Hace unos días, mi madre, una mujer de 75 años, viviendo con secuelas de un ACV, con días muy buenos de ánimo y alegría y otros días de dolor y tristeza, me hizo esa pregunta antes de dormir ¿se acordarán de mi mis hermanas (os)? Pero inmediatamente se contestó, bueno no importa, lo importante es que yo sí me acuerdo de ellos y hago oración por cada uno de ellos todos los días.
Definitivamente el papel de la familia cercana ayuda a que nuestra vida sea más equilibrada y feliz, pero también es importante reconocer que cada uno de los miembros de la familia tienen sus diferentes formas de demostrar su afecto, o su falta de él.
Me gusta la actitud de mamá ante eso, porque realmente en la vida lo importante es lo que sentimos nosotros con respecto a los demás, pueden amarnos y demostrarlo en el mejor de los casos y hacerlos sentir totalmente correspondidos, pero también pueden no apreciarnos e ignorarnos pero eso no significa que sean correspondidos. Una persona que hace daño lo hace porque eso es lo que tiene que ofrecer, y nosotros decidimos no aceptarlo, y al contrario desearle el bien y pedirle a Dios que le bendiga.
Ofrecer siempre lo bueno que tenemos, eso es una eseñanza que hemos tenido de mis padres, vimos su ejemplo al ir creciendo, mamá con un corazón siempre dispuesto a ayudar, no nos queda más que siempre ver su ejemplo de vida.
Gracias Dios por la bendición que han sido mis padres, y la bendición que nos das de cuidar a mamá hoy que más nos necesita.
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