- Mira esos perros, qué unidos están y con cuánta amistad se tratan. ¿Y nosotros, los seres humanos?
Maulana reflexionó un poco y respondió:
- En verdad, así es: estos perros están ahora en calma y en paz; pero si arrojas un hueso entre ellos verás alterarse la unidad de la que hablas. Lo mismo sucede a la humanidad -siguió diciendo Maulana-. Los hombres son grandes amigos, siempre que exista desapego entre dos personas y no intervenga entre ellas la ganancia de las cosas materiales; pero si arrojas entre ellos la codicia del mundo, verás como se altera la paz y cómo se pelean con más saña que los perros.
Solo los que dan poca importancia a las cuestiones pasajeras de lo material y de las posesiones, que han de "morir y perecer", pueden hacer una vida tranquila y en paz.
Idries Shah
(Los cien cuentos de la sabiduría sufí)
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