Una serendipia es ...

Una serendipia es un descubrimiento o hallazgo afortunado e inesperado. Así que espero que lo que aquí encuentres sea afortunado y útil para tu crecimiento, además que sea inesperado pues siempre se recibe todo gratamente cuando no tienes expectativas.
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10 diciembre 2018

Carta al Papa

Lo siguiente es una carta que escribí en Suiza a petición reiterada de Emmanuel Tagnard, un periodista religioso de Radio Télévision Suisse, que recolectó cartas para el Papa de personas en diferentes etapas de un viaje que tomó a pie desde Suiza a Roma. Fue parte de una serie de diecisiete cartas al Papa que recogió en cada etapa de un viaje que emprendió a pie desde Suiza a Roma. Emmanuel reunió estas cartas en un libro, Très Saint Père: Lettres ouvertes au pape François, que luego ofreció al Papa.

Su Santidad,

No soy más que un humilde monje budista y no poseo ni las más mínimas cualidades que justifiquen que se tome unos minutos de su precioso tiempo para leer esta carta. Me gustaría ofrecerlo como un homenaje, como una flor enviada desde el otro lado de los prados del Himalaya donde normalmente resido.

Rindo homenaje a la determinación y la perseverancia con las que apoya a aquellos en nuestro mundo que están más desfavorecidos, descuidados, marginados y perseguidos.

También rindo homenaje a sus repetidos llamamientos para que cesen los conflictos sin sentido que conducen a la muerte innecesaria de tantos seres humanos. Como tantas veces señalaste y como Buda dijo, "El odio no cesa por el odio, solo por el amor".¿Cómo podría haber una guerra justa? ¿Cómo podría haber una guerra santa?

Debemos declarar la guerra a la guerra misma. Como usted a menudo nos recuerda, debemos encontrar dentro de nosotros la firme determinación de resolver los conflictos mediante el diálogo, no por debilidad, sino porque es la única forma de establecer una paz genuina. El desarme externo debe comenzar con el desarme interno; paz exterior, con paz interior.  Con demasiada frecuencia, la religión se utiliza como una bandera de reunión para dividir a las personas. Es importante reconocer que, a pesar de nuestras diferencias teológicas y filosóficas, en esencia todas las religiones predican un mensaje de amor. No hay profeta, santo o sabio que haya comenzado predicando el odio hacia nuestro prójimo.

El 14 ° Dalai Lama del Tíbet ofrece cuatro formas de promover la armonía entre las principales religiones de este mundo:

- Asegurar que los teólogos y representantes calificados de estas religiones se reúnan para comprender mejor los puntos fundamentales en el corazón de otras religiones, a fin de evitar puntos de vista distorsionados.

- Animar a los contemplativos a reunirse e intercambiar puntos de vista sobre lo que constituye la esencia de sus prácticas, lo que les permite descubrir lo que los une en el nivel más profundo de su camino espiritual.

- Inspirar a los representantes de las principales religiones para que vayan juntos en peregrinaje a cada uno de sus lugares sagrados. Lugares visitados para experimentar el corazón de cada religión, donde no traemos sentimientos negativos que habitan en nuestra mente.

- Reunir regularmente a los patriarcas de las principales religiones del mundo como lo hizo el Papa Juan Pablo II en 1986. Pero esta vez, no solo para orar juntos, sino para que puedan conocerse, apreciarse y respetarse mutuamente mejor, para que en el futuro puedan consultar entre sí cuando surgen dificultades o conflictos por motivos de división religiosa. Por lo tanto, permítanme concluir esta humilde carta deseándoles una larga vida para que puedan continuar difundiendo el amor y la compasión al servicio de aquellos que más lo necesitan en este mundo.

Respetuosamente suyo,

Matthieu Ricard


25 octubre 2018

Economía Solidaria

Últimamente, cuando miramos la televisión o leemos un periódico, parece que no paren de bombardearnos con debates y discusiones sobre las crisis económicas y sus posibles soluciones.

Muchas de las soluciones propuestas no abordan el problema en profundidad, se limitan a dejar las cosas tal como estaban. La gente cada vez es más consciente de cuan limitadas son estas aproximaciones y de la necesidad de repensar nuestras acciones y sistemas económicos desde una perspectiva individual y global. Para muchas personas no basta solo con prevenir otra crisis financiera. En todo el planeta, los jóvenes y las familias, el mundo académico y laboral, los activistas y los políticos, todos reclaman una economía más solidaria, sostenible e igualitaria, una economía que no ponga en primer término los deseos de unas pocas élites, sino que beneficie a la comunidad mundial a través de la compasión y el humanitarismo y que ofrezca una atención a largo plazo a las futuras generaciones y al destino de la biosfera.

¿Es posible un sistema como el descrito? ¿Cómo sería un sistema así y cómo cambiaría nuestro mundo?

En abril de 2010, estudiosos y expertos de fama mundial de diferentes disciplinas –economía, neurociencia, filosofía, práctica contemplativa y empresa– se reunieron en Zúrich (Suiza) con el Dalái Lama para investigar todos estos temas. El encuentro, titulado «Altruismo y compasión en los sistemas económicos», lo organizó y presentó el Mind and Life Institute, una institución creada a partir de una serie de diálogos interdisciplinarios entre su Santidad el Dalái Lama, científicos, filósofos y contemplativos cuyo propósito era investigar la mente y la naturaleza de la realidad, y a partir de ahí fomentar el bienestar en el planeta. Desde 1987, estos diálogos han explorado una amplia gama de temas, desde la física, la cosmología, la ecología y la ética hasta las emociones destructivas y la educación.

Desde muchos puntos de vista, el encuentro «Altruismo y compasión en los sistemas económicos» fue uno de los más ambiciosos. Surgió por iniciativa de la neurocientífica Tania Singer.

Tania Singer, Matthieu Ricard y Diego Hangartner


27 septiembre 2018

No se le rinde homenaje a Dios matando

En una reunión entre representantes de varias religiones que asistían al Foro Económico Mundial en Davos, el Arzobispo Desmond Tutu, el Premio Nobel de la Paz dijo: "No conozco ninguna religión que diga que está permitido matar". Cuando pronunció estas palabras me aventuré sugerir que este punto de vista es el tema de una declaración conjunta inequívocamente dirigida a personas de diferentes religiones. La pregunta fue evadida con el pretexto de que había "una variedad de puntos de vista al respecto".

Respecto al respeto, se requiere reciprocidad. Uno no puede esperar que nuestra propia religión sea respetada a toda costa y que cometa actos de violencia cuando uno considera que no lo es, si no respetamos la de los demás o la cosmovisión de esos agnósticos o ateos. Es un hecho hoy en día que una gran parte de la humanidad prefería cualquier religión. No ser esclavo de ningún dogma es una de las libertades fundamentales que exige la Declaración Universal de los Derechos Humanos. Todos deberían tener la libertad de seguir su camino intelectual o espiritual mientras les da la bienvenida a otros para que sigan su camino inmediato.

El budismo nunca ha hecho proselitismo en el trabajo. El Dalai Lama a menudo dice: "No vine a hacer uno o dos budistas más". El budismo a veces ha carecido de tolerancia, las personas no somos perfectas. Incluyo el dramático caso de persecución de aldeas musulmanas en Birmania cometido por monjes, o mejor dicho por ex monjes, porque desde el momento en que mata a alguien, o se anima a una tercera persona a matar a alguien y que espera su muerte, inmediatamente pierde votos monásticos. Esto es inexcusable. El Dalai Lama ha dicho en repetidas ocasiones con firmeza: no hay justificación, dentro del budismo, para usar la violencia para lograr cualquier propósito. En Sri Lanka, el establecimiento budista también se unió un poco al gobierno sobre la persecución de los tamiles. Es bastante desafortunado.

Lo único que puede hacer que se perdone al budismo es que si ha habido violencia y guerras en los países budistas, nunca ha habido realmente una guerra en nombre del budismo, llevada a cabo por el budismo. Cualquier forma de guerra, ya sea declarada o llamada "santa", va necesariamente en contra de los valores humanos fundamentales.

En el budismo, no hay diferencia entre matar en tiempo de paz y tiempo de guerra. Un soldado es responsable de los asesinatos que cometió; general es responsable de los asesinatos bajo su mando. Un budista autentico solo puede negarse a participar en actos de guerra. Lo mismo se aplica al jainismo que defiende una estricta no violencia, ahimsa. Los seguidores del jainismo son modelos de transposición de este ideal en la vida cotidiana.

La "conversión" auténtica no es incitar u obligar a alguien a cambiar su religión, sino inspirarle con el deseo de emprender un cambio interno, ser una mejor persona, más afectuoso, más abierto a los demás, más tolerante, contribuyendo así al logro de un mundo mejor.

Permitámonos darnos cuenta de que las masacres ocurren, más que nunca, todos los días en algún lugar del mundo, Siria, Sudán, Pakistán ...

Según Reporteros sin Fronteras, 720 periodistas fueron asesinados en zonas de conflicto desde 2005, muchos de ellos intencionalmente, Siria, Palestina, Ucrania ... 119 fueron destituidos en 2014. En China, treinta periodistas están actualmente en prisión, sentenciados a largas penas solo por haber expresando opiniones que han molestado al régimen. Entre los periodistas actualmente encarcelados en todo el mundo, uno de cada cinco en el este de China.

Matthieu Ricard


10 marzo 2016

Acerca de las Preocupaciones

"A un nivel elemental, como seres humanos, todos somos iguales, cada uno de nosotros aspira a la felicidad, y cada uno de nosotros desea evitar el sufrimiento"

Es por esto, que cada vez que tengo la oportunidad, trato de llamar la atención de las personas a lo que como miembros de la familia humana tenemos en común y es: la profunda interconexión natural de nuestra existencia y bienestar.

Hoy en día, hay cada vez más aceptación, así como una creciente evidencia científica, que confirma la gran conexión entre la felicidad y nuestros estados mentales. Por un lado, muchos de nosotros vivimos en sociedades muy desarrollados materialmente, sin embargo entre nosotros hay muchas personas que no son muy felices. Bajo la hermosa superficie de opulencia hay un tipo de disturbio mental que lleva a la frustración, discusiones innecesarias, dependencia de drogas o alcohol, y en el peor de los casos, al suicidio. Lo mismo podemos decir sobre tus propios amigos. Cuando te encuentras en un intenso estado de odio o rabia, incluso tus amigos más cercanos te parecen fríos, distantes y fastidiosos.

Sin embargo, como seres humanos estamos dotados con esta maravillosa inteligencia humana. A parte de eso, todo ser humano tiene la capacidad de proponerse algo y usar esa fuerte capacidad de determinación en cualquier dirección que le parezca. Mientras recordemos que tenemos este maravilloso don de la inteligencia humana; y la capacidad para desarrollar la determinación y usarla de forma positiva, vamos a perseverar nuestra subyacente salud mental. Darnos cuenta que poseemos este grandioso potencial humano nos da una fortaleza importante. Esta realización puede actuar como un mecanismo que nos permite lidiar con cualquier dificultad, sin importar la situación que estemos afrontando, sin perder la esperanza o hundirnos en sentimientos de baja autoestima.

"Escribo esto como alguien que perdió su libertad a los 16 años, luego perdió su país a los 24"

En consecuencia, he vivido en el exilio por más de 50 años durante los cuales los Tibetanos se han dedicado a trabajar para mantener su identidad Tibetana y perseverar nuestra cultura y valores. En la mayoría de los días las noticias del Tibet son desconsolantes, y aún así ninguno de esos retos nos lleva a rendirnos. Uno de los enfoques que personalmente encuentro útil es cultivar el pensamiento: si la situación o el problema es tal que no puede ser remediado, entonces no hay necesidad de preocuparse al respecto. En otras palabras, si hay una solución o una salida a la dificultad, no necesitas abrumarte por ello.

La acción apropiada es buscar una solución. Luego es claramente más sensible el usar tu energía en la solución más que en preocuparte por el problema. Alternativamente, si no hay solución, no hay posibilidad de resolución, entonces no tiene sentido el preocuparse al respecto, porque de todas formas no puedes hacer nada. En ese caso, mientras más rápido aceptes esa realidad más fácil será para ti. De otro modo serás incapaz de darte cuenta si hay o no una solución al problema.

Teniendo una perspectiva realista y cultivando una motivación apropiada puedes también escudarte contra los sentimientos de miedo y ansiedad. Si desarrollas una motivación pura y sincera, si te motiva ayudar a otros por ser bondadoso, compasivo, y respetuoso, entonces puedes realizar cualquier tarea, en cualquier campo, y funcionar más efectivamente con menos miedo o preocupación, y, sin tener miedo a lo que otros piensen; al final podrás alcanzar tu meta.

"Incluso si fallas al intentar lograr tu meta, te podrás sentir bien por haberte esforzado.  Pero con una mala motivación, la gente te podrá alabar o podrás conseguir lo que buscas, pero de todas formas no podrás ser feliz"

De nuevo, a veces nos podremos sentir como que toda nuestra vida es insatisfactoria, nos sentimos en un punto donde nos abruman las dificultades que confrontamos.

Esto nos pasa a todos de una forma u otra en cualquier momento. Cuando ocurra, es importante que encontremos una forma de elevar nuestro espíritu. Podemos hacer esto al recordar nuestra buena suerte. Podríamos, por ejemplo, ser amados por alguien, puede que tengamos ciertos talentos, puede que hayamos recibido una buena educación; puede que hayamos hecho ciertos actos altruistas en el pasado. Debemos tomar en consideración hasta los aspectos positivos más pequeños. Porque si fallamos en encontrar una forma de elevarnos nosotros mismos, se corre el peligro de hundirnos más en nuestra sensación de impotencia. Esto nos puede llevar a creer que no tenemos la capacidad de hacer nada bueno. Entonces crearemos las condiciones para desesperarnos nosotros mismos.

Como monje budista he aprendido que lo que primordialmente altera nuestra paz interior es lo que llamamos emociones perturbadoras. Todos esos pensamientos, emociones y eventos mentales que reflejan un estado mental negativo o incompasivo; inevitablemente reducen nuestra sensación de paz interna. Todos nuestros pensamientos y emociones negativas (tales como odio, molestia, orgullo, lujuria, codicia, envidia, etc.) son consideradas fuentes de dificultad, son perturbadoras. Los pensamientos y emociones negativas es lo que obstruye nuestra aspiración más básica: el ser feliz y evitar el sufrimiento. Cuando actuamos bajo su influencia, nos hacemos inconscientes del impacto que nuestras acciones tienen en otros: ellas son así la causa de nuestro comportamiento destructivo tanto hacia otros como hacia nosotros mismos. Asesinatos, escándalos, y engaños; todos tienen su origen en estas emociones perturbadoras.

Esto genera inevitablemente la pregunta: ¿podemos entrenar a la mente? Hay muchos métodos para hacer esto. Entre ellos, en la tradición Budista, hay una enseñanza especial llamada entrenamiento mental, el cual se enfoca en cultivar la preocupación por otros y el convertir la adversidad en una ventaja. Es este patrón de pensamiento, el transformar los problemas en felicidad; lo que le ha permitido al pueblo Tibetano mantener su dignidad y su espíritu frente a estas grandes dificultades. Ciertamente he encontrado este consejo muy práctico en mi propia vida.

Un gran maestro del entrenamiento mental una vez explicó que una de las características más maravillosas de la mente es que puede transformarse. No me cabe duda alguna de que aquellos que intenten transformar sus mentes, superar sus emociones perturbadoras y alcanzar la paz interior, van a, en cierto periodo de tiempo, notar un cambio en sus actitudes mentales y sus respuestas a las personas y las situaciones. Sus mentes serán más disciplinadas y positivas. Y estoy seguro que van a encontrar una sensación de mayor felicidad mientras contribuyen a la felicidad de otros. Yo rezo para que todo aquel que haga de esto su meta sea bendecido con el éxito.

Dalai Lama

25 octubre 2014

Responsabilidad universal

«La comprensión de que somos básicamente seres humanos semejantes que buscan felicidad e intentan evitar el sufrimiento, es muy útil para desarrollar un sentido de fraternidad, un sentimiento cálido de amor y compasión por los demás. Esto, a su vez, es esencial si queremos sobrevivir en el, cada vez más reducido, mundo en el que vivimos. Porque si cada uno de nosotros buscamos egoístamente sólo lo que creemos que nos interesa, sin preocuparnos de las necesidades de los demás, acabaremos no sólo haciendo daño a los demás, sino también a nosotros mismos. Este hecho se ha visto claramente a lo largo de este siglo. Sabemos que hacer una guerra nuclear hoy, por ejemplo, sería una forma de suicidio; o que contaminar la atmósfera o el océano para conseguir un beneficio a corto plazo, sería destruir la base misma de nuestra supervivencia. Puesto que los individuos y las naciones están volviéndose cada vez más interdependientes, no tenemos más remedio que desarrollar lo que yo llamo un sentido de responsabilidad universal».

—Fragmento del discurso que leyó el Dalai Lama al recibir el premio Nobel de la Paz en 1989.


01 febrero 2013

Tolerancia: Una herramienta no violenta para cambiar el mundo

La tolerancia va de la mano con el valor, fortaleza interior e inteligencia, cualidades que alivian el sufrimiento mental y nos previenen de caer en pensamientos negativos.

Si seguimos el camino de la venganza, ojo por ojo, diente por diente, entonces, en las palabras de Gandhi: “El mundo estará pronto ciego y desdentado.” La violencia engendra violencia y nos lleva a resultados desastrosos. Debemos evitar a cualquier costo el usar la violencia como solución; los conflictos deben de ser resueltos a través de la negociación y el diálogo.

El Dalai Lama habla comúnmente de la tolerancia. La tolerancia no significa “adelante, hazme daño”, ni tampoco implica que nos deberíamos someter o ignorar la malicia y actos indebidos. No debemos de actuar pasivamente ante la agresión ni tampoco destruir a aquellos que nos dañan. Si fuimos objeto de abuso o injusticia, necesitamos encontrar los medios adecuados para contrarrestarlos. Es esencial que encontremos la manera de romper el ciclo de hostilidad, odio y agresión.

Necesitamos siempre conservar dentro de nosotros una compasión invencible y fortaleza interior inagotable. La motivación que inspira nuestras acciones así como el resultado de estas acciones son clave. Palabras dulces dichas con la intención de lastimar podrán tener la apariencia de gentileza pero en realidad son una forma de violencia. Por otro lado, el acto de una madre que empuja rudamente a su hijo para evitar que sea atropellado por un coche parecería violento cuando de hecho es una forma de no violencia.

Matthieu Ricard


13 septiembre 2012

Responsabilidad universal

La mayoría de nuestros problemas se deben a nuestro ardiente deseo y apego por las cosas que consideramos duraderas y que, en realidad, no lo son. En la búsqueda de los objetos que deseamos, hacemos uso de la agresión y la competitividad como instrumentos supuestamente eficaces. Estos procesos mentales, que se han ido desarrollando en el ser humano desde tiempos inmemoriales, se traducen fácilmente en acciones que como resultado producen una actitud beligerante. Nos deberíamos plantear qué podemos hacer para controlar y regular estos venenos (engaño, codicia, agresividad, etc.) puesto que sabemos que son ellos los que se encuentran detrás de casi todos los problemas mundiales. Buscando su propia felicidad, los seres humanos han utilizado diferentes métodos, a menudo crueles y repulsivos. Se han comportado de forma completamente impropia a su condición de seres racionales, ocasionando sufrimiento a su prójimo y a otros seres vivos, únicamente en su propio beneficio. Al final, estas acciones tan torpes traen sufrimiento a uno mismo y a los demás. Nacer como ser humano es un acontecimiento poco común, sería sensato utilizar esta oportunidad de la forma más efectiva y hábil que fuese posible. Debemos tener una perspectiva correcta del proceso universal de la vida, para que no se alcance la felicidad o la gloria de una persona, a grupo de personas, a expensas de los demás. Todo lo expuesto hasta ahora exige una nueva aproximación a los problemas globales. El mundo es cada vez más pequeño y más interdependiente, debido, principalmente, a los avances tecnológicos, el comercio y las relaciones internacionales. Actualmente, dependemos los unos de los otros más que nunca. En la antigüedad, los problemas eran, por lo general, de tipo familiar y, lógicamente, era también a nivel familiar donde se intentaban solucionar.

Hoy, la situación ha cambiado, dependemos tanto unos de otros, y estamos tan íntimamente unidos, que no podemos superar los peligros de nuestra propia existencia, y mucho menos generar paz y felicidad, sin un sentimiento de responsabilidad universal, sin un sentimiento de hermandad universal y sin un convencimiento de que todos formamos parte de una gran familia humana. Aunque el incremento de interdependencia entre naciones debería generar una atmósfera más comprensiva, en realidad, es difícil lograr un espíritu de verdadera cooperación, ya que hay personas que permanecen completamente indiferentes a los sentimientos y a la felicidad de sus semejantes. Cuando las personas actúan motivadas, sobre todo por la codicia y la envidia, no pueden vivir en armonía. Un acercamiento espiritual puede que no resuelva todos los problemas políticos causados por el espíritu egocéntrico que existe, pero, a largo plazo, sí podrá superar el origen de las dificultades con las que nos enfrentamos en la actualidad. Por otra parte, si la humanidad continúa resolviendo sus problemas considerando sólo las conveniencias a corto plazo, las generaciones futuras tendrán ante sí enormes dificultades. La población mundial está aumentando y los recursos naturales se van agotando rápidamente. Podemos poner a los árboles como ejemplo, nadie sabe con exactitud cuáles serán las consecuencias con respecto a la masiva deforestación, con respecto al clima, al suelo y al sistema ecológico mundial en general. Nos enfrentamos a tantos problemas porque la gente se preocupa por resolverlos sólo a corto plazo, de forma egoísta y desconsiderando al resto de la humanidad. No piensan en el mundo ni en las consecuencias a largo plazo para la vida del planeta. Si nosotros las personas de la actual generación, no meditamos sobre todo esto, las generaciones futuras no podrán hacer frente a tantas calamidades.

Dalai Lama 
(Una aportación humana a la paz mundial)


07 julio 2012

Era de la mujer

Recientemente durante su visita a Yeunten Ling, un reconocido centro budista en Huy, Bélgica, el Dalai Lama habló acerca del rol de las mujeres.

“Las antiguas tribús nomádicas eran igualitarias y no estaban gobernadas por jefes. Luego vino la era de la agricultura sedentaria y el comienzo de la acumulación de la riqueza. Surgieron algunos alborotadores y se volvió necesario el tener líderes que pudieran mantener las cosas en orden. La fuerza física era esencial por lo que, de manera natural, el dominio masculino imperó.

Luego vino la era de la educación, inteligencia y razón. Las mujeres y los hombres son equitativos en estas áreas. Hoy en día, aunque todavía queda mucho por avanzar, hemos entrado a la era de la igualdad entre hombres y mujeres.

Si miramos hacia adelante, parecería que las cualidades esenciales que una sociedad necesita son afecto, preocupación por los demás, altruísmo y compasión. Es claro que las mujeres, de manera natural, se inclinan más a cuidar y ser compasivas que los hombres. Esto viene, probablemente, del instinto maternal de cuidar a un hijo que depende de ella y el estar preocupada por sus sufrimientos y felicidad. Frente a la necesidad de promover una sociedad más altruista, parece que estamos entrando a la ‘era de la mujer’.”

Y el Dalai Lama concluyó: “Por mi parte, yo me considero un ‘feminista’.”

Cuando el Dalai Lama expresó esta visión en el Encuentro de Paz en Vancouver en 2009 en el cual participaron cinco mujeres ganadoras del Premio Nobel de la Paz, Mary Robinson, la primer mujer presidenta de Irlanda y previa Alta Comisionada de Derechos Humanos de las Naciones Unidas, comentó: “ Si digo que soy feminista, no sorprende a nadie. Pero si el Dalai Lama dice que es feminista eso si que es algo especial.”

El Dalai Lama frecuentemente dice que si llegara el día en que las mujeres pudieran ejercer una influencia mayor y de más beneficio en la sociedad, el siguiente Dalai Lama no solo podría ser mujer sino que debería de ser mujer.



23 julio 2011

El futuro no duele. Todavía (IV)

Una sociedad altruista es aquella en la que no sólo nos preocupamos por nosotros y nuestros familiares más cercanos, sino por la calidad de vida de todos los miembros actuales de la sociedad, mientras que permanecemos conscientemente atentos del destino de las generaciones venideras.

En particular, tenemos que hacer progresos importantes con respecto a la forma en que tratamos a los animales: como objetos de consumo y productos industriales, no como seres vivos que luchan por su bienestar y que quieren evitar el sufrimiento. Cada año, más de 150 mil millones de animales terrestres son asesinados en el mundo para el consumo humano, así como cerca de 1.5 trillones de animales marinos. En los países ricos, el 99% de estos animales terrestres son criados y sacrificados en granjas industriales y viven sólo una fracción de su expectativa de vida. Además, de acuerdo con las Naciones Unidas y los informes de la FAO sobre el cambio climático, la producción ganadera es responsable de una mayor proporción (18%) de las emisiones de gases de efecto invernadero que la totalidad del sector mundial de transporte. ¡Una solución podría ser comer menos carne!

Como el Dalai Lama señala a menudo, la interdependencia es una idea central del budismo que nos lleva a un entendimiento más profundo de la naturaleza de la realidad y a una consciencia atenta a la responsabilidad global. Dado que todos los seres están interrelacionados entre sí, todos sin excepción alguna, quieren evitar el sufrimiento y alcanzar la felicidad; esta comprensión es la base para el altruismo y la compasión. A su vez conduce naturalmente a la actitud y a la práctica de la no violencia hacia los seres humanos y a los animales … y hacia el medio ambiente.

Matthieu Ricard

29 abril 2011

19 consejos

1. Ten en cuenta que el gran amor y los grandes logros requieren grandes riesgos

2. Cuando pierdes, no pierdas la lección.


3. Sigue las tres R: Respeto a ti mismo, Respeto para los otros y Responsabilidad sobre todas tus acciones


4. Recuerda que no conseguir lo que quieres, a veces significa un maravilloso golpe de suerte.


5. Aprende las reglas, así sabrás como romperlas apropiadamente.


6. No permitas que una pequeña disputa destroce una GRAN AMISTAD.


7. Cuando creas que has cometido un error, haz algo inmediatamente para corregirlo.


8. Ocupa algo de tiempo cada día en estar solo.


9. Abre tus brazos al cambio, pero no te olvides de tus valores.


10. Recuerda que a veces el silencio es la mejor respuesta.


11. Vive una buena y honorable vida, así cuando seas mayor y mires atrás podrás disfrutarla por segunda vez.


12. Una atmósfera amorosa en tu casa es el cimiento para tu vida.


13. En discusiones con alguien querido ocupate sólo de la situación actual, no saques a relucir el pasado.


14. Comparte tu conocimiento, es una manera de conseguir la inmortalidad.


15. Se considerado con la Tierra.


16. Una vez al año ve a algún lugar en el que nunca hayas estado antes.


17. Recuerda que la mejor relación es aquella en la que el amor por cada uno excede la necesidad por el otro.


18. Juzga tu éxito según lo que has sacrificado para conseguirlo.


19. Acércate al amor y a la cocina con osada entrega.



Dalai Lama


17 marzo 2011

La paradoja de nuestra época

Tenemos casas más grandes pero menos familia;
más amenidades, pero menos tiempo;

Tenemos más títulos, pero menos sentido común;
Tenemos más conocimiento, pero menos juicio;
Somos más expertos, pero tenemos más problemas;
Tenemos más medicinas, pero menos salud;

Hemos ido hasta la Luna y regresado,
pero es un problema cruzar la calle
y presentarnos a nuestro vecino.

Hemos construido más computadores que les quepa
más información para producir más copias que nunca,
pero tenemos menos comunicación;

Nos hemos extendido en cuanto a cantidad,
pero cortos en calidad.

Estos son los tiempos de las comidas rápidas
pero de lenta digestión;

Hombre alto pero de poco carácter;
Altas ganancias pero pobres relaciones.

Es una época en la que hay mucho en la ventana,
pero nada en la habitación.

Dalai Lama


Photo by Edith