Me parece increíble que mis pies nuevamente llegan a la tierra del Sol Naciente... a Japón, pero considerando que tengo a Dios de mi lado, esto no es más que Gracia, totalmente inmerecido, aunque muy deseado.
Hace unos días en torno a todos los preparativos antes de viajar le comentaba a Valdemar, mi amado esposo, que siempre soñé con ver y estar en la temporada de Sakuras o Cherry Blosoms, o Floración de los Cerezos, pero que además siempre creí que tal vez no me iba a ser posible, por ser una temporada muy deseada por los viajeros, y no me equivoco en decir que no se parece en nada a viajar a Japón en otra temporada.
Se cumple también un deseo y promesa a mi sobrino Erwin, de acompañarlo a su Graduación de Maestría, ¿Quién iba a decir que un sobrino mío hoy domina el Japonés, ha completado su carrera profesional y además su Post Grado en este hermoso país?, y en verdad que nos llena de orgullo cada uno de sus logros, que no ha sido nada fácil para él dejar a su familia y su país, y moverse de su zona de confort, para avanzar como profesionista, pero Dios lo ha abrazado y lo ha sostenido, y le ha abierto puertas por este lado del mundo, y es una bendición disfrutar estos días con él.
¿Qué nos espera en esté viaje? Definitivamente estamos expectantes de saber
¿Qué tesoros encontraremos? Seguramente muchos, tomados de la mano de Dios y con su favor
¿Qué gran magia verán nuestros ojos? Pronto lo descubriremos por gracia y amor
Por lo pronto, como decía San Francisco de Asis... "que Dios me permita ser siempre un instrumento de paz"
Edith Reyna-Villarreal (Desde Japón)
No hay comentarios.:
Publicar un comentario