Una serendipia es ...

Una serendipia es un descubrimiento o hallazgo afortunado e inesperado. Así que espero que lo que aquí encuentres sea afortunado y útil para tu crecimiento, además que sea inesperado pues siempre se recibe todo gratamente cuando no tienes expectativas.
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25 agosto 2025

Rodeados de Psicópatas

¿Y si la verdadera razón por la que algunas personas te manipulan, agotan o controlan constantemente no fuera tu debilidad, sino que aún no has aprendido su juego? En "Rodeados de Psicópatas", el experto en comportamiento Thomas Erikson (autor de "Rodeados de Idiotas") enfoca su aguda mirada en el tipo de personalidad más peligroso: el manipulador sin conciencia. Basándose en su popular sistema de comportamiento basado en colores, Erikson enseña a los lectores a identificar, comprender y protegerse de la influencia de personas tóxicas, especialmente de aquellas que explotan a otros para su propio beneficio.

Este no es un libro para volverte paranoico, sino una guía para empoderarte. A través de ejemplos de la vida real, consejos prácticos y psicología reveladora, revela cómo dejar de ser un blanco fácil y empezar a establecer límites sólidos. 

Aquí tienes cinco lecciones contundentes de "Rodeados de Psicópatas": 

1. No todos los manipuladores son obvios; algunos se esconden a simple vista 
Los psicópatas no siempre son criminales o sociópatas con un pasado oscuro. Muchos son encantadores, funcionales e incluso admirados. Erikson ayuda a los lectores a detectar señales de alerta sutiles, como los halagos constantes, la superación de límites y el desapego emocional, para que no confundan carisma con carácter.

2. Todos tenemos un "color" y los psicópatas saben cómo explotarlo 
Utilizando su modelo de comunicación de cuatro colores (Rojo, Amarillo, Verde, Azul), Erikson explica cómo los manipuladores adaptan sus tácticas según la personalidad. Por ejemplo, abruman a los Rojos con dominio, cautivan a los Amarillos con entusiasmo, culpabilizan a los Verdes con obligación y confunden a los Azules con contradicciones. Conocer tu "color" te ayuda a reconocer cuándo tus detonantes emocionales se están usando en tu contra. 

3. Decir "no" es tu mejor arma 
Una de las lecciones más empoderadoras es el poder de un límite firme. Los psicópatas prosperan gracias a la vacilación, la culpa y las explicaciones exageradas. Erikson recuerda a los lectores que "no" es una oración completa y que recuperar tu espacio comienza por darte permiso para protegerlo. 4. Los manipuladores usan la confusión como táctica de control Si alguien te deja constantemente con dudas, no es casualidad, es una estrategia. Erikson profundiza en el gaslighting y otros juegos psicológicos que alteran tu percepción de la realidad. La consciencia es el antídoto: cuando detectas el patrón, puedes dejar de jugar.

4. Los manipuladores usan la confusión como táctica de control 
Si alguien te deja constantemente dudando de ti mismo, no es casualidad, es una estrategia. Erikson profundiza en el gaslighting y otros juegos psicológicos que alteran tu percepción de la realidad. La consciencia es el antídoto: cuando detectas el patrón, puedes dejar de jugar. 

5. No eres responsable de curar a un psicópata 
Esta es quizás la verdad más liberadora del libro. Muchas personas empáticas permanecen en dinámicas dañinas con la esperanza de poder "ayudar" o "curar" a la otra persona. Pero Erikson lo deja claro: los psicópatas no buscan ayuda, buscan poder. Tu trabajo no es curarlos. Es liberarte. 

Rodeado de psicópatas es tanto una advertencia como un manual de supervivencia. Ofrece a los lectores las herramientas no solo para identificar a las personas peligrosas, sino también para fortalecer su propio sentido de autoestima y autonomía. Con un tono agudo y a menudo humorístico, Erikson ofrece un llamado convincente a abandonar la manipulación y adentrarse en el autodominio. Ya sea en el trabajo, en las relaciones o en la vida diaria, este libro te capacita para lidiar con personas difíciles y salir de ellas con mayor sabiduría, fortaleza e inquebrantable.



26 octubre 2020

Las toxinas de la casa

LAS TOXINAS DE LA CASA SON:
1. Objetos que ya no utilizas. 
2. Ropa que no te gusta o no utilizas hace tiempo. Ropa interior rota. 
3. Cosas rotas. 
4. Viejas cartas y notas. 
5. Plantas muertas o enfermas. 
6. Recibos y revistas viejos. 
7. Zapatos estropeados. 
8. Cachivaches de todo tipo que llaman al pasado. 
9. Si tienes hijos, juguetes que no se usan, que no funcionan o rotos.

CON EL DESAPEGO:
1. La salud mejora. 
2. La creatividad crece. 
3. Las relaciones mejoran. 
4. Hay mayor capacidad de raciocinio. 
5. Mejora el humor.

PREGUNTAS QUE AYUDAN EL DESAPEGO:
- ¿Por qué estoy guardando eso? 
- ¿Será que tiene que ver conmigo hoy? 
- ¿Qué sentiré al liberar eso?

Separa y clasifica:
1. Para donar. 
2. Para tirar. 
3. Para vender.

LA LIMPIEZA DE ADENTRO SE REFLEJA POR FUERA.
1. Evita ruidos extremos. 
2. Menos luces fuertes. 
3. Menos colores saturados. 
4. Menos olores químicos. 
5. Menos recuerdos tristes. 
6. Termina proyectos inconclusos. 
7. Cultiva energía positiva en tu casa.

Haz una limpieza general y utiliza cajas para organización. 
Empieza por cajones y armarios y concluye cada pieza, haz todo a tu ritmo...
a) Basura. 
b)Arreglos. 
c)Reciclaje. 
d)En duda. 
e)Regalos. 
f)Donación. 
g)Vender.

Mientras ORDENES, observa lo que cambia en ti.
A medida en que limpiamos nuestra casa física, también colocamos orden a nuestra mente y corazón.
Practica el desapego con cosas materiales que solo llenan tu espacio y verás como poco a poco vas a poder hacer lo mismo con situaciones más trascendentales.
Bendecida vida sea para ti siempre



01 diciembre 2016

El gran frío

Para los chinos, el último de los 24 ciclos de su calendario antes de la entrada de su año nuevo a principios de febrero, es conocido como "el Gran Frio", y son dos semanas donde la naturaleza nos enseña a desprendernos de las cosas, son los días más frios del año y nadie siembra en esas épocas y se espera que luego llegue la primavera.

La época del Gran Frio nos enseña a dejar ir aquellas cosas que se han vuelto inamovibles en nuestras vidas, aquellas que ya no es posible que den más y es momento de dejar que se vayan para dar paso a la luz de los días siguientes.

Practiquemos ese arte confiado de "dejar ir", esperanzados en los nuevos retoños, no podemos ir contra los ciclos naturales y cada situación tiene los suyos propios, una cosa es ser perseverantes y otra muy diferente, ser ingenuos, lo que ha de irse debe hacerlo y nada podrá impedirlo cuando ha agotado lo que tenia para dar.

Pero es esa aparente "muerte" la que dará paso a la vida, irremediablemente también lo que ha de llegar, llegará, con nuevas ilusiones y esperanzas, el Gran Frio es tiempo de cosecha para bien o para mal, pero no olvidemos que cada invierno, tiene también su primavera.


24 enero 2014

El apego

El desapego no es una condición negativa, sino una condición vigilante, positiva, que nos libera de algo que impide en nosotros el contacto con el alma, ese algo es el miedo de la libertad. Tenemos apego cuando tenemos miedo de la libertad. Tenemos apego cuando perdemos el poder interior. Tenemos apego cuando nos volvemos dependientes de una persona, de un evento, de una circunstancia; inclusive de la religión como una muleta exterior, no como un punto de apoyo interior.

El apoyo nos hace perder el poder, porque nos hace perder el punto de apoyo interior y este es autonomía. La autonomía es la condición del alma, del contacto de la personalidad con el alma. Solamente cuando seamos autónomos, nos aceptemos, nos reconozcamos, tengamos autonomía interior y seamos nosotros mismos; entonces recién el alma podrá anclarse en nuestro vehículo.

Nosotros somos fundamentalmente el alma que utiliza la personalidad. Pero el alma es virtual, es potencial, es como un futuro incierto cuando nosotros no somos libres. El alma solo se puede asentar, en medio de la libertad.

El apego negativo lo llamamos rechazo o aversión. Estamos apegados a un sentimiento que volvemos resentimiento. Y el resentimiento como una forma de aversión es el peor de los apegos. El apego no solo es la dependencia de otro, el apego siempre es la dependencia de un sentimiento. Los apegos se dan en el campo emocional o en el campo astral; que es el campo de los sentimientos.

En ambos casos nos separamos; porque no hay peor separación, que la de la proximidad física, cuando no hay libertad. Puede que estemos muy juntos y muy cerca. Puede que nos besemos, puede que nos abracemos, puede que ocupemos el mismo techo, pero si la relación se basa en el apego, estamos profundamente separados en nuestra esencia. Mientras más cerca estén nuestros cuerpos y nuestras personalidades; si hay apego, más lejanas están nuestras almas.

Mientras más cerca estemos, más prisioneros somos el uno del otro, si la relación es de apego. Una relación es de apego si produce sufrimiento; no hay sufrimiento, sin apego. La condición del sufrimiento es el apego. Tú puedes irte o puedes quedarte; pero si yo sufro es porque estoy apegado y si estoy apegado a ti es porque estoy inseguro de mí, porque necesito un punto de apoyo exterior. Si estoy apegado a ti, es porque estoy inseguro de mí. Si yo estoy apegado a ti estoy violando tu libertad, si tú estas apegado a mí, entonces también estas violando mi libertad.

De tal manera que la mejor manera de unirse es paradójicamente liberarse. La mejor manera de encontrarse es desaparecerse. La mejor manera de no rechazarte es paradójicamente aceptarme a mí mismo. Así se pueden ver las paradojas que se dan en una relación que tiene como punto de partida la reflexión; yo me miro y me observo en un espejo, pero yo me miro y me observo en un espejo que eres tú. Aquellas cosas a las que yo me apego son esas inseguridades y vacíos interiores que tengo. De manera que te estoy utilizando en la relación como un instrumento para compensar mis carencias. La relación no es un instrumento para compensar carencias, sino es un instrumento de liberación.

Si yo te necesito a ti para llenar mis vacíos, pobre de ti y de mí, porque te voy a atrapar en la prisión de mi vacío. Si tú me necesitas solo para compensar tus vacíos en la relación, no me vas a dar más que tu carencia, tu sombra y tu pobreza. No me vas a regalar lo mejor de ti mismo que es tu riqueza y todas aquellas cosas que ya has afirmado, aquello que traes para regalarle al mundo desde tu propio corazón

30 noviembre 2013

Cerrar la puerta

Si andas por la vida dejando "puertas abiertas" por si acaso, nunca podrás desprenderte ni vivir lo de hoy con satisfacción. ¿Noviazgos o amistades que no clausuran?, ¿Posibilidades de regresar? (¿a qué?), ¿Necesidad de aclaraciones? , ¿Palabras que no se dijeron?, ¿Silencios que lo invadieron? Si puedes enfrentarlos ya y ahora, hazlo, si no, déjalos ir, cierra capítulos. Dite a ti mismo que no, que no vuelven. Pero no por orgullo ni soberbia, sino, porque tú ya no encajas allí en ese lugar, en ese corazón, en esa habitación, en esa casa, en esa oficina, en ese oficio.

Tú ya no eres el mismo que fuiste hace dos días, hace tres meses, hace un año. Por lo tanto, no hay nada a qué volver. Cierra la puerta, da vuelta a la hoja, cierra el círculo. Ni tú serás el mismo, ni el entorno al que regresas será igual, porque en la vida nada se queda quieto, nada es estático. Es salud mental, amor por ti mismo, desprender lo que ya no está en tu vida. Recuerda que nada ni nadie es indispensable. Ni una persona, ni un lugar, ni un trabajo. Nada es vital para vivir porque cuando tú viniste a este mundo, llegaste sin ese adhesivo.

Por lo tanto, es costumbre vivir pegado a él, y es un trabajo personal aprender a vivir sin él, sin el adhesivo humano o físico que hoy te duele dejar ir. Es un proceso de aprender a desprenderse y, humanamente se puede lograr, porque te repito: nada ni nadie nos es indispensable. Sólo es costumbre, apego, necesidad. Por eso cierra, clausura, limpia, tira, oxigena, despréndete, sacúdete, suéltate.

Paulo Coelho



05 abril 2013

El apego

No hay que llenar vacíos, hay que habitar espacios.

Hay un capítulo de la vida llamado desapego. Es la cualidad que permite establecer con las personas, con las cosas y con las etapas de la vida una relación de autonomía, de autenticidad.

El desapego se relaciona con el abandono del ansia y del deseo, que, en la filosofía oriental, son consideradas generadores de dolor y sufrimiento.

No poder desapegarse de una persona, de un hábito, de una idea, de un objeto, lleva a establecer con ellos relaciones de posesión o de sumisión.

El apego es una actitud que nos deja encadenados al pasado, mientras tanto la vida continua sucediendo.

Niñez, adolescencia, madurez, vejez. Primavera, verano, otoño, invierno. Amanecer, día, atardecer, noche. Siembra, cosecha.
Nuestra existencia será más armónica si acompañamos esos ciclos naturales. Cuando así no ocurre, la vida no fluye, sus aguas se estancan.

El apego a una relación, a una costumbre, a un espacio, a una actividad, a una idea, a una práctica, puede llegar a ser tóxico o disfuncional.

El apego traba nuestro andar por la vida, carga nuestro equipaje con lo innecesario, nos impide escoger lo necesario.

El desapego es el arte de soltar.

Jorge Sinay


04 julio 2012

El Faquir

El monarca de un reino de la India tuvo noticias de que había en la localidad un faquir capaz de realizar extraordinarias proezas. El rey lo hizo llamar y, cuando lo tuvo ante él, le preguntó:
–¿Qué proezas puedes efectuar?
–Muchas, majestad -repuso el faquir-. Por ejemplo, puedo permanecer bajo tierra durante meses o incluso años.
–¿Podrías ser enterrado por diez años y seguir con vida después? -preguntó el monarca.
–Sin duda, majestad -aseveró el faquir.
–Si es así, cuando seas desenterrado, recibirás el diamante más puro del reino. Se procedió a enterrar al faquir.
Se preparó una fosa a varios metros de profundidad y se dispuso de una urna de plomo. El faquir, antes de ser sepultado, se extendió hablando sobre sus cualidades espirituales y morales que hacían posible su autodominio y poder. Todos quedaron convencidos de su santidad. Fue introducido a continuación en la urna y enterrado. Durante diez años hubo guardianes vigilando la fosa. Nadie albergaba la menor esperanza de que el faquir sobreviviese a la prueba. Transcurrió el tiempo convenido. Toda la corte acudió a la tumba del faquir, con la certeza de que, a pesar de su santidad y poder, habría muerto y el cadáver sería solamente un conjunto de huesos putrefactos. Sacaron la urna al exterior, la abrieron y hallaron al faquir en estado de catalepsia. Poco a poco el hombre se fue reanimando, efectuó varias respiraciones profundas, abrió sus ojos, dio un salto y sus primeras palabras fueron:
–¡Por Dios!, ¿dónde está el diamante?

Sin desapego real y sabiduría, hasta la más precisa técnica de autodominio carece de significación.

Leyenda de India.


05 diciembre 2011

Empuja la vaquita

Hay un cuento oriental muy aleccionador.

Un maestro de la sabiduría paseaba por el bosque con su discípulo, cuando vio a lo lejos un sitio pobre y decidió visitarlo.  Al llegar al lugar, constató la pobreza del sitio, la casa de madera, los habitantes: una pareja y tres hijos descalzos y vestidos con andrajos.


Se aproximó al señor padre de familia y le preguntó: "En este lugar no existen posibilidades de trabajo, ¿cómo hacen usted y su familia para sobrevivir aquí?".  El hombre dijo: "Nosotros tenemos una vaquita que nos da varios litros de leche todos los días.  Una parte la vendemos o cambiamos por otros alimentos en el pueblo vecino y con la otra producimos queso y cuajada para nuestro consumo, y así vamos sobreviviendo".


El sabio agradeció la información, se despidió y se fue con su discípulo.  Cuando ya habían caminado un largo trecho, le dijo el maestro al discípulo: "Busca la vaquita, llévala al precipicio de ahí enfrente y empújala al barranco".  El joven, espantado, miró al maestro cuestionándole lo que le decía.  Al observar el silencio del maestro, fue a cumplir la orden, empujó la vaquita por el precipicio y la vio morir.


Unos años después, el joven decidió ir a aquel lugar y pedir perdón a aquella familia y ayudarlos.  Cuando llegó, vio que la casa ya no era de madera destartalada, el jardín estaba limpio, los niños bien vestidos, y el señor no parecía el mismo.  Le preguntó: "¿Cómo hizo para mejorar este lugar?"  El hombre contestó: "Teníamos una vaquita que nos alimentaba y un día cayó por el precipicio y murió.  De ahí en adelanta nos vimos en la necesidad de hacer otras cosas, y así mejoramos, y nuestros hijos viven mucho mejor".

Muchos tienen "una vaquita" de la que dependen.  Es necesario descubrir esa dependencia para liberarse y desarrollarse por sí mismos.

Dario Lostado
(Despertar a la conciencia día a día)


14 septiembre 2011

Los perros y los hombres

Se cuenta que el jeque Badruddin, el gran pintor, contó que cierto día el director de la escuela y él paseaban con Maulana, y éste les dijo que en realidad prefería pasear en solitario, pues estaba cansado de los saludos y de las manifestaciones de respeto que le dirigían las personas por todas partes, y prefería estar solo.  Siguió caminando solo un rato, hasta que vio un grupo de perros en el arenal que está en las proximidades de la ciudad; y cuando el director se acercó a Maulana, le señaló la paz y el sosiego que reinaba en el grupo de perros, que reposaban tomando el sol.
- Mira esos perros, qué unidos están y con cuánta amistad se tratan.  ¿Y nosotros, los seres humanos?

Maulana reflexionó un poco y respondió:
- En verdad, así es:  estos perros están ahora en calma y en paz; pero si arrojas un hueso entre ellos verás alterarse la unidad de la que hablas.  Lo mismo sucede a la humanidad -siguió diciendo Maulana-.  Los hombres son grandes amigos, siempre que exista desapego entre dos personas y no intervenga entre ellas  la ganancia de las cosas materiales; pero si arrojas entre ellos la codicia del mundo, verás como se altera la paz y cómo se pelean con más saña que los perros.

Solo los que dan poca importancia a las cuestiones pasajeras de lo material y de las posesiones,  que han de "morir y perecer", pueden hacer una vida tranquila y en paz.


Idries Shah
(Los cien cuentos de la sabiduría sufí)

19 julio 2011

Amor es desapego

Todo lo que deseamos se nos prende y así creemos que lo necesitamos.
Cuanto más lo aferramos, más nos duele, cuanto más lo sufrimos, más deseamos.


Así atrapamos lo que más queremos, y en ello nos quedamos atrapados, así nos demoramos, nos perdemos, y de amarlo en verdad nos separamos.


Para romper tal círculo vicioso, debemos desligarnos gradualmente, así estará por siempre con nosotros, y esa unión nunca más podrá romperse.


Tendremos que aprender a amarlo todo, como una parte más de nuestra vida, no en lo que pueda ser para nosotros desde el afecto falso y egoísta.


No amamos aquello que queremos, no deseamos su bien en realidad.
Amar es liberar lo que tenemos, dándole todo sin necesidad.


El sufrimiento viene del apego, y el apego de no saber amar.
Sólo Dios nos libera de este juego.
¡Sólo el Amor nos deja en libertad!


-Willy-