Después de la Tormenta Alberto, la temperatura bajó, la naturaleza se alimentó del sagrado líquido y nos sonríe agradecida con árboles verdes y flores maravillosas que adornan nuestro andar por la ciudad. Eso no recuerdo haberlo vivido en mis veranos y vaya que ya he vivido muchos veranos.
Que maravilla salir de la oficina por la tarde y sentir una brisa fresca casi fría no me deja más que esperar un momento para disfrutarla y sentirme agradecida por este regalo inmerecido. Que bendición, que maravilla, es Gracia de Dios
¡¡Temperatura fresca, días nublados, días de lluvia, días soleados con aire fresco!!
No sé si esto será la nueva regla pero mientras tanto pongo en manos de Dios el futuro y hoy disfruto agradecida este fresco verano que Él Señor nos regala.
¡¡Temperatura fresca, días nublados, días de lluvia, días soleados con aire fresco!!
No sé si esto será la nueva regla pero mientras tanto pongo en manos de Dios el futuro y hoy disfruto agradecida este fresco verano que Él Señor nos regala.
Edith Reyna-Villarreal
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