñar responsabilidad: 
Lahey enfatiza que el fracaso puede enseñar responsabilidad a los niños. Cuando los niños enfrentan las consecuencias de sus acciones, aprenden a responsabilizarse de sus decisiones y comprenden la importancia de perseverar.

5. La importancia de una mentalidad de crecimiento: 
El libro introduce el concepto de mentalidad de crecimiento, donde los desafíos y los fracasos se consideran oportunidades de crecimiento. Se aprende que fomentar esta mentalidad puede ayudar a los niños a ser más resilientes y estar motivados para mejorar. 

6. Crear un entorno seguro para el fracaso: 
Se aprende que crear un espacio seguro para que los niños fracasen es crucial. Lahey anima a padres y educadores a cultivar un entorno donde se acepten los errores y los niños se sientan cómodos asumiendo riesgos.

7. Modelar la resiliencia: 
Lahey analiza la importancia de modelar la resiliencia en los niños. Al mostrar cómo afrontar el fracaso y los reveses en la propia vida, se pueden enseñar a los niños valiosas lecciones sobre la perseverancia. 

8. Fomentar la resolución de problemas
El libro destaca la necesidad de animar a los niños a encontrar soluciones a sus desafíos. Lahey sugiere guiar a los niños en el desarrollo de habilidades para la resolución de problemas en lugar de brindarles asistencia inmediata.

9. Equilibrando el Apoyo y la Independencia: 
Descubrirás la importancia de encontrar un equilibrio entre el apoyo y la independencia. Lahey aboga por ser una presencia de apoyo que permita a los niños liderar su aprendizaje. 

10. Celebrando el Esfuerzo por Sobre los Resultados: 
Finalmente, Lahey enfatiza la necesidad de celebrar el esfuerzo, no solo los resultados. Al reconocer y elogiar el esfuerzo que un niño dedica a una tarea, refuerzas el valor de intentar y aprender, independientemente del resultado. 

"El Regalo del Fracaso" es una poderosa exploración del papel vital que el fracaso desempeña en el crecimiento y desarrollo infantil.  A través de las profundas reflexiones y estrategias prácticas de Jessica Lahey, te animamos a aceptar el fracaso como un valioso maestro, permitiendo que los niños desarrollen resiliencia, independencia y un amor por el aprendizaje que perdure toda la vida.



09 junio 2025

¿Cómo pensar con intención?

¿De verdad piensas tus pensamientos, o ellos te piensan a ti? 
En "Cómo pensar con intención", Patrick King reta a los lectores a participar activamente en su proceso de pensamiento. En lugar de permitir que los pensamientos automáticos, reactivos o emocionales guíen tus decisiones, este libro ofrece un marco práctico para dominar el pensamiento intencional: un pensamiento claro, centrado y racional, alineado con tus objetivos y valores. Si quieres dejar de divagar y empezar a dirigir tu vida con claridad, este libro te mostrará cómo. 

10 Lecciones elaboradas de "Cómo pensar con intención": 

1. Pensar con intención requiere consciencia 
La mayoría de las personas funcionamos con el piloto automático mental. El pensamiento intencional comienza cuando tomas conciencia de tu diálogo interno y eliges interactuar con él reflexivamente en lugar de pasivamente. 

2. Distingue entre emoción y lógica 
Si bien las emociones son señales válidas, no siempre son guías precisas para la acción. King explica que separar la emoción del análisis permite una mejor resolución de problemas y una toma de decisiones más fundamentada. 

3. Haz mejores preguntas para obtener mejores respuestas 
La calidad de tu pensamiento depende de las preguntas que te hagas. En lugar de "¿Por qué me pasa esto?", prueba "¿Qué puedo aprender de esto?" o "¿Cuál es el siguiente paso más efectivo?". 

4. Las distorsiones cognitivas sabotean la claridad de pensamiento 
King destaca cómo patrones como el pensamiento en blanco y negro, el catastrofismo y la generalización excesiva distorsionan nuestras percepciones. Reconocerlos y desafiarlos ayuda a restaurar la claridad mental.

5. Pensar despacio es pensar inteligentemente 
Refiriéndose al modelo "Sistema 1 y Sistema 2" de Daniel Kahneman, King enfatiza que el pensamiento intencional es lento, deliberado y lógico, a diferencia de rápido, instintivo y reactivo. 

6. Separar hechos de interpretaciones 
A menudo, confundimos lo sucedido con el significado que le asignamos. King anima a entrenarse para distinguir los hechos objetivos de las suposiciones subjetivas para reducir conflictos y confusiones innecesarias. 

7. Los modelos mentales son herramientas para razonar mejor 
Aprender modelos como el pensamiento de primeros principios, las consecuencias de segundo orden y el coste de oportunidad ayuda a enmarcar los problemas de forma más eficaz. King promueve la creación de un conjunto de herramientas de estos modelos para facilitar el pensamiento intencional. 

8. El pensamiento intencional conduce a una vida intencional 
Cuando piensas con propósito, tus acciones lo acompañan. En lugar de ser reactivo o impulsivo, comienzas a alinear tus pensamientos, objetivos y comportamientos, lo que conduce a resultados más significativos y consistentes. 

9. La reflexión desarrolla la disciplina mental 
Llevar un diario, dedicar tiempo a la reflexión y la autoevaluación ayudan a reforzar el pensamiento intencional. King recomienda la reflexión diaria como hábito para perfeccionar la toma de decisiones y aumentar la autoconciencia.

10. Pensar es una habilidad, no un rasgo 
No hace falta ser un pensador profundo de nacimiento para desarrollar esta capacidad. Como cualquier habilidad, el pensamiento intencional mejora con la práctica, el esfuerzo y la atención. 

Conclusión: Cómo pensar con intención es una guía práctica para quienes desean vivir de forma más deliberada. Patrick King desmonta el mito de que nuestros pensamientos son fijos o están fuera de nuestro control y ofrece un camino claro y práctico hacia una mayor claridad mental. Al elegir pensar con propósito, obtenemos el poder de tomar decisiones más inteligentes, romper malos patrones y vivir con mayor rumbo. En definitiva, el libro nos empodera para dejar de reaccionar y empezar a responder, con intención.



03 abril 2025

Kaizen: la filosofía japonesa de la mejora continua

Todos somos, de alguna manera fundamental, obras en progreso: seres hermosos e imperfectos en constante transformación. El libro "Kaizen" llega como una profunda carta de amor al potencial humano, susurrando que la transformación no exige saltos heroicos, sino pasos pacientes y tiernos. Es una invitación a vernos a nosotros mismos no como entidades fijas, sino como procesos vivos y respirables de devenir continuo y hermoso, donde cada pequeña elección es un acto de profunda autocreación. 
Cinco ideas poderosas de "Kaizen: la filosofía japonesa de la mejora continua" 

1. El poder del cambio incremental 
Sarah Harvey presenta Kaizen no como un truco para la productividad, sino como un profundo enfoque filosófico para la transformación personal y profesional. A diferencia de los modelos occidentales que valoran los cambios dramáticos y disruptivos, Kaizen celebra el extraordinario potencial de mejoras pequeñas y consistentes. Cada ajuste microscópico se convierte en un poderoso bloque de construcción, que demuestra cómo el progreso monumental surge no a través de grandes gestos, sino a través de micro-innovaciones pacientes y persistentes. 

2. La mentalidad como última tecnología 
Más allá de una mera estrategia, Kaizen representa una mentalidad revolucionaria que reformula nuestra relación con el crecimiento y el desafío. Harvey muestra cómo esta filosofía desmantela la paralizante mitología de la perfección, reemplazándola con un enfoque dinámico y compasivo del desarrollo personal. Cada pequeño paso se convierte en un experimento, cada revés en una oportunidad para aprender, transformando nuestra comprensión del progreso de un destino a un viaje continuo y en evolución.

3. Transformación sistémica a través de la agencia individual 
El libro ilustra brillantemente cómo las acciones individuales pueden generar un cambio sistémico. Kaizen no se trata sólo de mejora personal, sino de crear efectos dominó que puedan transformar organizaciones, comunidades y ecosistemas personales enteros. Al empoderar a los individuos para que reconozcan e implementen pequeñas mejoras, la filosofía se convierte en una herramienta radical para la evolución colectiva. 

4. La arquitectura psicológica de la mejora 
Harvey profundiza en los mecanismos psicológicos que hacen que Kaizen sea tan poderoso. Al descomponer objetivos intimidantes en acciones microscópicas y manejables, este enfoque cortocircuita la resistencia de nuestro cerebro al cambio. Proporciona un método científicamente fundamentado para superar la inercia, reducir la ansiedad en torno a la transformación y hacer que la mejora continua no sólo sea posible, sino casi sin esfuerzo. 

5. Diseño de vida holístico 
Kaizen trasciende los contextos profesionales, ofreciendo una filosofía integral para el diseño de vida. Desde hábitos personales hasta habilidades profesionales, desde inteligencia emocional hasta actividades creativas, el enfoque proporciona un marco universal para el crecimiento. Es una metodología compasiva que reconoce el potencial humano como algo que debe ser nutrido, no forzado.



31 julio 2020

Supera el temor y comienza a aprender

El mi anterior aportación traté acerca de las dificultades que enfrentamos para dejar «la zona de confort», al tiempo de trascender de «la zona de miedo». ¡Ahora podemos entrar en un verdadero oasis para las personas en la vida laboral, uno que podemos llamar «¡la zona de aprendizaje!». Esta zona nos ofrece muchos desafíos, pero también grandes oportunidades para descubrir nuevas habilidades, muchas de las cuales no encontraríamos dentro de la zona de confort.

La zona de aprendizaje involucra el participar en un proceso mediante el cual se pueden adquirir o modificar nuevas habilidades, actitudes, conocimientos, comportamientos o valores a través del estudio, la experiencia, el entrenamiento, la reflexión y la observación. Esto se alinea con las características individuales y el estilo de aprendizaje de cada persona. La mejor metodología incluye brindar las herramientas apropiadas, consistentes con los objetivos previstos.

El aprendizaje generalmente ayuda a la persona que adquiere conocimiento a convertirse en una persona más feliz y más plena. Al descubrir nuevas oportunidades y desentrañar nuevos mundos, el alumno desarrolla un nuevo hábito, una práctica continua de aprendizaje. Existen muchos enfoques para el aprendizaje, pero ninguno es más efectivo que el proceso de que una persona enseñe a otra individualmente.

En el entorno corporativo, esto se conoce comúnmente como mentoría. El mentor y el discípulo, a menudo llamado protegido o mentoreado, se embarcan en un viaje de aprendizaje mutuo, compartiendo experiencias a través de una relación especial en la que ambos aprenden. Personalmente lamento que no fue hasta los 30 años de edad en que experimenté el privilegio de tener un mentor. Si hubiera sido el beneficiario de la tutoría al principio de mi carrera, habría sido un mejor profesional y podría haber evitado muchos de los errores y decisiones equivocadas que tomé.

Desde entonces, descubrí que el aprendizaje exitoso implica un fuerte compromiso tanto del maestro (mentor) como del alumno. El mentor debe hacerlo con la humildad de un estudiante, dando lo mejor a quien o quienes están aprendiendo. Y aquellos a quienes se les enseña deben mostrar el entusiasmo de alguien que recibe un tesoro invaluable.

Ese tipo de enseñanza se remonta a miles de años en el pasado, incluso es una parte fundamental de la Biblia. En un ambiente cristiano, la tutoría se conoce mejor como «discipulado». Este proceso de aprendizaje único involucra al menos dos personajes: uno que se convierte en seguidor de Jesús mientras aprende, y el otro que aprende a ser un seguidor de Jesús de Nazaret mientras enseña.

Este concepto fue tan importante, que es de lo que decidió hablar Jesucristo al dar sus últimas palabras a sus discípulos antes de dejar este mundo en forma corporal. Él dijo: «Por lo tanto, vayan y hagan discípulos de todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Enseñen a los nuevos discípulos a obedecer todos los mandatos que les he dado...» [Mateo 28:19-20]. Esta instrucción, conocida como la «Gran Comisión», representa lo que podríamos llamar hoy el «asunto principal», la verdadera misión de una organización. Él estaba definiendo la verdadera misión para cada uno de sus seguidores: hacer discípulos. Estableció el alcance de su acción: a todas las naciones, y dejó en claro cómo se iba a hacer el proceso: la enseñanza.

Obviamente, la enseñanza y el aprendizaje no se limitan a propósitos espirituales. Toda organización que invierta en actividades de aprendizaje y capacitación, que desarrolle a su personal al máximo de sus capacidades, obtendrá beneficios permanentes. Del mismo modo, la persona que invierte e sí misma en la «zona de aprendizaje» encontrará oportunidades inimaginables. El aprendizaje es una tarea que se comparte. Retener el conocimiento solo para nosotros, es egoísta. Como el apóstol Pablo escribió a su protegido Timoteo: «Lo que has oído de mí ante muchos testigos, esto encarga a hombres fieles que sean idóneos para enseñar también a otros» [2 Timoteo 2:2 RVR].

Armados con la experiencia de nuestro tiempo en la zona de aprendizaje, podemos pasar a la última etapa de nuestro viaje de desarrollo profesional: «La zona de crecimiento». Consideraremos esto en una futura edición del «Maná del Lunes».

Por Sergio Fortes


19 julio 2019

¿Cuál es la razón de su trabajo?

¿Por qué va a trabajar? Para muchos de nosotros, no tendríamos que parpadear antes de responder: «Trabajo para ganarme la vida». «Trabajo para obtener un ingreso que pueda sustentar el tipo de vida que quiero vivir». «Trabajo para poder pagar mis facturas». Ninguna de estas respuestas es incorrecta; pero, ¿son lo suficientemente buenas?

Recientemente asistí a una reunión de desayuno donde el orador invitado dijo que deberíamos considerar esta pregunta desde otra perspectiva. «¿Trabajas para ganarte la vida?», preguntó, «¿O trabajas para hacer una diferencia?».

Sin lugar a dudas, el trabajo nos permite vivir y cumplir con nuestras obligaciones financieras. Las facturas no se pagan a sí mismas. Y la comida, la ropa y otras necesidades no se materializan milagrosamente. Si necesitamos algo, se requiere dinero para obtenerlo. Sin embargo, como sugirió el orador, si nos acercamos al trabajo solo por la compensación que recibimos, lo consideraremos como una obligación y no como una oportunidad.

Hay muchas maneras en que podemos hacer una diferencia a través del trabajo que desempeñamos y las responsabilidades que realizamos. Un oficial de la ley, por ejemplo, puede ver su trabajo como si le pagaran para detener a los infractores de la ley, o comenzar cada día con una determinación inquebrantable de usar sus roles de autoridad para hacer de su comunidad un mejor lugar para vivir. Los maestros pueden considerar sus trabajos como fuentes de ingresos o como una forma de tener un impacto positivo en las vidas de sus estudiantes, ayudándolos a convertirse en personas productivas.

Algunas profesiones, como practicar la medicina o la ley, o ser altos ejecutivos, a menudo permiten a las personas obtener ingresos lucrativos. Pero como mucha gente ha descubierto, no importa cuánto dinero gane, nunca es suficiente. Cuando se le preguntó a un hombre de negocios adinerado: «¿Cuánto es suficiente?», él respondió de inmediato: «Sólo un poco más». Por lo tanto, la emoción sobre cuánto se le paga a uno pronto se desvanece. Sin embargo, si el enfoque está en hacer una diferencia en el mundo, o en las vidas de las personas, no hay límite para las recompensas intangibles que podemos recibir al ir a trabajar cada día.

Vemos esta verdad dirigida en las Escrituras de muchas maneras. Aquí hay unos ejemplos:

1. Fuimos creados para hacer el bien. En ninguna parte de la Biblia dice que el propósito del trabajo es solo «ganarse la vida». Sin embargo, el trabajo que estamos llamados a realizar ha sido especialmente diseñado para cumplir con los planes de Dios en nosotros. «Nosotros somos creación de Dios. Por nuestra unión con Jesucristo, nos creó para que vivamos haciendo el bien, lo cual Dios ya había planeado desde antes» [Efesios 2:10 TLA].

2. A través de nuestro trabajo podemos llevar la luz a un mundo de oscuridad creciente. Por muchas razones, vivimos en un mundo cada vez peor. Los tiempos a menudo parecen cada vez más oscuros y desalentadores. A través de nuestro trabajo, tenemos el privilegio de traer la luz de la esperanza, afirmando las verdades y los principios que dan la vida que Dios ha prometido a través de Su Palabra, las Escrituras. «De la misma manera, que la luz de ustedes alumbre delante de todos, para que todos vean sus buenas obras y glorifiquen a su Padre, que está en los cielos» [Mateo 5:16 RVC].

3. Podemos lograr nuestro propósito en el trabajo bien hecho. Dios nos ha confiado talentos y habilidades específicas y únicas. Al hacer nuestro trabajo y servir a los demás, también lo estamos honrando. «Y todo lo que te venga a la mano, hazlo con todo empeño...»[Eclesiastés 9:10 NVI]. «Trabajen de buena gana en todo lo que hagan, como si fuera para el Señor y no para la gente. Recuerden que el Señor los recompensará con una herencia y que el Amo a quien sirven es Cristo» [Colosenses 3:23-24 NTV].

Robert J. Tamasy

18 enero 2017

Sacando lo Extraordinario de lo Ordinario

¿Recuerda lo emocionado que estaba el día en que obtuvo su trabajo actual? Tal vez representó la realización de un sueño. O finalizar una larga búsqueda después de estar desempleado. O por fin recibir un ascenso esperado. O le presentaron la oportunidad de ir en pos de su pasión, y usar sus habilidades y dones de forma en que nunca antes pudo hacerlo.

Sin embargo, ahora usted - o alguien a quien conoce - está inquieto y descontento. El trabajo que una vez apreció ha perdido su brillo; Se ha vuelto aburrido, ordinario, rutinario. Siente que ya no puedes aguantar una tarea tan poco inspiradora. Ha llegado el momento de cambiar. ¿No es interesante ver cómo un trabajo que alguna vez le entusiasmó tanto que no podía esperar el comienzo de un nuevo día pudo convertirse en algo cotidiano, tedioso, y hasta detestable? Es como "enamorarse", sentirse tan fascinado con alguien a quien no se le ocurre otra cosa, y luego semanas, meses o años más tarde, uno se preguntaba: «¿Qué tiene de especial él o ella?»

Podemos crecer más allá de los puestos de trabajo, encontrar que ya no son desafiantes o tan gratificantes como alguna vez fueron. Quizá hemos adquirido nuevas habilidades y estamos listos para otras responsabilidades más grandes. Las circunstancias que parecían tan atractivas al principio pueden haber cambiado. Sin embargo, a veces esto es tan solo un caso en que lo novedoso, el estreno parece haberse desgastado, haciendo que un muy buen trabajo parezca una condena en prisión.

Un viejo dicho nos dice: "La familiaridad genera desprecio". Pero a veces, sólo porque nos hayamos familiarizado con un trabajo, no significa que sea hora de marcharse. Como escribió el ensayista y poeta Ralph Waldo Emerson: «Si las estrellas apareciesen tan sólo una noche cada mil años, de qué forma se maravillaría el hombre se maravillaría y adoraría». Así como podemos perder nuestro sentido de asombro al mirar las estrellas porque aparecen cada noche, también podemos "des-enamorarnos" de un trabajo tan sólo porque nos acostumbramos a él y a sus demandas.

A pesar de que pudo habersenos pasado la emoción, podríamos re-descubrir lo extraordinario dentro de lo ordinario. Tal vez Dios te tiene dónde estás por una razón. Aquí hay algunas ideas que podemos considerar en la Biblia:

Tal vez sea necesaria una nueva actitud, no un nuevo trabajo. Si pudiéramos adoptar una nueva perspectiva sobre nuestro trabajo, podríamos abordarlo con más entusiasmo. «Crea en mí, oh Dios, un corazón limpio, y renueva la firmeza de mi espíritu… Devuélveme la alegría de tu salvación; que un espíritu obediente me sostenga.» (Salmo 51: 10-12).

Juntos hasta el final. Necesitamos mantener un sentido claro de nuestra vocación, reconocer que Dios nos ha puesto en nuestro trabajo actual y que quizá no estamos preparados para irnos a otro. El apóstol Pablo escribió: «Hermanos, no pienso que yo mismo lo haya logrado ya. Más bien, una cosa hago: olvidando lo que queda atrás y esforzándome por alcanzar lo que está delante, sigo avanzando hacia la meta para ganar el premio que Dios ofrece mediante su llamamiento celestial en Cristo Jesús.» (Filipenses 3: 13-14).

Robert J. Tamasy


25 agosto 2014

Inmersión total



La experiencia óptima.

¿Cuándo fue la última vez que estabas tan inmerso en algo que sentiste que el tiempo pasaba volando? ¿Qué estabas haciendo? ¿Por qué era interesante? ¿Qué habilidades y fortalezas estabas empleando? Quizá estabas corriendo, bailando, cocinando o en una conversación con un amigo. También es muy probable que estuvieras trabajando.

En el mundo de los cuentos y las películas algunos personajes tratan de conseguir un tesoro o una fortuna que les permita pasarla bien sin tener que esforzarse. Pero en realidad está comprobado que el trabajo no sólo es un intercambio monetario que nos permite obtener recursos para vivir, sino que también nos provee de sentido de vida, logros, relaciones. El Dr. Mihaly Cszikstentmihalyi, uno de los fundadores de la psicología positiva, lo expresa así:
“El trabajo es una experiencia extraña: nos da algunos de los momentos más intensos y satisfactorios, nos da un sentido de orgullo e identidad, pero es algo que la mayoría de nosotros estaríamos contentos de evitar”.

El disfrute del esfuerzo

Esta distorsión en la percepción de cómo pasa el tiempo mientras hacemos una actividad que disfrutamos tanto, que no sentimos el cansancio ni el hambre, se conoce con el nombre de flow o experiencia óptima. En ella estamos completamente inmersos en lo que ocurre en el momento presente, absortos en lo que hacemos. El Dr. Csziksentmihalyi es el principal investigador sobre este tema. Comenzó observando a bailarines, pintores, jugadores de ajedrez y escaladores, que decían obtener un gran disfrute en sus actividades, a pesar de la demanda de energía psíquica y física que requerían. A estas personas no les interesaba el pago, practicaban ese arte o deporte principalmente por gusto, es decir, motivados intrínsecamente.  En su investigación, el Dr. Cszikstentmihalyi descubrió que las condiciones para entrar en estado de flow, es decir, vivir la experiencia óptima, incluían:
  • Retos u oportunidades que no sobrepasaban las habilidades que la persona tenía;
  • Metas claras y próximas, con retroalimentación inmediata acerca del avance.
Este equilibrio entre el reto y las habilidades es sumamente importante. Por ejemplo, una persona que tiene más capacitación de la que requieren sus tareas, se aburre. Por el contrario, una persona que tiene menos habilidades de las que requieren sus tareas, entra en un estado de ansiedad. Ninguno de estos dos estados, el aburrimiento o la ansiedad, son placenteros. Vuelve a pensar en los momentos en los que has estado completamente enfocado, disfrutando del trabajo o de una actividad deportiva y artística. ¿Cómo te sentías ante el reto? Piensa en los momentos en los que una tarea te haya parecido sumamente aburrida, ¿cómo te sentías ante el reto?



¿Qué pasa en el estado de flow?

En los medios de comunicación se ha puesto de moda el término mindfulness o atención plena. Lo relacionan con un estado de bienestar o relajación, que se obtiene al enfocar la atención. Este estado de atención plena también se relaciona con la experiencia óptima, pues cuando nos enfocamos por completo en una tarea, absortos en el reto, obtenemos un estado de conciencia en el que todo se ordena para alcanzar la meta: los pensamientos, los sentimientos, los deseos y la acción están en consonancia y confluyen hacia el objetivo. Es una experiencia integradora. Mejor aún, cuando el reto está a la altura de las capacidades, éstas se hacen más fuertes, por lo que en la siguiente ocasión la persona podrá obtener logros mayores.


Cszikstentmihalyi, M. Finding Flow. Basic Books. NY, 1997.

Tomado de:
http://cienciasdelafelicidad.mx/blog/inmersion-total/#sthash.Ds2XlOrP.dpuf