Más allá de la tristeza

La depresión es un factor muy común, considero que la sociedad en la que vivimos hay cosas muy simples que hemos dejado de hacer: no nos ayudamos entre nosotros, no conocemos a nuestros vecinos, no nos tomamos el tiempo de disfrutar cosas sencillas, como reír, ir a un día de campo o simplemente sentarnos al sol y estar unos con otros. Hay cosas muy sencillas con las que podemos perder contacto. Y entonces nos encerramos en nosotros mismos. Lo que tenemos es nuestras pequeñas habitaciones con nuestras propias televisiones, nuestros pequeños autos, los placeres y la felicidad que intentamos encontrar, comprar aparatos electrónicos, embellecernos o ir a un lugar muy ruidoso.

Es por eso que nos hemos distanciado un poco de lo que necesitan los seres humanos y creo que, de cierta manera, nos convierte a todos en pequeñas islas, muy distantes uno del otro. No hay mucha calidez auténtica que compartamos entre nosotros, como personas normales, como personas muy simples, lo cual siento que va mucho en contra de lo que somos o de quiénes somos como seres humanos; es una civilización extraña. Creo además que eso se agrega a nuestro estilo de vida. Incluso los niños sufren ahora de depresión, por ejemplo, ya que todo es hacia afuera; no hay una reflexión interna. Todo es obtener algo de fuera para que nos haga sentir bien y mientras más vayamos hacia afuera, corriendo tras cosas externas y comprando, ¿cuánto tiempo podrá sostenernos eso? ¿cuánto tiempo pasamos en ser realmente felices y estar agradecidos con lo todo que tenemos ya, frente al tiempo que pasamos pensando en lo mucho más que necesitamos para ser felices de verdad?

Jetsün Khandro