Piensa en ocasiones en que has sido tratado realmente mal, ocasiones grandes o pequeñas. Quizá alguien te robó algo, puso a otros en contra tuya, rompió un compromiso, te traicionó, o te habló injusta o abusivamente.
Cuando suceden este tipo de cosas, me enojo, me siento dolido, sorprendido, herido, triste. Naturalmente, surgen las ganas de vengarse y castigar, lograr que otros estén de acuerdo conmigo, y argumentar en contra de la otra persona en mi mente.
Estos sentimientos e impulsos son normales. Pero ¿Qué pasa si te ves atrapado en estas reacciones y vas demasiado lejos? (Lo cual es diferente a mantenerte calmo, viendo las cosas en perspectiva, y actuando sabiamente- lo que exploraré más abajo). Usualmente hay una descarga y una satisfacción, y te sientes justificado. Se siente bien. Pero usualmente después vienen los problemas. La otra persona también sobrereacciona en un círculo vicioso. Otras personas - familiares, amigos, colegas - se ven involucrados, enturbiando más las aguas. No te ves muy bien cuando actúas desde la rabia, y los demás lo recordarán. Se vuelve aun más difícil superar la situación de una manera razonable. Después de que se calman las cosas, te sientes mal.
Como el Buddha dijo hace bastante tiempo: "Enojarse con otra persona es como tirar carbones encendidos con las manos desnudas: ambos se queman". Puedes ver esto mismo sucediendo a escala internacional. Gandhi lo describió muy bien: "Ojo por ojo, y todos acabaremos ciegos"
Seguro que necesitas aclarar tu posición, poner límites, y hablar con la verdad. El arte - ¡y estoy todavía trabajando en eso yo también! - es hacer esto sin los excesos de rabia que tienen mas consecuencias para ti, para otros y para nuestro frágil planeta.
¿Cómo?
Comienza por centrarte, lo cual toma usualmente unos doce segundos:· Toma una Pausa - Raramente te metes en problemas por lo que no dices o lo que no haces. Date el regalo del tiempo, incluso por unos pocos segundos.
· Ten compasión hacia ti mismo - Este es el momento de sentir "¡Auch!, esto dolió, ojalá esto no hubiera pasado". Un truco neurológicamente inteligente para activar la auto-compasión consiste en recordar el sentimiento de estar con alguien a quién le importas.
· Ponte en tu propio lado - Esto significa estar para ti mismo, no en contra de otros. Puede ayudarte el recordar un momento en que te hayas sentido fuerte, como cuando has realizado algo físicamente desafiante, o cuando has defendido a alguien a quien quieres.
· Elabora un plan - Empieza a pensar en lo que vas a hacer, o por lo menos por donde vas a comenzar.
Y ahora que estás sobre un piso más firme, aquí hay algunas sugerencias prácticas; utiliza aquellas que te gusten:
· Clarifica los hechos - ¿Qué pasó realmente?
· Evalúa el evento negativo con precisión - En una escala de atrocidad de 0 a 10 (una mirada fea es un 1 y una guerra nuclear un 10), ¿qué tan malo fue realmente? Si el evento es un 3 en la escala de atrocidad, ¿Por qué tengo reacciones de 5 ó 9 en la escala de respuesta de 0 - 10?
· Ver la perspectiva global - Reconoce los aspectos positivos o neutros de la situación mezclados con los negativos. Pon la situación en el contexto más amplio de las cosas positivas no relacionadas con este hecho que te estén pasando, y de tu vida en general. Observa el contexto más amplio de todos: cómo tus experiencias cambian continuamente y no vale la pena quedarse enganchado en ellas.
· Reflexiona sobre la otra persona - Considera las "10.000 causas" que llevaron a la otra persona a actuar de la manera en que lo hizo. Ten cuidado al asumir que fue intencional; muchas veces eres sólo un actor en la obra dramática de otra persona. Trata de tener compasión hacia la otra persona, lo cual te hará sentir mejor. Si es posible, asume responsabilidad por tu propia contribución en el asunto (pero no te culpes injustamente).Puedes desarrollar compasión y perdón hacia otros aun considerando que sus acciones fueron moralmente incorrectas.
· Haz concretamente lo que puedas - Si es posible, protégete de personas que te hagan daño; disminuye la relación al tamaño que sea seguro. Busca apoyo; es importante para los otros "ser testigos" cuando seas maltratado. Refuerza tus recursos. Busca buenos consejos -de un amigo, terapeuta, abogado, o incluso la policía. Si es apropiado, busca justicia.
· Actúa con virtud unilateral - Vive según tu código ético incluso si otros no lo hacen. esto te hará sentir bien, hará que otros te respeten, y creará la mejor posibilidad de que la persona que te hizo daño te trate mejor en el futuro.
· Di lo que necesite decirse - Hay una buena fórmula del área de la "comunicación no violenta": "Cuando pasa X (dicho objetivamente; no "cuando eres un idiota"), yo siento Y (emociones; no "siento que eres un idiota"), porque necesito Z (necesidades profundas como: "para estar seguro, sentirme respetado, emocionalmente cercano a otros, autónomo y no mandoneado").
Luego, si fuera útil, puedes hacer un pedido concreto para el futuro. Algunos ejemplos: "Si te molesto, ¿Puedes hablarme directamente?" "Puedes no insultarme?" "¿Puedes tratar tus compromisos conmigo y con los niños tan seriamente como los de tu trabajo?"
· Sigue adelante - Por tu propio bien, comienza a soltar tus pensamientos y sentimientos de ira y resentimiento. Detén las rumiaciones obsesivas sobre el pasado, y focalízate en el presente y el futuro. Enfócate en lo que va bien, en aquello por lo que sientas gratitud. Realiza actividades placenteras.
En el jardín de tu vida, seguro que tienes que arrancar algunas malezas, pero céntrate en sembrar flores.
· Cultiva la paz - Todo lo que realmente puedas hacer es lo que puedes hacer. Otros van a hacer lo que hagan, y en realidad, a veces no va a ser excelente. Muchas personas desilusionan: tienen millones de cosas rondando en la cabeza, la vida ha sido dura, tuvieron una infancia complicada, su ética es confusa, su pensamiento es poco claro, etc. Es el mundo real, y no puede ser perfecto.
Debes encontrar paz en tu corazón, no afuera en el mundo. Una paz que provenga de observar con claridad, de construir y focalizarse en las cosas positivas en tu jardín, y de soltar para dejar ir.
Rick Hanson