Una serendipia es ...

Una serendipia es un descubrimiento o hallazgo afortunado e inesperado. Así que espero que lo que aquí encuentres sea afortunado y útil para tu crecimiento, además que sea inesperado pues siempre se recibe todo gratamente cuando no tienes expectativas.
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06 enero 2025

Imperfect Courage (una valentía imperfecta)

Imperfect Courage de Jessica Honegger es una autobiografía inspiradora que anima a los lectores a aceptar sus imperfecciones y dar pasos audaces hacia sus sueños, a pesar de los miedos e incertidumbres que puedan surgir. El libro combina anécdotas personales, conocimientos de su trayectoria como fundadora de la marca de moda con conciencia social Noonday Collection y orientación práctica sobre cómo vivir con valentía. 
Aquí hay 10 lecciones del libro: 

1. Aceptar la imperfección: Honegger enfatiza que la perfección es un estándar inalcanzable. En cambio, aboga por aceptar las propias imperfecciones y vulnerabilidades como una fuente de fortaleza. Aceptar la imperfección permite el crecimiento y la autenticidad. 

2. Coraje sobre la comodidad: El libro enfatiza la importancia de elegir el coraje sobre la comodidad. Honegger comparte sus experiencias al salir de su zona de confort para perseguir sus sueños, ilustrando cómo el coraje puede generar oportunidades transformadoras. 

3. Comunidad y conexión: Honegger destaca el valor de la comunidad y el impacto de las relaciones. Establecer conexiones con otros puede brindar apoyo, aliento y responsabilidad en el camino hacia metas personales y profesionales. 

4. Persiguiendo un propósito: La narrativa anima a los lectores a identificar y perseguir su propósito. Honegger comparte su propio viaje para encontrar un trabajo significativo que se alinee con sus valores y pasiones, e insta a otros a hacer lo mismo. 

5. El poder de contar historias: Honegger analiza la importancia de compartir historias, tanto las suyas como las de los demás. Ella cree que contar historias puede fomentar la empatía, la comprensión y la conexión y, en última instancia, inspirar el cambio.

6. Superar el miedo: a lo largo del libro, Honegger enfrenta sus miedos y desafíos. Proporciona estrategias prácticas para superar el miedo, incluido replantear los pensamientos negativos y dar pasos pequeños y viables hacia las metas. 

7. Resiliencia en la adversidad: las memorias destacan la importancia de la resiliencia ante los reveses. Honegger comparte sus experiencias con el fracaso y la decepción, ilustrando cómo la perseverancia puede conducir al crecimiento y al éxito. 

8. Devolver: Honegger enfatiza la importancia de la responsabilidad social y la retribución a la comunidad. Su trabajo con Noonday Collection ejemplifica cómo las empresas pueden ser una fuerza para el bien, creando oportunidades para los artesanos de todo el mundo. 

9. La mentalidad importa: el libro enfatiza la importancia de cultivar una mentalidad positiva. Honegger anima a los lectores a cambiar su forma de pensar de una mentalidad de escasez a una de abundancia y posibilidades. 

10. La acción es clave: Honegger enfatiza que tomar medidas, por pequeñas que sean, es crucial para lograr avances. Ella alienta a los lectores a comenzar donde están, utilizando sus talentos y recursos únicos para crear un cambio significativo. 

Imperfect Courage es una lectura empoderadora que inspira a las personas a aceptar sus imperfecciones, enfrentar sus miedos y perseguir sus pasiones con valentía. Las ideas y las historias personales de Jessica Honegger proporcionan una hoja de ruta para cualquiera que busque vivir una vida más auténtica y con un propósito. El libro anima a los lectores a dar pasos imperfectos hacia sus sueños, recordándoles que está bien ser valiente ante la incertidumbre.



19 septiembre 2023

Pídele a la vida un cómplice

Alguien que aparezca de la nada
y no se asuste de tus heridas.

Quien te vea destruida/o y se arremangue para sacarte de un mal día con su presencia o las horas contadas.
Con quien puedas sentarte a contar parte de tu vida sin desnudarte el cuerpo, mientras que llevas vestida el alma con desilusiones.

Pídele a la vida un cómplice.
Que no tenga vergüenza de verte a cara lavada, con las manos agrietadas o liviana de lujos.
Que puedas salir cualquier día de su mano y también de su vista, que te busque con esa preocupación que solo sienten los que tienen miedo de perderte por que eres parte de sus planes y su felicidad.
Un cómplice cuando no haya ganas de hacer el amor pero sentirlo en una caricia, un detalle, una palabra.
Que sepa distinguir esos instantes de soledad que se necesitan cuando los recuerdos y las fechas no le tienen piedad al calendario .

Pídele a la vida un cómplice.
Con quien no puedas tener secretos tus sentimientos.
Que llegue la noche y te bese la frente, te saque los miedos, te meta en su presente.
Alguien capaz de entender como eres por que no ha sido fácil cada mañana cuando despertaste y te preguntaste una y otra vez, hasta donde puede llegar el dolor y las ausencias.

Un cómplice para reír y llorar.
Saber que puedes apoyarte cuando tus piernas tiemblan y necesitas un abrazo más que cien palabras.
Con quien te despidas al cerrar los ojos y te sientas completamente segura /o de que al abrirlos, estará a tu lado, sabiendo que contigo nada será fácil, pero te acepta, te quiere y te elige día tras día.

No lo busques.
No lo sueñes.
No lo imagines.
Ni lo idealices.

Pídele a la vida un cómplice.
El universo siempre conspira a tu favor.
Y mientras llega, sé feliz, busca en ti, disfrútate a ti, vive en ti.



30 agosto 2021

Toda historia tiene más de una versión

Siempre había visto esta imagen con la primera parte, y me daba risa pensar que según entendía, nos encanta culpar a otros por lo que a veces hacemos, pero cuando vi la segunda parte, y la imagen completa, entonces entendí que es muy fácil juzgar las historias de otros, con la pequeñísima parte de información que tenemos en nuestras manos.  Es bien fácil sacar "conclusiones" con poca información o incluso con chismes (historias inventadas), es muy fácil apuntar sin siquiera tener algo de compasión o empatía por las personas y sus familias, y a veces también conociendo que las personas son buenas y honestas decidimos juzgarlos porque el chisme que les inventaron está más bueno que lo que la persona es en realidad.

Esta mañana leía, un pasaje que me he repetido muchas veces, cuando por alguna razón intento levantar el dedo para juzgar, mi Maestro y Salvador Jesús me dice "No se conviertan en jueces de los demás, y así Dios no los juzgará a ustedes. Si son muy duros para juzgar a otras personas, Dios será igualmente duro con ustedes. Él los tratará como ustedes traten a los demás" Mateo 7:1-2, y entonces me pongo frente a mí misma, y comprendo que estoy aquí por Gracia, porque sinceramente nada somos o merecemos. Y entonces puedo ser más empática con mis semejantes, y entiendo que cuando intento levantar el dedo, yo misma tendría que evaluar mis acciones y mi vida, dejar mi gran ego de perfección y entonces ese deseo de juzgar se vuelve compasión, se vuelve empatía, y entonces cierro la boca, e intento no juzgar sino amar, y alentar o apoyar, así sin más, porque todos absolutamente en algún momento necesitamos rodearnos de un poco de eso.

¡Menos juicios, más amor y compasión!
A eso hemos sido llamados en este mundo.
¡Vivamos en la Gracia!

Edith Reyna



03 junio 2019

La deuda de la prostituta

En agosto, en una pequeña ciudad, cae una lluvia torrencial y hace varios días que la ciudad parece desierta.

Hace tiempo que la crisis viene azotando este lugar, todos tienen deudas y viven a base de créditos.

Por fortuna Llega un millonario forrado de dinero y entra en el único pequeño hotel del lugar, pide una habitación, pone un billete de 100 Euros en la mesa de la recepcionista y se va a ver las habitaciones.
- El jefe del hotel agarra el billete y sale corriendo a pagar sus deudas con:
- El carnicero.
Éste toma el billete y sale corriendo a pagar su deuda con:
- El criador de cerdos.
Al momento éste sale corriendo para pagar lo que le debe al:
- Molino proveedor de alimentos para animales.
El dueño del molino toma el billete al vuelo y corre a liquidar su deuda con:
- María la prostituta a la cual hace tiempo no le paga, en tiempos de crisis hasta ella ofrece servicios a crédito...
La prostituta con el billete en mano sale para:
- El pequeño hotel, donde había traído a sus clientes las últimas veces y que todavía no había pagado y le entrega el billete:
- Al dueño del hotel.
En este momento baja el millonario que acaba de echarle un vistazo a las habitaciones, dice que no le convence ninguna, toma el billete y se va.

"Nadie ha ganado un centavo, pero ahora toda la ciudad vive sin deudas y mira el futuro con confianza"!!!

MORALEJA:
SI EL DINERO CIRCULA, EN LA ECONOMÍA LOCAL, SE ACABA LA CRISIS.

Consumamos más en los pequeños comercios y mercados.
- Dejate de banalidades!
- Consume lo que tus amigos y tu país producen !!!
- Si tu amigo tiene una microempresa ¡comprale!
- Si tu amigo vende ropa ¡comprale !
- Si tu amigo vende zapatos ¡comprale!
- Si tu amiga vende Repostería ¡comprale!
- Si tu amiga hace uñas !lleva a tu mamá!
- Si tu amigo es contador ¡ve a que te asesore!!
- Si mi amigo fuera dueño de un restaurante... ¿Qué creés?
¡Yo comería ahí!
- Si un amigo mío tuviera una pastelería *¡a ésa iría!
- Si un amigo mío tuviera una tienda ¡en esa compraría!
La próxima vez que entres a una gran pastelería, acuérdate de tu amigo, hermana, prima, tío que vende empanadas, hojaldres, pasteles y que además son deliciosos.
Al final del día, La mayor parte del dinero es recaudado por las grandes corporaciones y ¿qué crees? Se va del país! Pero cuando compras a un emprendedor, a un pequeña mediana empresa o a tus amigos, los ayudas a ellos, todos ganamos y aportas a nuestra economía.
Apoyemos el emprendimiento...
Apoyemos el consumo local ....
Apoyemos la producción nacional...


29 noviembre 2018

Estar presente

En cierta ocasión, durante una conferencia que di ante un grupo de profesionales, me hicieron esta pregunta: “¿Qué es lo más importante que ha hecho en su vida?”

En mi calidad de profesor e investigador, sabía que los asistentes deseaban escuchar anécdotas sobre mi trabajo, entonces les respondí:

-“Lo más importante que he hecho en mi vida, tuvo lugar el 8 de octubre de 1990. Comencé el día jugando golf con un amigo mío al que no había visto en mucho tiempo. Entre jugada y jugada me contó que su esposa y él acababan de tener un bebé. Mientras jugábamos, llegó el padre de mi amigo, que consternado, le dijo que habían tenido que llevar a su bebé de emergencia al hospital.

En un instante, mi amigo se subió al auto de su padre y se marchó. Yo, por un momento, me quedé donde estaba, sin saber qué debía hacer. ¿Seguir a mi amigo al hospital? Mi presencia allí, me dije, no iba a servir de nada, pues la criatura estará al cuidado de médicos y enfermeras, y nada de lo que yo hiciera o dijera iba a cambiar las cosas.

¿Brindarle mi apoyo moral? Eso, quizás, pero tanto él como su esposa provenían de familias numerosas, y sin duda estarían rodeados de parientes, que les ofrecerían el apoyo necesario. Lo único que haría yo sería estorbar. Así que decidí ir más tarde al hospital a visitar a mi amigo.

Al poner en marcha mi auto, me percaté de que mi amigo había dejado su camioneta con las llaves puestas, estacionada junto a las canchas. Decidí pues, cerrar el auto e ir al hospital a entregarle las llaves.

Como supuse, la sala de espera estaba llena de familiares. No tardó en presentarse un médico, que se acerca a la pareja y, en voz baja les comunica que su bebé había fallecido. Los padres se abrazaron y lloraron, mientras todos los demás los rodeamos en medio del silencio y el dolor. Al verme mi amigo se refugió en mis brazos y me dijo: “Gracias por estar aquí”.

Durante el resto de la mañana, permanecí sentado en la sala de urgencias del hospital, viendo a mi amigo y a su esposa sostener en brazos a su bebe y despedirse de él.

-“Esto es lo más importante que hecho en mi vida”, y aquella experiencia me dejó tres enseñanzas:

Primero: lo más importante que he hecho en la vida ocurrió cuando no había absolutamente nada que yo pudiera hacer. Nada de lo racional que aprendí en la universidad, ni en el ejercicio de mi profesión, me sirvió para tales circunstancias. A dos personas les sobrevino una desgracia y lo único que pude hacer fue acompañarlos y esperar. Pero estar allí, era lo principal

Segundo: aprendí que al aprender a pensar, casi me olvido de sentir.

Tercero: aprendí que la vida puede cambiar en un instante. Así pues, hacemos planes y concebimos nuestro futuro como algo real, y olvidamos que perder el empleo, sufrir una enfermedad grave o un accidente, y muchas otras cosas más, pueden alterar ese futuro planeado humanamente en un abrir y cerrar de ojos.



No necesitamos tener exactamente un día así para empezar a meditar. Hemos tenido nuestros propios días difíciles y hasta malos. La palabra de Dios constantemente habla de amor, perdón, salud, de libertad, de paz, pero solo se los puede experimentar cuando nuestra vida tiene balance. El balance es igual a salud. Sin un equilibrio buscado intencionalmente cada día entre las actividades mundanas y las espirituales, entre la vida temporal y la vida eterna nunca podremos experimentar salud emocional y espiritual y todas sus añadiduras.

Necesitamos aprender que por ejemplo, ningún empleo compensa perderse unas vacaciones con los que realmente amas, romper con la pareja o pasar un día festivo lejos de los tuyos. Todos necesitamos aprender a diferenciar entre lo urgente – cotidiano y temporal – y lo importante – vital y eterno. Necesitamos reconocer las limitaciones de racionalizarlo todo, suprimiendo nuestros sentimientos por temor a ser heridos.

Lo más importante en la vida, aunque suene cliché, no es ganar dinero, ascender en la escala social, o recibir honores y fama. Lo más importante en la vida es el tiempo que dedicamos a tener balance en nuestra vida para saludablemente cultivar amistades auténticas, formar una familia, crear un legado, y conocer y amar más diariamente a Dios.

Por eso quiero compartir este lunes con usted una oración de agradecimiento a Dios:
“Gracias Señor…

a) Por mis hijos que NO limpian sus habitaciones, pero están viendo tele, porque significa que están en casa y no en las calles

b) Por los rebajos en mi sueldo, porque significa que estoy trabajando

c) Por el desorden que tengo limpiar después de una fiesta, porque significa que estuvimos rodeados de seres queridos.

d) Por las ropas que me quedan un poco ajustadas, porque significa que tengo más que suficiente para comer.

e) Por mi sombra que me ve trabajar, porque significa que puedo salir al sol.

f) Por el césped que tengo que cortar, ventanas que necesito limpiar, cañerías que arreglar, porque significa que tengo una casa.

g) Por las quejas que escucho acerca del gobierno, porque significa que tenemos libertad de expresión

h) Porque cuando no encuentro estacionamiento, significa que tengo automóvil

i) Por los gritos de los chicos, porque significa que puedo oír

j) Por la ropa que tengo que lavar y planchar, porque significa que me puedo vestir

k) Por el cansancio al final del día, porque significa que fui capaz de trabajar duro

l) Por el despertador que suena temprano todas las mañanas, porque significa que ¡Estoy vivo!

m) Y finalmente, por la cantidad de mensajes que recibo, porque significa que tengo amigos y amigas que piensan en mi

La vida consiste en tomar decisiones firmes que traen salud emocional y espiritual, un balance intencional discerniendo entre lo urgente y lo importante. Son decisiones hechas por amor, no por conveniencia, o presión del mundo. La verdadera salud que trae paz y gozo viene de hacer la voluntad de Dios conforme a Sus propósitos y no la nuestra.

Te deseo una semana balanceada

Juan Carlos Flores Zúñiga


26 abril 2018

El legado de una vida malgastada

Hace unas semanas, una persona que conozco desde hace muchos años, capuchino humeante en mano, me preguntó: "¿No sientes que has malgastado tu vida?". Se refería al hecho de que no he tenido hijos. Me quedé en shock. Alguien que me conoce y que (creo) me considera buena persona piensa que he malgastado mi vida. ¿Acaso no tengo legado al no trasmitir mis genes a otra generación? ¿No tengo cabida en la sociedad futura? ¿De verdad he malgastado mi vida?

Continué con la conversación como si nada, pero esa pregunta permaneció en mi mente.

No me malinterpretes, no me arrepiento de nada. Hasta ahora, mi vida ha sido estupenda, pero debo reconocer que hay una parte egoísta de mí que no quiere desaparecer sin dejar absolutamente ninguna huella.

Sí que entiendo el instinto de reproducirse. Es naturaleza humana. Simplemente nunca ha sido algo especialmente importante para mí. Y yo formo parte de un grupo demográfico cada vez más grande: un conjunto de hombres y mujeres que han escogido una vida sin hijos.

Reino Unido es el tercer país con la tasa de natalidad más baja del mundo, y esta cifra va en aumento. Las familias cada vez son más pequeñas y las mujeres tardan más que nunca en tener hijos. Sin embargo, aquellas que optan por no tener descendencia siguen siendo representadas como personas egoístas, poco femeninas o trastornadas.

Nuestro único objetivo era aprender, vivir experiencias y ver tanto mundo como pudiéramos. No nos planteábamos tener hijos.

No odio a los niños, simplemente no me gustan lo suficiente como para tener uno. Apenas han tenido cabida en mi lista de cosas que hacer en la vida, porque estaba demasiado ocupada viviendo. Me pasé gran parte de mi juventud, entre los 20 y los 30, viajando a otros países. Mi pareja y yo éramos espíritus libres, y viajábamos en busca de aventuras. Nuestro único objetivo era aprender, vivir experiencias y ver tanto mundo como pudiéramos. No nos planteábamos tener hijos.

Hay muchos animales que mueren después de aparearse. Existe una especie de gusano poliqueto que se encuentra en arrecifes de agua salada. En la oscuridad de las noches de luna nueva, ejecuta un baile muy elaborado con su pareja. Este ballet bajo el agua termina de forma dramática, pues ambos mueren por decisión propia. Como comprenderás, yo espero que como humanos seamos un poco más inteligentes. La descendencia es importante, pero no puede ser el único fin de nuestra existencia.

Parece que hoy en día, la paternidad se ha convertido en una característica especial, y que los padres pertenecen a una especie de club de élite, con reglas, beneficios y desafíos que los que no tienen hijos nunca entenderán. Parece que aquellas personas que no son padres dan lástima a los demás: se les ve como egoístas e inmaduras, sin perspectivas de futuro.

Lo cierto es que nosotros, los que no tenemos hijos, sí disponemos de más tiempo. Sin embargo, no todos vamos luciendo nuestros cuerpos sin estrías (ojalá fuera así) por la alberca o paseando por los pasillos de museos. Algunos empleamos ese tiempo en cuidar a nuestros padres, porque hay que prestar atención a toda la comunidad, no solo a nuestro propio hijo.

Las estadísticas señalan que las personas sin hijos tienden a dedicar más tiempo a ayudar a la comunidad y donan más dinero a las organizaciones benéficas después de morir. Un 48% de las personas mayores de 55 años declaran en sus testamentos que desean realizar donaciones, en comparación con un 12% de los padres de la misma edad. Un investigador alemán reveló que un 42% de las fundaciones benéficas eran creadas por personas que no tenían hijos.

Dicen que hace falta un pueblo entero para criar a un niño, y yo quiero ser parte de ese pueblo.
Eglantyne Jebb, fundadora de Save the Children, no tiene hijos, al igual que Maurice Pate de Unicef y Cecil Jackson-Cole, que ayudó a crear Oxfam, Help the Aged y ActionAid. Es posible ejercer el cariño y cuidado de un padre sin serlo. Dicen que hace falta un pueblo entero para criar a un niño, y yo quiero ser parte de ese pueblo.

Con esto no estoy tratando de convencer a nadie de que no tenga hijos, solo estoy diciendo que es una elección propia. El hecho de no tener hijos no quiere decir que nuestras voces, opiniones o aportaciones a la comunidad no sean importantes. Y creo que tenemos derecho a sentarnos en la mesa de los mayores.

Ahora mismo estoy esforzándome para estar en paz respecto a mi legado. Mientras escribía esto le conté mis preocupaciones a una amiga que sí tiene hijos, y me dijo algo que nunca olvidaré. Me recordó que siempre voy a vivir en la memoria de las personas a las que quiero, en las de sus propios hijos, mis amigos y cualquier persona que me ha conocido. Esas personas me recordarán porque quieren y no porque yo sea la responsable de su color de ojos.


Elizabeth Dale
(Este artículo fue publicado originalmente en el 'HuffPost' Reino Unido y ha sido traducido del inglés por María Ginés Grao para 'HuffPost' España)


01 octubre 2015

Cicatrices del alma

La vida está llena de momentos. Algunos buenos, otros malos, por su puesto, algunos de esos momentos marcan de una manera tan profunda la vida que te dejan una cicatriz, a veces visible, como las cicatrices que vemos en el rostro de aquellos que sufrieron un terrible accidente.

En el alma radica la mente, la voluntad, las emociones, el intelecto y el entendimiento y cuando hablamos de cicatrices del alma nos referimos aquellos momentos en los que algunas de estas áreas se vieron afectadas, tanto que al ver o sentir la marca que ha quedado, recordamos aquel momento con dolor.
Tal es el caso de la madre que tuvo un hijo. Ese día jamás lo olvidara, pero la historia hubiese sido diferente si el padre de ese niño hubiese estado cerca o si lo hubiese tenido en condiciones sociales mas favorables. O que tal la historia de tres niños en un tren jugando, un padre únicamente observándolos y un hombre reclamándole al padre porque no controla a su hijos y la respuesta de aquel padre: su madre acaba de morir y no se como darles la noticia. O el caso de un hombre que creyó estar amando a su esposa y por tantas ocupaciones no cumplía con las expectativas de ella y ella en vez de confrontarlo, decidió buscar una persona más.

Todos estos casos dejan cicatrices en el alma. Personas que jamás pudieron ser las mismas. Pero la pregunta ante todos estos problemas es como cerrar a herida y al ver la cicatriz saber que ya todo pasó y ver la posibilidad de un nuevo comienzo.
¿En quién me apoyo? ¿A quién busco? ¿Quién pudiera ayudarme? Ante estas situaciones naturales, necesitamos una fuerza sobrenatural: a Dios, quien en diversas situaciones ha utilizado su poder para hacer nuevas todas las cosas, para cambiar la tristeza en alegría, para calmar la desesperación y convertirse en nuestro único apoyo 24 horas, los 7 días de la semana, aquel que nos entiende porque nos formó y conoce exactamente la profundidad de esa cicatriz.

¿Qué vas a hacer con tus cicatrices? ¿Vivir toda tu vida lamentando que las tienes, preguntándote por qué te sucedió aquello a ti? Si bien es cierto que las cicatrices son imborrables, siempre estarán allí, cuando te fortaleces en las áreas en las que no tienes ninguna y le das oportunidad a Dios para que te sane, tu vida puede comenzar de nuevo, te darás cuenta de que amaneció de nuevo para ti y que tu vida puede ser mejor que nunca antes. Dios tiene el poder de hacer que una historia con cicatrices tenga un final feliz.

09 abril 2014

Siempre que camines, derriba los puentes que hayas cruzado para que no haya posibilidad de volver.

El ayudante del facilitador dice que ese grupo fue mejor que el anterior, que tenía más intensidad, más dinamismo.

"Trabaja como si estuvieras prácticamente loco. Tengo la sensación de que todavía te contienes mucho, de que no te implicas totalmente y te quedas en la periferia. Siempre dejas un espacio al cual poder retirarte en caso de que las cosas se vuelvan excesivas. Siempre que camines, derriba los puentes que hayas cruzado para que no haya posibilidad de volver. Cuando hayas escalado a determinada altura, tira la escalera. De ese modo, no te quedará más remedio que seguir adelante o morir, pero no podrás volver. No crees nunca una situación en la que puedas retirarte dentro de ti mismo siempre que quieras. No; si lo haces, no te convertirás en un auténtico facilitador, y a mí me gustaría que te conviertas en uno.

Ser un ayudante es distinto, porque trabajas como una sombra y la responsabilidad no es tuya. Pero una vez que te conviertes en facilitador, toda la responsabilidad recae sobre ti y ya no vale estar precisamente al cincuenta por ciento. Explota, y explota al cien por cien. Solamente podrás ayudar a otras personas si explotas. Si el grupo siente que tú estás desganado, ellos estarán aún más desganados. Si tú estás al cincuenta por ciento, ellos sólo estarán al veinte por ciento. El grupo sólo funcionará a la mitad de lo que funcione el facilitador. Para comenzar a evaporarte tienes que hervir al cien por cien. Sólo entonces se atreverán a ir contigo.

Lo fundamental en todas las terapias, en todos los procesos de grupo, es conseguir crear una situación en la que la gente se pueda atrever, eso es todo. No importa cómo la crees. Tú les das un impulso y un reto. Tú abres un abismo ante ellos y los tientas a que salten. Hace falta el grupo, porque si están solos nunca se atreverán a saltar, tendrán mucho miedo.

Pero cuando ven que se puede saltar y seguir vivo y, no sólo eso, sino más vivo que nunca, cuando ven que el abismo no es muerte, sino vida en abundancia, cuando ven que el que lo hizo primero ganó algo, que no perdió nada, que se enriqueció y ganó vitalidad, comienzas a atreverse. Primero se atreve una persona, luego lo sigue otra y después otra, y después se convierte en algo sencillo, en un fenómeno muy sencillo. Pero tú mismo tienes que ser valiente. De modo que en el siguiente grupo atrévete todo lo que puedas. Y no es algo en lo que te puedas exceder. Todo lo que hagas será siempre menos de lo que puedes hacer. Bien".

Osho


14 noviembre 2013

Amigos

La psicología positiva propone que uno de los cinco componentes del bienestar son las buenas relaciones. Si en este momento te preguntaras acerca de lo más importante en tu vida, lo más probable es que trajeras a tu mente a tu familia o a una persona cercana. De hecho, gran parte de las personas que buscan ayuda en terapia lo hacen después de que han tenido problemas en una relación cercana.




Chris Peterson, uno de los fundadores de la psicología positiva, lo resumía en una frase muy clara: “Las otras personas también cuentan”. Sin embargo, es común que dediquemos poco tiempo a la amistad o la familia. Los estudios, el trabajo, el tráfico, nos ocupan gran parte del día. Y cuando estamos con ellos, alguna pantalla distrae nuestra atención: el celular, una tableta, la televisión… La cercanía física no garantiza que realmente estemos juntos, pues nuestra mente está en otro lado.
Siempre necesitamos amigos



Comenzamos a tener amigos desde los 3 o 4 años; son los compañeros de juego. El tipo de amistades va cambiando con la edad. Entre el 80 y 90% de los adolescentes dicen tener amigos y distinguen entre un “buen” amigo y el mejor amigo. Los adultos tienden a hacer amigos en el trabajo. Los adultos mayores hacen también amigos; describen la amistad como una relación de apoyo: “nos hacemos favores”.

Es cierto que también existen los malos amigos, aquellos que no nos escuchan, compiten con nosotros y nos agotan. Son los que no respetan la reciprocidad que fundamenta toda buena amistad.

Hace unos años, Chris Peterson y Tracy Steen realizaron una investigación para poder definir que constituye a un buen amigo. Entrevistaron a 289 personas adultas, que habían ido a la universidad. El 97% de los entrevistados tenía un buen amigo. Los respondientes describieron a sus mejores amigos como confiables, honestos, leales y comprometidos. También dijeron que eran amables, cariñosos, juguetones y divertidos. Frecuentemente dijeron que su amigo “hacía salir la mejor versión de ellos mismos”. Pocas veces consideraron que para la amistad fuera importante la salud, el atractivo físico, el nivel socioeconómico, las habilidades, las ambiciones o logros.
¿Cómo son los buenos amigos?

Tom Rath es otro psicólogo positivo que también ha estudiado las relaciones. En su libro Vital Friends describe los ocho roles vitales de los amigos:


1) Constructor. Te apoya para que logres el éxito, te ayuda a usar tus fortalezas de manera productiva. No compite contigo.
2) Porrista. Anima y apoya. Celebra contigo tus éxitos. Te defiende a ti a y a lo que crees.
3) Colaborador. Tiene intereses y ambiciones similares a los tuyos. Con él te sientes en tierra conocida.
4) Compañero. Está ahí siempre, en todas las circunstancias. Arriesgaría la vida por ti.
5) Conector. Te ayuda a conocer nuevas personas, amplía tu red de relaciones.
6) Energizador. Es el amigo divertido; con él siempre te la pasas bien.
7) Revelador. Expande tus horizontes, hace buenas preguntas, amplía tu perspectiva.
8) Navegador. Sabe dar consejos y te ayuda a mantenerte en la dirección adecuada. Es la persona ideal para compartir metas y sueños.

¿A quienes de tus amigos identificas con estos roles? ¿Cómo eres tú como amigo? Si quieres fortalecer tus relaciones personales, conviene dedicarles tiempo y atención. Deja de mirar a las pantallas que te rodean y céntrate en la persona. Así podrán cultivar una relación de mutuo apoyo, confianza y cariño.

Tomado de http://cienciasdelafelicidad.mx/blog