(La muerte de Marciano)
Mal cerradas la heridas
que recibió ayer mismo en el tormento…
presentóse en la arena, sostenido
por dos esclavos; vacilante y trémulo.
Causo impresión profunda su presencia;
“¡Muera el cristiano, el incendiario, el pérfido!”
Grito la multitud con un rugido
por lo terrible, semejante al trueno;
como si aquel insulto hubiera dado
vida de pronto y fuerza al enfermo,
Marciano al escucharlo, irguióse altivo,
desprendióse del brazo de los siervos,
alzo la frente, contemplo a la turba
y con raro vigor, firme y sereno
cruzando solo la sangrienta arena,
llegó al pie mismo del estrado regio;
puede decirse que el valor de un hombre,
a más de ochenta mil impuso miedo,
porque la turba al avanzar Marciano
como asustada de él guardo silencio;
llegando a todas partes sus palabras
que resonaron en el circo entero:
- César - Le dijo - Miente quien afirme
que a Roma he sido yo quien prendió fuego,
si eso me hace morir, muero inocente
y lo juro ante Dios que me esta oyendo!
Pero, si mi delito es ser cristiano,
haces bien en matarme, porque es cierto:
creo en Jesús y practico su doctrina
y la prueba mejor de que en él creo,
es que en lugar de odiarte: ¡té perdono!
Y al morir por mi fe, muero contento -.
No dijo más, tranquilo y reposado
Acabó su discurso, al mismo tiempo
que un enorme león saltaba al circo
la rizada melena sacudiendo;
avanzaron los dos, uno hacia el otro,
él los brazos cruzados sobre el pecho,
la fiera, echando fuego por los ojos,
y la ancha boca, con delicia abriendo.
Llegaron a encontrarse frente a frente
se miraron los dos, y hubo un momento
en que el león, turbado, parecía,
cual si en presencia de un hombre tan sereno,
rubor sintiera el indomable bruto,
de atacarlo, mirándolo indefenso.
Duro la escena muda, largo rato
pero al cabo, del hijo del desierto
la fiereza venció, lanzó un rugido,
se arrastró lentamente por el suelo
y de un salto cayo sobre su victima.
En estruendoso aplauso rompió el pueblo…,
brilló la sangre, se empapó la arena
y aún de la lucha en el furor tremendo,
Marciano con un grito de agonía:
- Te perdono, Nerón - dijo de nuevo.
Aquel grito fue el último; la zarpa
del feroz animal cortó el aliento
y allí acabo la lucha. Al poco rato
ya no quedaba más de todo aquello
que unos ropajes rotos y esparcidos
sobre un cuerpo también roto y deshecho:
una fiera bebiendo sangre humana
y una plebe frenética aplaudiendo.
Una serendipia es ...
Una serendipia es un descubrimiento o hallazgo afortunado e inesperado. Así que espero que lo que aquí encuentres sea afortunado y útil para tu crecimiento, además que sea inesperado pues siempre se recibe todo gratamente cuando no tienes expectativas.
29 enero 2018
26 enero 2018
Cuánto más te ames, menos amor necesitarás
Cuánto más te ames, menos amor necesitarás.
Por lo tanto, al no necesitarlo, no construirás ni sostendrás relaciones conflictivas. Sólo vendrán a tu vida personas de luz y sabiduría, y si no fuera así, se marcharán rápidamente.
Al no necesitar amor te expresarás siempre como deseas y seguirás a tu corazón todo el tiempo, ya que no tendrás miedo al rechazo, ni al juicio, ni a la soledad, ni a la carencia o al abandono. Como tu corazón estará lleno de ti, sentirás que el mundo entero es más pequeño. Sentirás que el mundo está dentro de ti y no tú dentro de él.
Todo lo disfrutarás en su justa medida. Saldrás al cine, a cenar, harás deporte y otras actividades, pero nada, absolutamente nada, te dará un placer mayor que cuando cierras los ojos y sientes ese amor en tu corazón; ese amor que te ganaste tras años de sanar y aceptar tus heridas; tras años de permanecer en silencio; tras años de hacer lo que viniste a hacer a este mundo sin distraerte: evolucionar.
Todo lo disfrutarás en su justa medida. Saldrás al cine, a cenar, harás deporte y otras actividades, pero nada, absolutamente nada, te dará un placer mayor que cuando cierras los ojos y sientes ese amor en tu corazón; ese amor que te ganaste tras años de sanar y aceptar tus heridas; tras años de permanecer en silencio; tras años de hacer lo que viniste a hacer a este mundo sin distraerte: evolucionar.
De eso se trata el camino espiritual: de no distraerte. Si te distraes, procura siempre que sea a plena conciencia. Elige la distracción pero nunca permitas distraerte inconscientemente y engañarte con que la felicidad está afuera. Usa al mundo pero no permitas que el mundo te use a ti. Disfruta de todo pero no necesites nada.
Tienes que lograr vivir de tal manera que puedas prescindir de las personas y de los objetos. Esa será la prueba de que has recuperado el contacto con tu alma.
Mis palabras son atemporales.
Estas palabras son semillas de energía cósmica, que buscan alojarse en algún corazón y germinar en anhelos que seduzcan a aspirar a crecer a la más grande potencialidad.
Así recibí las palabras de mi Maestro, así las paso a quien quiera escuchar.
Cuando escribo, lo que hago es tratar de pintar con palabras un panorama, una visión de una calidad de ser que quiero compartir, así como fueron compartida conmigo, así como las compartirán ustedes con otros a su vez. Esta es una ley universal.
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11 enero 2018
Ni con las tripas en las manos
Los hombres han sido siempre programados para ser soldados y trabajadores resistentes a varios tipos de explotaciones… en otros términos: elementos valiosos y apreciados en el mercado de los esclavos.
Los que tienen el poder han siempre necesitado gente fuerte, dura, insensible… es por esto que se ha desarrollado un modelo masculino que parece mas una caricatura que un ser humano.
La idea de que “un verdadero hombre no llora ni con las tripas en las manos”, no solo ha sido un tormento para todos los que hubieran querido vivir como simples seres humanos, sino también para todas las mujeres que se han encontrado lidiando con caricaturas de machos completamente castrados a nivel emocional y en la expresión de los sentimientos.
Para educar a un varón de una forma tal que se convierta en este tipo de hombre, se necesita someterlo a una educación ruda y sin piedad hacia las debilidades humanas.
No son los místicos y los poetas los que inspiran el modelo masculino, sino criminales o gente de poder que tuvo las agallas de ignorar los sufrimientos ajenos para lograr su meta.
Cultivar este modelo de hombre que “…ni con las tripas en las manos” determina un mundo dominado por la ley del mas fuerte, o del mas cabrón, que va bien en el mundo animal, que pero se vuelve absurda y primitiva en el mundo de los humanos.
Sometidos a esta ley, hay solo dos posibilidades: o te agachas renunciando a tu dignidad, o te vuelves violento. Violento como la gente protagonista de nuestras crónicas negras.
Llorar es humano. Un hombre que no sepa llorar es simplemente un animal.
El llanto es la expresión de tu compasión, de tu sensibilidad, de tu capacidad de amar y percibir el dolor y el éxtasis de la vida.
Los hombres son tan sensibles como las mujeres, y su belleza y encanto reside justo en su ser fuerte como una roca y frágil como una rosa.
Un hombre que se rehuse a llorar de dolor o a verter lágrimas de conmoción, a parte de ser un pobre diablo, no es un verdadero Hombre
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10 enero 2018
La importancia de lo que digo, y cómo lo digo
"No te van a querer ni los perros", era la frase que ella siempre usaba para retar a sus hijos cuando se portaban mal. Primero, venía el pellizcón, y después, como de remate, esta frase punzante, aguda. Seguramente, si le preguntan, ella los educó con amor. Y en nombre del amor, dijo frases como estas...
"¿Quién quiere otra torta de jamón?", preguntó Carlos en el cumple de su hija. Ella estaba festejando sus 19 y él se había ofrecido de asador. "¿Quién quiere otra torta de jamón?", insistió. "Vos no, mi amor, que estás muy gorda", fue la frase que disparó delante de todos sus amigos. Ella se puso roja de vergüenza, un nudo enorme le cerró la garganta y no comió más. Se levantó despacio y la soledad de su cuarto adolescente fue el mejor refugio hasta la madrugada del día siguiente. El padre murió preguntándose qué hizo mal esa noche.
"Vamos, no seas mariquita", le dijo su profesor de natación cuando él –que en ese momento tenía 6 años– pidió una toalla al salir de la pileta porque tenía frío. Y todos sus amigos empezaron a reírse. "Mariquita, mariquita", le gritaron. Y el profesor, lejos de hacerlos callar, los alentó. Nunca más volvió a nadar. (Y nunca, en 34 años de vida, apoyó sus labios en los labios de una mujer.)
"Eres un elefante dentro de la clase", le dijo su profesora de Dibujo el primer día del primer año del secundario. Ella venía de un primario impecable, donde Dibujo era su materia preferida. Y era, para hacer honor a la verdad, una joven promesa. Ese año, se llevó Dibujo a diciembre. Volvió a dibujar 28 años después, cuando –terapia mediante– descubrió cuánto la había inmovilizado esa frase.
El Perito Moreno fue el lugar elegido para festejar sus 10 años de casados. Caminata por el glaciar, todos los turistas en hilera para no resbalarse. Ella iba delante; él, detrás. "Tu culo me tapa todo el sol", fue la frase que eligió él para hacer un chiste. Y no entendió por qué esa noche ella se encerró en el baño a llorar.
Son frases que no te matan, pero te marcan para toda la vida. Frases de mierda. No importa cuántas horas de terapia le dediques a deshacerlas, ellas están ahí... rondando, para reaparecer sin previo aviso. Son frases que, cuando las contás, te parece que estás exagerando, que no pudieron ser así, que quizá las recordás mal... Entonces descubrís la crudeza de esas palabras.
"¿Quién quiere otra torta de jamón?", preguntó Carlos en el cumple de su hija. Ella estaba festejando sus 19 y él se había ofrecido de asador. "¿Quién quiere otra torta de jamón?", insistió. "Vos no, mi amor, que estás muy gorda", fue la frase que disparó delante de todos sus amigos. Ella se puso roja de vergüenza, un nudo enorme le cerró la garganta y no comió más. Se levantó despacio y la soledad de su cuarto adolescente fue el mejor refugio hasta la madrugada del día siguiente. El padre murió preguntándose qué hizo mal esa noche.
"Vamos, no seas mariquita", le dijo su profesor de natación cuando él –que en ese momento tenía 6 años– pidió una toalla al salir de la pileta porque tenía frío. Y todos sus amigos empezaron a reírse. "Mariquita, mariquita", le gritaron. Y el profesor, lejos de hacerlos callar, los alentó. Nunca más volvió a nadar. (Y nunca, en 34 años de vida, apoyó sus labios en los labios de una mujer.)
"Eres un elefante dentro de la clase", le dijo su profesora de Dibujo el primer día del primer año del secundario. Ella venía de un primario impecable, donde Dibujo era su materia preferida. Y era, para hacer honor a la verdad, una joven promesa. Ese año, se llevó Dibujo a diciembre. Volvió a dibujar 28 años después, cuando –terapia mediante– descubrió cuánto la había inmovilizado esa frase.
El Perito Moreno fue el lugar elegido para festejar sus 10 años de casados. Caminata por el glaciar, todos los turistas en hilera para no resbalarse. Ella iba delante; él, detrás. "Tu culo me tapa todo el sol", fue la frase que eligió él para hacer un chiste. Y no entendió por qué esa noche ella se encerró en el baño a llorar.
Son frases que no te matan, pero te marcan para toda la vida. Frases de mierda. No importa cuántas horas de terapia le dediques a deshacerlas, ellas están ahí... rondando, para reaparecer sin previo aviso. Son frases que, cuando las contás, te parece que estás exagerando, que no pudieron ser así, que quizá las recordás mal... Entonces descubrís la crudeza de esas palabras.
Lo bueno es que un día, porque ese día –créanme– finalmente llega, te sacas uno por uno todos los puñales que te clavaron en el cuerpo y en el alma, te haces un sana, sana, colita de rana y descubrís que no fueron dichas con odio, que los responsables de escupirnos tamañas frases son seres que cargan, a su vez, con otras frases. Y entonces llega el perdón. Y perdonamos. Más adelante –bastante más adelante– viene la compasión. Es ahí cuando volvemos a sentirnos felices, con ganas de caminar sobre el Perito Moreno más allá del tamaño de nuestro culo, de nadar y gritar: "Tengo frío, tráeme una toalla", de hacer una lista con toda la gente que te quiere. Porque no solamente te quieren los perros...
Tratemos de pensar antes de hablar... ya que las PALABRAS QUE DUELEN tardan muchos años en salir del corazón del otro, y hasta a veces no salen... No perdamos tiempo con los que queremos, porque perdonar lleva mucho tiempo... PENSEMOS ANTES DE HABLAR... TRATEMOS DE NO HERIR EL CORAZÓN DE LOS QUE MAS AMAMOS...
"PALABRAS DE AMOR, ALEGRAN EL CORAZÓN"...
(Desconozco autor…)
09 enero 2018
Los verdaderos super héroes
Los verdaderos súper héroes,
se enamoran, se aman y se cuidan.
se enamoran, se aman y se cuidan.
Los verdaderos súper héroes,
tienen ojos en la espalda,
super percepción del peligro
lectura de rayos emocionales,
imaginación de escritor,
paciencia de tortuga
y dan abrazos de oso.
Los verdaderos súper héroes
también cometen errores
pero tiene la virtud de asumirlos
reparar y aprender de la experiencia.
Los verdaderos súper héroes
se levantan varias veces en la noche
cuentan historias infinitas
y duermen con un ojo.
Los verdaderos súper héroes
creen en el valor de la palabra
y a pesar de tener súper fuerza
jamás la usarían para "educar".
Los verdaderos súper héroes
todo los días luchan,
para criar más sana
a la siguiente generación.
Álvaro Pallamares
tienen ojos en la espalda,
super percepción del peligro
lectura de rayos emocionales,
imaginación de escritor,
paciencia de tortuga
y dan abrazos de oso.
Los verdaderos súper héroes
también cometen errores
pero tiene la virtud de asumirlos
reparar y aprender de la experiencia.
Los verdaderos súper héroes
se levantan varias veces en la noche
cuentan historias infinitas
y duermen con un ojo.
Los verdaderos súper héroes
creen en el valor de la palabra
y a pesar de tener súper fuerza
jamás la usarían para "educar".
Los verdaderos súper héroes
todo los días luchan,
para criar más sana
a la siguiente generación.
Álvaro Pallamares
08 enero 2018
Música al caminar
Me gusta la música, toda, o casi toda, y me gusta sentirme acompañada de música, a veces cuando camino o conduzco mi auto, pero no soy realmente muy fan de los audífonos, me gusta el surround sound natural.
Sé que mucha gente al ejercitarse o caminar escucha su música, pero en mi caso, cuando salgo a caminar a algún parque o a la montaña, me gusta escuchar el sonido creado por la maravillosa creación de Dios, así que nunca me pongo audífonos.
Entonces cuando veo películas o programas en los que la gente camina, se ejercita, reflexiona, etc... siempre hay música de fondo, lo cual me encanta, pero también eso creó una expectativa de que al viajar a ciertas ciudades del mundo habría musica al caminar.
Mi primer gran decepción fue París, un lugar tan bonito, tan romántico... pero me faltó la musicalización, fue algo gracioso, pero en el fondo de mi lo esperaba, caminar por Champs-Élysées, navegar por el río Senna, el puente Alexander (Pont Alexandre III), con la música de fondo, pero eso no pasó, y también le pareció chistoso a mi compañera de viaje (mi amiga Ale) que yo esperaba la música. Bueno he de confesar que sí pasó algo, tomamos un tren hacia Versalles (le château de Versailles) y un señor se subió al vagón con un acordeón, y tocó algo... obviamente fue un momento muy gracioso porque Ale exclamó "ahí está tu música" y ambas terminamos riendo como loquitas.
Te ha pasado que a veces deseas algo, pero no eres consciente de eso hasta que te sorprendes viviéndolo, sonriendo, y que de pronto te da alegría disfrutar ese momento. Bueno lo viví en Disney, supongo que en los parques de diversiones siempre hay música, de hecho creo que es algo que esperas en ese lugar, aunque muchos no somos tan conscientes de ello, porque tenemos nuestra mirada expectante ante tantas cosas divertidas, coloridas y bellas alrededor, que nos olvidamos del sonido.
Pero de pronto mi sueño hecho realidad sí sucedió y fue en Tokio, el primer día que pisé esa ciudad, salí de la estación del tren, y empecé a caminar buscando un lugar, y de pronto me vi sonriendo, alegre conociendo una ciudad que era la primera vez que veía, y con música de fondo, ¡¡sí!! Al principio no fui muy consciente de ello, solo me daba alegría, me sentía como en una película, y era eso, la música del fondo al caminar. Pero en el lugar que menos imaginaba, encontré la musicalización en las calles, y parques. En Shibuya, el crucero peatonal más famoso del mundo, sí, también ahí, aunque me di cuenta después, cuando ví un video que yo grabé.
He de decir sinceramente que en mi ciudad, también hay música, en la Gran Plaza, Santa Lucía y Fundidora, así que aunque ya lo había vivido ahí, no fui consciente sino hasta hace poco.
El punto de todo esto es que, la música vibra en nuestras venas, la tierra tiene un ritmo y es armónica, al igual que toda la creación, por lo tanto creo que mi deseo de tener música al caminar no es tan descabellado, de hecho solo es cuestion de poner atención, pues hay música alrededor siempre.
Edith Reyna
He de decir sinceramente que en mi ciudad, también hay música, en la Gran Plaza, Santa Lucía y Fundidora, así que aunque ya lo había vivido ahí, no fui consciente sino hasta hace poco.
El punto de todo esto es que, la música vibra en nuestras venas, la tierra tiene un ritmo y es armónica, al igual que toda la creación, por lo tanto creo que mi deseo de tener música al caminar no es tan descabellado, de hecho solo es cuestion de poner atención, pues hay música alrededor siempre.
Edith Reyna
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