Cuando estaban fuera, empezó a regañarle: "Cómo te has atrevido? -le gritó-. ¡Hacer semejante ruido en la iglesia...!
"Bueno -contestó Jaimito muy emocionado-, le he estado pidiendo a Dios que me enseñara a silbar, y esta mañana lo ha hecho".
Mira a la vida con ojos más divertidos. No seas serio. La seriedad se convierte en una especie de ceguera. No finjas ser un pensador, un filósofo. Simplemente sé un ser humano. El mundo entero está volcando su dicha sobre ti de muchas formas diferentes, pero tú eres demasiado serio, no puedes abrir tu corazón".
Osho
Osho
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