Una serendipia es ...

Una serendipia es un descubrimiento o hallazgo afortunado e inesperado. Así que espero que lo que aquí encuentres sea afortunado y útil para tu crecimiento, además que sea inesperado pues siempre se recibe todo gratamente cuando no tienes expectativas.

29 agosto 2013

La oración

La oración ensancha el corazón, hasta hacerlo capaz de contener el don de Dios. Sin Él, no podemos nada.

Orar a Cristo es amarlo y amarlo significa cumplir sus palabras. La oración significa para mí la posibilidad de unirme a Cristo las 24 horas del día para vivir con Él, en Él y para Él. Si oramos, creemos. Si creemos, amaremos. Si amamos, serviremos.

Es imposible comprometerse en un apostolado directo, si no es desde una auténtica oración. Debemos tratar de ser uno con el Padre. Nuestra actividad no será verdaderamente apostólica si no le permitimos obrar en nosotros, a través de nosotros, gracias a su poder, a sus planes y a su amor.

Para que la oración sea realmente fructuosa, ha de brotar del corazón y debe ser capaz de tocar el corazón de Dios.

Yo estoy perfectamente convencida de que cuantas veces decimos Padre nuestro, Dios mira sus manos, que nos han plasmado... "Te he esculpido en la palma de mi mano"... mira Sus manos y nos ve en ellas. ¡Qué maravillosos son la ternura y el amor de Dios omnipotente!

Orad sencillamente, como los niños, movidos por un fuerte deseo de amar mucho y de convertir en objeto de propio amor a aquellos que no son amados.

Debemos ser conscientes de nuestra unión y de convertir con Cristo, así como El tenía clara conciencia de su unión con el Padre.

La plegaria perfecta no consiste en una palabrería, sino en el fervor del deseo que eleva los corazones hasta Jesús.

Nuestras acciones sólo pueden producir frutos, cuando son expresión verdadera de una plegaria sincera.

Frecuentemente nuestra oración no produce efecto por no haber fijado nuestra mente y nuestro corazón en Jesús, por medio de quien únicamente nuestra oración puede ir directamente a Dios.

"Yo lo miro y El me mira" constituye la perfecta oración.

Nunca debiéramos ceder a la costumbre de aplazar nuestra oración, sino hacerla con la comunidad.

El fracaso o la perdida de la vocación proviene también de la desidia en la oración.

La oración ensancha el corazón delicado hasta el punto de estar en condiciones de acoger el don del propio Dios.

Dios se compadece de la debilidad pero no quiere el desánimo.

"En El vivimos, nos movemos y existimos"

No basta orar generosamente, hemos de orar con fervor y devoción.

El conocimiento que comunicamos debe ser el de Jesús crucificado y, como dice san Agustín: "Antes de dejar de hablar a la boca, el apóstol ha de elevar su propia alma sedienta a Dios para luego poder entregar cuanto ha bebido, vertiendo en los demás aquello de lo cual estamos colmados", o como nos enseña santo Tomás: "Aquellos que son llamados a la labor de una vida activa, cometen una grave equivocación si piensan que su compromiso les dispensa de la vida contemplativa. Tal obligación se añade a aquélla y no la hace menos indispensable".

La oración que brota de nuestra mente y de nuestro corazón y que recitamos sin necesidad de leer en ningún libro se llama oración mental.

Sólo por medio de la oración mental y la lectura espiritual, podemos cultivar el don de la oración. La oración mental es una gran aliada de la pureza de alma.

Los mejores medios para alcanzar un franco progreso espiritual son la oración y la lectura espiritual.

Si a ustedes les resulta difícil orar, rueguen insistentemente: "¡Jesús ven a mi corazón, ora dentro de mí y conmigo, hazme aprender de Ti cómo orar".

La cosa más importante no es lo que decimos nosotros, sino lo que Dios nos dice a nosotros. Jesús está siempre allí, esperándonos. En el silencio nosotros escuchamos su voz.

Debemos amar la oración. La oración dilata el corazón hasta el punto de hacerlo capaz de contener el don que Dios nos hace de Sí mismo.

Madre Teresa de Calcuta


27 agosto 2013

Echar raíces

Cuando interpretamos nuestra vida simbólicamente, como un viaje espiritual, podemos examinar más objetivamente nuestras acciones, así como nuestras decisiones de no actuar.

Podemos intentar extraer una lección de cada encuentro o experiencia. Por ejemplo, ser objeto de una traición puede ser devastador desde el punto de vista emocional, pero generalmente nos enseña que tenemos que desprendernos de las expectativas, las dependencias emocionales y psicológicas y los intentos de controlar a los demás provocados por nuestros propios miedos. Nos enseña a aceptar a los demás tal y como son, en vez de como desearíamos que fueran o esperábamos que fueran. También nos ayuda a comprender que no podemos controlar completamente nuestras vidas.

En definitiva, para cumplir nuestro propósito necesitamos mantener determinado tipo de relaciones y vivir experiencias desagradables que nos permitirán aprender a mantener y vivir otras mejores. El final de una relación nos obliga necesariamente a iniciar un nuevo camino. Aunque al principio es posible que nos resistamos a seguir esa nueva dirección, cuando finalmente nos rindamos a ella podremos ver nuestras nuevas circunstancias como una bendición. Podemos elegir entre ver las crisis como arbitrarias y negativas o bien como intervenciones que forman parte de un plan de mayor alcance, postes en el camino que nos dirigen hacia la próxima lección sobre nuestro poder personal y nuestro Contrato Sagrado.

Por supuesto, no hace falta esperar a tener una crisis para ver las cosas como símbolos. La vida espiritual no consiste sólo en intentar imaginar por qué nos ocurren cosas malas o por qué les ocurren a otras personas, sino en intentar encontrar un sentido a esas experiencias negativas, puesto que nunca entenderemos completamente el porqué. Podemos enfocar los sucesos y patrones positivos de nuestra vida, al igual que nuestros problemas, con la intención de encontrar una finalidad oculta, un propósito superior. Por ejemplo, podemos plantearnos por qué mantenemos una buena relación con determinadas personas o qué nos llevó a implicarnos en una línea de trabajo o afición especialmente gratificante. Todos debemos encontrar el camino correcto que nos permita disfrutar de la vida y dar un sentido a nuestras actividades diarias y a nuestras interacciones con los demás. Podemos empezar en cualquier momento, por ejemplo, hoy. Hemos sido creados para “estar aquí ahora”, como afirma la famosa frase de Ram Dass.

Caroline Myss
(El Poder Invisible en Acción)

22 agosto 2013

Confía en Dios

A veces te comportas como un niño caprichoso que se la pasa dándole órdenes a Dios para que te cumpla lo que tu quieres, como tu quieres y cuando tu quieres. Como por ejemplo resolver tus problemas o los de los demás, laborales, económicos, sentimentales o de salud. Sin darte cuenta que todo tiene una razón de ser, y que Dios no cumple los caprichos de nadie pues, con su inmensa sabiduría y amor, él sabe perfectamente por qué y para qué hace las cosas y aunque te resulte difícil entenderlo, solo te está llevando a vivir las experiencias que necesitas para tu crecimiento, tu evolución y tu felicidad! Por eso, en vez de resistirte y enojarte por lo que te pasa, mejor relájate, acepta y confía en sus planes, con fe, esperanza y amor pues más adelante lo entenderás y le darás gracias con el corazón lleno de alegría, paz y felicidad! Haz que suceda!

Mari Yoli Morales




19 agosto 2013

¿Qué clase de día quieres tener?

Tu trabajo cotidiano es escoger qué clase de día quieres tener hoy

* Hoy puedes quejarte de que el clima es lluvioso o puedes estar agradecido porque tus plantas están recibiendo agua de forma gratuita.

* Hoy te puedes sentir triste porque no tienes más dinero o puedes estar contento de que tus finanzas te animan a planear tus compras más sabiamente y te alientan a alejarte de las malas adquisiciones.

* Hoy puedes quejarte de tu salud o puedes regocijarte de que estás vivo.

* Hoy puedes lamentarte de todo lo que tus padres no te dieron cuando estabas creciendo o puedes sentirte
agradecido de que te permitieran haber nacido.

* Hoy puedes llorar porque las rosas tienen espinas o puedes celebrar que las espinas tienen rosas.

* Hoy puedes llorar tu falta de amigos o puedes emprender con entusiasmo la aventura de descubrir nuevas relaciones.

* Hoy puedes quejarte porque tienes que ir a trabajar o puedes gritar de alegría porque tienes un trabajo que hacer.

* Hoy puedes murmurar abatido porque tienes que hacer las tareas domésticas o puedes sentirte honrado de tener un refugio para tu mente, cuerpo y alma.

Cada día es un lienzo esperando a ser pintado, una piedra esperando ser esculpida. Y tú eres el artista que debe fluir y decidir.


15 agosto 2013

Abecedario de la amistad

Un amigo...

Acepta como eres tú
Busca como apoyar tus sueños
Cree en ti
Da lo mejor de sí cuando lo necesitas
Escucha con atención tus problemas
Frena tus incensanteces
Grita cuando no escuchas
Habla bien de ti
Influye constructivamente en tu vida
Juguetea y te hace reir, aun en los momentos difíciles
K-alla aunque esté a punto de explotar
Lamenta tus fracasos (así te los haya advertido)
Mantiene y cultiva la amistad en las buenas y en las malas
No te juzga
Ofrece su apoyo incondicional
Perdona tus errores
Quiere lo mejor para ti
Recuerda y aprecia lo que eres para él
Se alegra con tus éxitos
Tiene la valentía de decirte lo que necesitas escuchar
Utiliza sus mejores recursos para apoyarte
Valora lo que eres
W-uarda con agrado el recuerdo de los buenos momentos
X veces intenta explicarte de forma que entiendas
Y...
Zambulle su conciencia en tus adversidades


13 agosto 2013

El silencio

Resulta muy difícil predicar cuando no se sabe cómo hacerlo, pero debemos animarnos a predicar. Para ello, el primer medio que debemos emplear es el silencio.

El silencio de la boca nos enseñará muchísimas cosas: a hablar con Cristo; a estar alegres en los momentos de desolación; a descubrir muchas cosas prácticas para decir.

Guardemos, entonces, el silencio de los ojos, el cual nos ayudará siempre a ver a Dios. Los ojos son como dos ventanas a través de las cuales Cristo y el mundo penetran en nuestro corazón.

El silencio de la mente y del corazón: María dijo "conserva cuidadosamente todas las cosas en su corazón ". Este silencio la aproximó tanto al Señor que nunca tuvo que arrepentirse de nada.

El silencio nos proporciona una visión nueva de todas las cosas.

Las palabras que no procuran la luz de Cristo no hacen mas que aumentar en nosotros la confusión.

Madre Teresa de Calcuta


12 agosto 2013

Juegos finitos e infinitos

En el mundo de juegos finitos los ganadores y los perdedores, las reglas, los límites y el tiempo son extremadamente importantes.  En este mundo los títulos, las adquisiciones y el prestigio son primordiales.  La planificación, la estrategia y el secreto son cruciales.  Para convertirte en un maestro en el mundo de los juegos finitos tienes un un público que conoce las reglas y que te dará una reputación.  En el juego finito, ser identificado con los perdedores es terrible y peligroso.  El juego finito valora los cuerpos, las cosas y las reputaciones.  La pérdida última es la muerte.

El resultado final del juego finito es la autoaniquilación porque las máquinas que inventamos para ayudarnos en este juego de ganadores y perdedores destruirán a los que confíen en ellas.  La tecnología, el marketing, la productividad son términos para animar a los jugadores a comprar más máquinas y el valor de uno depende de cuántas máquinas posee el jugador y lo bien que las haga funcionar.

También existe el juego infinito, que puedes empezar a jugar si quieres.  En este juego no hay límites; las fuerzas que permiten que las flores crezcan son infinitas y esas fuerzas no pueden ser dominadas ni controladas.  El propósito del juego infinito es conseguir que haya más gente que juegue, ría, ame, baile y cante.  La vida misma es infinitamente no comprensible.  Estas fuerzas existían antes que nosotros y seguirán existiendo tras los límites de la muerte y el tiempo.

Mientras el jugador finito tiene que debatirse y aprender el lenguaje y las reglas para hacer que funcionar todas las máquinas, el jugador infinito habla desde el corazón y sabe que las respuestas están más allá de las palabras y las explicaciones.  Esto no significa que los jugadores del juego infinito no puedan jugar también juegos finitos.  Pero no saben tomárselos en serio.

Es una opción.  Nos hallamos en un mundo en el que el secretismo, la competencia, el miedo y las armas son parte del equipo empleado para jugar el juego finito de la vida.  Sabemos que los ganadores y perdedores están sumamente valorados.  Los jugadores que prefieran pasar más tiempo jugando al juego infinito también juegan al juego finito.  La opción es jugar principalmente los juegos infinitos, pero aunque también juegues a juegos finitos, niégate a tomarlos en serio.  Los demás tal vez crean que lo haces en serio, pero tú sabes que no.  Sabes ver tu mundo en términos de un juego infinito.  Sonreirás con más frecuencia, te sentirás sereno y encontrarás las soluciones espirituales.

James Carse



10 agosto 2013

En busca de la felicidad

Un día los animales se acercaron a un Maya y le dijeron:

-No queremos verte triste, pídenos lo que quieras y lo tendrás.

El maya dijo:
-Quiero ser feliz.
La lechuza respondió:
-¿Quién sabe lo que es la felicidad? pídenos cosas más humanas.

-Bueno -añadió el hombre- quiero tener buena vista.
El zopilote le dijo:
-Tendrás la mía.

-Quiero ser fuerte.
El jaguar le dijo:
-Serás fuerte como yo.

-Quiero caminar sin cansarme.
El venado le dijo:
-Te daré mis piernas.

-Quiero adivinar la llegada de las lluvias.
El ruiseñor le dijo:
-Te avisaré con mi canto.

-Quiero ser astuto.
El zorro le dijo:
-Te enseñaré a serlo.

-Quiero trepar a los árboles.
La ardilla le dijo:
-Te daré mis uñas.

-Quiero conocer las plantas medicinales.
La serpiente le dijo:
-¡Ah, esa es cosa mía porque yo conozco todas las plantas! Te las marcaré en el campo.

Y al oír esto último, el Maya se alejó.

Entonces la lechuza dijo a los animales:
-El hombre ahora sabe más cosas y puede hacer más cosas,
pero siempre estará triste.

"Siempre estará en busca de la felicidad, pero nunca la encontrará.
Porque busca afuera lo que lleva en su interior…"



09 agosto 2013

Con flores escribes

Con flores escribes, Dador de la vida,
Con cantos das color,
Con cantos sombreas
A los que han de vivir en la tierra.
Después destruirás a águilas y tigres,
Sólo en tu libro de pinturas vivimos,
Aquí sobre la tierra.
Con tinta negra borrarás 
Lo que fue la hermandad,
La comunidad, la nobleza.
Tú sombreas a los que han de vivir en la tierra.

Nezahualcóyotl


01 agosto 2013

Visualización

¿Qué une a empresarios, atletas y artistas de éxito de alrededor del mundo?

Todos ellos tienen algo en común: utilizan la visualización para lograr sus metas.

Pero, ¿qué sabes realmente sobre la visualización?

Ella puede ayudarte a mejorar tu humor y tu estado de ánimo,  a situarte en el camino correcto, a seguir avanzando sin rendirte y a lograr todos tus deseos y objetivos.

La visualización consiste en utilizar tu imaginación para atraer a tu vida todo lo que deseas, y es una de las herramientas más poderosas para lograr resultados exitosos.

Si dedicas todos los días unos minutos a visualizar, estarás dedicando tu energía y foco a lo que quieres lograr. Y tiene una fuerza increíble para acercarte a ello.

¿Sabes por qué? Porque la mente no distingue entre lo que tenemos en realidad y lo que imaginamos… Así que imagina qué puedes lograr si la usas a tu favor.

¿Quieres saber cómo utilizarla para lograr todo lo que te propones? A continuación te mostramos cómo hacerlo junto a un sencillo (y efectivo!) ejercicio.

Solamente necesitas unos minutos al día para visualizar, y cuando logras hacerlo las sensaciones son increíbles.

Visualizar pone a tu servicio tus propios pensamientos, emociones e imaginación para brindarte grandes resultados; incrementa tu efectividad en todo lo que haces; diseña una imagen detallada de lo que queires para que eso se cree; y atrae a tu vida nuevas oportunidades, prosperidad y felicidad.

Puedes usarla para mejorar tu vida en general o para lograr resultados específicos en áreas concretas, pero lo mejor de todo es que a pesar de ser una técnica profunda se aprender bastante rápido.

Solamente necesitas unos minutos durante el día, y encontrar un lugar cómodo, tranquilo y silencioso.

Entonces cierra los ojos, respira inspirando por la nariz y expirando lentamente por la boca y disfruta imaginando intensamente lo que quieres lograr.

Siente las sensaciones, colores, aromas, emociones… ¡Todo!

Necesitarás un poco de práctica, pero está comprobado que sus resultados son efectivos.

Ejercicio de visualización en 5 pasos

Tan solo tienes que dedicarle unos minutos todos los días. ¡Te sorprenderás!

#1) Encuentra una habitación tranquila y siéntate en una posición cómoda

#2) Piensa en algo que te ocurrió y que te traiga fuertes emociones positivas de amor, alegría o agradecimiento.
Puede ser el nacimiento de un niño, un ascenso, tu nueva mascota, una relación, una excelente calificación, reencontrarte con un viejo amigo… Lo que sea mientras te haga sentir totalmente positivo.
Entonces, vuelve a vivir esa experiencia hasta que puedas sentir la alegría en tu cuerpo con todos los sentidos: ¿cómo te sentiste? ¿qué aroma se respiraba en ese momento? ¿hacía frío o calor? Recuerda todos los detalles y revívelos.

#3) Cuando ya estés en un estado verdaderamente feliz, visualiza lo que deseas crear e imagínalo como si ya hubiese sucedido.

Imagina que estás conduciendo un auto nuevo, que vives en ese nuevo hogar, que disfrutas de esa relación… Realmente entra en el sentimiento y aprovecha esta experiencia al máximo. Una vez más, utiliza todos tus sentidos.

#4) Trata de escuchar esas brisas del mar, respira el aroma de los pinos, siente el roce de tus dedos sobre el volante de ese coche, saborea ese dulce beso, trata de verte a ti mismo disfrutando de un nuevo auto o una nueva relación… ¿Comprendes la idea? Se trata de que te impliques al máximo hasta sentirlo como si ya lo tuvieras, hasta experimentar las sensaciones como si fueran reales.

#5) Cuando lo hayas hecho, di en voz alta o escribe en un papel: “Estoy muy contento y agradecido porque…” Y ahí rellenas la frase con tu deseo.

Por ejemplo: “Estoy muy contento y agradecido porque tengo el dinero suficiente para viajar a cualquier parte y en cualquier momento”. Y a continuación añade: “hecho está. Y así es”. Dilo en un tono confiado y dominante y espera a que suceda.

No te sientas frustrado porque todavía no lo tienes: recuerda que es un ejercicio, y que debes sentirte como si fuera tuyo.

Puedes sorprenderte lo fácil que es, pero es tan sencillo como efectivo.