Su esposa le dijo: "qué triste escena sin amor". Su marido le dijo entonces: "tira esa piedra hacia la leona y observa". Cuando ella la tiró, el león saltó rugiendo para defender a su leona. Volvieron a ver a los monos y ella hizo lo mismo tirando una piedra; el mono saltó entonces y abandonó a su hembra para salvar su pellejo.
Su marido le dice luego: "no te dejes engañar por lo que ves como romanticismo en algunos, muchas veces es una apariencia engañosa que esconde un corazón vacío; hay otros por el contrario que no muestran nada, pero sus corazones están llenos de amor sincero".
Lamentablemente hoy en día tenemos tantos monos, y tan pocos leones.
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