Una serendipia es ...

Una serendipia es un descubrimiento o hallazgo afortunado e inesperado. Así que espero que lo que aquí encuentres sea afortunado y útil para tu crecimiento, además que sea inesperado pues siempre se recibe todo gratamente cuando no tienes expectativas.

31 diciembre 2017

Recuento

El cambio de año nos da la oportunidad de hacer una pequeña pausa para hacer un recuento.
No hay nada mágico ni particular pues es un cambio de día, son las mismas 24 horas, sin embargo nos sirve para tomar decisiones, hacer propósitos y tener un refrescante comienzo.

Se abre la posibilidad de cambio, o de tomar la decisión de seguir igual, pero la responsabilidad está en cada uno.  También se abre la ventana del agradecimiento, por tantas bendiciones, por todo lo que llegó y se fue, por tanto amor demostrado, por tanta gente nueva, por tantos momentos, por tanto aprendizaje.

En mi caso llevo un par de meses trabajando en cambios necesarios para que el inicio del nuevo año se den algunas cosas mejores, así cada uno tiene sus técnicas, pero esta es nueva para mi también.

La balanza siempre es positiva, la gratitud es siempre a nuestro Dios por sus bendiciones y por acompañarnos en cada momento y situación.

Para mi este fue un año especial, como cada año lo es, pero en éste hice el viaje que mucho tiempo soñé hacer, estar en Japón, caminar, vivir, conocer y conectar con tanta gente maravillosa.  Estar en familia y conocer nueva gente que se queda en el corazón. 

Así que mi deseo para ti es que en este 2018 dejes que el amor y compasión fluyan desde tu corazón para que puedas dejar salir a la mejor versión de ti mismo, y por ende puedas crear un mejor futuro para los que te rodean, y así como una pequeña onda que se expande puedas contribuir a tener un mejor planeta para todos.

Amor, compasión, pasión, paz, nuevas oportunidades, alegrías, salud y sobre todo entusiasmo

¡Los abrazo con el corazón!
¡Feliz Año!


Edith Reyna


30 diciembre 2017

La soledad contiene su propia cura

Mientras más profundamente te dejes caer en esta libertad existencial que es tu derecho de nacimiento y tu verdadero hogar, y mientras más te relajes fuera de la mente y su condicionamiento infinitamente complejo, sus ideales imposibles y esos roles habituales que habitas para escapar de ti mismo, más encontrarás los dolores y anhelos y ansiedades de los que siempre estuviste huyendo en tu impulso adictivo hacia algún tipo de 'seguridad' psicológica...en un cosmos inherentemente inseguro.

Mientras más libre eres, mientras menos identificado con la narrativa, caerás más en esta simplicidad divina, y te sentirás con menos base y con menos techo. Pero esto no es algo malo. No tener base es el camino, la verdad, la vida, como es conocida íntimamente la libertad pura. Como enseñó el Buda, no hay terreno en ninguna parte. Nada a que aferrarse. No hay hogar. No hay descanso. Excepto aquí en la presencia. Excepto en la respiración.

La mente no es base para ti. La mente no es lo que tú eres. AHORA es la única seguridad.

¿El precio de la libertad, entonces? Un compromiso incesante con la luz y la oscuridad de la experiencia. Con la alegría y la tristeza de la vida, el aburrimiento y la dicha y la inseguridad de todo. Una caída libre en ti mismo. Una inmersión profunda en aquello de lo que no se puede escapar. Hay una profunda soledad inherente en esto. Es la soledad de planetas distantes girando en infinito espacio. Es la soledad de estar en el punto de creación y creatividad puras, siempre. Es la soledad de dejar el mundo y confrontar a los preciosos momentos que pasan. Es la soledad que existe en el centro de cada ser. Es la soledad de la presencia pura. Es la soledad que es la comprensión, 'Estoy viviendo y estoy muriendo y no puedo resolver este Misterio, ni tampoco los demás, y nadie puede respirar por mí, morir por mí, amar por mí...'

Esta es una soledad sagrada que no es mala, o errónea, o pecaminosa o vergonzosa, o una señal de que estás roto o dañado o incompleto de alguna forma, sino que de hecho una soledad que nutre, conforta, da descanso y vida, una puerta muy mal entendida hacia la paz, el amor propio, el contento y la alegría. Es una soledad que jamás se va, que no está relacionada con cuánta gente te rodea o cuán 'popular' eres, que está construida sobre el Ser mismo, que te llama a casa y a ella momento a momento. De vuelta aquí. Al cuerpo. A la tierra. Al día a medida que se despliega.

Fuera de la mente y dentro de esta presencia. A esta intimidad con la vida. Es una soledad que no te separa o aísla, sino que te conecta profundamente con toda la humanidad. Es una soledad saludable, y quedarse requiere coraje.

Entonces cuando dejas de huir hacia tus adicciones designadas para ayudarte a 'escapar' de la soledad, y en cambio te vuelves íntimo con esta soledad, la nutres, la mantienes cerca, respiras amorosamente en ella, la comprendes, conversas con ella, la invitas a entrar, entonces entiendes la soledad en cada corazón humano, el anhelo irresoluble en el centro del vientre de todos, y tu corazón se abre de golpe con compasión, y ya no te sientes solo. Sales de la historia 'Estoy solo y he sido abandonado...' y te conectas profundamente con la exquisita y natural y buena y suave y amistosa soledad que es pura libertad, pura vastedad, puro Saber.

Y tocas la vida en el punto de creación.

La soledad contiene su propia cura.

Sumérgete.

Jeff Foster


29 diciembre 2017

El perdón no borra el pasado

El perdón no borra el pasado, revive el presente y reescribe el futuro

Perdonar es también quitarle el control de tus emociones a los demás, no es estar de acuerdo con lo que te hacen, es simplemente un acto de amor a ti mismo.

Perdonar es una de las herramientas que Dios nos regala para lograr descubrir el cielo en vida.

Perdonar es liberarte, es respetarte, es amarte.

Perdonarte a ti mismo es reencontrarte con tu propia vida, con tu cielo, con tu felicidad, con Dios.

Que tengan la mejor semana de su vida
Dios nos bendice, es una buena oportunidad de sonreír más y quejarnos menos

Héctor Molina

27 diciembre 2017

Consejos Rumi

Le preguntaron a Rumi,

¿Qué es el veneno?- Cualquier cosa más allá de lo que necesitamos es veneno. Puede ser el poder, la pereza, la comida, el ego, la ambición, el miedo, la ira, o lo que sea ...

¿Qué es el miedo? - La no aceptación de la incertidumbre. Si aceptamos la incertidumbre, se convierte en aventura.

¿Qué es la envidia? - La no aceptación de la bienaventuranza en el otro. Si lo aceptamos, se torna en inspiración.

¿Qué es la ira?- La no aceptación de lo que está más allá de nuestro control. Si aceptamos, se convierte en tolerancia.

¿Qué es el odio?- La No aceptación de las personas como son. Si las aceptamos incondicionalmente, a continuación, se convierte en amor.

¿Qué es la madurez espiritual?

1. Es cuando se deja de tratar de cambiar a los demás y nos concentramos en cambiarnos a nosotros mismos.

2. Es cuando aceptamos a las personas como son.

3. Es cuando entendemos que todos están acertados según su própia perspectiva.

4. Es cuando se aprende a "dejar ir".

5. Es cuando se es capaz de no tener "expectativas" en una relación, y damos de nosotros mismos por el placer de dar.

6. Es cuando comprendemos que lo que hacemos, lo hacemos para nuestra propia paz.

7. Es cuando uno deja de demostrar al mundo lo inteligente que es.

8. Es cuando dejamos de buscar la aprobación de los demás.

9. Es cuando paramos de compararnos con los demás.

10. Es cuando se está en paz consigo mismo.

11. La madurez espiritual es cuando somos capaces de distinguir entre "necesidad" y "querer" y somos capaces de dejar ir ese querer ...

12. Se gana la madurez espiritual cuando dejamos de anexar la "felicidad" a las cosas materiales.



26 diciembre 2017

Un Brindis Por el Año Nuevo - Y Por el Viejo

¡Felicitaciones! En menos de una semana, habrá pasado otro año del calendario. ¿Está listo para que comience 2018? ¿Cuáles son sus pensamientos sobre el año que está a punto de concluir? ¿Fue uno de tus mejores años, quizás incluso el mejor año que has experimentado? ¿O fue un año que preferirías olvidar y se alegra de que haya terminado?

Siendo realistas, pasar del 31 de diciembre al 1 de enero es simplemente el transcurrir otras 24 horas. Sin embargo, para muchos de nosotros significa mucho más que eso. Para algunos, existe la esperanza de que el impulso positivo del año pasado continúe e incorpore al nuevo año calendario. Para otros, representa un momento para un nuevo comienzo, nuevos comienzos, tal vez incluso un "rehacer". En cualquier caso, ver el último número en el año calendario aumentar en uno típicamente ofrece una esperanza renovada, junto con las expectativas de cosas buenas en el futuro.

Para muchos, esta transición significa tanto un tiempo para volver a evaluar lo que sucedió en los últimos 365 días y un momento para anticipar qué oportunidades, desafíos y sorpresas pueden tener por delante en los próximos 365. Me hago preguntas como: ¿Qué salió bien? ¿Qué podría haber hecho mejor? ¿Cómo puedo aprender del pasado para obtener mejores resultados en el futuro?

Lamentablemente, en muchos casos, pasar de un año a otro exige mucho más que dar vuelta la página en un calendario. A veces implica sentimientos de arrepentimiento, incluso remordimiento. Algunos estarían de acuerdo con el autor William Faulkner, quien dijo: "El pasado nunca está muerto. Ni siquiera es pasado". Entonces, como esperamos que vengan cosas buenas, ¿cómo lidiamos con hechos o circunstancias que deseamos poder deshacer, o al menos eliminar de nuestra memoria? La Biblia ofrece algunos principios útiles a considerar:

No permita que el pasado tenga el control. Al darnos cuenta de que aún no hemos "llegado", de que todavía tenemos sueños que perseguir y objetivos que alcanzar, no podemos seguir adelante al continuar concentrándonos en el pasado. El apóstol Pablo escribió: "No quiero decir que ya haya logrado estas cosas ni que ya haya alcanzado la perfección; pero sigo adelante a fin de hacer mía esa perfección para la cual Cristo Jesús primeramente me hizo suyo. 13 No, amados hermanos, no lo he logrado, pero me concentro únicamente en esto: olvido el pasado y fijo la mirada en lo que tengo por delante, y así 14 avanzo hasta llegar al final de la carrera para recibir el premio celestial al cual Dios nos llama por medio de Cristo Jesús." (Filipenses 3: 12-14).
Reconocer que el futuro no necesita duplicar el pasado. Podemos obtener valiosas lecciones del pasado, incluidos nuestros fracasos, pero luego debemos evitar "estancarnos" al darles un enfoque indebido. "Olvida las cosas anteriores; no te detengas en el pasado Mira, ¡estoy haciendo algo nuevo! Ahora brota; ¿No lo percibes?" (Isaías 43: 18-19).

Recuerde que Dios tiene poder para transformarse. "Nuevo y mejorado" es una promesa popular para muchos productos. A veces eso es lo que deseamos para nosotros mismos, no solo un pequeño retoque o pequeños ajustes, sino poder prescindir del viejo yo y convertirnos en un "yo" totalmente nuevo y notablemente transformado. Para los seguidores de Jesucristo, este es el promesa que Dios ofrece: "Por lo tanto, si alguno está en Cristo, es una nueva criatura; las cosas viejas pasaron; he aquí, han sucedido cosas nuevas" (2 Corintios 5:17). "... así como Cristo resucitó de los muertos por la gloria del Padre, también nosotros podemos andar en la novedad de la vida" (Romanos 6: 4)


Mirando hacia el nuevo año, ¿qué expectativas y esperanzas tiene?
¿Qué tan fácil es para usted seguir el ejemplo del apóstol Pablo, que escribió sobre "olvidar lo que está atrás y esforzarse hacia lo que está por venir"?

Robert J. Tamasy


22 diciembre 2017

¿Estás perdido? Simplemente detente...

En un mundo cada vez más veloz es fácil verse arrastrado por los acontecimientos; sin darnos cuenta perseguimos metas, noticias, eventos y nos alejamos de nuestro centro.

Si quieres reencontrarte contigo mismo, simplemente… detente.

A continuación un poema del poeta americano David Russel Wagoner basado en las enseñanzas que los indios de la costa noroeste de EEUU a sus hijos sobre cómo actuar si se perdían en el bosque.

Perdido

Detente. 
Los árboles frente a ti y los arbustos a tu lado no están perdidos. 
El lugar donde estás se llama Aquí.
Y debes tratarlo como a un poderoso desconocido,
debes pedir permiso para conocerlo y ser conocido.
El bosque respira. 
Escucha. 
Te responde, he creado este lugar a tu alrededor,
si te vas, puedes regresar diciendo Aquí.
No hay dos árboles iguales para el cuervo.
No hay dos ramas iguales para el gorrión.
Si el valor de un árbol o un arbusto se pierde en ti,
sin duda estás perdido. 
Detente. 
El bosque sabe dónde estás. 
Déjale que te encuentre.

David Russel Wagoner 
(Travelling Light, Collected and New Poems (1999)


20 diciembre 2017

¿Conocidos o amigos?

En relación a un post que he publicado en mi FB me vino en gana escribir un blog después de mucho tiempo. El asunto es que me di cuenta que no fui entendido. El concepto que estaba escondido atrás de dos líneas, probablemente requiere un poco más de espacio para ser explícito.

El post decía “Si tienes más conocidos que amigos, significa que ya vives en un infierno de soledad”, la mayoría lo tomó como una crítica hacia la soledad, pero al contrario, era una crítica hacia quién no es capaz de ver en cualquier “conocido” un “amigo”. Personalmente amo la soledad, paso mucho más tiempo solo que en compañía y casi todo lo que he hecho en mi vida lo he hecho solo, y me encantó. Lo que quería decir es que cuando a los demás les pones el título de “conocido”, significa solo que has perdido la capacidad de ver los demás como tus hermanos de esta madre tierra, y por lo tanto “Amigos”.

No es la soledad que crea el infierno, es la dificultad de tener el corazón abierto. Porque si tienes el corazón abierto no hay más conocidos, hay solo amigos. Puedes pasártela solo todo el tiempo pero sientes que eres parte del todo, que eres rodeado de amigos, de hermanos, sientes que eres rodeado de aquella cualidad divina que se llama amistad, y esto sí que te lleva al paraíso. Al contrario, puede estar siempre rodeado de gente, pero si no los puedes considerar amigos, sino conocidos, tu soledad se vuelve un infierno.

Otra vez no quiero ser malentendido. No estoy diciendo que te tienen que caer bien todos, volviéndote una especie de san Francisco. Es obvio que hay amigos que prefieres evitar, pero esto no quita el hecho de reconocerles las cualidades que lo hacen “amigos”. Por lo tanto cuidado: si tu soledad es una elección que viene desde la consideración que la gente es mala y no merece tu amistad, tu estar solo se vuelve una prisión segura, acogedora y tan bonita que se parece a la libertad, pero una prisión se queda. Porque con el corazón cerrado la vista se vuelve árida como el desierto.

Mi opinión es: si descubres que tienes más conocidos que amigos, trata de hacer algo para abrir el corazón, tómate un riesgo, date un chance. Esto te llevará en paraíso.

Prem Dayal


18 diciembre 2017

Ligero de equipaje

En la novela de Julio Verne “La isla misteriosa”, se narra la historia de cinco hombres que se escapan de un campo de prisioneros durante la Guerra Civil estadounidense robando un globo. Al elevarse en el aire se dan cuenta que el viento los lleva hacia el océano. Mientras observan cómo la tierra firme desaparece en el horizonte, se preguntan cuánto tiempo lograrán mantener el globo en el aire.

A medida que pasan las horas y el globo se aproxima a la superficie del océano, los hombres deciden que deben arrojar algo pesado a bordo porque no tienen forma de calentar el aire del globo.

A regañadientes, arrojan zapatos, abrigos y armas, y los preocupados viajeros sienten que su globo se eleva. Sin embargo, al poco tiempo descubren que el globo se acerca una vez más de forma peligrosa a la superficie de las olas, así que lanzan al mar los alimentos. Para desdicha, esto también fue solo una solución temporal y la nave amenaza de nuevo bajar los hombres al mar.

Uno de ellos tiene una idea: pueden atar las cuerdas que sostienen la barquilla y sentarse en ellas. Luego sueltan la barquilla que queda debajo de ellos. Al hacerlo, notan cómo el globo se eleva otra vez. A los pocos minutos, divisan tierra. Los cinco saltan al agua y nadan hasta la isla. Sobrevivieron porque fueron capaces de discernir la diferencia entre lo que era necesario de verdad y lo que no lo era. Las cosas sin las cuales creían que no podrían vivir eran las mismas cargas que casi les cuesta la vida.


Cada vez que me toca viajar por varios días para equipar un grupo de líderes me enfrento al mismo dilema al empacar. ¿Qué llevo y que no? ¿Qué es esencial? ¿Necesitare esto o lo otro? No siempre mi anfitrión en otro país entiendo la necesidad que tengo de información al respecto para tomar una decisión sensata. Con frecuencia por ello terminan llevando más de lo que realmente necesito. Lo hago mejor cada año, pero todavía encuentro desafiante la incertidumbre de encontrarme en un contexto espiritual, cultural, social y geográfico diferente.

Cuando empezaba el ministerio a los líderes y pastores hace unos seis años, llegó a mis manos el libro de Anthony Di Mello, un sacerdote jesuita, quien había escrito sobre el principio de viajar ligero de equipaje. Nada de lo que usualmente consideramos esencial para nuestra jornada lo es realmente. Igual que no podemos cambiar nuestro pasado, tampoco podemos conocer nuestro futuro. Solo tenemos el presente, y lo que hagamos en el impactará definitivamente nuestro futuro.

Por ello, es necesario autoevaluarnos. Si no lo hacemos será muy difícil que distingamos lo importante de lo urgente, lo eterno de lo temporal, lo esencial de lo superficial. Como los pasajeros en el globo, nos encontramos continuamente expuesto a tocar tierra desastrosamente. Pero, hay preguntas relevantes que nos pueden ayudar a cumplir nuestra misión conforme al plan de Dios y Su propósito, y a la vez alcanzar la meta.

Primero que todo, debes decidir autoevaluarte: ¿Por qué no hacer una evaluación sincera de las cosas que quizá te frenen hoy?

Segundo, necesitas diferenciar entre lo temporal y lo eternos de tus necesidades. Pregúntate, ¿Son necesidades físicas o espirituales tuyas o de alguien que amas? Y ¿Cómo sería tu vida sin ellas?

Tercero, si eliminas de las necesidades temporales, ¿dispondrías de más tiempo para las cosas en tu vida que importan de verdad?


Hebreos 12:1 (LBLA)
"Por tanto, puesto que tenemos en derredor nuestro tan gran nube de testigos, despojémonos también de todo peso y del pecado que tan fácilmente nos envuelve, y corramos con paciencia la carrera que tenemos por delante,"

Hoy es todo lo que tienes para decidir correctamente. Todo lo que acumulas en un abrir y cerrar de ojos dejará de ser tuyo para pertenecer a otros, como antes perteneció a otros. Todos tenemos necesidades materiales, pero ellas no son la razón de nuestra vida, ni satisfacerlas es nuestra visión. Debemos vivir por una visión mayor a nuestras necesidades y con peso eterno.

Pídele a Dios esta víspera de Navidad que te muestre cómo podrías mejorar tu vida si haces algunos cambios y si eliminas algunas cosas que te agobian para emprender tu jornada más ligera de equipaje.


Juan Carlos Flores Zúñiga


15 diciembre 2017

La comida no es sólo comida

Si una mujer pudiera ver las chispas de Luz que emanan de la punta de sus dedos cuando está cocinando y la sustancia Luz que entra a la comida que maneja, se asombraría de ver cuánto de sí ella carga dentro de la comida que prepara para su familia y amigos.

Ésta es una de las más importantes (y menos comprendidas actividades) de la Vida, que la radiación y sentimiento que salen en la preparación de la comida afecta a cada uno de los que participan de ella, y que esta actividad debe realizarse sin prisa, en paz y felicidad. 

Sería mejor que un individuo no comiera del todo, que ingerir comida que ha sido preparada bajo sentimientos de angustia, resentimientos, depresión o cualquier presión externa, ya que la sustancia de la corriente de vida que realiza el servicio fluye dentro de esa comida y es ingerida, convirtiéndose de hecho en la energía del receptor.

¿Donde queda, entonces, la gente que come la mayoría de sus comidas "afuera"? Quizás aquí está la explicación a más de cuatro cosas que les pasa por la cabeza o el corazón, las cuales no pueden explicarse y son causa de gran aflicción para ellos.

“¡Qué rica comida!”, solíamos decirle a mamá cada vez que nos sentábamos a comer. No importaba lo que cocinara, mis hermanos y yo le decíamos que la comida sabía deliciosa, y quedábamos satisfechos. Aún en tiempos de carestía, haciendo malabares, ella se las ingeniaba para que los alimentos resultaran apetitosos. ¿Qué era lo que les ponía?, ¿por qué siempre nos gustó el sabor de sus comidas? Descubrí, pasados muchos años, cuál era ese ingrediente especial: AMOR.

Ese ingrediente tiene un poder: atrae a los miembros de tu familia, los une, les hace sentir que les gusta tu compañía, pasas un buen momento y se vuelven a apreciar unos a otros. Cuando haces cosas por tus semejantes, en este caso tu familia, transmites tus propios sentimientos, tu amor, tu deseo de nutrirlos, de prolongarles la vida, de darles salud y bienestar. Al mismo tiempo, cuando los miembros de tu familia aprecian el trabajo, el tiempo y dedicación que has proporcionado, el beneficio es recíproco y quedas con la satisfacción del ingrediente añadido, que retornará en cantidades mayores.


14 diciembre 2017

Escuchar

Cuando hablamos de escuchar con compasión, solemos pensar en escuchar a otra persona. Pero debemos escuchar también al niño herido que hay en nuestro interior. A veces precisa toda nuestra atención. Ese pequeñín puede surgir desde lo más profundo de tu conciencia y reclamar tu atención. Si estás atento, oirás su voz pidiendo ayuda. En ese momento, en vez de prestar tu atención a cualquier otra cosa que tengas delante de ti, vuélvete y abraza con ternura al niño herido.

Puedes hablarle directamente con el lenguaje del amor, diciéndole: en el pasado te deje solo. Escapé de ti, ahora lo lamento mucho. Voy a abrazarte. Puedes decirle: Querido estoy aquí para lo que necesites. Voy a cuidarte muy bien. Se que sufres mucho. He estado muy ocupado, te he desatendido pero ahora he aprendido una manera de volver a ti.
Si es necesario puedes llorar junto a ese niño cada vez que lo necesites y puedes sentarte a respirar junto a él.  Al inspirar vuelvo a mi niño herido, al espirar cuido bien de mi niño herido.


Thich Nhat Hanh
(El arte de cuidar a tu niño interior)


04 diciembre 2017

El pan no está duro, duro es no tener pan

A veces nos queda alguna pieza de pan después de merendar y al día siguiente decimos: "Este pan está duro" y es muy probable que sí lo esté, pero pensado en ello y en una gran reflexión de Wilder Hernández (Psicólogo destacado) hoy quiero compartir esta frase contigo: "El pan no está duro... duro es no tener pan"

Parece mentira, pero somos especialistas en quejarnos, y la mayoría de las veces nos quejamos sin razón, sin sentido, por tonterías, por egoísmo.

"El pan no está duro... duro es no tener pan" ¿Qué quiere decir esto?
Que el trabajo que tienes no es duro, duro es no tener trabajo.
Que tener el coche dañado no es duro, duro es no tener un coche.
Que por tener el coche dañado y tener que caminar a tomar el autobus eso es duro, no!, eso no es duro, duro es no tener piernas, duro es no poder caminar.
Comer arroz con sardina no es duro, duro es no tener comida.
Perder la causa en algún problema familiar no es duro, duro (y creeme que muy duro!) es perder un familiar.

Decir, TE AMO mirando a los ojos de otra persona no es duro, duro es decirlo frente a una lápida o un féretro donde ya no tienen sentido las palabras.
Quejarse no es duro, duro es no saber ser agradecidos.

Hoy es un buen día para DAR GRACIAS por lo que tenemos y no dejar que nuestra felicidad dependa de algo o de alguien.

"Nuestra felicidad depende de nosotros mismos y de lo agradecido que seamos con lo que tenemos"

Luis Rodriguez


Las Definiciones son una Fregadera

La sociedad ama que tú te definas como “algo” y que creas en la definición que has dado de ti mismo. “¿Quién eres tú? ¿Blanco o negro, derecha o izquierda, alto o bajo, dentro o fuera…?”.

A la sociedad le encanta que tú te definas, porque de lo contrario ¿cómo podría manipularte si no sabe quién eres? Una vez que te has definido los que tienen poder saben cómo reaccionarás a las cosas. Por ejemplo, es muy fácil saber cómo complacer o fastidiar a un católico o a un judío o a uno del Pan o a uno del Chivas.

Definirse a sí mismo como “algo” es como publicar el mapa de tu casa, para que cualquiera pueda meterse y hacer con tu vida lo que quiere. Es por esto que te dan la idea que definirte a ti mismo sea un síntoma de coherencia, de madurez, de consistencia; pero de mi punto de vista se trata de todo lo contrario.

Una persona madura es alguien que es consciente de su unicidad y no alguien que se esconde de forma infantil atrás los colores de un club; y la consistencia es un valor solo cuando eres coherente a ti mismo y no a los ideales y comportamientos de un categorial de definición son una cadena que la sociedad te impone para limitar tus movimientos, porque una vez que te has definido, es inevitable que la gente se espere que tú seas coherente con la definición que has dado de ti mismo. Más inteligente es simplemente ser quien eres, sin caer en ninguna definición. Si tú eres simplemente quién eres, eres libre.

Prem Dayal