¿Con qué frecuencia permites que las majaderías de otras personas cambien tu estado de ánimo? ¿Te das permiso de enojarte cuando otro conductor te agrede por un error de tránsito, o un mesero grosero te trata irrespetuosamente, un jefe exigente te pide más de lo que te corresponde hacer o cuando un compañero de trabajo arruina tu día?
Lo que realmente distingue a una persona saludable y exitosa es, el control que tenga sobre el manejo de la ira. Hace 33 años aprendí esta lección. Me la enseñaron en el asiento trasero de un taxi en Nueva York.
Me subí a un taxi y partimos rumbo a la dirección que le indiqué al conductor, íbamos en el carril derecho cuando de repente un coche salió de no sé dónde; el taxista frenó súbitamente, se oyó el rechinar de las llantas y a escasos centímetros evitó chocar con el otro auto. El conductor del coche que casi causa el accidente, empezó a gritarnos con una serie de malas palabras altisonantes.
El taxista, solo sonrió y le saludó amable. Así que, yo sorprendido le pregunte, -“¿Por qué hace eso?” "Ese tipo, por muy poco destruye su taxi y nos manda directito al hospital," agregué.
Entonces el taxista me dio la lección más bella de mi vida, la que ahora yo llamo “La Ley del Camión de Basura.”
Muchas personas, me dijo:
-“son como un camión de basura. Están llenos de enojo, frustración y desaliento. Una vez que han acumulado mucha basura, necesitan un lugar en donde tirarla y si uno se lo permite, te la echan a ti.”
Esa fue la lección del Camión de Basura. Empecé a reflexionar, “¿Cada cuánto yo permito que los camiones de basura me contaminen?” y, “¿Con qué frecuencia tomó mi basura y la tiró sobre las personas que más amo como: mi esposa, mis hijos o mis amigos?”
Aquel día me propuse; “A no ser el basurero de nadie.” Empecé a ver con más claridad los camiones de basura y decidí a partir de ese día no dejarme arrojar su porquería. En mi área de servicio no puedo evitar que personas "llenas de basura emocional, espiritual y mental" me busquen.
Pero, si puedo decidir saludablemente escucharlas entendiendo que no soy una figura paterna sustituta o codependiente. Verán podemos dar consejería, mentoría y hasta coaching a personas que realmente lo necesitan, pero no debemos mantener una relación indefinidamente con personas que no quieren cambiar, sino que solo echan su basura en uno. Eso es tóxico. Permanecer siendo parte de ello te vuelve codependiente.
Tal vez no aplique a usted pero tengo dos sencillas metodologías para evitar convertirme en el basurero de otros, aun cuando amo servir, enseñar y mentorear a pastores y líderes.
1. "3 strikes and out" - viene del beisbol y consiste en atender a una persona hasta tres veces con el mismo error, fracaso o problema. Si al tercer encuentro no hay decisiones que empiecen a transformar sus vidas mediante disciplinas físicas, espirituales y mentales, un sincero compromiso de cambiar, no lo atiendo más.
2. "no paternalismo, no codependencia" - No soy el papá de nadie, excepto de mis hijos, ni debo convertirme en mártir o sacrificio de otras personas. Existe una confusión entre el cristianismo y la codependencia. Dios quiere que yo viva Sus propósitos para Su gloria, entendiendo que El quiere que sea saludable para entonces poder ayudar a otros. El quiere que yo actúe, no que reaccione. El quiere que sirva no que me vuelva un adicto al servicio. El que quiere que sirva voluntariamente no por obligación o por temor.
No he vuelto a permitir que los camiones de basura tomen el control de mis sentimientos y mucho menos de mis emociones. No podemos ayudar a otros si nosotros mismos estamos desbalanceados y llenos de basura sin procesar. Un último consejo practico: si usted quiere ser sensible a las personas tipo "camiones de basura" asegurese de tener al menos dos relaciones saludables por cada una enferma o disfuncional que atienda.
En el fondo se trata de hacer "judo". No dejar que drenen nuestra energía y enfoque, sino por ejemplo, sonreírles a los insatisfechos, malhumorados y frustrados como la mejor medicina que puede ayudarles a cambiar su perspectiva de la vida o por lo menos les puede iluminar su día.
"El hombre bueno, del buen tesoro de su corazón saca lo que es bueno; y el hombre malo, del mal tesoro saca lo que es malo; porque de la abundancia del corazón habla su boca!". Lucas 6:45
Puede que tras leer la presente te encuentres con alguien "lleno de basura", no lo vea como una amenaza, sino como una oportunidad para crecer, para ser saludable, para aprender a manejar los recursos que Dios le ha dado con inteligencia y sabiduría. Usted debe protegerse, buscando el balance en sus relaciones, pero puede ayudar a estas personas mostrando consistentemente otra perspectiva a su espíritu autodestructivo originado en su desesperación e ignorancia. Podemos ser sal, podemos ser luz, pero necesitamos estar sanos.
Juan Carlos Flores Zúñiga
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