Más que dinero, fama, amor…denme Verdad”.- Thoreau
Tengo una relación de amor y odio con las Resoluciones, Listas y Manifiestos.
Me
encanta escribirlos. Odio sentir su peso sobre mis hombros. Reactivan
mi Trastorno Obsesivo Compulsivo y me hacen sentir asfixiada por los
‘podría’, ‘debería,’ etc. … pero vaya, la Vida siempre se deja venir
inesperadamente.
Así que en lugar de resoluciones, de unos años
para acá, he hecho Evoluciones. Me siento tranquilamente con una taza de
té y nostalgia en mis manos cada cumpleaños, o en la víspera de Año
Nuevo, o cualquier día que mi alma necesita ser escuchada y hago una
revisión de mí misma por una breve hora (o tres). Trato de auscultar los
murmullos de mi corazón y le pregunto cosas. Ella no responde de
inmediato, se toma su tiempo.
Y después le pregunto a la Mente,
que todo lo sabe, una más predecible supercomputadora que de inmediato
arma (en una hoja de cálculo cósmica que incluye costos, beneficios y
pérdidas) unas cuantas lecciones (creo) que ya tendría/debería haber
aprendido - las duras y malditas formas en las que por lo general me
salgo con la mía.
Plenamente conscientes de que la sabiduría es
como el agua, paradójica por naturaleza, así como somos 60% agua +
tiempo + sangre + agonía, y que el No-Saber es a menudo, el territorio
más poderoso en el que podemos pararnos, hay, sin embargo, un exquisito
placer en querer representar esta evolución a través de números. Somos
fabricantes de significados, después de todo, así que ¿por qué tener
miedo a señalarlo? Resumir 21,000 momentos ajá en unos cuantos puntos es
imposible. Pero bueno, ¡nosotros somos posibles!
Entonces, regálame sólo unos minutos para invitarte una taza de té con especias y galaxias.
1. Tu propósito no es Sobrevivir, es Vivir.
Es muy
difícil no ser tragado por lo ordinario, es agotador luchar contra ello y
aún más difícil aprender un nuevo lenguaje, uno que te ayude a contar
nuevamente la cansada historia del mundo con tu voz original.
Es
difícil volver a cablear tantos cientos de años de soledad y separación
de la naturaleza, de nosotros mismos y de nuestros otros, y creer,
realmente creer, que el universo no conspira contra ti, sino contigo,
que no estás solo, que alguien, algo - más grande que tú - te protege y
el mismo hecho de que no encajes en la ecuación de la vida es porque
seguramente tienes que encajar en otro lugar.
Entonces, si no has
podido leer el libro que quieres, tienes que escribirlo. Si no has
encontrado tu País de las Maravillas, tienes que construirlo. No hay de
otra. Tú eres tu camino, tu verdad y tu vida. Tú no eres una víctima, ni
siquiera un sobreviviente. Tú eres un creador.
Como George Bernard Shaw, mi fantástico abuelo de la sabiduría dijo:
"LA VIDA NO SE TRATA DE ENCONTRARTE A TI MISMO.
LA VIDA SE TRATA DE CREARTE A TI MISMO”.
Hay
una inmensa sensación de libertad, superpoderes ilimitados, y una
responsabilidad creativa casi épica para con tu vida e indirectamente la
vida de aquellos a quienes tocas, una vez que comprendes esto.
2. Respétate a ti mismo. Amarte, a veces se queda corto.
Amarte
a ti mismo se ha convertido en un término diluido y en un cliché
emperifollado con cintas color de rosa. Respetarte a ti mismo es el
nuevo negro. Básicamente significa: ponte de pie y consíguete un nuevo
par de cojones para la vida, porque cualquier cosa que estés creando
comienza contigo mismo, lo que te convierte en el activo más importante y
también, en la responsabilidad más arriesgada.
Respétate lo
suficiente como para exigir lo que crees merecer - ya sea que se trate
de dinero, actitud, sueños, deseos, necesidades, gente… Esta lección no
me hizo clic a mí hasta hace poco, cuando me di cuenta que realmente
nunca obtengo lo que quiero, sino lo que sinceramente creo merecer - y
esta resultó ser una película de terror y humillación. Pero me obligué a
mí misma a sentarme a verla y llevé a cabo una especie de cirugía de
mente y corazón, y todavía duele y aún estoy pagando las facturas del
hospital.
La cosa es que nada ni nadie es tu dueño. No estoy
segura de quién te haya fundado pero sin una maldita duda tú eres el
Director General de tu vida.
No esperes que nadie más venga a salvarte,
establece tú tus propios límites, limpia todo tu desastre o mágicamente
arregla tu vida. No va a suceder solo. Nadie más puede hacerlo, incluso
si alguien quiere hacerlo. Tú eres el único que tiene la llave y la
puerta hacia Ti.
Así es que organiza de nuevo tus oficinas,
comienza a hacerte cargo del negocio de tu vida y realínea la brújula de
tu corazón para que lo que sinceramente creas merecer coincida con lo
que quieres y buscas activamente - y viceversa. Todo es uno y lo mismo.
"La
clase más importante de libertad es ser lo que realmente eres. Estás
cambiando tu realidad por un rol. Estás cambiando tu sentido por un
acto. Renuncias a tu capacidad de sentir, y a cambio, te pones una
máscara. Jamás habrá una revolución a gran escala hasta que haya una
revolución personal, a nivel individual. Primero tiene que darse
dentro". - Jim Morrison
3. El amor no es una palabra de cuatro letras (¡Maldita sea!).
Durante
mucho tiempo creí que así era, y no sólo cuatro, sino blanco o negro,
par o impar, caliente o frío, húmedo o seco. Sin embargo, nuestros
corazones son políglotas. Por dentro hablamos 100 lenguas, pero no
podemos entender racionalmente el 99.9 por ciento de ellas. Y al igual
que la vida, el amor es un arte, y realmente nunca nos enseñaron cómo
amar, ¿o sí? La mayoría de nosotros no hemos tenido ni la más mínima
visión de cómo se siente un amor sano y vivificante (no mortificante).
Resulta
casi gracioso que en la escuela nos hayamos visto obligados a memorizar
los nombres de nuestros presidentes y los de sus esposas y amantes; que
nos hayan forzado a recordar las fechas exactas de los asesinatos en
masa y a respetar y temer a los asesinos, o a aprender cada detalle de
cómo el 1% ha decidido, en un momento u otro de la historia, simplemente
robar, conquistar y dividir el 99% de nuestros recursos naturales y
esclavizar a nuestra humanidad, mientras estábamos/todavía estamos
obligados a observar, y nos seducen para aceptar - ¿y ni siquiera un
solo curso o dos acerca del amor, la vida, la alimentación? ¡Vamos
Humanidad, puedes hacer algo mucho mejor que eso!
¿Se espera de nosotros que sepamos lo que dijo Rainer Maria Rilke?
"Que
un ser humano ame a otro: esa es quizá la más difícil de todas nuestras
tareas, la más grande, la última prueba, el trabajo para el que todo el
demás trabajo no es más que una preparación".
O que,
"El
amor es la única manera de comprender a otro ser humano en el núcleo
más íntimo de su personalidad. Nadie puede llegar a ser plenamente
consciente de la esencia misma de otro ser humano hasta que lo ama. A
través de su amor tiene la capacidad de ver los rasgos esenciales y las
características en la persona amada; y aún más, ve lo que es potencial
en ella, que aún no está actualizado pero debe ser actualizado. Además,
por su amor, la persona que ama permite a la persona amada actualizar
esas potencialidades. Al hacerla consciente de lo que puede ser, y de
aquello en lo que debe convertirse, hace que esas potencialidades se
hagan realidad".- Viktor Frankl
Y, ¡oh, Dios mío, Amelia Earhart, con esto!
"Por
favor, no interfiramos en el trabajo o juego de los demás, ni
permitamos que el mundo vea nuestras alegrías o desacuerdos privados. En
esta conexión debo contar con un lugar al cuál ir y ser yo misma, de
vez en cuando, porque no puedo garantizar soportar en todo momento los
encierros de una jaula, por más atractiva que ésta sea".
Idea
para un Artículo Nuevo: ¿Cómo desaprender nuestra idea (tipo cóctel
hecho-en-Hollywood) acerca del amor y reemplazarla con lo que el amor es
podría ser… ¿alguien-sabe?
4. Juega con más ganas. Trabaja más inteligentemente. Sé aquí. No desanimes a tu niño interior.
Había
estado trabajando durante años como una loca, poseída por la ansiedad,
como un robot zombie alienígena - basada en la falsa creencia de que la
vida es dura, que primero debía matarme a mi misma para después (algún
día) vivir, que todo estaba en mi contra y que esto era una revolución,
nena, que debía matar de hambre a mi corazón para poder correr un poco
más de prisa. Y que así lograría hacer las cosas, ¡pero mentira,
mentira, mentira!
En toda esta paradójica carrera a muerte por la
vida, creo que perdí la maravilla, Rango* — o parte de ésta, por lo
menos. Ella salió de mi corazón sin advertírmelo, en silencio,
despacito, discretamente, de puntillas, como el viento de verano - como
cuando vino por primera vez. Y ahora mis pies están fríos y no puedo
descifrar el canto del pájaro.
Así que del costo de esta pérdida,
he aprendido que el viaje es el destino, que el medio es el mensaje y
que tus medios determinan tu fin. Y que tienes que hacer un alto y oler
las flores, dejar que los perros te laman, y abrazar a las personas,
incluso si ‘apestan’. Abre tus ventanas, deja las puertas abiertas.
No
esperes hasta tu lecho de muerte para disfrutar de la vida que no
viviste y lamentar lo que no dijiste - mañana o dentro de cincuenta
años, nadie está a salvo. Dilas ahora. Hazlas ahora. Sé eso ahora. Y
quién sabe, tal vez en el Ahora es cómo vivas para siempre.
5. Suelta el control. (O, ¿por qué deberías dejar de ser un loquillo neurótico estresado?)
La
necesidad del control proviene de la inseguridad acerca de tu propio
poder y de la débil conexión que sientes con el resto del universo, la
naturaleza, la gente, las circunstancias… No confías en ti mismo,
entonces, como resultado, no puedes confiar en nadie más, en nada más. Y
esa falta de confianza está enraizada en la creencia de que no eres
suficiente.
Una parte de ti sabe que Eres y es consciente de todo
tu potencial, pero se ha visto condicionada por años de
auto-flagelación a través de la familia, la cultura, la religión, la
sociedad, los medios de comunicación, las amistades, las instituciones
(lo que sea) para creer lo contrario. Hay un ataque colectivo repetitivo
en nuestros corazones, tratando de convencernos de que no somos lo
suficiente, que necesitamos más de lo que está fuera de nosotros: cosas,
gente, sensaciones, situaciones, con el fin de ser más completos y más
nosotros mismos.
Pero mira, tú eres suficiente. Siempre lo has
sido. Es matemáticamente imposible ser más o menos que suficiente, justo
aquí y justo ahora y justo tú. Hay una hermosa rendición cuando
comprendes que no necesitas nada - ni dinero, ni fama, ni poder, ni
cosas, ni siquiera “amor”… porque ya ERES esas cosas, sentimientos,
gente, sensaciones, pura vida y potencial - esperando ocurrir.
Separarnos a nosotros mismos de lo que deseamos y/o creemos que
“necesitamos” es una ilusión.
Lo que deseamos es una extensión de
lo que ya somos en una dimensión aún no materializada. De lo contrario,
no lo desearíamos. Cuando deseamos algo, hacemos eco de lo que ya hemos
visto con los ojos del corazón. Entonces, si lo podemos ver… debe ya
existir en alguna dimensión. Desear “eso” es el paso necesario para
traerlo a la existencia.
Como Ralph Waldo Emerson, mi libre y muerto-pero-más-vivo-que-yo Coach de Vida, querría agregar:
"No
hay nada caprichoso en la naturaleza y la implantación de un deseo
indica que su satisfacción está en la constitución de la criatura que lo
siente".
Así que cuando vives aislado de tus deseos -
y desde un lugar de necesidad más que de ser, dejas de confiar en ti
mismo. Esto genera inseguridad y una desconfianza general en la vida que
te rodea, y como resultado tratas de forzar esta vida para que se dé en
la forma que crees que debe darse, sin una desviación, sin un latido,
sin una coma…
Para aliviar tu miedo a la oscuridad, le das a la
vida un puñetazo en el estómago antes de que ella te dé uno a ti y así
es como interrumpes el flujo natural y la alineación de las cosas, la
gente, las circunstancias y los acontecimientos que el Universo, en
forma natural, te entregaría, si tan sólo le permitieras hacer su
trabajo.
Si quieres que tu mente vuele un poco más allá con la
maravilla de esta comprensión, regálale a Alan Watts 3 minutitos mágicos
para que te lo explique:
Entonces, de tus avances de dos pasitos para adelante y uno para atrás últimamente ¿cuáles son tus mejores 5, Querido Humano?
Me
encantaría escucharlo. Si no, por lo menos tómate una taza de té
contigo mismo y anótalos en tu diario. Te dará una perspectiva más
amplia de tu propia evolución única y de tu sentido de propósito, y
quizá añada un tono extra de sentido épico a tu aventura con la vida.
Como Anaïs Nin tan bellamente lo expresó:
"No
crecemos absolutamente, cronológicamente. Crecemos a veces en una
dimensión, y no en otra; en una forma desigual. Crecemos parcialmente.
Somos relativos. Somos maduros en un ámbito, infantiles en otro. El
pasado, el presente y el futuro se mezclan y nos empujan hacia atrás,
hacia delante, o nos ponen en el presente. Estamos hechos de capas,
células, constelaciones".
CONVIRTÁMONOS EN LO VERDADERO Y NUESTROS SUEÑOS SIMPLEMENTE NOS ENCONTRARÁN
*Rango: Un Alien Imaginario al que me refiero, en ocasiones, cuando es necesario contar con atención o aprobación adicional.
Andréa Balt