A mi me encantan los relojes, desde muy pequeña en casa siempre ha habido por lo menos un reloj en la sala y comedor al que todos pueden voltear a ver y saber la hora, yo creo que a mi papá le gustaban porque el siempre llegaba con los relojes y los colgaba... de hecho el que yo tengo colgado en mi cuarto me lo regaló él, facilmente tengo 15 o 18 años con él (es un citizen plateado).
Mi esposo me regaló para nuestra casa en Monterrey, uno que yo había deseado por algún tiempo, es un reloj que al marcar cada hora hace un sonido de una ave, diferente cada hora, es hermoso, pero hemos tenido varios problemas con él, porque no funciona bien, pero el otro asunto es que si funcionara, el ruido por la noche y/o madrugada pordría llegar a ser molesto. Así ese es un punto importante en la elección de un reloj, que las manecillas de los segundos no hagan ruido, eso es muy importante.
El segundo regalo de mi esposo, también es algo que siempre he querido tener, un reloj como los que hacía Geppetto, un reloj CUCU, o sea que salga el pajarito a anunciar la hora. Creo que sería fabuloso tener uno, ya que el que tengo, es miniatura y pues no hace esa función, nota importante al comprar en línea es fijarse bien en las medidas.
También tengo un reloj en nuestra casa, ese lo compré hace tiempo, pero realmente no le entiendo jajaja no marca la hora tradicional, sino que es diferente, le he puesto pilas y nada, no marca nada, pero me gustó tanto que lo compré, la primera vez que lo vio mi esposo me dijo, ese reloj debe recordarnos que el tiempo no tiene valor ni medida, y ese reloj marca solo el ahora, porque solo hay que apreciarlo en el momento presente.
Y como para mi es una parte del hogar, sí fue muy sorprendente ver que en el departamento de mi esposo no tenía ni un solo reloj de pared, jajajaja, y obviamente fui a comprar varios para nuestro departamento en Texas, solo que no les he podido dar seguimiento a las pilas, y pues por ahora solo están de adorno.
Y sobre los relojes de mano, pues fue un accesorio indispensable en mi vida hasta hace unos años que el celular reemplazó el checar la hora en nuestra muñeca. No sé por qué pero me dio nostalgia hace algunos meses y entré a una tienda de relojes, de una marca que soñaba comprar en mi adolescencia y juventud y nunca pude hacer esa compra en aquel entonces, pues se llegó el momento y volví a usar reloj de manecillas, y después de ahí me he vuelto observadora, solo los de nuestra generación usamos de ese tipo, los más jovenes usan los smart watch.
Los relojes deben recordarnos que se nos hace tarde para vivir, para estar presente plenamente, que el tiempo siempre es hoy
Un día a la vez
Edith Reyna-Villarreal
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