Sin energía no hay salud, no hay vitalidad, simplemente la vida no es vida.
Estamos formados -como todo el universo- por sistemas de energia. A diario amanecemos con una cantidad determinada que gastamos y reponemos. Si bien, el sueño, la alimentación y el ejercicio nos dan energia, no son tan determinantes como se creía. Resulta que nuestros niveles de energia tienen que ver más con nuestras emociones que con nuestras circunstancias.
Las emociones son las principales manipuladoras de nuestra fisiologia, unas drenan y otras recargan la energia. Las que drenan son la ira, el resentimiento, la culpa, la ansiedad y el temor. Y las que recargan son el amor, la gratitud, el perdon, la compasión, la fe.
Tu eliges los sentimientos que quieres cultivar cada dia y por tanto, determinas qué tan grandes o pequeñas son tus reservas de energia.
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