¿Te has acordado de dar gracias a Nuestro Padre por las cosas bellas que siempre te da?… ¿y por el día de hoy? Tienes vida… tienes ante ti un día espléndido que aguarda a que salgas a seducirlo, con amor, sonrisas y bendiciones… ¿qué más quieres? Pero, espera… detente un segundo para meditar…
¿Le has dado tú algo a Dios?… para compensar el sol, las estrellas, las flores, las plantas y el agua. El agua… ¿te has detenido un instante a admirar este líquido divino que Dios te da?, ¿podrías vivir sin él?
¡Qué forma de enseñarte Dios por medio del agua! Es la forma más sencilla, la más natural. No tiene color, ni sabor, ni olor. Sin embargo, contiene lo que necesitas para quitar tu sed, para mantener tu vida y está en todas partes. Con sencillez brota del suelo, fluye desde el cerro, está en las cascadas, en los ríos, en los lagos y en los mares… ¿Qué más cae del cielo? Sólo el maná verdadero
¿Comprendes cuál es la reflexión?… la Vida está sólo en lo que Él te da… en las cosas sencillas y en lo que… ¡fluye libremente por medio del amor¡ Da gracias a Dios!… Y cuando sueñes con la cristalina esencia, ¡regocíjate! Así, te aviso que a tu vida llega una purificación para luego derramar sobre ti una gran bendición.
"El espíritu del agua me ha hablado en la sombra... Y yo lo he escuchado con recogimiento y con amor. Lo que me ha dicho se puede resumir en estas palabras: "ser dócil, ser cristalino, ésta es la Ley y los Profetas". Amado Nervo.
ResponderBorrarGracias, linda. Besos!