Una serendipia es ...

Una serendipia es un descubrimiento o hallazgo afortunado e inesperado. Así que espero que lo que aquí encuentres sea afortunado y útil para tu crecimiento, además que sea inesperado pues siempre se recibe todo gratamente cuando no tienes expectativas.

18 octubre 2012

El poder de la bondad (I)

"La bondad hace a las personas más sanas y felices. Es la actitud más económica y pragmática que existe, puesto que nos permite ahorrar mucha energía en sospechas, preocupaciones, resentimientos, manipulación y reacciones a la defensiva."

Piero Ferrucci en su libro nos demuestra que, en este momento crucial para la humanidad, la bondad no es un lujo sino una necesidad. Ser bondadoso con los demás es hacerse, además, el mejor regalo a uno mismo.
Está convencido de que, como seres humanos, sólo tendremos futuro si pensamos con el corazón.

En "El poder de la bondad", nos hace una lista de una serie de cualidades (18) que nos inducen a ello y nos permiten vivir una vida más sana y feliz.

1. La honestidad.
Ser transparentes es un alivio, el no tener que fingir simplifica nuestra vida. Debes dejar que los otros te conozcan sin mentiras ni dobleces. Tan pronto como te vuelvas realmente transparente, empezarás a sentirte mejor. Pero la honestidad es una conquista. Debemos aprender paulatinamente, lo cual hace que seamos más fuertes y maduros.

Escribir sobre nosotros mismos es una buena forma de conectar con nuestras emociones, una autorrevelación.

2. El calor humano.
El efecto del calor y la bondad son duraderos. Piensa cómo un encuentro con una persona cálida y amable hace que te sientas mejor. Cuando acariciamos a un gato que ronronea de gozo, ¿quién da y quién recibe calor? O cuando disfrutamos de la compañía de alguien, ¿quién da y quién recibe ternura? Si damos calor, no terminamos sintiendo frío; el beneficio es simétrico.

El calor no sólo confirma lo que eres, sino lo que puedes llegar a ser.

3. El perdón.
El perdón significa que no deseas seguir albergando ira debido a una vieja ofensa y, por ende, amargándote la vida. A veces el perdón es el único remedio para aliviar un intenso sufrimiento. Una persona incapaz de perdonar es comparable a una ciudad con el tráfico congestionado: calles bloqueadas, coches atascados con el motor en marcha, que no pueden circular, exhalando humos que contaminan el ambiente. Ese es el estado del resentimiento: la energía vital bloqueada, entorpeciendo el pensamiento, envenenando la vida.

4. El contacto.
El aislamiento social se considera un peligro tan grave para la salud como el fumar. Está ligado a una mayor incidencia de enfermedades cardiacas, trastornos del sueño, depresión, dolor de espalda, deterioro de la memoria, etc. Es la tragedia de una persona incapaz de abrirse a las demás, que se siente como si proviniera de otro mundo, que pide lo imposible, que se distancia de todos. Desarrollar el contacto humano (emocional o físico) nos ayuda a sentir en conexión y derrite las armaduras más difíciles.

5. Sentirse integrado.
Formar parte de un grupo o una comunidad te reporta numerosos beneficios. Hace que te sientas reconocido, te permite interactuar con las demás personas y elimina el terrible espectro de la soledad. Pero es importante evitar que la pertenencia a un grupo te separe más de "los otros". La clave reside en la bondad de la mirada.

6. La confianza.
Confiar es apostar. Cada vez que confiamos en alguien, nos la jugamos. Pero la alternativa es peor, porque si no nos arriesgamos no conseguimos nada. La confianza tiene la propiedad de relajar las inhibiciones y resolver viejos traumas. Las dudas, los temores y los recelos que arrastramos no sólo nos impiden progresar sino que erosionan nuestra energía. La confianza nos aproxima a los demás. Sin embargo, espera sólo lo que las personas quieran ofrecer libremente; vigila tus exigencia. Las personas que esperan demasiado (sin consultar a las demás) son las que luego van quejándose de que "el mundo no es de fiar" y "la gente les falla".

7. Prestar atención.
Lo único que realmente cuenta es el momento presente. Deshazte de miedos y preocupaciones y sumérgete en el momento que te toca vivir, disfrutarás mejor lo que te ocurre y evitarás desaprovechar oportunidades que pasan por tu lado continuamente. Lo único que diferencia a las personas "afortunadas", que sienten que su vida está llena de casualidades a su favor, de las demás, es que éstas están más relajadas y tienden a ver no sólo lo que buscan sino también lo que no buscan, abiertas a lo novedoso e inesperado, y capaces de reconocer sus oportunidades.

8. La empatía.
Se trata de la expansión de la conciencia. Si te muestras insensible a las emociones de los demás cada relación se convierte en una farsa imposible. La empatía es el mejor medio de construir y mejorar una relación. Pero ésta no es una cualidad fácil, alegre y desenfadada. Para que sea plena y auténtica, debes mantener una relación saludable también con tu sufrimiento y el de los demás.

9. La humildad.
Recuerda: no eres la única persona que cuenta. En ocasiones la humildad es dura, incluso dolorosa. Pero en todo caso, siempre es beneficiosa. Con frecuencia nos volvemos más humildes después de un fracaso; comprendemos que somos falibles y vulnerables. Y ese descubrimiento nos acerca a las demás personas. Porque en nuestras imperfecciones, nos reconocemos en las imperfecciones de los demás, y eso hace nuestros juicios más suaves y nuestra aceptación más plena.


Piero Ferrucci
(El Poder de la Bondad)


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