Cuando las reacciones son positivas, usualmente no hay ningún problema. Pero cuando son negativas, algunos se asustan y dejan que estas opiniones los acaben.
Te voy a decir algo: que la gente esté hablando de tu trabajo es algo bueno, incluso cuando lo que estén diciendo sea negativo.
La crítica te hace interesante y crea una expectativa sobre tu próxima obra, así que celébrala.
Recuerda que lo peor que te puede pasar no es que tu trabajo sea odiado, sino que provoque indiferencia.
El amor y el odio en tus obras significan que generaron un sentimiento en la audiencia y por lo tanto tu trabajo les importa y tu propuesta fue exitosa.
Cuando la audiencia no tiene ninguna reacción, significa que tu trabajo generó indiferencia, lo que quiere decir que es irrelevante.
El odio es mil veces mejor que la indiferencia porque el arte no busca complacer, sino que busca causar una reacción, y eso es lo único por lo que te debes preocupar.
Si tu trabajo te enorgullece y transmite una propuesta que te represente, el tipo de reacción de la gente no es algo por lo que tienes que responsabilizarte.
Además, el arte sería aburrido si siempre causara una reacción positiva.
Roberto Martínez
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