Vas a conocer a muchas personas a lo largo de tu vida. Con alguna te vas a sentir en profunda sintonía, pero ella contigo no. Déjala ir. No luches por ella. No es tu pareja de baile.
También, te encontrarás con alguien que no te gusta. Y no entiende. Es terco y se aferra a ti. Recuerda que alguna vez tú has sido una de esas personas. De forma firme y amable, dile que no te gustaría bailar con él en el amor.
En otras ocasiones te tocará una pareja a la que te empeñas en querer cambiar. Quieres que haga los pasos de baile que a ti te gustan. Quieres que tenga el ritmo que tú quieres, a pesar de que sabes que eso no funciona.
A nadie le gusta que lo cambien. Busca a otra pareja de baile.
También, te tocará estar con una pareja que quiera cambiarte. Sabes que tampoco eso funciona. Busca a otra persona.
¿Hay algo malo contigo?
No. Solo tienes que encontrar a alguien que le encante como bailes. Que se enamore del ritmo de tus sueños y de los pasos de tus hábitos diarios.
Una serendipia es ...
Una serendipia es un descubrimiento o hallazgo afortunado e inesperado. Así que espero que lo que aquí encuentres sea afortunado y útil para tu crecimiento, además que sea inesperado pues siempre se recibe todo gratamente cuando no tienes expectativas.
31 julio 2017
29 julio 2017
Acerca de los placeres
No es que debamos siempre contentarnos con poco, sino que, cuando nos falta la abundancia, debemos poder contentarnos con poco, estando persuadidos de que gozan más de la riqueza los que tienen menos necesidad de ella, y que todo lo que es natural se obtiene fácilmente, mientras que lo que no lo es se obtiene difícilmente.
Los alimentos más sencillos producen tanto placer como la mesa más suntuosa, cuando está ausente el sufrimiento que causa la necesidad; y el pan y el agua proporcionan el más vivo placer cuando se toman después de una larga privación.
El habituarse a una vida sencilla y modesta es pues un buen modo de cuidar la salud y además hace al hombre animoso para realizar las tareas que debe desempeñar necesariamente en la vida. Le permite también gozar mejor de una vida opulenta cuando la ocasión se presente, y lo fortalece contra los reveses de la fortuna.
Por consiguiente, cuando decimos que el placer es el soberano bien, no hablamos de los placeres de los pervertidos, ni de los placeres sensuales, como pretenden algunos ignorantes que nos atacan y desfiguran nuestro pensamiento.
Hablamos de la ausencia de sufrimiento para el cuerpo y de la ausencia de inquietud para el alma. Porque no son ni las borracheras ni los banquetes continuos, ni el goce de los jóvenes o de las mujeres, ni los pescados y las carnes con que se colman las mesas suntuosas, los que proporcionan una vida feliz, sino la razón, "buscando sin cesar los motivos legítimos de elección o de aversión, y apartando las opiniones que pueden aportar al alma la mayor inquietud.”
EPICURO DE SAMOS
Los alimentos más sencillos producen tanto placer como la mesa más suntuosa, cuando está ausente el sufrimiento que causa la necesidad; y el pan y el agua proporcionan el más vivo placer cuando se toman después de una larga privación.
El habituarse a una vida sencilla y modesta es pues un buen modo de cuidar la salud y además hace al hombre animoso para realizar las tareas que debe desempeñar necesariamente en la vida. Le permite también gozar mejor de una vida opulenta cuando la ocasión se presente, y lo fortalece contra los reveses de la fortuna.
Por consiguiente, cuando decimos que el placer es el soberano bien, no hablamos de los placeres de los pervertidos, ni de los placeres sensuales, como pretenden algunos ignorantes que nos atacan y desfiguran nuestro pensamiento.
Hablamos de la ausencia de sufrimiento para el cuerpo y de la ausencia de inquietud para el alma. Porque no son ni las borracheras ni los banquetes continuos, ni el goce de los jóvenes o de las mujeres, ni los pescados y las carnes con que se colman las mesas suntuosas, los que proporcionan una vida feliz, sino la razón, "buscando sin cesar los motivos legítimos de elección o de aversión, y apartando las opiniones que pueden aportar al alma la mayor inquietud.”
EPICURO DE SAMOS
28 julio 2017
No tengas miedo a tener ideas
A la gente le encanta aplastar las ideas ajenas y los sueños de los demás. Es un deporte muy practicado en el campo de la rutina por personajes que han tenido que aprender a lidiar con la frustración de no haber tenido el valor de perseguir sus sueños.
Es impresionante la cantidad de ocasiones que uno escucha: “Eso es muy difícil” “Se vale soñar” “Necesitas palancas” y muchas otras razones para justificar no los fracasos, sino el no haberlo intentado nunca.
Yo soy un obsesivo de la felicidad, no del éxito. El éxito se mide por la mirada ajena y la felicidad únicamente por la propia. Hay que perseguir eso que te hace feliz y acabarás teniendo éxito.
En el ámbito empresarial hay millones de ideas abandonadas en el baúl, simplemente porque alguien dijo justamente las frases anteriores. Sin embargo, hay también muchas ideas que alguien juzgó de locura que ahora son historia. Abraham Lincoln tuvo muchas derrotas antes de convertirse en uno de los presidentes más importantes de la historia. A Walt Disney le dijeron que Mickey Mouse no tendría éxito porque asustaría a las mujeres.
Por eso yo te invito a tener ideas, sin miedo. Fabrica muchas, apuntalas, guárdalas y aquellas que más te muevan busca de manera incansable como realizarlas. Te enfrentarás con muchos obstáculos, el mundo de las ideas está lleno de ladrones con una increíble habilidad para realizarlas. No te desanimes, el que crea una buena idea puede crear dos, tres, ¡miles!
Una idea es un pensamiento siempre con potencial de genio. No creo en la locura solo en las ideas adelantadas a su tiempo.
Así que crea, piensa, sueña y sobre todo trabaja para que esa ideas se materialicen. Recuerda, la realidad está hecha de sueños. Todo lo que tocas, usas, miras fue alguna vez soñado por alguien.
Para que una idea sea una realidad se necesita alguien que crea en ella. Por ello es un placer ser parte de la iniciativa #TheVenturemx, un proyecto que ofrece grandes oportunidades a todos aquellos que tienen alguna idea y están en proceso de desarrollarla, pero además, también buscan el bien de la sociedad. Todos los proyectos que han participado en The Venture son increíbles y nacieron de una simple idea. Ya les he platicado anteriormente sobre este trabajo, pero sigo haciéndolo porque cada vez que veo todas las cosas que se hacen, me inspiran a seguir creyendo en mis sueños y quisiera que ustedes también se inspiraran y trabajaran por los suyos.
Viajeros ¡vivan y trabajen por sus sueños! que solo tenemos una vida y es para aprovecharla.
Alan Estrada
Es impresionante la cantidad de ocasiones que uno escucha: “Eso es muy difícil” “Se vale soñar” “Necesitas palancas” y muchas otras razones para justificar no los fracasos, sino el no haberlo intentado nunca.
Yo soy un obsesivo de la felicidad, no del éxito. El éxito se mide por la mirada ajena y la felicidad únicamente por la propia. Hay que perseguir eso que te hace feliz y acabarás teniendo éxito.
En el ámbito empresarial hay millones de ideas abandonadas en el baúl, simplemente porque alguien dijo justamente las frases anteriores. Sin embargo, hay también muchas ideas que alguien juzgó de locura que ahora son historia. Abraham Lincoln tuvo muchas derrotas antes de convertirse en uno de los presidentes más importantes de la historia. A Walt Disney le dijeron que Mickey Mouse no tendría éxito porque asustaría a las mujeres.
Por eso yo te invito a tener ideas, sin miedo. Fabrica muchas, apuntalas, guárdalas y aquellas que más te muevan busca de manera incansable como realizarlas. Te enfrentarás con muchos obstáculos, el mundo de las ideas está lleno de ladrones con una increíble habilidad para realizarlas. No te desanimes, el que crea una buena idea puede crear dos, tres, ¡miles!
Una idea es un pensamiento siempre con potencial de genio. No creo en la locura solo en las ideas adelantadas a su tiempo.
Así que crea, piensa, sueña y sobre todo trabaja para que esa ideas se materialicen. Recuerda, la realidad está hecha de sueños. Todo lo que tocas, usas, miras fue alguna vez soñado por alguien.
Para que una idea sea una realidad se necesita alguien que crea en ella. Por ello es un placer ser parte de la iniciativa #TheVenturemx, un proyecto que ofrece grandes oportunidades a todos aquellos que tienen alguna idea y están en proceso de desarrollarla, pero además, también buscan el bien de la sociedad. Todos los proyectos que han participado en The Venture son increíbles y nacieron de una simple idea. Ya les he platicado anteriormente sobre este trabajo, pero sigo haciéndolo porque cada vez que veo todas las cosas que se hacen, me inspiran a seguir creyendo en mis sueños y quisiera que ustedes también se inspiraran y trabajaran por los suyos.
Viajeros ¡vivan y trabajen por sus sueños! que solo tenemos una vida y es para aprovecharla.
Alan Estrada
24 julio 2017
Si fuimos creados para tener conexiones significativas, ¿por qué nos mantenemos distantes unos de otros?
En mi vida, he aprendido que solo tenemos dos tipos de conversaciones: la de desviación o la de aceptación. En una conversación desviada, las cosas de que se hablan son insustanciales. La conversación gira en torno a la TV, los restaurantes, o tal vez de noticias acerca de otras personas. Estas conversaciones requieren poco esfuerzo, y también son fáciles de dejar, porque uno no está realmente conectado. Pero una conversación caracterizada por la aceptación tiene dimensión y peso. Uno puede comenzar a un nivel superficial, pero cuando se presenta la oportunidad de profundizar, uno no vuelve a los temas triviales o a las anécdotas. En vez de eso, se dirige a las aguas más profundas de la alegría y la tristeza.
Sé por experiencia propia que, incluso en la iglesia, muchas veces elegimos la desviación. Parte de esto es una cuestión de cultura. En mi entorno social urbano relativamente estable, la gente se ocupa de sus propios asuntos y a eso lo llama virtud. Pero, ¿por qué toda esta cultura de mantenernos distantes unos de otros?
A fin de cuentas, no somos seres que buscan el dolor. Sin duda, evitamos nuestras heridas y congojas, pero en un giro cósmico, no estamos limitados a nuestros propios sentimientos. Tenemos empatía, la capacidad de identificarnos con la experiencia de otra persona. Por eso, la búsqueda de bienestar se convierte no solo en evitar nuestro propio dolor, sino también, a veces, en evitar la conexión. Mitigamos el riesgo de saber demasiado acerca de nuestros semejantes para no sentir la punzada de su necesidad. Entonces, desviamos la conversación.
Esto está lejos de lo que hacía el Señor. La mismísima verdad en cuanto a Él, es que Dios derramó su propio ser en la creación. No hay mejor manera de inmiscuirse en los asuntos de una persona, que mudándose a vivir con ella; es una verdad con la que me he enfrentado a menudo por la sencilla intimidad del matrimonio, y por criar a dos chicos que me siguen como un sabueso si salgo de la habitación por más de noventa segundos. Cuando Jesús se hizo Emanuel, Dios con nosotros, dejó claro que quería estar cerca de nuestros asuntos y de apasionarse por ellos como si fueran suyos
Esta decisión, por supuesto, implicaba un dolor considerable. Uno tiene que preguntarse por los pensamientos del Jesús joven, la segunda persona de la Trinidad, en esa primera vez que un insecto le picó la nuca. Pero, por mucho que los dolores corporales debieron haber sido una novedad desagradable, me pregunto más que sintió Jesús la primera vez que vio el rostro de alguien hinchado y humedecido por las lágrimas.
Sin las barreras inconscientes que nosotros levantamos para mantener a los demás a una distancia manejable, Jesús tenía un grado de empatía que apenas podemos imaginar. Mientras caminaba entre las suplicantes multitudes de personas doloridas, perdidas y hambrientas —por no hablar de los ricos, poderosos y orgullosos que planeaban su muerte— debió haber sido desgarrador sentir sus cargas. Sin embargo, caminó, y con nada menos que hacia una cruz que esperaba por Él.
En el poema: “Manifiesto: El frente de liberación del agricultor loco", Wendell Berry —un amigo mío de Kentucky— escribió: "Así que, amigos, hagan algo cada día / que no se calcule. Amen al Señor. / Amen al mundo. Trabajen por nada”.
Me encanta que Jesús “no calculaba”, porque eso nos invita a recapacitar. ¿Por qué Jesús es tan generoso relacionalmente? Porque Él no cayó del cielo, sino que descendió y trajo consigo una naturaleza celestial perfecta. Cuando Jesús nos miró en nuestro mundo, vio toda una dimensión a la que nosotros quedamos ciegos en el Edén. El amor por las cosas invisibles del cielo iluminaba el camino de Jesús, revelando no solo nuestras heridas evidentes, sino también esas marcas que se muestran solo en el alma, y que son fáciles de esconder, incluso de nosotros mismos. El camino de Jesús nos llama a acercarnos lo suficiente para conocer algo del alma de las otras personas.
Creamos barreras de todo tipo: raciales, socio-económicas, religiosas e incluso de códigos postales. Pero Jesús destruyó toda pared divisoria, enseñando que tales diferencias son simples animosidades que surgen de una mentira, como una nube de humo amarillo. Podemos pasar a través de ellas para regocijarnos y llorar con quien está al otro lado, tanto el humilde como el soberbio.
Sin duda, aceptar a las personas sigue siendo un riesgo. Entablar relaciones en un mundo herido a nivel cósmico es arriesgarse a compartir el sufrimiento de otros. Pero no debemos evitarlo. Jesús se acercó como el emblema de lo que es la humanidad vivida plenamente en este mundo. Para Él, eso tenía un carácter divino. Para nosotros, aceptar a las demás personas exigirá un sacrificio continuo, comenzando por la incomodidad. No creo que sea un accidente que después de que Pablo nos exhorta a presentarnos como sacrificios vivos, pasa rápidamente a hablar de la hospitalidad, la humildad y de la ayuda mutua, que por su puesto da por sentado que nos conocemos. La valentía relacional es la manera que se nos recomienda como señal de nuestra fe; y esto no es ordenado como una carga, sino que se ofrece como la visión hermosa, distintiva y humanizadora del amor fraternal. Así que, hablemos.
Michael Morgan
Sé por experiencia propia que, incluso en la iglesia, muchas veces elegimos la desviación. Parte de esto es una cuestión de cultura. En mi entorno social urbano relativamente estable, la gente se ocupa de sus propios asuntos y a eso lo llama virtud. Pero, ¿por qué toda esta cultura de mantenernos distantes unos de otros?
A fin de cuentas, no somos seres que buscan el dolor. Sin duda, evitamos nuestras heridas y congojas, pero en un giro cósmico, no estamos limitados a nuestros propios sentimientos. Tenemos empatía, la capacidad de identificarnos con la experiencia de otra persona. Por eso, la búsqueda de bienestar se convierte no solo en evitar nuestro propio dolor, sino también, a veces, en evitar la conexión. Mitigamos el riesgo de saber demasiado acerca de nuestros semejantes para no sentir la punzada de su necesidad. Entonces, desviamos la conversación.
Esto está lejos de lo que hacía el Señor. La mismísima verdad en cuanto a Él, es que Dios derramó su propio ser en la creación. No hay mejor manera de inmiscuirse en los asuntos de una persona, que mudándose a vivir con ella; es una verdad con la que me he enfrentado a menudo por la sencilla intimidad del matrimonio, y por criar a dos chicos que me siguen como un sabueso si salgo de la habitación por más de noventa segundos. Cuando Jesús se hizo Emanuel, Dios con nosotros, dejó claro que quería estar cerca de nuestros asuntos y de apasionarse por ellos como si fueran suyos
Esta decisión, por supuesto, implicaba un dolor considerable. Uno tiene que preguntarse por los pensamientos del Jesús joven, la segunda persona de la Trinidad, en esa primera vez que un insecto le picó la nuca. Pero, por mucho que los dolores corporales debieron haber sido una novedad desagradable, me pregunto más que sintió Jesús la primera vez que vio el rostro de alguien hinchado y humedecido por las lágrimas.
Sin las barreras inconscientes que nosotros levantamos para mantener a los demás a una distancia manejable, Jesús tenía un grado de empatía que apenas podemos imaginar. Mientras caminaba entre las suplicantes multitudes de personas doloridas, perdidas y hambrientas —por no hablar de los ricos, poderosos y orgullosos que planeaban su muerte— debió haber sido desgarrador sentir sus cargas. Sin embargo, caminó, y con nada menos que hacia una cruz que esperaba por Él.
En el poema: “Manifiesto: El frente de liberación del agricultor loco", Wendell Berry —un amigo mío de Kentucky— escribió: "Así que, amigos, hagan algo cada día / que no se calcule. Amen al Señor. / Amen al mundo. Trabajen por nada”.
Me encanta que Jesús “no calculaba”, porque eso nos invita a recapacitar. ¿Por qué Jesús es tan generoso relacionalmente? Porque Él no cayó del cielo, sino que descendió y trajo consigo una naturaleza celestial perfecta. Cuando Jesús nos miró en nuestro mundo, vio toda una dimensión a la que nosotros quedamos ciegos en el Edén. El amor por las cosas invisibles del cielo iluminaba el camino de Jesús, revelando no solo nuestras heridas evidentes, sino también esas marcas que se muestran solo en el alma, y que son fáciles de esconder, incluso de nosotros mismos. El camino de Jesús nos llama a acercarnos lo suficiente para conocer algo del alma de las otras personas.
Creamos barreras de todo tipo: raciales, socio-económicas, religiosas e incluso de códigos postales. Pero Jesús destruyó toda pared divisoria, enseñando que tales diferencias son simples animosidades que surgen de una mentira, como una nube de humo amarillo. Podemos pasar a través de ellas para regocijarnos y llorar con quien está al otro lado, tanto el humilde como el soberbio.
Sin duda, aceptar a las personas sigue siendo un riesgo. Entablar relaciones en un mundo herido a nivel cósmico es arriesgarse a compartir el sufrimiento de otros. Pero no debemos evitarlo. Jesús se acercó como el emblema de lo que es la humanidad vivida plenamente en este mundo. Para Él, eso tenía un carácter divino. Para nosotros, aceptar a las demás personas exigirá un sacrificio continuo, comenzando por la incomodidad. No creo que sea un accidente que después de que Pablo nos exhorta a presentarnos como sacrificios vivos, pasa rápidamente a hablar de la hospitalidad, la humildad y de la ayuda mutua, que por su puesto da por sentado que nos conocemos. La valentía relacional es la manera que se nos recomienda como señal de nuestra fe; y esto no es ordenado como una carga, sino que se ofrece como la visión hermosa, distintiva y humanizadora del amor fraternal. Así que, hablemos.
Michael Morgan
Etiquetas:
aceptación,
alegría,
conversación,
Dios,
empatía,
fe,
Jesús,
persona amorosa,
relación,
tristeza,
valentía
21 julio 2017
Te quiero porque no me necesitas para ser feliz
Te quiero porque me quieres bien. No te mides ni tengo que calibrar mis palabras ni mis actos porque cumplimos a rajatabla la presunción de inocencia. Tengo la certeza de que cuando me preguntas qué debes hacer es porque quieres mi consejo y no una excusa. Buscas mi opinión y no mi permiso.
Te quiero porque no me necesitas para volar. Eres, has sido y serás esa persona que se come el mundo a grandes dentelladas. De vez en cuando, nos miramos a los ojos con las manos llenas y la sonrisa amplia e intercambiamos los bocados. Me encanta el sabor de tu mundo. Me gusta que caces tus sueños y que me animes a perseguir los míos y, sobre todo, me gusta cuando los compartimos. De esta manera, vivir es un banquete que no acaba.
Tu forma de mirar es radicalmente distinta a la mía.Tenemos tantas semejanzas como diferencias y nos gusta celebrarlas todas. Los nexos de unión nos hacen fuertes y los de desacuerdo, imbatibles. Juntos, tenemos el doble de puntos fuertes.
Te quiero porque eres una naranja entera y, por eso, podemos combinarnos de mil formas para inventar nuevos sabores. Vivimos el doble porque no somos mitades. Tenemos vocación de infinitud. Y es que contigo adaptarse nunca ha significado restarse ni partirse, sino sumarse. Tienes tu mundo propio y yo tengo el mío y entre los dos hacemos explotar universos. Y aunque los dos miremos a la vez y al mismo punto, vemos cosas diferentes. Contigo aprendo otras formas de llenar mis ojos.
Te quiero porque eres tan grande que nada te gusta más que verme crecer. Porque te gusta mirar mi espalda cuando, en cualquier ámbito, avanzo más rápido que tú. Porque, si me esperas, es porque te apetece caminar conmigo y no porque sientas que te falto. Me demuestras a diario que no me escoges porque te completo sino porque a mi lado estás mejor. Abrimos la puerta cada día y, cada vez, decidimos quedarnos para compartir un rato más.
Todo tu afán es que mi vida conserve todos sus colores. Añades una paleta nueva, pero no manchas mi cuadro con ella. Los dos sabemos que no somos meta sino viaje. No somos el coche, sino el copiloto. Sabíamos que el amor era esto: compartir vida, experiencias, historia. Pero hasta ahora, al menos yo, no lo había entendido bien. Que el amor no es un lazo que ata sino una onda que tiende a la expansión centrífuga. Y, en su loca trayectoria, hace del mundo un lugar mucho más brillante.
Te quiero porque eres libre. Porque nunca me has dicho “te necesito”, “no podría vivir sin ti” ni me has vendido un “siempre” hipócrita que no sabes si cumpliremos. Porque no me idealizas. Sabes que puedo hacerte daño y te da miedo, pero no por ello dejas de estar así de cerca. Decides arriesgarte cada día. Conoces mis defectos tan bien como yo y, sin embargo, apuestas por mí. Yo conozco los tuyos y nunca había tenido tan claro que alguien merecía la pena.
Me gusta que, cuando discutimos, lo hagamos para llegar a conclusiones y nunca para atacarnos, jamás para controlar al otro. Que tu amor sea tan generoso y brillante que no necesites entenderme del todo para respetarme. Que nos reconstruyamos a diario para ser mejores.
Me has enseñado a querer bien y a dejarme querer como merezco. Me has demostrado que, para ser equipo, lo que tengo que hacer es ser yo. Ser yo del todo, completamente, con todos mis claroscuros. Me animas a equivocarme porque sabes que así aprenderé, y sé que me echarás una mano si la pido después del tropezón, pero que vas a dar por hecho que no te necesito para levantarme.
Te quiero porque el motivo por el que caminas junto a mí es que te gusta mi ritmo y no porque tengas miedo de la soledad. Porque contigo río y lloro y me enfado y me recuerdas que no siempre tengo que ser fuerte pero que, sin embargo, lo soy. No me das mi fuerza. Me señalas dónde está.
Te quiero porque no me necesitas para ser feliz. Simplemente, compartes tu felicidad conmigo. Porque somos amigos, amantes, colegas, familia y pareja de baile. Porque somos compañeros de manta, mochila y cerveza. Eres brazo, hombro, cerebro, pierna y sonrisa. Eres todas las cosas. Y ninguna es mía (ni quiero que lo sea nunca, no quiero quitarte absolutamente nada), pero todas están conmigo.
Te quiero porque no me necesitas para volar. Eres, has sido y serás esa persona que se come el mundo a grandes dentelladas. De vez en cuando, nos miramos a los ojos con las manos llenas y la sonrisa amplia e intercambiamos los bocados. Me encanta el sabor de tu mundo. Me gusta que caces tus sueños y que me animes a perseguir los míos y, sobre todo, me gusta cuando los compartimos. De esta manera, vivir es un banquete que no acaba.
Tu forma de mirar es radicalmente distinta a la mía.Tenemos tantas semejanzas como diferencias y nos gusta celebrarlas todas. Los nexos de unión nos hacen fuertes y los de desacuerdo, imbatibles. Juntos, tenemos el doble de puntos fuertes.
Te quiero porque eres una naranja entera y, por eso, podemos combinarnos de mil formas para inventar nuevos sabores. Vivimos el doble porque no somos mitades. Tenemos vocación de infinitud. Y es que contigo adaptarse nunca ha significado restarse ni partirse, sino sumarse. Tienes tu mundo propio y yo tengo el mío y entre los dos hacemos explotar universos. Y aunque los dos miremos a la vez y al mismo punto, vemos cosas diferentes. Contigo aprendo otras formas de llenar mis ojos.
Te quiero porque eres tan grande que nada te gusta más que verme crecer. Porque te gusta mirar mi espalda cuando, en cualquier ámbito, avanzo más rápido que tú. Porque, si me esperas, es porque te apetece caminar conmigo y no porque sientas que te falto. Me demuestras a diario que no me escoges porque te completo sino porque a mi lado estás mejor. Abrimos la puerta cada día y, cada vez, decidimos quedarnos para compartir un rato más.
Todo tu afán es que mi vida conserve todos sus colores. Añades una paleta nueva, pero no manchas mi cuadro con ella. Los dos sabemos que no somos meta sino viaje. No somos el coche, sino el copiloto. Sabíamos que el amor era esto: compartir vida, experiencias, historia. Pero hasta ahora, al menos yo, no lo había entendido bien. Que el amor no es un lazo que ata sino una onda que tiende a la expansión centrífuga. Y, en su loca trayectoria, hace del mundo un lugar mucho más brillante.
Te quiero porque eres libre. Porque nunca me has dicho “te necesito”, “no podría vivir sin ti” ni me has vendido un “siempre” hipócrita que no sabes si cumpliremos. Porque no me idealizas. Sabes que puedo hacerte daño y te da miedo, pero no por ello dejas de estar así de cerca. Decides arriesgarte cada día. Conoces mis defectos tan bien como yo y, sin embargo, apuestas por mí. Yo conozco los tuyos y nunca había tenido tan claro que alguien merecía la pena.
Me gusta que, cuando discutimos, lo hagamos para llegar a conclusiones y nunca para atacarnos, jamás para controlar al otro. Que tu amor sea tan generoso y brillante que no necesites entenderme del todo para respetarme. Que nos reconstruyamos a diario para ser mejores.
Me has enseñado a querer bien y a dejarme querer como merezco. Me has demostrado que, para ser equipo, lo que tengo que hacer es ser yo. Ser yo del todo, completamente, con todos mis claroscuros. Me animas a equivocarme porque sabes que así aprenderé, y sé que me echarás una mano si la pido después del tropezón, pero que vas a dar por hecho que no te necesito para levantarme.
Te quiero porque el motivo por el que caminas junto a mí es que te gusta mi ritmo y no porque tengas miedo de la soledad. Porque contigo río y lloro y me enfado y me recuerdas que no siempre tengo que ser fuerte pero que, sin embargo, lo soy. No me das mi fuerza. Me señalas dónde está.
Te quiero porque no me necesitas para ser feliz. Simplemente, compartes tu felicidad conmigo. Porque somos amigos, amantes, colegas, familia y pareja de baile. Porque somos compañeros de manta, mochila y cerveza. Eres brazo, hombro, cerebro, pierna y sonrisa. Eres todas las cosas. Y ninguna es mía (ni quiero que lo sea nunca, no quiero quitarte absolutamente nada), pero todas están conmigo.
20 julio 2017
Amor después del amor
Llegará el tiempo en que, con alegría,
te saludarás a ti mismo al llegar
a tu propia puerta, y en tu propio espejo
cada cual sonreirá ante la bienvenida del otro,
y dirá, siéntate aquí. Come.
Amarás otra vez al extraño que fuiste.
Dale vino.
Derek Walcott
te saludarás a ti mismo al llegar
a tu propia puerta, y en tu propio espejo
cada cual sonreirá ante la bienvenida del otro,
y dirá, siéntate aquí. Come.
Amarás otra vez al extraño que fuiste.
Dale vino.
Dale pan.
Devuelve tu corazón a ti mismo,
al extraño que te amó durante toda tu vida,
a quién ignoraste por otro, a quien te conoce de corazón.
Quita las cartas de amor de los estantes,
las fotos, las notas desesperadas,
Arranca tu propia imagen del espejo.
Siéntate.
Quita las cartas de amor de los estantes,
las fotos, las notas desesperadas,
Arranca tu propia imagen del espejo.
Siéntate.
Celebra tu vida.
Derek Walcott
(poeta, escritor y artista visual británico nacido en la isla Santa Lucía.
Fue una de las voces fundamentales de la poesía caribeña y ganador de muchos premios, entre los que destaca el premio Nobel. Murió hace poco en el principio de 2017.)
Fue una de las voces fundamentales de la poesía caribeña y ganador de muchos premios, entre los que destaca el premio Nobel. Murió hace poco en el principio de 2017.)
Etiquetas:
amor propio,
aquí y ahora,
celebración,
corazón,
poema,
vida
19 julio 2017
El regocijo viene de ayudar a otros
Arthur Ashe, el legendario Jugador de Wimbledon, se estaba muriendo de SIDA
Se contagió por medio de sangre infectada administrada durante una cirugía del corazón en 1983.
Fue el primer jugador afroamericano en ser seleccionado para el equipo de la Copa Davis de los Estados Unidos, y el único afroamericano en haber ganado Wimbledon, el Abierto de Estados Unidos y el Abierto de Australia en singles.
Recibió cartas de sus fans, uno de los cuales preguntó: "¿Por qué Dios tuvo que elegirte para una enfermad tan horrible?”
Arthur Ashe contestó: Hace muchos años unos 50 Millones de niños comenzaron a jugar al tenis, y uno de ellos era yo.
5 Millones aprendieron realmente a jugar al tenis,
500 000 Aprendieron Tenis Profesional,
50 Mil llegaron al circuito,
5 Mil alcanzaron Grandslam,
50 Llegaron a Wimbledon,
4 Llegaron a la semifinal,
2 Llegaron a la final y nuevamente uno de ellos fui yo.
Cuando estaba celebrando la victoria con la copa en la mano, nunca se me ocurrió preguntarle a Dios " ¿Por qué a mi? ". Así que ahora que estoy con dolor ¿Cómo puedo preguntarle a Dios: “Por qué a mi”?
¡La felicidad te mantiene Dulce!
¡Los juicios te mantienen fuerte!
¡Los dolores te mantienen Humano!
¡El fracaso te mantiene humilde!
¡El éxito te mantiene brillante!
Pero sólo, la fe te mantiene en marcha.
A veces no estas satisfecho con tu vida, mientras que muchas personas de este mundo sueñan con poder tener tu vida. Un niño en una granja ve un avión que le sobrevuela y sueña con volar. Pero, el piloto de ese avión, sobrevuela la granja y sueña con volver a casa.
¡Así es la vida! Disfruta la tuya.
Si la riqueza es el secreto de la felicidad, los ricos deberían estar bailando por las calles. Pero sólo los niños pobres hacen eso.
Si el poder garantiza la seguridad, los VIPs deberían caminar sin guardaespaldas. Pero sólo aquellos que viven humildemente, sueñan tranquilos.
Si la belleza y la fama atraen las relaciones ideales, las celebridades deberían tener los mejores matrimonios.
¡Ten fe en ti mismo! Vive humildemente. Camina humildemente y ama con el corazón!
Dos meses previos a su muerte creó el Arthur Ashe Institute for Urban Health, para ayudar en la prevención de tratamientos inadecuados de salud y fue nombrado "Deportista del año" por la revista Sports Illustrated. Menos de una semana previa a su muerte terminó sus memorias, que fueron publicadas bajo el título "Days of Grace" (Días de gracia).
Alguna vez dijo: "Sé que nunca me hubiera perdonado si hubiera elegido vivir sin un propósito humano, sin tratar de ayudar a los pobres y desafortunados, sin reconocer que quizás, el regocijo puro de la vida viene al tratar de ayudar a otros".
Se contagió por medio de sangre infectada administrada durante una cirugía del corazón en 1983.
Fue el primer jugador afroamericano en ser seleccionado para el equipo de la Copa Davis de los Estados Unidos, y el único afroamericano en haber ganado Wimbledon, el Abierto de Estados Unidos y el Abierto de Australia en singles.
Recibió cartas de sus fans, uno de los cuales preguntó: "¿Por qué Dios tuvo que elegirte para una enfermad tan horrible?”
Arthur Ashe contestó: Hace muchos años unos 50 Millones de niños comenzaron a jugar al tenis, y uno de ellos era yo.
5 Millones aprendieron realmente a jugar al tenis,
500 000 Aprendieron Tenis Profesional,
50 Mil llegaron al circuito,
5 Mil alcanzaron Grandslam,
50 Llegaron a Wimbledon,
4 Llegaron a la semifinal,
2 Llegaron a la final y nuevamente uno de ellos fui yo.
Cuando estaba celebrando la victoria con la copa en la mano, nunca se me ocurrió preguntarle a Dios " ¿Por qué a mi? ". Así que ahora que estoy con dolor ¿Cómo puedo preguntarle a Dios: “Por qué a mi”?
¡La felicidad te mantiene Dulce!
¡Los juicios te mantienen fuerte!
¡Los dolores te mantienen Humano!
¡El fracaso te mantiene humilde!
¡El éxito te mantiene brillante!
Pero sólo, la fe te mantiene en marcha.
A veces no estas satisfecho con tu vida, mientras que muchas personas de este mundo sueñan con poder tener tu vida. Un niño en una granja ve un avión que le sobrevuela y sueña con volar. Pero, el piloto de ese avión, sobrevuela la granja y sueña con volver a casa.
¡Así es la vida! Disfruta la tuya.
Si la riqueza es el secreto de la felicidad, los ricos deberían estar bailando por las calles. Pero sólo los niños pobres hacen eso.
Si el poder garantiza la seguridad, los VIPs deberían caminar sin guardaespaldas. Pero sólo aquellos que viven humildemente, sueñan tranquilos.
Si la belleza y la fama atraen las relaciones ideales, las celebridades deberían tener los mejores matrimonios.
¡Ten fe en ti mismo! Vive humildemente. Camina humildemente y ama con el corazón!
Dos meses previos a su muerte creó el Arthur Ashe Institute for Urban Health, para ayudar en la prevención de tratamientos inadecuados de salud y fue nombrado "Deportista del año" por la revista Sports Illustrated. Menos de una semana previa a su muerte terminó sus memorias, que fueron publicadas bajo el título "Days of Grace" (Días de gracia).
Alguna vez dijo: "Sé que nunca me hubiera perdonado si hubiera elegido vivir sin un propósito humano, sin tratar de ayudar a los pobres y desafortunados, sin reconocer que quizás, el regocijo puro de la vida viene al tratar de ayudar a otros".
18 julio 2017
¿Cuántos trenes más?
Hace más de un mes que he traído unas ganas incontenibles de salirme de un chat al que pertenezco. Supongo, porque no quería parecer grosera y no encontraba las palabras para salirme sin raspones.
Todos lo días mandaban mensajes y memes y ya era parte de mi día borrarlos sin haberlos leído. Hoy fue otro día de esos, y mientras lo hacía vi que en la pantalla decía "has salido del grupo", ¿cómo?? ¿En qué momento?. El paso a seguir era "eliminar grupo" y mi pulgar se aventó presuroso sobre la indicación, como cuando uno corre sin freno hacia un elevador que está cerrando sus puertas.
Y me salí.
Qué fácil fue!!! Así nada más. En dos segundos, y qué liberador. A veces a uno se le va la vida esperando el momento indicado y nunca llega, o llega tarde.
O a veces, lo que parece un accidente es lo mejor que te pudo haber sucedido, lo inesperado! Y hay que subirse al tren porque puede tardar mucho en pasar otro, vacío. Con un asiento disponible. Y con ventana.
¿¿¿cuantos trenes más??? ¿¿¿Cuantos trenes más????
¡¡¡Que no se nos vaya el tren!!!
Todos lo días mandaban mensajes y memes y ya era parte de mi día borrarlos sin haberlos leído. Hoy fue otro día de esos, y mientras lo hacía vi que en la pantalla decía "has salido del grupo", ¿cómo?? ¿En qué momento?. El paso a seguir era "eliminar grupo" y mi pulgar se aventó presuroso sobre la indicación, como cuando uno corre sin freno hacia un elevador que está cerrando sus puertas.
Y me salí.
Qué fácil fue!!! Así nada más. En dos segundos, y qué liberador. A veces a uno se le va la vida esperando el momento indicado y nunca llega, o llega tarde.
O a veces, lo que parece un accidente es lo mejor que te pudo haber sucedido, lo inesperado! Y hay que subirse al tren porque puede tardar mucho en pasar otro, vacío. Con un asiento disponible. Y con ventana.
¿¿¿cuantos trenes más??? ¿¿¿Cuantos trenes más????
¡¡¡Que no se nos vaya el tren!!!
Etiquetas:
inesperado,
liberador,
momentos,
vacío,
vida
17 julio 2017
Diga algo hermoso
El poder generador de hacer buenas preguntas
Una vez me senté frente a un hombre discreto al que no conocía bien, pero habíamos planeado pasar una tarde juntos. Pronto descubrí que él no era alguien inclinado a la conversación superficial. Habíamos estado sentados por apenas unos minutos cuando, sin prisa y sin tratar de crear una conversación, me preguntó qué sentía en mi corazón. Esta sencilla invitación abrió en mí un reservorio inexplorado, y las horas de conversación que fluyeron de allí fueron enriquecedoras y significativas.
Me escuchó con cuidado y atención. Su calidez y su naturalidad me hicieron saber que me recibiría tal y como yo estaba, sin expectativas. Recuerdo la manera en que seguía sonriéndome con placer genuino, como si él hubiera estado varado en una isla desierta, y yo hubiera llegado con noticias de casa. No se esforzó por sonar sabio o perspicaz. No trató de echar mano de una pregunta genial preempacada. Simplemente se dedicó a escucharme, y dejó que la curiosidad abriera el camino.
Mientras estábamos juntos, yo también sentía curiosidad por saber de él. Cuando llegó el momento de separarnos, estaba consciente de que algo vibrante había despertado en mí. Más tarde, él me dijo que lo mismo había sucedido con él. Solamente horas antes, habíamos sido simples conocidos, pero ahora éramos amigos. Bastaron unas pocas preguntas hermosas para que eso sucediera.
El poeta inglés David Whyte habla de la necesidad que tenemos de alimentar esta disciplina de “hacer preguntas hermosas”. Las preguntas hermosas son las que se hunden en los lugares profundos del alma y que acogen con satisfacción a otras personas, mientras buscamos conexión y amistad, y que abren un nuevo territorio que dos personas pueden compartir. Las preguntas hermosas dan por sentado que la persona que está frente a nosotros tiene muchos regalos únicos en su ser y mucha bondad que está esperando ser descubierta.
Al estudiar la vida del Señor Jesús, descubrimos cómo modeló Él este arte de hacer preguntas. Al examinar los numerosos encuentros que tuvo el Señor con las personas, vemos cuántas preguntas profundas y fascinantes hizo. Cristo era alguien inmensamente curioso. A los aterrorizados discípulos en una barca azotada por una tormenta, les preguntó: “¿Por qué teméis?”. Después de ver la breve caminata de Pedro sobre el agua, y tras sacar al discípulo del mar frío, le preguntó: “¿Por qué dudaste?”. A Marta: “¿Crees esto?”, y a unos seguidores perplejos: “¿Esto les causa tropiezo?”.
Jesucristo, el Dios-hombre perfecto, nos revela cómo vivir en forma auténtica, cómo ser más plenamente nosotros mismos y cómo amar y acoger con satisfacción a los demás. Además, las Sagradas Escrituras desvelan una parte rara vez explorada de la humanidad del Señor: su método inquisitivo y de interés por las personas. Él buscaba relacionarse de manera significativa con hombres y mujeres, jóvenes y viejos, ricos e indigentes, expertos en religión y quienes estaban en la periferia de ella. Con tantas de estas amistades, Jesús hacía preguntas que atravesaban el corazón y daban lugar a una conversación genuina. Él parecía el tipo de persona deseosa por aprender nombres e historias, sueños y temores, curioso por descubrir la belleza y la tragedia que había en cada historia.
Para que una pregunta sea significativa, tiene que ser genuina. A veces hacemos preguntas, no porque queramos conocer a una persona, sino porque tratamos de extraer información, hacer crecer nuestra reserva de conocimientos, manipular para obtener ventajas, o reforzar la imagen que queremos proyectar. Pero las preguntas del Señor fueron siempre genuinas, siempre en busca de una amistad sincera.
Muchos de nosotros no somos capaces de involucrarnos con otros por medio de preguntas hermosas, debido a que estamos abstraídos en nosotros mismos. Si estamos llenos con nuestra propia situación o con nuestros propios planes, entonces es casi imposible demostrar interés en cuanto al amigo o al cónyuge que está a nuestro lado. Si usted pasa mucho tiempo con los miembros de la familia o con colegas que nunca demuestran ningún interés acerca de usted o de su vida, es probable que se aleje sintiéndose solo y agotado. Las personas egoístas se consumen dentro de sus propios pequeños mundos, y consumen la vida de todos los que están a su alrededor. Las personas egocéntricas no son curiosas. En cambio, toda la vida del Señor fue una expresión de amor. No es de extrañar que Él estuviera colmado de tantas buenas y penetrantes preguntas.
Algunas preguntas inician una conversación, pero otras la cierran. Quienes están sinceramente interesados en los demás llegan con manos y mentes abiertas, preguntándose qué pudiera ser descubierto o qué belleza especial pudiera ser desenterrada. Las buenas preguntas dan por sentado un vínculo; dan por sentado que, porque todos somos portadores de la imagen de Dios, estamos seguros de encontrar algún punto de encuentro entre nosotros, no importa cuán diferentes podamos ser.
Si queremos cultivar la curiosidad generadora, debemos aprender a estar sin prisa, a encontrarnos con personas en la vida. Las preguntas hermosas son una forma de hospitalidad, de creación de espacio en el que alguien más puede vivir, donde esa persona puede ser escuchada y conocida. El Señor nos invita a adoptar su visión para la humanidad redimida, y las preguntas hermosas son una manera segura de hacerlo.
Winn Collier
Una vez me senté frente a un hombre discreto al que no conocía bien, pero habíamos planeado pasar una tarde juntos. Pronto descubrí que él no era alguien inclinado a la conversación superficial. Habíamos estado sentados por apenas unos minutos cuando, sin prisa y sin tratar de crear una conversación, me preguntó qué sentía en mi corazón. Esta sencilla invitación abrió en mí un reservorio inexplorado, y las horas de conversación que fluyeron de allí fueron enriquecedoras y significativas.
Me escuchó con cuidado y atención. Su calidez y su naturalidad me hicieron saber que me recibiría tal y como yo estaba, sin expectativas. Recuerdo la manera en que seguía sonriéndome con placer genuino, como si él hubiera estado varado en una isla desierta, y yo hubiera llegado con noticias de casa. No se esforzó por sonar sabio o perspicaz. No trató de echar mano de una pregunta genial preempacada. Simplemente se dedicó a escucharme, y dejó que la curiosidad abriera el camino.
Mientras estábamos juntos, yo también sentía curiosidad por saber de él. Cuando llegó el momento de separarnos, estaba consciente de que algo vibrante había despertado en mí. Más tarde, él me dijo que lo mismo había sucedido con él. Solamente horas antes, habíamos sido simples conocidos, pero ahora éramos amigos. Bastaron unas pocas preguntas hermosas para que eso sucediera.
El poeta inglés David Whyte habla de la necesidad que tenemos de alimentar esta disciplina de “hacer preguntas hermosas”. Las preguntas hermosas son las que se hunden en los lugares profundos del alma y que acogen con satisfacción a otras personas, mientras buscamos conexión y amistad, y que abren un nuevo territorio que dos personas pueden compartir. Las preguntas hermosas dan por sentado que la persona que está frente a nosotros tiene muchos regalos únicos en su ser y mucha bondad que está esperando ser descubierta.
Al estudiar la vida del Señor Jesús, descubrimos cómo modeló Él este arte de hacer preguntas. Al examinar los numerosos encuentros que tuvo el Señor con las personas, vemos cuántas preguntas profundas y fascinantes hizo. Cristo era alguien inmensamente curioso. A los aterrorizados discípulos en una barca azotada por una tormenta, les preguntó: “¿Por qué teméis?”. Después de ver la breve caminata de Pedro sobre el agua, y tras sacar al discípulo del mar frío, le preguntó: “¿Por qué dudaste?”. A Marta: “¿Crees esto?”, y a unos seguidores perplejos: “¿Esto les causa tropiezo?”.
Jesucristo, el Dios-hombre perfecto, nos revela cómo vivir en forma auténtica, cómo ser más plenamente nosotros mismos y cómo amar y acoger con satisfacción a los demás. Además, las Sagradas Escrituras desvelan una parte rara vez explorada de la humanidad del Señor: su método inquisitivo y de interés por las personas. Él buscaba relacionarse de manera significativa con hombres y mujeres, jóvenes y viejos, ricos e indigentes, expertos en religión y quienes estaban en la periferia de ella. Con tantas de estas amistades, Jesús hacía preguntas que atravesaban el corazón y daban lugar a una conversación genuina. Él parecía el tipo de persona deseosa por aprender nombres e historias, sueños y temores, curioso por descubrir la belleza y la tragedia que había en cada historia.
Para que una pregunta sea significativa, tiene que ser genuina. A veces hacemos preguntas, no porque queramos conocer a una persona, sino porque tratamos de extraer información, hacer crecer nuestra reserva de conocimientos, manipular para obtener ventajas, o reforzar la imagen que queremos proyectar. Pero las preguntas del Señor fueron siempre genuinas, siempre en busca de una amistad sincera.
Muchos de nosotros no somos capaces de involucrarnos con otros por medio de preguntas hermosas, debido a que estamos abstraídos en nosotros mismos. Si estamos llenos con nuestra propia situación o con nuestros propios planes, entonces es casi imposible demostrar interés en cuanto al amigo o al cónyuge que está a nuestro lado. Si usted pasa mucho tiempo con los miembros de la familia o con colegas que nunca demuestran ningún interés acerca de usted o de su vida, es probable que se aleje sintiéndose solo y agotado. Las personas egoístas se consumen dentro de sus propios pequeños mundos, y consumen la vida de todos los que están a su alrededor. Las personas egocéntricas no son curiosas. En cambio, toda la vida del Señor fue una expresión de amor. No es de extrañar que Él estuviera colmado de tantas buenas y penetrantes preguntas.
Algunas preguntas inician una conversación, pero otras la cierran. Quienes están sinceramente interesados en los demás llegan con manos y mentes abiertas, preguntándose qué pudiera ser descubierto o qué belleza especial pudiera ser desenterrada. Las buenas preguntas dan por sentado un vínculo; dan por sentado que, porque todos somos portadores de la imagen de Dios, estamos seguros de encontrar algún punto de encuentro entre nosotros, no importa cuán diferentes podamos ser.
Si queremos cultivar la curiosidad generadora, debemos aprender a estar sin prisa, a encontrarnos con personas en la vida. Las preguntas hermosas son una forma de hospitalidad, de creación de espacio en el que alguien más puede vivir, donde esa persona puede ser escuchada y conocida. El Señor nos invita a adoptar su visión para la humanidad redimida, y las preguntas hermosas son una manera segura de hacerlo.
Winn Collier
Etiquetas:
alma,
amar,
amigos,
amistad,
bondad,
conversación,
corazón,
Cristo,
Dios,
escuchar,
expectativa,
hablar,
Jesús,
personas,
preguntas,
regalo
14 julio 2017
Mi misión en la vida
Así de cliché como suena, mi misión en la vida. Yo, la neta sí creo que todos estamos aquí por algo. Descubrir qué, es lo divertido.
Cuando comencé con Alan x el mundo sentí que había algo que le daba sentido a todo. No sabía exactamente qué era. Hoy estoy convencido que este proyecto llegó a mí como parte de mi misión en la vida. Me he dado cuenta de la enorme industria que es el turismo y cómo nuestros simples actos pueden cambiar o afectar nuestro planeta.
Alan x el mundo no solo es solo la historia de mis viajes, es la historia de cómo mi vida se ha ido transformando a través de los viajes. Creo, para bien; en todos los sentidos. He cometido muchos errores, pero estoy consciente de ellos y eso es lo importante para no volver a repetirlos. Que sean bienvenidos los errores nuevos, los mismos ya dan coraje.
He defendido este proyecto como pocas cosas en mi vida. Lo he protegido, lo he cuidado, regado, apapachado y presumido. Y todo eso porque creo que he descubierto mi misión en la vida.
El turismo puede cambiar el mundo o destrozarlo, la responsabilidad es nuestra.
La industria turística mueve muchísimo dinero. No importa como viajes. Aún si eres mochilero, viajas de aventón, o te quedas en hoteles de lujo, el turismo mueve la economía y genera empleos. Pero también puede llegar a afectar mucho los lugares que visitamos si no lo hacemos de forma responsable. Podemos tomar por ejemplo el reciente caso de la Islas Marietas.
El turismo es la industria de las emociones. La magia de estar en un lugar apartado, impresionante, maravilloso y espectacular, nos llena el corazón de dicha y queremos guardar ese momento para siempre. Y al igual que cuando nos emborrachamos, la emoción desbordada puede borrar un tanto la conciencia de nuestro entorno.
Turistas dejando basura en las playas, en los ríos, en los arroyos; turistas comprando productos piratas, comiendo en franquicias extranjeras; turistas tomándose fotos con animales exóticos, rayando paredes de lugares con miles de años para tomarse una selfie.
Todas nuestras acciones dejan una repercusión. Debemos esforzarnos en que ésta sea positiva.
¿Cómo?
En medida de lo posible, consume productos y en negocios locales.
Evita el turismo en masa, en grupo organizados y viaja más por tu cuenta, a tu ritmo y tomando tus propias decisiones.
No compres productos prohibidos ni artesanía fabricada en masa en países extranjeros.
No des limosnas.
No te tomes fotos con animales y pagues por ello.
Respeta la cultura.
Cuida el patrimonio.
Y siempre que te sea posible investiga sobre las empresas en las que gastarás tu dinero. Cada vez hay más empresas socialmente responsables y con proyectos de desarrollo sustentable.
Ya les he hablado en otras ocasiones del concurso #TheVenture, un evento en el que, en esta ocasión, participan 27 emprendedores de todo el mundo con proyectos que buscan beneficiar a la sociedad y el medio ambiente, y en el que entre los participantes se encuentra un mexicano.
El proyecto que representa a México se llama Optic Group ICH y se encarga de fabricar armazones de anteojos hechos de botellas recicladas de plástico, los cuales, además de ayudar a reducir la contaminación, este material permite que el costo de la producción de los armazones sea bajo y por lo tanto muy accesible, lo que lleva a que las personas de escasos recursos puedan pagarlos. Un ejemplo del ahorro en la fabricación de los armazones es el precio de la materia prima, con un kilo de PET se pueden fabricar 50 armazones y el gasto solo es de 80 centavos.
Este proyecto está participando para ganar un millón de dólares en #TheVenture y así poder continuar con la misión que tienen de ayudar a los necesitados y apoyar el cuidado del medio ambiente.
Optic Group ICH es un ejemplo de que todos tenemos una misión en la vida, busquen qué es lo que les apasiona y cómo a través de esto pueden ayudar a los demás y a lo que nos rodea; seamos honestos con nosotros mismos y apoyemos, porque podemos cambiar al mundo para bien, solo se necesita que cada uno de nosotros nos comprometamos y trabajamos por él, pues no hay que olvidar que es nuestro hogar.
Recuerden viajeros, hacer un mundo mejor es responsabilidad de todos, todos los días, ¡siempre!
¿Qué haz hecho hoy para ser un viajero responsable?
Alan Estrada
Cuando comencé con Alan x el mundo sentí que había algo que le daba sentido a todo. No sabía exactamente qué era. Hoy estoy convencido que este proyecto llegó a mí como parte de mi misión en la vida. Me he dado cuenta de la enorme industria que es el turismo y cómo nuestros simples actos pueden cambiar o afectar nuestro planeta.
Alan x el mundo no solo es solo la historia de mis viajes, es la historia de cómo mi vida se ha ido transformando a través de los viajes. Creo, para bien; en todos los sentidos. He cometido muchos errores, pero estoy consciente de ellos y eso es lo importante para no volver a repetirlos. Que sean bienvenidos los errores nuevos, los mismos ya dan coraje.
He defendido este proyecto como pocas cosas en mi vida. Lo he protegido, lo he cuidado, regado, apapachado y presumido. Y todo eso porque creo que he descubierto mi misión en la vida.
El turismo puede cambiar el mundo o destrozarlo, la responsabilidad es nuestra.
La industria turística mueve muchísimo dinero. No importa como viajes. Aún si eres mochilero, viajas de aventón, o te quedas en hoteles de lujo, el turismo mueve la economía y genera empleos. Pero también puede llegar a afectar mucho los lugares que visitamos si no lo hacemos de forma responsable. Podemos tomar por ejemplo el reciente caso de la Islas Marietas.
El turismo es la industria de las emociones. La magia de estar en un lugar apartado, impresionante, maravilloso y espectacular, nos llena el corazón de dicha y queremos guardar ese momento para siempre. Y al igual que cuando nos emborrachamos, la emoción desbordada puede borrar un tanto la conciencia de nuestro entorno.
Turistas dejando basura en las playas, en los ríos, en los arroyos; turistas comprando productos piratas, comiendo en franquicias extranjeras; turistas tomándose fotos con animales exóticos, rayando paredes de lugares con miles de años para tomarse una selfie.
Todas nuestras acciones dejan una repercusión. Debemos esforzarnos en que ésta sea positiva.
¿Cómo?
En medida de lo posible, consume productos y en negocios locales.
Evita el turismo en masa, en grupo organizados y viaja más por tu cuenta, a tu ritmo y tomando tus propias decisiones.
No compres productos prohibidos ni artesanía fabricada en masa en países extranjeros.
No des limosnas.
No te tomes fotos con animales y pagues por ello.
Respeta la cultura.
Cuida el patrimonio.
Y siempre que te sea posible investiga sobre las empresas en las que gastarás tu dinero. Cada vez hay más empresas socialmente responsables y con proyectos de desarrollo sustentable.
Ya les he hablado en otras ocasiones del concurso #TheVenture, un evento en el que, en esta ocasión, participan 27 emprendedores de todo el mundo con proyectos que buscan beneficiar a la sociedad y el medio ambiente, y en el que entre los participantes se encuentra un mexicano.
El proyecto que representa a México se llama Optic Group ICH y se encarga de fabricar armazones de anteojos hechos de botellas recicladas de plástico, los cuales, además de ayudar a reducir la contaminación, este material permite que el costo de la producción de los armazones sea bajo y por lo tanto muy accesible, lo que lleva a que las personas de escasos recursos puedan pagarlos. Un ejemplo del ahorro en la fabricación de los armazones es el precio de la materia prima, con un kilo de PET se pueden fabricar 50 armazones y el gasto solo es de 80 centavos.
Este proyecto está participando para ganar un millón de dólares en #TheVenture y así poder continuar con la misión que tienen de ayudar a los necesitados y apoyar el cuidado del medio ambiente.
Optic Group ICH es un ejemplo de que todos tenemos una misión en la vida, busquen qué es lo que les apasiona y cómo a través de esto pueden ayudar a los demás y a lo que nos rodea; seamos honestos con nosotros mismos y apoyemos, porque podemos cambiar al mundo para bien, solo se necesita que cada uno de nosotros nos comprometamos y trabajamos por él, pues no hay que olvidar que es nuestro hogar.
Recuerden viajeros, hacer un mundo mejor es responsabilidad de todos, todos los días, ¡siempre!
¿Qué haz hecho hoy para ser un viajero responsable?
Alan Estrada
Etiquetas:
Alan Estrada,
ayuda,
consecuencia,
corazón,
cultura,
dinero,
emociones,
honestidad,
positivo,
propósito,
responsabilidad,
sentido,
viaje
13 julio 2017
No perdí años, los viví demasiado intensos
"Los dos días más importantes de tu vida son el día en que naces, y el día en que descubres para qué." Mark Twain
Hace poco más de tres semanas, recibí una llamada de un amigo, ahora de 31 años, 14 de los cuales vivió la experiencia del cáncer. La llamada de algún modo era para despedirse y pedirme que lo fuera a visitar ya que los doctores le comentaron a su mamá que no había mucho por hacer...
Fui a verlo y con su voz muy cansada y consciente me explico la escena que vivió ese día. Su madre no se dio cuenta que él estaba escuchando, le gritaba al médico cuestionandolo sobre lo que le decía, pero escuchó algo que a él le llamó mucho la atención, su mamá dijo "¿entonces perdió 14 años de su vida?"...
Fui a verlo y con su voz muy cansada y consciente me explico la escena que vivió ese día. Su madre no se dio cuenta que él estaba escuchando, le gritaba al médico cuestionandolo sobre lo que le decía, pero escuchó algo que a él le llamó mucho la atención, su mamá dijo "¿entonces perdió 14 años de su vida?"...
El me dijo lo siguiente: Mi madre está equivocada, no perdí 14 años de mi vida, al contrario, viví 14 años demasiado intensos, me descubrí como persona, supe de mis capacidades y debilidades, me acerqué más que nunca a Dios, mi familia se unió, los amigos que se mantuvieron cerca aprendieron a valorar su vida...
Mucha gente aprendió conmigo, reí, lloré, oré, grité, amé, creí... pero sobre todo viví, porque no desaprovechaba mi tiempo, ya que no tenía nada seguro para el día después, así que cada día lo vivo intensamente... Hubo momentos de debilidad, pero muchos momentos donde tenía que poner toda mi fortaleza... Muchas veces me tocó ser maestro con mi propia vida, ojalá haya aprendido mucha gente para que no tengan que vivir este cáncer para valorar todo lo bueno que tienen.
Me dice, sabes, estoy muy cansado y no tengo miedo, en eso me recordó algo que yo le había dicho un día entre bromas, como tú dices a mi el cáncer no me va a ganar, a mi Dios me va a llevar...
Y me dice: sabes, lo que cala es ver a la gente quejándose de tonterías en lugar de aprovechar su tiempo... ver a la gente preocupada por el mañana cuando uno no sabe si va a vivir al siguiente día... ver a la gente enfrascada en sus problemas cuando a mi me costó mucho aprender a no hacerme la víctima, porque el problema se hace más grande, etc.
Más de una hora de plática, que parecieron una eternidad, porque tal vez la platica terminó, pero sus palabras siguen haciendo eco en mi mente.. Y hoy esa eternidad él ya la está disfrutando... Mi valiente Gustavo, mi héroe sin capa, descansa en Dios y con Dios... Hasta pronto amigo... ¡¡¡Valió la pena tu vida!!!
¡¡Dios nos bendice, más sonrisas y menos quejas!!
Cuando el momento sea tan difícil que está fuera de tu alcance o de tus fuerzas, es el momento de dejar a Dios que actúe... FE!
Cuando el momento sea tan difícil que está fuera de tu alcance o de tus fuerzas, es el momento de dejar a Dios que actúe... FE!
Etiquetas:
aprender,
debilidades,
Dios,
fortaleza,
Héctor Molina,
persona,
vida,
vivir
12 julio 2017
Que las ‘vidas perfectas’ de Facebook no te depriman
Ya es oficial. Algunos académicos analizaron la información y confirmaron lo que presentíamos. Las redes sociales nos están deprimiendo.
Todos sabemos que los demás no pueden ser tan exitosos, ricos, atractivos, relajados, intelectuales o dichosos como parecen serlo en Facebook. Sin embargo, no podemos evitar comparar nuestra vida interior con las vidas maquilladas de nuestros amigos.
¿Qué tan distinto es el mundo real del mundo de las redes sociales?
La búsqueda del estado en línea toma algunos giros peculiares. Facebook trabaja con una empresa externa para reunir datos sobre los autos que las personas en verdad tienen. Facebook también tiene datos acerca de los autos con los que las personas se asocian al hacer publicaciones sobre ellos o al darles “me gusta”.
Los propietarios de autos lujosos como BMW y Mercedes son dos veces y media más propensos a anunciar sus pertenencias en Facebook que quienes tienen modelos y marcas ordinarias.
Sin embargo, otras personas en lugares distintos pueden tener ideas diferentes de lo que está de moda y lo que es vergonzoso. Está el gusto musical, por ejemplo. Según datos de 2014 de Spotify sobre lo que escucha la gente, los hombres y las mujeres tienen gustos similares; 29 de los 40 artistas que las mujeres escucharon con más frecuencia son los mismos que los hombres oyeron más.
Pero en Facebook los hombres parecen ocultar su interés en artistas considerados más femeninos. En Spotify, por ejemplo, Katy Perry fue la décima artista que los hombres escucharon con más frecuencia, por lo que superó a Bob Marley, Kanye West, Kendrick Lamar y Wiz Khalifa. Sin embargo, esos otros artistas tienen más “me gusta” de hombres en Facebook.
La presión por lucir de determinada manera en las redes sociales puede hacer mucho más que deformar nuestra imagen de los músicos que escuchamos.
Personas con distintas enfermedades están usando las redes sociales cada vez más para comunicarse con otros y crear conciencia en torno a sus padecimientos. Sin embargo, si una afección se considera vergonzosa, es menos probable que las personas se asocien con ella de manera pública.
El síndrome de colon irritable y las migrañas son prevalentes de manera similar. Sin embargo, quienes sufren migraña han creado grupos de conciencia y apoyo en Facebook dos veces y media más grandes que los de quienes experimentan SCI.
Ninguno de estos comportamientos es realmente nuevo, aunque la forma que adoptan sí lo es. Los amigos siempre han presumido con otros amigos. La gente siempre ha luchado por recordar que otras personas no la tienen tan fácil como dicen.
Pensemos en el aforismo que citan los miembros de Alcohólicos Anónimos: “No compares tus entrañas con el exterior de otras personas”. Desde luego, es difícil hacerle caso a ese consejo. Jamás vemos las entrañas de los demás.
De hecho he pasado los últimos cinco años viendo las entrañas de la gente. He estado estudiando los datos agregados de las búsquedas de Google. Frente a la pantalla y de manera anónima, la gente tiende a decirle a Google cosas que no revela en las redes sociales; incluso dice cosas que no le dice a nadie más. Google ofrece una poción digital de la verdad. Las palabras que tecleamos son más honestas que las imágenes que presentamos en Facebook o Instagram.
A veces el contraste entre distintas fuentes de datos es entretenido. Pensemos, por ejemplo, en la manera en que las esposas hablan de sus maridos.
En las redes sociales, las palabras más usadas para completar la frase “Mi esposo es…” son “el mejor”, “mi mejor amigo”, “asombroso”, “el más genial” y “tan lindo”. En Google, una de las cinco principales maneras de completar esa frase también es “asombroso”. Así que ahí hay coherencia. Las otras cuatro son “un imbécil”, “molesto”, “gay” y “cruel”.
Aunque pasar cinco años viendo en una computadora los pensamientos más extraños y oscuros de los seres humanos podría no parecerle una buena actividad a la mayoría de la gente, los datos honestos me han resultado sorprendentemente reconfortantes. Siempre me siento menos solo en cuanto a mis inseguridades, ansiedades, dificultades y deseos.
Una vez que revisas suficientes datos agregados de búsquedas, es difícil tomarse muy en serio las vidas maquilladas que ves en las redes sociales o, como me gusta resumir lo que me han enseñado los datos de Google: todos somos un desastre.
Ahora, puede que no seas un científico de datos. Pero puedes aprovechar los grandes datos y la poción digital de la verdad para ponerle fin a la envidia… o por lo menos no dejar que te afecte tanto.
Cuando te deprima tu vida después de ver Facebook visita Google y busca cosas en el recuadro de búsqueda. La función de autocompletar de Google te dirá las búsquedas que otras personas están haciendo.
Escribe la frase “Yo siempre…” y puede que veas una sugerencia basada en las búsquedas de otras personas: “Siempre me siento cansado” o “Siempre tengo diarrea”. Esto puede ofrecer un contraste drástico con las redes sociales donde todos “siempre” parecen estar de vacaciones en el Caribe.
Conforme nuestras vidas se trasladan cada vez más al internet, propongo un nuevo mantra de autoayuda para el siglo XXI, cortesía de datos relevantes: no compares tus búsquedas de Google con las publicaciones de otras personas en Facebook.
Seth Stephens-Davidowitz
(Everybody Lies: Big Data, New Data, and What the Internet Can Tell Us About Who We Really Are)
Todos sabemos que los demás no pueden ser tan exitosos, ricos, atractivos, relajados, intelectuales o dichosos como parecen serlo en Facebook. Sin embargo, no podemos evitar comparar nuestra vida interior con las vidas maquilladas de nuestros amigos.
¿Qué tan distinto es el mundo real del mundo de las redes sociales?
La búsqueda del estado en línea toma algunos giros peculiares. Facebook trabaja con una empresa externa para reunir datos sobre los autos que las personas en verdad tienen. Facebook también tiene datos acerca de los autos con los que las personas se asocian al hacer publicaciones sobre ellos o al darles “me gusta”.
Los propietarios de autos lujosos como BMW y Mercedes son dos veces y media más propensos a anunciar sus pertenencias en Facebook que quienes tienen modelos y marcas ordinarias.
Sin embargo, otras personas en lugares distintos pueden tener ideas diferentes de lo que está de moda y lo que es vergonzoso. Está el gusto musical, por ejemplo. Según datos de 2014 de Spotify sobre lo que escucha la gente, los hombres y las mujeres tienen gustos similares; 29 de los 40 artistas que las mujeres escucharon con más frecuencia son los mismos que los hombres oyeron más.
Pero en Facebook los hombres parecen ocultar su interés en artistas considerados más femeninos. En Spotify, por ejemplo, Katy Perry fue la décima artista que los hombres escucharon con más frecuencia, por lo que superó a Bob Marley, Kanye West, Kendrick Lamar y Wiz Khalifa. Sin embargo, esos otros artistas tienen más “me gusta” de hombres en Facebook.
La presión por lucir de determinada manera en las redes sociales puede hacer mucho más que deformar nuestra imagen de los músicos que escuchamos.
Personas con distintas enfermedades están usando las redes sociales cada vez más para comunicarse con otros y crear conciencia en torno a sus padecimientos. Sin embargo, si una afección se considera vergonzosa, es menos probable que las personas se asocien con ella de manera pública.
El síndrome de colon irritable y las migrañas son prevalentes de manera similar. Sin embargo, quienes sufren migraña han creado grupos de conciencia y apoyo en Facebook dos veces y media más grandes que los de quienes experimentan SCI.
Ninguno de estos comportamientos es realmente nuevo, aunque la forma que adoptan sí lo es. Los amigos siempre han presumido con otros amigos. La gente siempre ha luchado por recordar que otras personas no la tienen tan fácil como dicen.
Pensemos en el aforismo que citan los miembros de Alcohólicos Anónimos: “No compares tus entrañas con el exterior de otras personas”. Desde luego, es difícil hacerle caso a ese consejo. Jamás vemos las entrañas de los demás.
De hecho he pasado los últimos cinco años viendo las entrañas de la gente. He estado estudiando los datos agregados de las búsquedas de Google. Frente a la pantalla y de manera anónima, la gente tiende a decirle a Google cosas que no revela en las redes sociales; incluso dice cosas que no le dice a nadie más. Google ofrece una poción digital de la verdad. Las palabras que tecleamos son más honestas que las imágenes que presentamos en Facebook o Instagram.
A veces el contraste entre distintas fuentes de datos es entretenido. Pensemos, por ejemplo, en la manera en que las esposas hablan de sus maridos.
En las redes sociales, las palabras más usadas para completar la frase “Mi esposo es…” son “el mejor”, “mi mejor amigo”, “asombroso”, “el más genial” y “tan lindo”. En Google, una de las cinco principales maneras de completar esa frase también es “asombroso”. Así que ahí hay coherencia. Las otras cuatro son “un imbécil”, “molesto”, “gay” y “cruel”.
Aunque pasar cinco años viendo en una computadora los pensamientos más extraños y oscuros de los seres humanos podría no parecerle una buena actividad a la mayoría de la gente, los datos honestos me han resultado sorprendentemente reconfortantes. Siempre me siento menos solo en cuanto a mis inseguridades, ansiedades, dificultades y deseos.
Una vez que revisas suficientes datos agregados de búsquedas, es difícil tomarse muy en serio las vidas maquilladas que ves en las redes sociales o, como me gusta resumir lo que me han enseñado los datos de Google: todos somos un desastre.
Ahora, puede que no seas un científico de datos. Pero puedes aprovechar los grandes datos y la poción digital de la verdad para ponerle fin a la envidia… o por lo menos no dejar que te afecte tanto.
Cuando te deprima tu vida después de ver Facebook visita Google y busca cosas en el recuadro de búsqueda. La función de autocompletar de Google te dirá las búsquedas que otras personas están haciendo.
Escribe la frase “Yo siempre…” y puede que veas una sugerencia basada en las búsquedas de otras personas: “Siempre me siento cansado” o “Siempre tengo diarrea”. Esto puede ofrecer un contraste drástico con las redes sociales donde todos “siempre” parecen estar de vacaciones en el Caribe.
Conforme nuestras vidas se trasladan cada vez más al internet, propongo un nuevo mantra de autoayuda para el siglo XXI, cortesía de datos relevantes: no compares tus búsquedas de Google con las publicaciones de otras personas en Facebook.
Seth Stephens-Davidowitz
(Everybody Lies: Big Data, New Data, and What the Internet Can Tell Us About Who We Really Are)
Etiquetas:
apariencia,
depresión,
envidia,
falso,
redes sociales,
salud
10 julio 2017
Maravillosa casualidad
Vivimos en la era de la obsolescencia programada, casi todo tiene fecha de caducidad, en este presente donde la mayoría conectamos con el descontento social y donde los cambios siempre están a la orden del día… ¿Cómo confiar en que aún existen dimensiones realmente perdurables? ¿Cómo creer en sentimientos firmes, en amores eternos, en relaciones que nunca se dan por vencidas?
Las personas estamos dispuestas a creer aquello que nos gustaría que fuera cierto, por lo tanto, para construir algo verdadero y perdurable necesitamos no solo confiar en el amor, sino creer en él. Porque lo que se quiere, se cuida, y lo que se cuida, tiene más posibilidades de perdurar.
El amor verdadero es aquel que ha aprendido a caminar con soltura por la cuerda floja, el que sabe estar ahí manteniendo el equilibrio a pesar de las embestidas, a pesar de las crisis externas y sobre todo las internas, esas donde uno termina dudando de sí mismo.
Así pues, si esto ocurre y experimentamos esa maravillosa casualidad… ¿por qué no hacerlo bien? ¿Por qué no poner nuestros pies en el suelo, nuestro corazón en el centro y nuestra mente en ese nivel donde vibra la madurez y la responsabilidad?
07 julio 2017
¿Qué nos llevamos?
No nos llevamos las casas, nos quedamos con los que fueron nuestros hogares.
No nos llevamos dinero, nos quedamos con la libertad que con trabajo pudimos lograr.
No nos llevamos nuestro esfuerzo, nos quedamos con las manos que lo saben apreciar.
No nos llevamos a los amigos, nos quedamos con su lealtad incondicional.
No nos llevamos cosas, tampoco nos llevamos a la gente, nadie es nuestra propiedad, pero nos quedamos para siempre con el sentimiento, de "cuanto amamos y cuanto nos hicimos amar"
No nos llevamos dinero, nos quedamos con la libertad que con trabajo pudimos lograr.
No nos llevamos nuestro esfuerzo, nos quedamos con las manos que lo saben apreciar.
No nos llevamos a los amigos, nos quedamos con su lealtad incondicional.
No nos llevamos cosas, tampoco nos llevamos a la gente, nadie es nuestra propiedad, pero nos quedamos para siempre con el sentimiento, de "cuanto amamos y cuanto nos hicimos amar"
Etiquetas:
amar,
hogar,
incondicional,
libertad
03 julio 2017
Respeta mis errores
Respeta mis errores, soy un ser humano en una fase eterna de aprendizaje, con el alma en plena evolución, y que busca constantemente por la felicidad.
He hecho mi mejor esfuerzo, respetando mis límites, manteniendo en el pecho una esperanza hermosa, con un toque especial de amor.
Caminos bendecidos, puertas abiertas, ventanas floridas y corazón diciendo sigue, porque Dios esta feliz contigo.
Un ser humano pequeño, pero que cree en las magnitudes de sus detalles, pues hace de sus plegarias algo más para iluminar la propia alma y bendecir a quien conmigo quiere caminar.
Kláudia Romanholi
He hecho mi mejor esfuerzo, respetando mis límites, manteniendo en el pecho una esperanza hermosa, con un toque especial de amor.
Caminos bendecidos, puertas abiertas, ventanas floridas y corazón diciendo sigue, porque Dios esta feliz contigo.
Un ser humano pequeño, pero que cree en las magnitudes de sus detalles, pues hace de sus plegarias algo más para iluminar la propia alma y bendecir a quien conmigo quiere caminar.
Kláudia Romanholi
Suscribirse a:
Entradas (Atom)