Una serendipia es ...

Una serendipia es un descubrimiento o hallazgo afortunado e inesperado. Así que espero que lo que aquí encuentres sea afortunado y útil para tu crecimiento, además que sea inesperado pues siempre se recibe todo gratamente cuando no tienes expectativas.

27 agosto 2014

Dios está en todas partes

"Soren Kierkegaard dijo: "Cuando entré en la iglesia, al principio acostumbraba hablar. Solía decir cosas, quejarme, rezar. Pero luego, poco a poco, me sentí ridículo. Le estoy hablando y no le estoy dando ninguna oportunidad de que me hable. Es mejor escuchar; cuando estás ante Dios, es mejor escuchar". De modo que dejó de hablar. Poco a poco, abandonó todas las oraciones. Se limitaba a ir a la iglesia y sentarse en silencio, pero en este silencio también había palabras por dentro. No las estaba utilizando por fuera, pero giraban en su interior.

Así que, poco a poco, también tuvo que abandonar las palabras interiores --sólo así se hace posible escuchar--. Entonces entras en una dimensión totalmente diferente, de escucha, de pasividad, de receptividad. Te conviertes en una matriz. Entonces puedes recibir la verdad, porque no estás hablando, porque no eres agresivo. En ese instante sólo Dios está trabajando y tú le permites que lo haga. Entonces Kierkegaard se volvió absolutamente silencioso; y dejó de ir a la iglesia.

Alguien preguntó: "¿Por qué? ¿Por qué has dejado de ir a la iglesia?". Él dijo: "Ahora he aprendido lo que significa la iglesia; sólo significa estar callado y escuchar. Esto puede hacerse en todas partes, y es mejor hacerlo en otra parte, porque mucha gente va allí, a la iglesia, a hablar. Me molestan. Es mejor bajo un árbol. Es mejor bajo el cielo".

La iglesia es más grande allí, más natural. Y si tienes que estar callado, piensa que Dios está en todas partes. Si tienes que hablar, ve al templo. Pero si tienes que estar callado, ¿por qué ir a algún sitio? Dios está en todas partes, pero tú no puedes estar callado. Haces algo y lo repites por dentro. Tienes hambre y dices: "Tengo hambre". ¿No basta con tener hambre? Si no lo dices, no estás cómodo; te has vuelto adicto a las palabras".

Osho

25 agosto 2014

Inmersión total



La experiencia óptima.

¿Cuándo fue la última vez que estabas tan inmerso en algo que sentiste que el tiempo pasaba volando? ¿Qué estabas haciendo? ¿Por qué era interesante? ¿Qué habilidades y fortalezas estabas empleando? Quizá estabas corriendo, bailando, cocinando o en una conversación con un amigo. También es muy probable que estuvieras trabajando.

En el mundo de los cuentos y las películas algunos personajes tratan de conseguir un tesoro o una fortuna que les permita pasarla bien sin tener que esforzarse. Pero en realidad está comprobado que el trabajo no sólo es un intercambio monetario que nos permite obtener recursos para vivir, sino que también nos provee de sentido de vida, logros, relaciones. El Dr. Mihaly Cszikstentmihalyi, uno de los fundadores de la psicología positiva, lo expresa así:
“El trabajo es una experiencia extraña: nos da algunos de los momentos más intensos y satisfactorios, nos da un sentido de orgullo e identidad, pero es algo que la mayoría de nosotros estaríamos contentos de evitar”.

El disfrute del esfuerzo

Esta distorsión en la percepción de cómo pasa el tiempo mientras hacemos una actividad que disfrutamos tanto, que no sentimos el cansancio ni el hambre, se conoce con el nombre de flow o experiencia óptima. En ella estamos completamente inmersos en lo que ocurre en el momento presente, absortos en lo que hacemos. El Dr. Csziksentmihalyi es el principal investigador sobre este tema. Comenzó observando a bailarines, pintores, jugadores de ajedrez y escaladores, que decían obtener un gran disfrute en sus actividades, a pesar de la demanda de energía psíquica y física que requerían. A estas personas no les interesaba el pago, practicaban ese arte o deporte principalmente por gusto, es decir, motivados intrínsecamente.  En su investigación, el Dr. Cszikstentmihalyi descubrió que las condiciones para entrar en estado de flow, es decir, vivir la experiencia óptima, incluían:
  • Retos u oportunidades que no sobrepasaban las habilidades que la persona tenía;
  • Metas claras y próximas, con retroalimentación inmediata acerca del avance.
Este equilibrio entre el reto y las habilidades es sumamente importante. Por ejemplo, una persona que tiene más capacitación de la que requieren sus tareas, se aburre. Por el contrario, una persona que tiene menos habilidades de las que requieren sus tareas, entra en un estado de ansiedad. Ninguno de estos dos estados, el aburrimiento o la ansiedad, son placenteros. Vuelve a pensar en los momentos en los que has estado completamente enfocado, disfrutando del trabajo o de una actividad deportiva y artística. ¿Cómo te sentías ante el reto? Piensa en los momentos en los que una tarea te haya parecido sumamente aburrida, ¿cómo te sentías ante el reto?



¿Qué pasa en el estado de flow?

En los medios de comunicación se ha puesto de moda el término mindfulness o atención plena. Lo relacionan con un estado de bienestar o relajación, que se obtiene al enfocar la atención. Este estado de atención plena también se relaciona con la experiencia óptima, pues cuando nos enfocamos por completo en una tarea, absortos en el reto, obtenemos un estado de conciencia en el que todo se ordena para alcanzar la meta: los pensamientos, los sentimientos, los deseos y la acción están en consonancia y confluyen hacia el objetivo. Es una experiencia integradora. Mejor aún, cuando el reto está a la altura de las capacidades, éstas se hacen más fuertes, por lo que en la siguiente ocasión la persona podrá obtener logros mayores.


Cszikstentmihalyi, M. Finding Flow. Basic Books. NY, 1997.

Tomado de:
http://cienciasdelafelicidad.mx/blog/inmersion-total/#sthash.Ds2XlOrP.dpuf



24 agosto 2014

15 Cosas A Las Que Debes Renunciar Para Ser Feliz


Aquí está una lista de 15 cosas que, si renuncias a ellas, te hará la vida mucho más fácil y mucho, mucho más feliz. Nos aferramos a tantas cosas que nos causan una gran cantidad de dolor, estrés y sufrimiento, y en lugar de dejar que se vayan, en lugar de permitirnos a nosotros mismos ser libres de estrés y feliz, nos aferramos a ellos. Ya no. A partir de hoy vamos a renunciar a todas esas cosas que ya no nos sirven, y vamos a luchar por el cambio. Estás listo? Aquí vamos:

1. Renuncia a tu necesidad de tener siempre la razón.


Hay muchos de nosotros que no podemos soportar la idea de estar equivocado. Querer tener siempre la razón, tomamos el riesgo de acabar con grandes relaciones o causar una gran cantidad de estrés y dolor, para nosotros y para los demás. Simplemente no vale la pena. Cada vez que sientas la necesidad “urgente” de tener una pelea sobre quién tiene razón y quién está equivocado, hazte esta pregunta: “¿Prefiero tener razón, o prefiero ser amable?” ¿Qué diferencia va a haber? ¿Es tu ego realmente tan grande como para no poder evitarlo?

2. Renuncia a tu necesidad de control.

Debes estar dispuesto a renunciar a su necesidad de controlar siempre todo lo que le sucede a usted y alrededor de usted – las situaciones, eventos, personas, etc Ya sea que estén seres queridos, compañeros de trabajo, o simplemente extraño te encuentras en la calle – sólo les permite ser. Permita que todo y todos sean tal y como son y verás cuánto mejor voluntad que te hacen sentir.

“Al permitir que se vaya todo se hace. El mundo es ganado por aquellos que dejarlo ir. Pero cuando intenta e intenta. El mundo está más allá de ganar. “Lao Tzu

3. Renuncia a la culpa.

Renuncia a tu necesidad de culpar a otros por lo que tienen o no tienen, por lo que sientes o lo que no sientes. Deja de desperdiciar tus cualidades y empieza a tomar las responsabilidad de tu vida.

4. Renuncia a tu diálogo interno de auto-derrota.

¿Cuántas personas están haciéndose daño a sí mismos debido a su mentalidad negativa, contaminada y repetitiva? No creas todo lo que tu mente te está diciendo, especialmente si es negativo y contraproducente. Tú puedes ser mejor que eso.

“La mente es un excelente instrumento si se usa correctamente. Sin embargo, si se utiliza erróneamente se vuelve muy destructiva”. Eckhart Tolle

5. Renuncia a las creencias que te limitan


Sobre lo que puedes o no puedes hacer, sobre lo que es posible o imposible. A partir de ahora, ya no vas a permitir que tus creencias te limiten y te mantengan atrapado en el lugar equivocado. Abre la mente y experiment!

“Una creencia no es una idea en poder de la mente, es la mente en poder de una idea.” Elly Roselle

6. Renuncia a quejarte.

Renuncia a la constante necesidad de quejarte de tantas, tantas, tantas cosas; personas, situaciones, o acontecimientos que te hacen infeliz, triste y deprimido. Nadie puede hacerte infeliz, ninguna situación puede hacerte sentir triste a menos que tú lo permitas. No es la situación que desencadena estos sentimientos en ti, sino la forma en la que elijes afrontarlo. Nunca subestimes el poder del pensamiento positivo.

 7. Abandona el lujo de criticar.

Renuncia a la necesidad de criticar las cosas, hechos o personas que son diferentes a ti. Todos somos diferentes, pero todos somos iguales. Todos queremos ser felices, todos queremos amar y ser amados y todos queremos ser entendidos. Todos queremos algo, y ese algo es deseado por todos nosotros.

8. Renuncia a tu necesidad de impresionar a los demás.

Deja de intentar ser algo que no eres sólo para hacer que otros te acepten. No funciona de esta manera. En el momento en que dejas de intentar ser algo que no eres, es cuando te quitas todas la máscaras, es el momento en que te aceptas realmente a ti mismo y desde luego encontrarás personas que se sentirán atraídas por ti, sin esfuerzo.

9. Renuncia a tu resistencia al cambio.

El cambio es bueno, te ayudará a moverte de A hacia B. El cambio te ayudará a hacer mejoras en tu vida y también en la vida de los que te rodean. No te opongas! sigue tu camino y acepta el cambio.

“Sigue tu dicha y el universo te abrirá puertas donde sólo había muros” Joseph Campbell

10. Renuncia a las etiquetas.


Deja de etiquetar esas cosas, personas o eventos a las cuales no entiendes y las ves como raras o diferentes e intenta poco a poco abrir tu mente. La mente sólo funciona cuando está abierta. “El nivel más alto de ignorancia es cuando rechazas algo de lo cual no sabes nada. Wayne Dyer

11. Renuncia a tus miedos.

El miedo es sólo una ilusión, no existe, uno mismo lo crea. Todo está en tu mente. Corrije el interior y el exterior se pondrá en su lugar.

“De lo único que tenemos que temer es del propio miedo.” Franklin D. Roosevelt

12. Abandona las excusas.

Envíalas a empacar y diles que están despedidas. Tu ya no las necesitas. Muchas veces nos limitamos debido a la gran cantidad de excusas que utilizamos. En lugar de crecer y trabajar en la mejora de nosotros mismos y de nuestras vidas, nos quedamos atascados, nos mentimos a nosotros mismos, utilizando todo tipo de excusas; excusas que el 99,9% de las veces ni siquiera son reales.

13. Abandona el pasado.

Lo sé, lo sé, es muy difícil. Sobre todo cuando el pasado se ve mucho mejor que el presente y el futuro parece tan aterrador, pero hay que tener en cuenta el hecho de que el momento presente es todo lo que tienes y todo lo que siempre tendrás. El pasado que ahora estás anhelando y estás soñando, fue ignorado por ti cuando era tu presente. Deja de engañarte a ti mismo. Está presente en todo lo que haces y disfruta de la vida. Después de todo la vida es un viaje, no un destino. Ten una visión clara para el futuro, prepárate, pero siempre está presente en el ahora.

14. Abandona el apego.

Este es un concepto que, para la mayoría de nosotros es tan difícil de entender y tengo que decir que fue para mí también y todavía lo es, pero no es algo imposible. Consigues ser mejor y mejor con el tiempo y la práctica. En el momento de desprenderse de todas las cosas, (y eso no significa que renuncias a tu amor por ellas, porque el amor y el apego no tienen nada que ver entre sí; el apego viene de un lugar de miedo, mientras que el amor… bueno, el verdadero amor es puro, amable, y solidario, donde hay amor no puede haber miedo, y por eso, el apego y el amor no pueden coexistir) te vuelves tan tranquilo, tan tolerante, tan amable y tan sereno que se llega a un lugar donde serás capaz de entender todas las cosas sin siquiera intentarlo. Un estado más allá de las palabras.

15. Renuncia a vivir tu vida en base a las expectativas de otras personas.

Demasiadas personas están viviendo una vida que no es la que deberían estar viviendo. Ellos viven sus vidas de acuerdo a lo que otros piensan que es mejor para ellos, viven sus vidas de acuerdo a lo que sus padres, a lo que sus amigos, sus enemigos y sus maestros, su gobierno y los medios piensan que es mejor para ellos. Ignoran su voz interior, esa llamada interior. Están tan ocupados con agradarle a todo el mundo y cumplir las expectativas de otras personas, que pierden el control sobre sus vidas. Se olvidan de lo que los hace feliz, lo que quieren, lo que necesitan…. y, finalmente, se olvidan de sí mismos. Tú tienes una vida, en este momento, por lo que la debes vivir, apropiarte de ella, y sobre todo no dejar que las opiniones de otras personas te distraigan de tu camino.


Esta es una gran lista. Las personas necesitamos que nos recuerden estas cosas y lo verdaderamente poderosos que todos y cada uno de nosotros somos.


Luminita Saviuc

22 agosto 2014

Atrévete


Hoy...
Atrévete a dejarte ver.
Atrévete a decir la verdad.
Atrévete a dejar de fingir.

Atrévete a permanecer presente al fuego secreto que arde en tu interior.
Atrévete a ser salvajemente inconsistente.
Atrévete a permitir que alguien más se acerque.
Atrévete a soltar la imagen.
Atrévete a nunca estar preparado.
Atrévete a darlo todo para que el amor despierte.
Atrévete a fallar.
Atrévete a hacer de todo un lío.
Atrévete a caer al suelo, humillado otra vez, riendo.
Atrévete a soñar y a que los sueños mueran.
Atrévete a honrar el pasado pero sin aferrarte a él.
Atrévete a dar un honesto Sí y un honesto No.
Atrévete a estar equivocado.
Atrévete a estar en lo cierto.
Atrévete a ser real.
Atrévete a estar aquí.
Hoy.


Jeff Foster

19 agosto 2014

Tratando de llegar a alguna parte

Hay una sensación de fondo muy habitual en nuestra vida: siempre estamos “tratando de llegar a alguna parte”. Parte de esto procede de nuestra naturaleza biológica: Para sobrevivir los animales, nosotros incluidos, están orientados hacia una meta, inclinados hacia el futuro.

De hecho, es importante plantearse objetivos, planificar razonablemente, mirar hacia adelante… Pero también es importante comprender que, si nos focalizamos excesivamente en el futuro de forma que la vida se convierta en una lucha constante para realizar la próxima tarea o escalar la próxima montaña, el hecho mismo de “vivir” se transforma en algo confuso y estresante: Hay una sensación de presión, de preocupación por un futuro que es incierto.

El día a día pierde su frescura para transformarse en algo superficial sin entidad en sí mismo; tan sólo un es un “lugar de paso”. Hay una falta de tranquilidad y equilibrio que procede de sentirse profundamente incompleto, inacabado y errante…

La luz que indica la salida de este laberinto brilla en un lugar de tu conciencia: Allí donde se abre paso la certeza de la verdad; Allí donde se experimenta una intuición profunda… En realidad, YA HAS LLEGADO…
Ya llegué, ya estoy en casa… Mi destino está en cada paso con paz y libertad.

Thich Nhat Hanh

18 agosto 2014

El derecho de los felices a estar infelices


Estaba en la sala conversando con un amigo muy cercano.
En un momento el miro su celular, se quedo silencioso de repente, desconectandose de lo que ocurría.
Sacó su pañuelo y se seco las lágrimas que  se le escapaban y me dijo con voz seca.


- Se murió Robín Williams,
calló un momento y me dijo en tono de sorpresa : Se suicido...

Que se haya muerto tan joven ya es una sorpresa.
Pero que se haya suicidado, el hombre que nos hizo reír y llorar al mismo tiempo, que nos recordó la compasión, la humildad, que nos lleno de esperanza y optimismo eso era otra cosa.

¿Cómo una persona que nos dio todo esto se podía suicidar ? -
Me dijo como si estuviera hablando solo.

Me encantaba Robin Williams, me inspiraban sus películas, lo admiraba, sin embargo yo no sabia mucho de su vida, hasta ahora, que supe de su muerte.

Lo lamento, este mundo necesita muchos Robin Williams,

Algunas personas me escribieron, conmovidas por su trágica partida, pero también se sentían
decepcionadas un poco traicionadas por que alguien así se dejo ganar por sus fantasmas.

¿Cómo alguien tan positivo. Tan feliz pudo terminar su vida así ?

¿Conoces personas cercanas a ti que siempre parecen fuertes y seguras ?
¿Que siempre tienen la palabra de aliento perfecta para cada uno en cualquier ocasión?

Esas personas que parecen que nunca necesitan del consejo de otros, por que siempre están bien

Te garantizo no hay nadie así, puede parecerlo, todos necesitamos consejos, apoyo, ayuda.

Yo he sido una de esas personas; por esto creo que lo entiendo.

Desde niño fui el fuerte de la casa, el que resolvía todo y después con el tiempo,  me convertí en el consejero, el positivo, el de la palabra apropiada.

No dudo que esto tiene un lado maravilloso, de ayudar a las personas, sentirme importante para ellos, acercarme de forma intima a almas fascinantes etc, etc,

Sin embargo me acostumbre a dar mucho y a recibir poco o mejor, se me olvido recibir.

Me acostumbre a relacionarme pensando en que le podía yo ofrecer al otro, en lo que yo podría dar
y no en lo que yo podía recibir.

Esto puede parecer generoso, pero te confieso que eso me convirtió en alguien muy solo

La soledad es solo la incapacidad de recibir, de valorar al otro como es, de adaptarme al otro y
es negarme a buscar mi espacio en la relación y en afecto a la manera del otro no de la mía.

La soledad es arrogante, es un pensamiento caprichoso que desprecia y no agradece

Cuando me sentía triste o confundido, no me lo permitía, tenia que estar bien por que yo podía resolver todo.

Fue así que durante mucho tiempo entrené a mis cercanos a que yo no necesitaba ayuda ni consejos, ni apoyo por que yo podía solo.
Recibir puede requerir mas valor, mas humildad, mas generosidad que dar.
Es decirle al otro te necesito, dame la mano, no sé

No digo que esto lo haya hecho de una manera consciente, pero lo hice y viví ese papel durante
largo tiempo.

Esto me costo maltratar relaciones precisosas para mi, y ha sido un trabajo muy grande el abrirme a recibir a valorar lo que el otro tiene para mi.

A veces pienso que todas las personas tenemos un área en nuestra vida en la que sentimos que somos quienes damos en una relación. Áreas en las que no nos permitimos recibir apoyo o nos cerramos a nuestras maneras de recibirlo, o esperamos la ayuda de personas que no quieren hacerlo y no valoramos lo que de otras personas o maneras nos esta ofreciendo la vida en ese instante.

Que Robín Wlliams, estaba enfermo o depresivo o confundido, son solo especulaciones.

Cuantos millones de personas hubiéramos querido darle la mano, ofrecerle un espacio en nuestra alma.  Sin embargo el tuvo sus razones para cerrar la puerta que nunca  podrá abrir de nuevo.

Quizás no se permitio el derecho de estar infeliz o confundido y olvido que todo al final pasa.
De todas maneras gracias, por lo que fuiste.

Si tu eres un Robín Williams, te invito a que te preguntes cuanto te permites recibir,
Si tienes a alguien como el, cerca de ti, mira siempre el alma dulce que hay detrás de esa coraza.

No sabes a mi cuanto me ayudó que otros estuvieran aunque parecía que yo no los necesitaba.

Solo mira a tu lado y recibe todo lo que la vida tiene hoy para ti.



Carlos Devis

11 agosto 2014

La depresión: ¿Un reinicio espiritual?


En retrospectiva me doy cuenta de que hubo gran inteligencia en mis más de veinte años de depresión.

En realidad era la gracia inherente a la vida la que me estaba haciendo caer de rodillas. (¡A veces, la vida te pone de rodillas para que por fin estés presente para tus propias rodillas!). Ahí había sanación, justo en el corazón de mi pérdida de interés para ir al trabajo o ver a mis amigos, en mi abandono de toda esperanza para mi futuro, en mi completa desilusión sobre cualquier significado que fuera externo o de segunda mano, en mis náuseas hacia todo lo que fuera 'espiritual'. Incluso mi falta de interés para levantarme de la cama guardaba verdaderas maravillas.

A través de una depresión suicida, la vida me estaba despojando de todas mis ilusiones, de todas las distracciones, de todo aquello que no era real, forzándome a mantenerme muy, muy cerca de mí mismo, haciéndome recordar aquello que queda después de que todo lo externo ha sido retirado. La depresión me obligó a recordar mi propia presencia, esencial y libre, un milagro estallando con vida.

Mi propia presencia, ¡sí! - tan simple, y sin embargo tan pasada por alto, siempre había estado aquí, más cerca que la respiración, ¡más indudable que la duda! Mi propia y simple presencia - la presencia de la vida misma - era el regalo, la Fuente, lo que siempre había anhelado. Toda la búsqueda se había revertido, ya que un 'yo' jamás puede encontrar lo que busca mientras lo sigue buscando. El falso 'yo' necesitaba fracasar en su búsqueda de la presencia para ser revelado como el suelo y la esencia de todas las cosas. La ola no puede encontrar el océano - sólo puede ser el océano.

Yo soy aquí. Yo existo. Yo soy.
Y este es el más grande de los milagros.

A veces es desde ahí donde tenemos que empezar, en el comienzo mismo. Tenemos que volver al origen de la vida, al lugar que está antes de incluso el 'Yo Soy'. La depresión fue el más grande fracaso del 'yo', y su rendición final. Fue un reinicio espiritual, un despertar, ciertamente.

Mi anhelo por morir había sido, en secreto, mi anhelo por vivir, por romper mi frágil corazón para que entrara un universo sagrado... para poder contactarme con mi propio poder.

Estoy consciente de que éste no es un punto de vista muy común ni popular acerca de la depresión: que contiene inteligencia y una medicina muy poderosa, tan necesaria en nuestro cansado mundo. Así que vamos a iniciar una nueva conversación. Honrando el modelo médico de la depresión, pero llegando hasta lo más profundo. Jamás alejándonos de los susurros que nos ofrece la vida.

Jeff Foster

09 agosto 2014

Cultivar la paciencia

La paciencia es una forma de sabiduría.
Demuestra que comprendemos y aceptamos el hecho de que las cosas se despliegan cuando les toca.
Un niño puede intentar ayudar, rompiendo la crisálida, a que una mariposa salga aunque por regla general, la mariposa no resulte en nada beneficiada por el esfuerzo. Cualquier adulto sabe que la mariposa sólo puede salir al exterior cuando le llega el momento y que no puede acelerarse el proceso.

De la misma manera, cuando practicamos la atención plena, cultivamos la paciencia hacia nuestra propia mente y nuestro propio cuerpo.

De forma expresa, nos recordamos que no hay necesidad alguna de impacientarnos con nosotros mismos cuando encontramos que nuestra mente se pasa el tiempo juzgando, o cuando estamos tensos, nerviosos o asustados, o cuando practicamos durante algún tiempo sin aparentes resultados positivos... Nos hemos concedido un espacio para tener esas experiencias... ¿Por qué?
¡Porque de todas maneras las vamos a tener! Cuando lleguen, constituirán nuestra realidad, serán una parte de nuestra vida que se despliega en ese momento, de modo que tratémonos a nosotros mismos tan bien al menos como trataríamos a la mariposa.

¿Por qué pasar a la carrera por algún momento para llegar a otros “mejores”?
Después de todo, cada uno de ellos constituye nuestra vida en ese instante. Cuando practicamos nos encontramos con que una de las actividades favoritas de la mente es vagar por el pasado y el futuro, y perderse en pensar.

Algunos de sus pensamientos son agradables; Otros, dolorosos y generadores de intranquilidad.
En cualquiera de los casos, el mero hecho de pensar, ejerce un fuerte tirón en nuestra conciencia. La mayoría de las veces nuestros pensamientos arrollan la percepción del momento actual y hacen que perdamos nuestra conexión con el presente.

La paciencia puede ser una cualidad especialmente útil para invocarla cuando la mente está agitada y puede ayudarnos a aceptar lo errática que es, recordándonos que no tenemos por qué ser arrastrados en sus viajes. La práctica de la paciencia nos recuerda que no tenemos que llenar de actividad e ideas nuestros momentos para que se enriquezcan.

En realidad, nos ayuda a recordar que lo que es verdad es precisamente lo contrario.
Tener paciencia consiste sencillamente en estar totalmente abierto a cada momento, aceptándolo en su plenitud y sabiendo que, al igual que en el caso de la mariposa, las cosas se descubren cuando les toca.

Jon Kabat-Zinn

07 agosto 2014

¿Qué te pide este momento?


Ser responsable significa tener la capacidad de responder, responder a una situación desde la claridad; no reaccionar desde la resistencia, desde los viejos hábitos o desde la inconsciencia.

Significa ser capaz de sentir directamente y de primera mano, nuestra auténtica respuesta ante una situación dada. Significa estar dispuestos a bajar el ritmo, a estar presentes, a sentir todas las energías que quieren moverse en nuestro interior, sin tratar de acallarlas, sin tratar de distraernos.

Significa tener el coraje de confiar en nosotros mismos, y soltar cualquier idea de segunda mano acerca de cuál sería la respuesta 'correcta', prescrita en los libros sagrados o en la subjetiva ideología que predomina hoy en día.

Significa enfrentar la vida, desnudos. Quedarnos a solas. Permitir que la inteligencia de la vida se mueva a través nuestro. Ser un conducto para la verdad. No engancharnos más en la batalla entre lo 'correcto' y lo 'equivocado', entre 'Dios' y el 'diablo', sino conectarnos honestamente con este momento. Tocar lo que está vivo, aquí y ahora. Escuchar, escuchar realmente lo que este momento necesita, no lo que la imagen del yo quiere.

Estar dispuesto a sentarnos con la incertidumbre.

Jeff Foster

05 agosto 2014

Ya has llegado


Reconoce el simple hecho de que has llegado aquí, a este lugar, y ahora, en este momento. Quizás no sea perfecto. Pero piensa en las muchas cosas que ciertamente has hecho para llegar hasta aquí… Has subido muchos peldaños, solucionado muchos problemas, y has dejado muchas tareas y desafíos atrás.

La raíz de la palabra “arribar” quiere decir “alcanzar la orilla”. Una vez que
llegas a tierra, la vida no se ha terminado, ya que el momento siguiente
será una nueva llegada.

Pero sumergirse en el sentido de haber llegado, de haber cruzado la línea final de este momento es tranquilizador, alegre y merecido. Y sabiendo que has llegado, eres más capaz de dirigir tu atención a ser de verdadera ayuda para los demás.

Considera tus anhelos como algo que realmente puede ser logrado, al menos en una medida razonable. Y si no se logran, es cuestión de dejarlos ir y seguir adelante ¿Puedes hacerte más liviano en relación a esto? ¿Puedes aceptar que en este momento has llegado a un lugar que contiene metas no cumplidas o necesidades no satisfechas? Aún así es una llegada.

Además es una “playa” que probablemente tiene muchas cosas buenas, aunque también puede que tenga algunas inconclusas.

En el sentido más profundo, reflexiona en el hecho de que cada momento llega
completo en sí mismo. Cada ola alcanza la playa del Ahora completa en sí misma…
… Llegando……llegando…..llegando… ¡¡¡He llegado!!!

 Rick Hanson

01 agosto 2014

¿Podrías explicarme a qué saben los mangos?



¿Tienes alguna comida favorita? ¿Podrías explicarme a qué sabe, qué textura tiene, por qué la disfrutas tanto? Hace muchos años, durante mi primer embarazo, viví en otro país. Recurrentemente soñaba con dos cosas que nunca pensé que extrañaría: el mole negro de Oaxaca y los mangos de Manila. La añoranza por estos sabores me hizo reflexionar acerca de mi gusto por ellos. En ese país en el que vivía había mangos, pero su textura no era tan delicada, sino un poco más fibrosa y  aunque eran muy dulces les hacía falta el toque ácido que tienen los mangos de Manila.

Cuando tenemos una mala experiencia, por ejemplo un problema con un equipo de trabajo o con alguien de la familia, por lo general solemos darle vueltas en nuestra cabeza, para tratar de entender qué pasó. Una y otra vez revivimos el momento, lo cual a veces hasta nos impide un buen descanso por la noche, pues nos concentramos en entender por qué y cómo nos sentimos mal, buscando una manera de mejorarlo. Sin embargo, muy pocas veces hacemos lo mismo cuando tenemos una buena experiencia, como un logro, un viaje por un lugar muy bonito o una charla agradable con una persona querida.

Paladea las buenas experiencias

Los psicólogos positivos han descubierto que saborear las buenas experiencias es una manera comprobada de aumentar el bienestar. Chris Peterson define a la intervención positiva de saborear como “la conciencia del placer y el atento deliberado de prolongarlo”. Pareciera que más que apreciar los bellos momentos de la vida, los damos por sentados o los sobrellevamos. A veces es por un concepto equivocado de lo que es el orgullo y lo que es la humildad, pues el orgullo sano es sentir satisfacción por un logro, y la humildad bien entendida no sólo toma en cuenta las carencias o los defectos, sino también las cualidades y las fortalezas. Otras veces es porque vivimos fuera de tiempo, es decir, sin poner atención a lo que ocurre en el presente, añorando el pasado o anticipando el futuro. Una razón más es lo que yo llamo “multi-atasquin”; ya sé que en inglés la palabra es multitasking, que se refiere a hacer varias tareas al mismo tiempo. Sin embargo, a veces esto se convierte en un atascamiento de actividades en el que no disfrutamos ninguna y todas las hacemos a medias.

Te invito a saborear

La próxima vez que ocurra algo bueno, pon atención. Quizá sea una comida con amigos, una conversación interesante, o un buen avance en un proyecto. Chris Peterson, uno de los fundadores de la psicología positiva, sugiere que usemos estas estrategias para saborear el momento:
  • Compartir. Comenta con otros tú experiencia y qué hace valioso a este momento.
  • Recordar. Toma “fotos mentales” de la situación, o guarda un recuerdo físico del misma.
  • Felicitarte. Reconoce lo que has hecho bien, sin temor a un falso orgullo.
  • Agudizar la percepción. Distingue los elementos que conformaron el momento, lo que pasó, tus emociones.
  • Absorber. Sumérgete en el placer de esta experiencia, sin preocuparte por otras cosas.

¡Disfruta el momento y enriquece tu vida con un álbum de buenos recuerdos!

Peterson, Chris. A Primer in Positive Psychology. Oxford University Press. NY, 2006.

Tomado de:
http://cienciasdelafelicidad.mx/blog/podrias-explicarme-a-que-saben-los-mangos/#sthash.3Hfn4NdR.dpuf