Una serendipia es ...

Una serendipia es un descubrimiento o hallazgo afortunado e inesperado. Así que espero que lo que aquí encuentres sea afortunado y útil para tu crecimiento, además que sea inesperado pues siempre se recibe todo gratamente cuando no tienes expectativas.
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09 septiembre 2024

Deseo de todo corazón que nunca conozcas a un narcisista.

Deseo de todo corazón que nunca conozcas a un narcisista.

Que te haga sentir que te ama mientras te miente mirándote a los ojos.
Que te manipule y altere tu juicio.
Que te chantajeé emocionalmente qué creas que un abuso psicologíco es un acto de amor.
Que no te culpe de sus errores.
Que no te llene de inseguridades y dudas.

A todos les dirá que eres la "loca" solo para desviar la atención de lo que el realmente hace.
El jamás va aceptar sus errores.
Siempre se pondrá el primero por encima de tu salud mental.
Sabe como llegar a tu corazón atravez de tus carencias emocionales.

Vas a generar un apego tan grande que si él no está contigo vas a sentir que te mueres.
Darás tu vida por el (a veces literal).
Regresaras una y otra vez pues te acostumbraste a otro tipo de amor.
Todos a tu alrededor se dan cuenta de lo mal que te hace, menos tú.

Que justifiques sus comportamientos.
Que no se haga responsable de todos los daños mentales qué el mismo creo en ti.

Los golpes se podrán sanar y se curan físicamente, pero una herida emocional te puede llevar hasta el borde de la depresión y suicidio.

Deseo que algún día tengas el valor de irte y no volver más, que vayas a terapia y sanes.
Deseo que estés viva.





18 mayo 2018

La aventura del amor

Deseamos amor tanto como tememos recibirlo.
Anhelamos ser vistos a la vez que huimos de la posibilidad de serlo.

Tenemos tanta hambre del profundo abrazo de la presencia, de los ojos tiernos que se posan en nosotros con comprensión y empatía, así como tratamos de escapar de ese abrazo; es tan íntimo, tan peligroso, nos deja tan expuestos…

Ningún sitio adonde ir. Ser visto es ser amado. Ser visto es morir.
El amor es peligro; o así nos han enseñado.

Una batalla se levanta en nosotros. El no amado, anhelando esconderse, y a la vez el que anhela el entusiasmo y el riesgo de vivir. Contracción y expansión. Inhalación, exhalación.

Inconscientemente nos sentimos atraídos o o rechazados por aquellos con los que tratamos, hablamos, por aquellos que nos sostienen de la misma manera en que nuestros padres lo hicieron, o no.
Somos llevados hacia aquellos que pueden sanarnos, y a veces hacia aquellos que no pueden hacerlo, o aún peor. Pensamos que estamos enamorándonos de una persona, pero a veces nos estamos enamorando solo de nuestra imagen de esa persona, que no tiene absolutamente nada que ver con el “otro”.

Amamos y perdemos nuestra imagen del amor. Nos levantamos y caemos. Nuestros corazones se elevan y se rompen en mil pedazos. Buscamos seguridad y encontramos inseguridad, y encontramos seguridad en esto.
Buscamos libertad y encontramos la prisión de nuestra propia programación, y perdemos la esperanza y luego la volvemos a encontrar.

A veces se necesita coraje para dejar una relación.
A veces se necesita coraje para quedarse. 
A veces se necesita coraje para no hacer nada, hoy. 
A veces se necesita coraje para admitir en cuanto dolor estás sumergido/a.
A veces se necesita coraje para admitir cuán feliz eres.
A veces das un paso sin saber por qué, y en retrospectiva, todo se aclara.

No puedes hacerlo mal de todos modos.

Nos perdemos y nos encontramos. Damos más de lo que podemos, agotando nuestras energías en nombre del “amor”. O corremos lo más rápido que podemos, agotando nuestras energías en nuestra huida del “amor”.

“¿Alguien me verá, me escuchará, me sostendrá? Déjame ponerle fin…”

Y el drama del amor entra en juego. Y mientras el juego transcurre aprendemos más sobre nosotros mismos. Comenzamos a ver nuestros puntos ciegos. Nuestros patrones inconscientes salen a la luz de la consciencia. Nos damos cuenta de nuestras suposiciones. Nuestras fantasías de niños comienzan a desmoronarse. El dolor que nunca quisimos sentir, de repente es sentido. Aflicción. Enojo. Sentimientos de rechazo y abandono. Queremos correr, vovler a las antiguas adicciones, al antiguo confort, y por la razón que sea, no lo hacemos. Sentimos curiosidad. Empezamos a observar, y dejamos de pensar tanto.

Empezamos a entendernos a nosotros mismos. Nos tratamos como los amantes extraordinarios que somos. Las criaturas más fascinantes y amadas.

Con cada día, empezamos a conocernos a nosotros mismos más profundamente,
Descubriendo quienes somos en verdad, lo que sentimos, y lo que no; lo que queremos y lo que no. Aprendemos a decir ‘si’ cuando realmente sentimos que es ‘sí’, y a decir ‘no’ cuando queremos decir ‘no’; y si esto lastima a alguien, le devolvemos su responsabilidad para sanar. Aprendemos que el amor no es todo mariposas y rosas y sentimientos positivos; también significa trabajo. Es un lío. Es dolor y el coraje de respirar a través del mismo transformándolo en alegría y expansión.

El amor nos pide que nos volvamos más y más reales, cada vez más humanos, cada vez más conscientes, y cada vez menos perfectos; más conscientes de nosotros mismos y dispuestos a sentir. Y sentir más, y más. Y a permitir que nuestros corazones a veces se rompan. Y a veces no saber. Y a veces aburrirnos. A veces sentir el deleite, y sentirnos llenos de vida. Permitirnos no saber cuál es el siguiente paso; y tomarlo, o no.

El amor no es un sentimiento, un estado, o una experiencia; tampoco es un destino.
El amor es esta Luz extraordinaria que brilla desde adentro,
Es este radiante Saber que nunca se va,
Es la Dicha de estar vivos,
Podemos darnos cuenta de esto juntos, o solos.
Podemos recordárnoslo entre nosotros, o podemos olvidarlo también.
Podemos ser el disparador para otro y entre nosotros ayudarnos a sentir curiosidad por esos disparadores. Podemos hacer este trabajo, o no.

Podemos encontrarnos en el fuego del amor. Caminar juntos, o no.

Compartir nuestros corazones. Retroceder. Avanzar. O quedarnos donde estamos.

Aprender a amar esta danza, la espontaneidad, la aventura, el misterio, la cercanía y la intimidad de todo esto, y la huida también.

Aprender a desaprender lo que sabíamos y abrazar lo desconocido como el nuevo saber.

Y estar cada vez más felices con el hecho de que todo esto no sea resuelto.

Cada vez más felices con el que no se siente feliz, y con certeza en la incertidumbre, y tan seguros en la inseguridad.

Y sentir cada vez más deleite frente a nuestra falta de dicha,
Más curiosos con lo que esta aquí Ahora,
Cada vez menos sólidos, cada vez más juguetones.

Cada vez menos buscadores del amor, y más dadores de éste,
y más encontradores, y ser una Presencia que invite a otros a esta misma dicha salvaje.

Esta es la Aventura del Amor.

Jeff Foster


22 agosto 2017

Mantén tu vista en el objetivo real

La sangre fluye por las calles de otra ciudad europea.

Gente matando gente en nombre de dioses e ideologías y viejos rencores.

Tortura, violación, asesinato, impactantes violaciones a los derechos humanos. Por todo el mundo.

Simplemente un día más en este antiguo planeta.

¿Acaso llegó el momento de darnos por vencidos?

¿Será éste el momento de cantar con más fuerza nuestras canciones de amargura, derrota y rabia desenfrenada? ¿Es el mundo un error insensato, una aberración de la consciencia, una pérdida de tiempo para todos? ¿Al final del camino, la filosofía nihilista estaba en lo correcto?

Cuando nos enfrentamos a noticias como éstas a menudo podemos sentirnos tan impotentes, tan decepcionados, tan asustados, tan inseguros; como si estuviéramos viviendo en un mundo que se ha vuelto loco, desquiciado, fuera de control. Todo parece como una pesadilla, como si una especie de fuerza oscura o maligna estuviera asumiendo el control. Algunos comienzan a hablar de la llegada del Apocalipsis. Ciertamente, se puede sentir como el fin del mundo de cuento de hadas en el que algún día creímos.

En medio de la devastación buscamos respuestas, causas, algo o alguien a quien culpar, una forma de dispersar nuestra tensión, una salida para toda esa rabia, dolor y confusión, un escape de esa energía de vida no procesada. ¿Por qué hay tal mal en este mundo? ¿Culpamos a los asesinos? ¿A sus padres? ¿A la sociedad en general? ¿Al cerebro humano? ¿A la comida que consumimos? ¿A los químicos? ¿A las estrellas? ¿A nuestros gobiernos? ¿A las religiones? ¿Cosificamos a los asesinos como enfermos, retorcidos, locos, malditos? ¿Nos ponemos en guerra con ellos como lo han hecho ellos con nosotros, deseando más muerte y destrucción sobre ellos y sobre sus hijos, sus madres, sus amantes, sus antepasados? ¿Nos adentramos en la milenaria historia del bien contra el mal, de nosotros contra ellos? ¿Consolidamos aún más nuestra identificación con un irreflexivo sentido del yo construido por la mente? ¿Acentuamos las divisiones?

En nombre de la paz mundial, ¿nos convertimos a nosotros mismos en terroristas?

¿Maldecimos a Dios y al universo, y deseamos nunca haber nacido? ¿Tratamos de adormecernos a nosotros mismos, distraernos de esas noticias, con alcohol, drogas, sexo, trabajo, compras, comodidades mundanas? ¿Desestimamos los horrores, retiramos nuestros corazones de los corazones de nuestros hermanos y hermanas en otras regiones del planeta, le damos la espalda a su triste situación, murmurando para nosotros mismos, mientras leemos el periódico en la mañana, lo “fea” y “terrible” que está la situación, sin hacer nada para generar un cambio y una sanación real?

¿Nos encargamos de difundir el problema, pero nos damos por vencidos cuando se trata de ser parte de la solución?

¿Acudimos a maestros espirituales para que nos consuelen con una charla sobre la naturaleza ilusoria de la vida y la irrealidad de la que todos somos testigos? ¿Regurgitamos frases vacías como ‘nada importa’, 'todo es un inocente juego de maya,’ y 'de cualquier forma, nadie tiene elección’? ¿Calificamos lo que vemos como 'irreal’ o 'ilusión’ para alejarnos del dolor de tener que confrontar todo el lío y la aparente falta de control de esta manifestación relativa e impermanente? ¿Pretendemos que los acontecimientos del mundo no tienen nada que ver con nosotros, que todo es independiente y que somos personas separadas? ¿Caemos en el solipsismo? ¿En la anarquía? ¿Cerramos nuestros corazones con más fuerza, construimos nuestros muros aún más altos y vivimos en un estado protegido, impregnado de miedo? ¿Rechazamos este mundo y soñamos con una perfecta vida después de la vida?

¿Utilizamos la 'realidad’ de las noticias como una excusa para darnos por vencidos, para cerrarnos, para olvidar lo que realmente somos? ¿Dejamos que los 'terroristas’ ganen abandonando nuestro camino y viviendo una vida de terror nosotros mismos, y aterrorizamos a otros que etiquetamos como 'malos’? ¿Nos sumamos a los problemas que vemos?

¿O utilizamos la apariencia de los problemas para vernos más profundamente a nosotros mismos y a la forma en que vivimos y tratamos a los demás? ¿Vemos la locura como un llamado a la claridad? ¿A la violencia como una invitación al amor? ¿Al dolor como un llamado a la compasión? ¿Al terror como una invitación a recordar y expresar con más profundidad y con más convicción la infinita inteligencia que somos?

¿Justificamos los asesinatos? Absolutamente no. ¿Sentimos el dolor de las víctimas, y la de sus seres queridos? Por supuesto que sí, porque no estamos separados. ¿Haríamos todo lo posible para evitar que esto suceda de nuevo? Absolutamente. ¿Trabajamos por la justicia? Sí. ¿Nos sentamos tranquilamente y simplemente 'aceptamos’? Si aceptar significa indiferencia y pasividad y soportar, no. Si significa alinearnos profundamente con la vida, sabiendo que el cambio inteligente y la sanación siempre surgen del hecho de sumergirnos en el misterio del momento, entonces, sí. La verdadera aceptación y el cambio creativo son amantes.

En Medio Oriente, un judío donó uno de sus riñones a una Palestina enferma, salvando su preciosa vida. En la India hay una mujer que alimenta y baña a los leprosos porque se ha dado cuenta que todos somos expresiones de una misma consciencia y le alegra mucho vivir así, a pesar de lo que los demás digan de ella. En San Francisco, un hijo toma la mano de su anciano padre y de repente surge el perdón, como por arte de magia; en una forma inesperada, el peso de la violencia y el resentimiento de toda una vida se desvanecen, como si nunca hubiera pasado nada.

¿Qué 'noticias’ les estamos transmitiendo a nuestros hijos? ¿Les estamos enseñando que han nacido en un mundo esencialmente malo, enfermo y lleno de miedo, y que deben vivir con temor y odio? ¿Les estamos enseñando que la violencia es inevitable y que ya viene 'incluida’ en su naturaleza? ¿O les estamos enseñando que todo el crimen y la tortura que vemos en las noticias diarias surgen del olvido de lo que somos, de una falsa y equivocada creencia en la separación?

¿Cuáles son las verdaderas 'noticias’ de nuestros días?

¿Les estamos enseñando a renunciar a sus sueños porque hay gente mala allá fuera intentando detenerlos? ¿Los estamos enseñando a renunciar al amor y a la compasión, y al cambio y a la humanidad y a la alegría debido a todas esas 'noticias’? ¿Les estamos enseñando a enfocarse en lo que está mal en el mundo, a aferrarse a lo 'negativo’, a cantar canciones de derrota y desilusión? ¿Los estamos volviendo ciegos a lo 'negativo’ enfocándolos solamente en lo 'positivo’? ¿O los estamos enseñando a reconocer la violencia en el mundo, el dolor, pero estando conscientes de que todo eso es parte de una imagen infinitamente más grande, una imagen en donde todo está interconectado y todo es importante y todo está en equilibrio y nada está escrito sobre piedra?

No utilices las noticias como excusa para dejar de vivir tu verdad, ni por un solo instante. No creas, ni por un segundo, que hay una fuerza en el mundo llamada 'el mal’ con algún tipo de poder que sea capaz de vencer al amor.

El terror no puede ganar porque proviene de un craso malentendido acerca de nuestra naturaleza. Solamente nos estamos lastimando, nos estamos apuñalando a nosotros mismos, nos estamos defraudando y en el fondo lo sabemos y siempre lo hemos sabido. Una ola nunca puede separarse del océano, ni tampoco de ninguna otra ola, y más allá de nuestras diferencias de creencias y opinión, todos somos movimientos de la Única Vida, el verdadero Poder, más allá del 'poder’ mundano de las armas de fuego y cuchillos goteando sangre y camiones atropellando multitudes de inocentes.

Enséñales a tus hijos las realidades del mundo sí, pero, lo más importante, muéstrales las realidades de sus corazones y de los corazones de aquellos a quienes llaman 'los otros’. Permite que el juego actual de la violencia sirva para profundizar aún más tu convicción en este don eterno, inmutable que es la Presencia, la Presencia que siempre has conocido, y para confirmar nuevamente tu intención de parar toda violencia en ti mismo, para vivir como tú sabes que puedes vivir. No permitas que las noticias, o al menos las historias que selectivamente se te presentan como noticias te distraigan de la Verdad.

Honra a las víctimas.
Recorre tu camino con valor.
Habla claro. Crea. Organiza.
Apaga tu maldita televisión.
Mantén tu vista en el objetivo real.

Jeff Foster


03 agosto 2015

EVOLUCIÓN: 5 Lecciones de Vida Que Ya Debería Haber Aprendido.

Más que dinero, fama, amor…denme Verdad”.- Thoreau

Tengo una relación de amor y odio con las Resoluciones, Listas y Manifiestos.
Me encanta escribirlos. Odio sentir su peso sobre mis hombros. Reactivan mi Trastorno Obsesivo Compulsivo y me hacen sentir asfixiada por los ‘podría’, ‘debería,’ etc. … pero vaya, la Vida siempre se deja venir inesperadamente.

Así que en lugar de resoluciones, de unos años para acá, he hecho Evoluciones. Me siento tranquilamente con una taza de té y nostalgia en mis manos cada cumpleaños, o en la víspera de Año Nuevo, o cualquier día que mi alma necesita ser escuchada y hago una revisión de mí misma por una breve hora (o tres). Trato de auscultar los murmullos de mi corazón y le pregunto cosas. Ella no responde de inmediato, se toma su tiempo.

Y después le pregunto a la Mente, que todo lo sabe, una más predecible supercomputadora que de inmediato arma (en una hoja de cálculo cósmica que incluye costos, beneficios y pérdidas) unas cuantas lecciones (creo) que ya tendría/debería haber aprendido - las duras y malditas formas en las que por lo general me salgo con la mía.

Plenamente conscientes de que la sabiduría es como el agua, paradójica por naturaleza, así como somos 60% agua + tiempo + sangre + agonía, y que el No-Saber es a menudo, el territorio más poderoso en el que podemos pararnos, hay, sin embargo, un exquisito placer en querer representar esta evolución a través de números. Somos fabricantes de significados, después de todo, así que ¿por qué tener miedo a señalarlo? Resumir 21,000 momentos ajá en unos cuantos puntos es imposible. Pero bueno, ¡nosotros somos posibles!
Entonces, regálame sólo unos minutos para invitarte una taza de té con especias y galaxias.

1. Tu propósito no es Sobrevivir, es Vivir.

Es muy difícil no ser tragado por lo ordinario, es agotador luchar contra ello y aún más difícil aprender un nuevo lenguaje, uno que te ayude a contar nuevamente la cansada historia del mundo con tu voz original.

Es difícil volver a cablear tantos cientos de años de soledad y separación de la naturaleza, de nosotros mismos y de nuestros otros, y creer, realmente creer, que el universo no conspira contra ti, sino contigo, que no estás solo, que alguien, algo - más grande que tú - te protege y el mismo hecho de que no encajes en la ecuación de la vida es porque seguramente tienes que encajar en otro lugar.
Entonces, si no has podido leer el libro que quieres, tienes que escribirlo. Si no has encontrado tu País de las Maravillas, tienes que construirlo. No hay de otra. Tú eres tu camino, tu verdad y tu vida. Tú no eres una víctima, ni siquiera un sobreviviente. Tú eres un creador.
Como George Bernard Shaw, mi fantástico abuelo de la sabiduría dijo:

"LA VIDA NO SE TRATA DE ENCONTRARTE A TI MISMO.
LA VIDA SE TRATA DE CREARTE A TI MISMO”.

Hay una inmensa sensación de libertad, superpoderes ilimitados, y una responsabilidad creativa casi épica para con tu vida e indirectamente la vida de aquellos a quienes tocas, una vez que comprendes esto.

2. Respétate a ti mismo. Amarte, a veces se queda corto.
Amarte a ti mismo se ha convertido en un término diluido y en un cliché emperifollado con cintas color de rosa. Respetarte a ti mismo es el nuevo negro. Básicamente significa: ponte de pie y consíguete un nuevo par de cojones para la vida, porque cualquier cosa que estés creando comienza contigo mismo, lo que te convierte en el activo más importante y también, en la responsabilidad más arriesgada.

Respétate lo suficiente como para exigir lo que crees merecer - ya sea que se trate de dinero, actitud, sueños, deseos, necesidades, gente… Esta lección no me hizo clic a mí hasta hace poco, cuando me di cuenta que realmente nunca obtengo lo que quiero, sino lo que sinceramente creo merecer - y esta resultó ser una película de terror y humillación. Pero me obligué a mí misma a sentarme a verla y llevé a cabo una especie de cirugía de mente y corazón, y todavía duele y aún estoy pagando las facturas del hospital.

La cosa es que nada ni nadie es tu dueño. No estoy segura de quién te haya fundado pero sin una maldita duda tú eres el Director General de tu vida. No esperes que nadie más venga a salvarte, establece tú tus propios límites, limpia todo tu desastre o mágicamente arregla tu vida. No va a suceder solo. Nadie más puede hacerlo, incluso si alguien quiere hacerlo. Tú eres el único que tiene la llave y la puerta hacia Ti.

Así es que organiza de nuevo tus oficinas, comienza a hacerte cargo del negocio de tu vida y realínea la brújula de tu corazón para que lo que sinceramente creas merecer coincida con lo que quieres y buscas activamente - y viceversa. Todo es uno y lo mismo.
"La clase más importante de libertad es ser lo que realmente eres. Estás cambiando tu realidad por un rol. Estás cambiando tu sentido por un acto. Renuncias a tu capacidad de sentir, y a cambio, te pones una máscara. Jamás habrá una revolución a gran escala hasta que haya una revolución personal, a  nivel individual. Primero tiene que darse dentro".  - Jim Morrison
3. El amor no es una palabra de cuatro letras (¡Maldita sea!).

Durante mucho tiempo creí que así era, y no sólo cuatro, sino blanco o negro, par o impar, caliente o frío, húmedo o seco. Sin embargo, nuestros corazones son políglotas. Por dentro hablamos 100 lenguas, pero no podemos entender racionalmente el 99.9 por ciento de ellas. Y al igual que la vida, el amor es un arte, y realmente nunca nos enseñaron cómo amar, ¿o sí? La mayoría de nosotros no hemos tenido ni la más mínima visión de cómo se siente un amor sano y vivificante (no mortificante).
Resulta casi gracioso que en la escuela nos hayamos visto obligados a memorizar los nombres de nuestros presidentes y los de sus esposas y amantes; que nos hayan forzado a recordar las fechas exactas de los asesinatos en masa y a respetar y temer a los asesinos, o a aprender cada detalle de cómo el 1% ha decidido, en un momento u otro de la historia, simplemente robar, conquistar y dividir el 99% de nuestros recursos naturales y esclavizar a nuestra humanidad, mientras estábamos/todavía estamos obligados a observar, y nos seducen para aceptar - ¿y ni siquiera un solo curso o dos acerca del amor, la vida, la alimentación? ¡Vamos Humanidad, puedes hacer algo mucho mejor que eso!
¿Se espera de nosotros que sepamos lo que dijo Rainer Maria Rilke?
"Que un ser humano ame a otro: esa es quizá la más difícil de todas nuestras tareas, la más grande, la última prueba, el trabajo para el que todo el demás trabajo no es más que una preparación".
O que,
"El amor es la única manera de comprender a otro ser humano en el núcleo más íntimo de su personalidad. Nadie puede llegar a ser plenamente consciente de la esencia misma de otro ser humano hasta que lo ama. A través de su amor tiene la capacidad de ver los rasgos esenciales y las características en la persona amada; y aún más, ve lo que es potencial en ella, que aún no está actualizado pero debe ser actualizado. Además, por su amor, la persona que ama permite a la persona amada actualizar esas potencialidades. Al hacerla consciente de lo que puede ser, y de aquello en lo que debe convertirse, hace que esas potencialidades se hagan realidad".- Viktor Frankl
Y, ¡oh, Dios mío, Amelia Earhart, con esto!
"Por favor, no interfiramos en el trabajo o juego de los demás, ni permitamos que el mundo vea nuestras alegrías o desacuerdos privados. En esta conexión debo contar con un lugar al cuál ir y ser yo misma, de vez en cuando, porque no puedo garantizar soportar en todo momento los encierros de una jaula, por más atractiva que ésta sea".
Idea para un Artículo Nuevo: ¿Cómo desaprender nuestra idea (tipo cóctel hecho-en-Hollywood) acerca del amor y reemplazarla con lo que el amor es podría ser…  ¿alguien-sabe?

4. Juega con más ganas. Trabaja más inteligentemente. Sé aquí. No desanimes a tu niño interior.

Había estado trabajando durante años como una loca, poseída por la ansiedad, como un robot zombie alienígena - basada en la falsa creencia de que la vida es dura, que primero debía matarme a mi misma para después (algún día) vivir, que todo estaba en mi contra y que esto era una revolución, nena, que debía matar de hambre a mi corazón para poder correr un poco más de prisa. Y que así lograría hacer las cosas, ¡pero mentira, mentira, mentira!

En toda esta paradójica carrera a muerte por la vida, creo que perdí la maravilla, Rango* — o parte de ésta, por lo menos. Ella salió de mi corazón sin advertírmelo, en silencio, despacito, discretamente, de puntillas, como el viento de verano - como cuando vino por primera vez. Y ahora mis pies están fríos y no puedo descifrar el canto del pájaro.

Así que del costo de esta pérdida, he aprendido que el viaje es el destino, que el medio es el mensaje y que tus medios determinan tu fin. Y que tienes que hacer un alto y oler las flores, dejar que los perros te laman, y abrazar a las personas, incluso si ‘apestan’. Abre tus ventanas, deja las puertas abiertas.

No esperes hasta tu lecho de muerte para disfrutar de la vida que no viviste y lamentar lo que no dijiste - mañana o dentro de cincuenta años, nadie está a salvo. Dilas ahora. Hazlas ahora. Sé eso ahora. Y quién sabe, tal vez en el Ahora es cómo vivas para siempre.

5. Suelta el control. (O, ¿por qué deberías dejar de ser un loquillo neurótico estresado?)

La necesidad del control proviene de la inseguridad acerca de tu propio poder y  de la débil conexión que sientes con el resto del universo, la naturaleza, la gente, las circunstancias… No confías en ti mismo, entonces, como resultado, no puedes confiar en nadie más, en nada más. Y esa falta de confianza está enraizada en la creencia de que no eres suficiente.

Una parte de ti sabe que Eres y es consciente de todo tu potencial, pero se ha visto condicionada por años de auto-flagelación a través de la familia, la cultura, la religión, la sociedad, los medios de comunicación, las amistades, las instituciones (lo que sea) para creer lo contrario. Hay un ataque colectivo repetitivo en nuestros corazones, tratando de convencernos de que no somos lo suficiente, que necesitamos más de lo que está fuera de nosotros: cosas, gente, sensaciones, situaciones, con el fin de ser más completos y más nosotros mismos.

Pero mira, tú eres suficiente. Siempre lo has sido. Es matemáticamente imposible ser más o menos que suficiente, justo aquí y justo ahora y justo tú. Hay una hermosa rendición cuando comprendes que no necesitas nada - ni dinero, ni fama, ni poder, ni cosas, ni siquiera “amor”… porque ya ERES esas cosas, sentimientos, gente, sensaciones, pura vida y potencial - esperando ocurrir. Separarnos a nosotros mismos de lo que deseamos y/o creemos que “necesitamos” es una ilusión.

Lo que deseamos es una extensión de lo que ya somos en una dimensión aún no materializada. De lo contrario, no lo desearíamos. Cuando deseamos algo, hacemos eco de lo que ya hemos visto con los ojos del corazón. Entonces, si lo podemos ver… debe ya existir en alguna dimensión. Desear “eso” es el paso necesario para traerlo a la existencia.

Como Ralph Waldo Emerson, mi libre y muerto-pero-más-vivo-que-yo Coach de Vida, querría agregar:
"No hay nada caprichoso en la naturaleza y la implantación de un deseo indica que su satisfacción está en la constitución de la criatura que lo siente".
Así que cuando vives aislado de tus deseos - y desde un lugar de necesidad más que de ser, dejas de confiar en ti mismo. Esto genera inseguridad y una desconfianza general en la vida que te rodea, y como resultado tratas de forzar esta vida para que se dé en la forma que crees que debe darse, sin una desviación, sin un latido, sin una coma…

Para aliviar tu miedo a la oscuridad, le das a la vida un puñetazo en el estómago antes de que ella te dé uno a ti y así es como interrumpes el flujo natural y la alineación de las cosas, la gente, las circunstancias y los acontecimientos que el Universo, en forma natural,  te entregaría, si tan sólo le permitieras hacer su trabajo.

Si quieres que tu mente vuele un poco más allá con la maravilla de esta comprensión, regálale a Alan Watts 3 minutitos mágicos para que te lo explique:

Entonces, de tus avances de dos pasitos para adelante y uno para atrás últimamente ¿cuáles son tus mejores 5, Querido Humano?

Me encantaría escucharlo. Si no, por lo menos tómate una taza de té contigo mismo y anótalos en tu diario. Te dará una perspectiva más amplia de tu propia evolución única y de tu sentido de propósito, y quizá añada un tono extra de sentido épico a tu aventura con la vida.
Como Anaïs Nin tan bellamente lo expresó:
"No crecemos absolutamente, cronológicamente. Crecemos a veces en una dimensión, y no en otra; en una forma desigual. Crecemos parcialmente. Somos relativos. Somos maduros en un ámbito, infantiles en otro. El pasado, el presente y el futuro se mezclan y nos empujan hacia atrás, hacia delante, o nos ponen en el presente. Estamos hechos de capas, células, constelaciones".

CONVIRTÁMONOS EN LO VERDADERO Y NUESTROS SUEÑOS SIMPLEMENTE NOS ENCONTRARÁN

*Rango: Un Alien Imaginario al que me refiero, en ocasiones, cuando es necesario contar con  atención o aprobación adicional.

Andréa Balt

27 julio 2015

Gaslighting: Personas que controlan tu vida sembrando dudas

Hay personas que te hacen dudar poniendo en entredicho continuamente tus sentimientos, ideas, creencias y decisiones. Estas personas minan tu seguridad, hasta el punto en que dejas de confiar en tus capacidades. Entonces se “apropian” de tu vida, sin que te des cuenta. Se trata de un fenómeno conocido como gaslighting.

Este término se puso de moda en los años ’60 para indicar la intención de manipular la percepción de la realidad de una persona. Sin embargo, sus raíces son aún más profundas ya que proviene de una obra de teatro titulada “Gas Light”, que también fue llevada al cine. En la versión cinematográfica, Ingrid Bergman sufría el acoso de su esposo, quien intentaba convencerla de que estaba loca. Para lograr su cometido, manipulaba diferentes objetos de su entorno y cuando Ingrid Bergman le hacía notar esas variaciones, afirmaba que estaba equivocada y que estaba perdiendo la cabeza.

En la actualidad este término se sigue usando para indicar una forma de abuso mental que se caracteriza por manejar la información de manera selectiva, para confundir a la víctima, haciendo que dude de su memoria, percepción o incluso de su cordura. Su principal objetivo es desorientar a la persona, haciendo que su sentido de la realidad y autoconfianza se tambaleen, para ponerla a su merced.

De hecho, el gaslighting es una forma de abuso mental mucho más común de lo que podríamos pensar, sobre todo en las relaciones de pareja o entre padres e hijos. Básicamente, ocurre cada vez que alguien nos miente deliberadamente con el objetivo de alterar nuestra percepción de las circunstancias y sacar provecho de ello, aunque saben de sobra que tenemos razón.

Sin embargo, el gaslighting suele ser difícil de detectar porque casi nunca implica el uso de la violencia. De hecho, esa persona suele comportarse de manera muy amable e incluso pone a su víctima en un pedestal, para que no ponga en duda sus intenciones. En muchos casos, el manipulador se autoproclama como defensor de la víctima, cuando en realidad lo que intenta es someterla.


Gaslighting: Un in crescendo de manipulación
Es fácil pensar que nunca caeríamos en una manipulación tan “burda”, pero cuando las emociones entran en juego, lo improbable se vuelve probable. De hecho, el gaslighting es un complejo mecanismo de proyección e introyección de los conflictos psíquicos en el que intervienen dos personas:

-Manipulador: Por una parte, hallamos a la persona manipuladora, que proyecta sus conflictos sobre su víctima, para mantener incólume su propia identidad y sentir que tiene el control.

-Víctima: Por otra parte, hallamos a la víctima, que normalmente es una persona que tiene una relación afectiva con el manipulador y que acepta como propios los conflictos de este.

La víctima no confía en sus propios juicios, idealiza al manipulador y asume su sentido de la realidad. Normalmente se trata de una persona insegura, que necesita la aprobación externa. Aunque en algunos casos, cuando el gaslighting se extiende a lo largo de los años, la seguridad y autoconfianza de una persona pueden comenzar a tambalearse, de forma que esta llega a aceptar la realidad que le impone el otro, sobre todo si confía en esa persona.

Obviamente, una forma tan refinada de manipulación emocional no ocurre de la noche a la mañana.

Fase 1: En la primera etapa, cuando alguien intenta imponerte otra realidad, lo normal es que presentes resistencia y la rebatas. Puedes discutir durante horas sobre el argumento, hasta que llegas a sentirte francamente ridículo, pero no logras llegar a ningún acuerdo porque la otra persona no da su brazo a torcer. De hecho, es probable que discutas sobre cosas que no deberían ser motivo de discusión, como tus sentimientos u opiniones. Sin embargo, discutes porque alguien está intentando decirte cómo debes sentirte o pensar. En esta etapa, todavía crees en ti, pero comienzas a poner en duda tus creencias.

Fase 2: En la segunda etapa comienzas a considerar el punto de vista de la otra persona e incluso lo entiendes, así que te esfuerzas porque comprenda a su vez tu perspectiva. No obstante, te asusta lo que su punto de vista desvela sobre ti, lo que crees que dice sobre tus creencias y valores. En este punto, el objetivo de la discusión ya no es ganar y demostrar que tienes razón, sino tan solo probar que eres una buena persona, que eres valioso. Se trata de un cambio de objetivo importante porque demuestra que has dejado de creer en tus argumentos y que estás luchando solo por demostrar tu valía.

Fase 3: En la tercera etapa comienzas a dudar seriamente de ti y te preguntas “¿qué hay de malo en mí?” Comienzas a considerar que su punto de vista es normal y que el tuyo es erróneo, pierdes la habilidad para juzgar tus propios pensamientos y sentimientos porque usas el rasero de otra persona. En este momento, has abrazado por completo la perspectiva del manipulador, dudas de ti y comienzas a temerle a sus críticas, hasta tal punto que puedes obsesionarte por no cometer un error. En esta fase, ya no crees que eres una persona valiosa, has entregado tu capacidad de decisión y autoestima.

¿Por qué una persona cae en esta trampa?

Existen tres características que hacen que una persona sea más proclive a ser víctima del gaslighting:

Necesidad de tener la razón. Una persona que siempre quiere tener la razón, es más propensa a sufrir este tipo de manipulación porque también suele enzarzarse en discusiones que se desvirtúan del tema principal y entran en el peligroso terreno de la subjetividad. Además, el deseo de tener razón también implica una visión en blanco y negro del mundo, por lo que cuando sus argumentos pierden solidez, tendrá la tendencia a asumir los de la otra persona, sin darse cuenta de que ambos argumentos son simplemente perspectivas diferentes.

Necesidad de aprobación. La necesidad constante de aprobación desvela a una persona insegura, una persona que se pliega con facilidad ante los deseos de los demás solo para obtener su beneplácito. Obviamente, el manipulador aprovecha esta debilidad a su favor. Una persona que necesita la aprobación de los demás estará sometida a estos, por lo que será muy vulnerable a la manipulación.

Necesidad de afecto. El gaslighting suele ocurrir entre personas que mantienen una estrecha relación afectiva. De hecho, a menudo la víctima idealiza al manipulador, a quien lo ve como un “salvador” o “defensor”. Obviamente, si no existiese ese vínculo emocional, sería mucho más fácil romper la relación o detener la manipulación antes de que esta adquiriera proporciones mayores.

¿Cómo enfrentar el gaslighting?

La mejor solución para no caer en este tipo de manipulación es aprender a detectarla a tiempo. Es importante que seas capaz de identificar a este tipo de personas. De hecho, cuando alguien te hace sentir mal continuamente, te hace dudar de ti mismo y disminuye tu autoconfianza, haciendo tambalear tu seguridad, es porque se trata de una persona tóxica y debes mantenerte con todos los sentidos alertas cuando te relacionas con ella.

También debes ser consciente de que una persona puede no compartir tus sentimientos e ideas, puede no estar de acuerdo con ellos e incluso puede que no los entienda, pero no debe dudar de su existencia, después de todo, no está dentro de ti para afirmarlo o negarlo con certeza. Por tanto, si una persona pone en duda tus sentimientos e ideas con frecuencia, es probable que lo haga solo para minar tu autoestima y manipularte. No dejes que nadie ponga en duda lo que sientes o piensas.
Por último, considera que con estas personas, es mejor no discutir, porque su objetivo no es comprenderte sino manipularte. La persona que recurre al gaslighting no necesita tener razón, tan solo necesita que tú creas que la tiene. Por eso, hará todo lo posible por manipular tu percepción de los hechos. La clave radica en impedírselo y, para ello, es conveniente que no te involucres en discusiones que no son objetivas.

Jennifer Delgado

Lo comparto porque yo viví una situación así... si lo podemos detectar es bueno estar alertas. -Edith



24 enero 2014

El apego

El desapego no es una condición negativa, sino una condición vigilante, positiva, que nos libera de algo que impide en nosotros el contacto con el alma, ese algo es el miedo de la libertad. Tenemos apego cuando tenemos miedo de la libertad. Tenemos apego cuando perdemos el poder interior. Tenemos apego cuando nos volvemos dependientes de una persona, de un evento, de una circunstancia; inclusive de la religión como una muleta exterior, no como un punto de apoyo interior.

El apoyo nos hace perder el poder, porque nos hace perder el punto de apoyo interior y este es autonomía. La autonomía es la condición del alma, del contacto de la personalidad con el alma. Solamente cuando seamos autónomos, nos aceptemos, nos reconozcamos, tengamos autonomía interior y seamos nosotros mismos; entonces recién el alma podrá anclarse en nuestro vehículo.

Nosotros somos fundamentalmente el alma que utiliza la personalidad. Pero el alma es virtual, es potencial, es como un futuro incierto cuando nosotros no somos libres. El alma solo se puede asentar, en medio de la libertad.

El apego negativo lo llamamos rechazo o aversión. Estamos apegados a un sentimiento que volvemos resentimiento. Y el resentimiento como una forma de aversión es el peor de los apegos. El apego no solo es la dependencia de otro, el apego siempre es la dependencia de un sentimiento. Los apegos se dan en el campo emocional o en el campo astral; que es el campo de los sentimientos.

En ambos casos nos separamos; porque no hay peor separación, que la de la proximidad física, cuando no hay libertad. Puede que estemos muy juntos y muy cerca. Puede que nos besemos, puede que nos abracemos, puede que ocupemos el mismo techo, pero si la relación se basa en el apego, estamos profundamente separados en nuestra esencia. Mientras más cerca estén nuestros cuerpos y nuestras personalidades; si hay apego, más lejanas están nuestras almas.

Mientras más cerca estemos, más prisioneros somos el uno del otro, si la relación es de apego. Una relación es de apego si produce sufrimiento; no hay sufrimiento, sin apego. La condición del sufrimiento es el apego. Tú puedes irte o puedes quedarte; pero si yo sufro es porque estoy apegado y si estoy apegado a ti es porque estoy inseguro de mí, porque necesito un punto de apoyo exterior. Si estoy apegado a ti, es porque estoy inseguro de mí. Si yo estoy apegado a ti estoy violando tu libertad, si tú estas apegado a mí, entonces también estas violando mi libertad.

De tal manera que la mejor manera de unirse es paradójicamente liberarse. La mejor manera de encontrarse es desaparecerse. La mejor manera de no rechazarte es paradójicamente aceptarme a mí mismo. Así se pueden ver las paradojas que se dan en una relación que tiene como punto de partida la reflexión; yo me miro y me observo en un espejo, pero yo me miro y me observo en un espejo que eres tú. Aquellas cosas a las que yo me apego son esas inseguridades y vacíos interiores que tengo. De manera que te estoy utilizando en la relación como un instrumento para compensar mis carencias. La relación no es un instrumento para compensar carencias, sino es un instrumento de liberación.

Si yo te necesito a ti para llenar mis vacíos, pobre de ti y de mí, porque te voy a atrapar en la prisión de mi vacío. Si tú me necesitas solo para compensar tus vacíos en la relación, no me vas a dar más que tu carencia, tu sombra y tu pobreza. No me vas a regalar lo mejor de ti mismo que es tu riqueza y todas aquellas cosas que ya has afirmado, aquello que traes para regalarle al mundo desde tu propio corazón

21 noviembre 2012

El elefante

Cuando yo era chico me encantaban los circos y, lo que más me gustaba de los circos, eran los animales. A mí, como a otros muchachos y a la mayor parte de la gente, me llamaba la atención el elefante.

Durante la función, la enorme bestia hacía ostentación de su peso, su tamaño y su fuerza descomunal; pero, después de su actuación, y hasta un rato antes de volver al escenario, el elefante quedaba sujeto solamente por una cadena que aprisionaba una de sus patas a una pequeña estaca clavada en el suelo.

Sin embargo, la estaca era solo un minúsculo pedazo de madera, apenas enterrado unos centímetros en la tierra. Y, aunque la cadena era gruesa y poderosa, me parecía obvio que ese animal, capaz de arrancar un árbol de cuajo con su propia fuerza, podría con facilidad, arrancar la estaca y huir.

El misterio es evidente: ¿Qué lo mantiene entonces? ¿Por qué no huye? Cuando tenía cinco o seis años, yo todavía confiaba en la sabiduría de los grandes. Pregunté entonces a algún maestro, a algún sacerdote o a algún tío, por el misterio del proceder del elefante.

Alguno de ellos me explicó que el elefante no se escapaba porque estaba amaestrado. Hice entonces la pregunta obvia: Si está amaestrado, ¿por qué lo encadenan? No recuerdo haber recibido ninguna respuesta coherente. Con el tiempo me olvide del misterio del elefante y la estaca que lo retenía y sólo lo recordaba cuando me encontraba con otros que también se habían hecho la misma pregunta.

Hace algunos años, descubrí que, por suerte para mí, alguien había sido lo bastante sabio como para encontrar la respuesta: “El elefante del circo no escapa porque ha estado atado a una estaca parecida desde que era muy pequeño”. Cerré los ojos y me imaginé al pequeño recién nacido sujeto a la estaca. Estoy seguro de que en aquel momento el elefantito empujó, tiró y sudó tratando de soltarse. Y a pesar de todo su esfuerzo, no pudo. La estaca era ciertamente muy fuerte para él. Juraría que se durmió agotado y que, al día siguiente, volvió a probar, y también al otro, y al que seguía… Hasta que un día, un terrible día para su historia, el animal aceptó su impotencia y se resignó a su destino.

Este elefante enorme y poderoso no escapa, porque cree que no puede. Él tiene registro y recuerdo de su impotencia, de aquella impotencia que sintió poco después de nacer. Y lo peor, es que jamás se ha vuelto a cuestionar seriamente ese registro. Jamás, jamás, intentó poner a prueba su fuerza otra vez.

COMENTARIO: Cada uno de nosotros somos un poco como ese elefante. Vamos por el mundo atados a cientos de estacas que nos restan libertad. Vivimos creyendo que no podemos hacer un montón de cosas; simplemente, porque alguna vez probamos y no pudimos. Grabamos en nuestro recuerdo: ″¡No puedo! ¡No puedo y nunca podré!″ Crecimos aceptando ese mensaje que nos impusimos a nosotros mismos y nunca más lo volvimos a intentar. La única manera de saber si podemos, es intentar de nuevo poniendo en el intento todo el corazón.

Tomado del libro ″Cuentos para pensar″ de Jorge Bucay


30 mayo 2012

La inseguridad está llena de vida

"...ten muy claro que la vida es inseguridad. No hay manera de hacerla segura. Nada de lo que hagas ayudará. Sólo puedes crear una ficción de seguridad; la vida sigue siendo insegura. Es su naturaleza misma, porque la muerte está involucrada en ella, de modo que ¿cómo va a ser segura la vida?

Y piensa un momento: si la vida es realmente segura, ya estará muerta. Una vida absolutamente, totalmente segura, no puede estar viva, porque se ha perdido la aventura misma. Si estás protegido de todos los peligros, estarás muerto. En el ser mismo de la vida hay aventura, peligro, inseguridad. Está involucrada la muerte...
El cambio es la cualidad misma de la vida, y en el cambio está la inseguridad.

Los que quieran entrar en ámbitos más profundos de la vida deben estar dispuestos a estar en peligro, deben estar dispuestos a entrar en lo desconocido, y no deben de tratar de fijar el futuro en modo alguno. El esfuerzo mismo lo matará todo. Y recuerda esto también: esa inseguridad no sólo está viva; es bella. La seguridad es sosa, fea. La inseguridad está llena de vida y es hermosa. Puedes sentirte seguro si cierras tus puertas y ventanas, y todo. No entra ni luz ni aire; no entra nadie. Estás seguro en cierto modo, pero no estás viviendo; ya has entrado en tu tumba".

Osho