Una serendipia es ...

Una serendipia es un descubrimiento o hallazgo afortunado e inesperado. Así que espero que lo que aquí encuentres sea afortunado y útil para tu crecimiento, además que sea inesperado pues siempre se recibe todo gratamente cuando no tienes expectativas.

30 enero 2016

VIDA


Deshaz en mí todo aquello que necesite ser deshecho.

Corrige mi esperanza de ser enmendado.

Úsame. Saca de mí cada ápice de creatividad. Ayúdame a vivir una vida radicalmente extraordinaria, forjando siempre un camino jamás-antes-transitado en el bosque.

Enséñame cómo amar con más profundidad, como nunca antes creí que fuera posible.

Cualquier cosa de la que siga huyendo, síguemela mostrando con absoluta evidencia.

Cualquier cosa con la que siga en conflicto, ayúdame a suavizarme en ella, a relajarme en ella, a abrazarla completamente.

En donde mi corazón continúe cerrado, muéstrame la forma de abrirlo sin recurrir a la violencia.

Todo aquello a lo que me siga aferrando, ayúdame a dejarlo ir.

Regálame desafíos, luchas y obstáculos aparentemente insuperables, si crees que eso me ayude a tener una más profunda humildad y confianza en la inteligencia de la vida.

Ayúdame a reírme de mi propia seriedad.

Permíteme encontrar el humor en los lugares más oscuros.

Muéstrame un profundo sentido de descanso en medio de cada tormenta.

No me libres de la verdad. Nunca.

Deja que la gratitud sea mi guía.

Deja que el perdón sea mi mantra.

Deja que este momento sea mi eterna compañía.

Permíteme ver tu rostro en cada rostro.

Permíteme sentir tu cálida presencia en mi propia presencia.

Sostenme cuando tropiece.

Respírame cuando yo no pueda respirar.

Permíteme morir viviendo, no vivir muriendo.

Amén.


Jeff Foster

28 enero 2016

Anécdota

A todos (los de Monterrey) nos ha tocado escuchar o saber la historia en la que Don Eugenio Garza Sada es confundido con empleado en una casa rica, pues esta es la historia.

Corrían los años en que el licenciado Rangel Frías era Gobernador. En la Universidad era Rector Roberto Treviño González. Y el licenciado Rogelio Villarreal Garza terminaba sus estudios. Rogelio Villarreal había sido por tres ocasiones presidente de la Sociedad de Alumnos. Más tarde, fue el hombre importante dentro del Gobierno del Licenciado Eduardo A Elizondo. En aquellos tiempos se crea el Departamento de Extensión Universitaria y el Rector Treviño pone al frente al inquieto Rogelio Villarreal. Con todo entusiasmo se avocó a su tarea nuestro amigo Rogelio. Uno de los problemas principales era que los estudiantes de pocos recursos no podían adquirir sus libros. Ideó entonces el Lic. Villarreal crear una biblioteca que llamó “del Libro Alquilado.
La función sería alquilar, por muy pequeñas cantidades, libros a los estudiantes que no tuvieran forma de comprarlos. Al sacar la lista de lo que se necesitaba se fue de espaldas. Se necesitaban 60 mil pesos para comprar todos los libros que integrarían la biblioteca. Con todo el plan perfectamente detallado se presenta Rogelio con el Rector, le explica el plan y le pide, lógicamente, los 60 mil pesos para comprar los libros. Como la Universidad siempre ha tenido carencias económicas, el Rector aceptó el plan, pero no dio el dinero. En cambio le sugirió a Villarreal que visitara al Gobernador, le presentara el plan, y le pidiera el dinero. El Gobernador Rangel Frías vivía por la Colonia Obispado.
El tenaz Villarreal trepó en su destartalado auto y se dirigió a buscar la casa del Gobernador. Ya en el Obispado, Rogelio no encontraba la calle y daba vueltas de un lado a otro. Con este esfuerzo, el desvencijado carro protestó y sin más ni más, se paró.

Rogelio, que como mecánico no la hacía, no pudo arreglar el desperfecto. Volteando a todas partes para ver si alguien le ayudaba, vio en una de las casas cercanas a un jardinero trabajando. El jardinero, que ya se había dado cuenta de los problemas de nuestro amigo, se acercó, y cuando le enteró Rogelio del problema, el hombre metió las manos en el motor y empezó a trabajar. Mientras el jardinero le hacía de mecánico, Rogelio le platicaba al hombre que buscaba la casa del Gobernador, y así mismo le decía para que lo quería ver. Le decía Rogelio, con gran entusiasmo. Esta biblioteca es para que ustedes, los humildes, sus hijos, puedan estudiar, sin gastar en costosos libros. El jardinero mecánico, trabajaba y escuchaba. En poco tiempo el jardinero mecánico logró poner en funcionamiento el renegado coche de Rogelio. Asimismo le indicó dónde era la casa del Gobernador. Rogelio, agradecido, sacó un billete de diez pesos y se lo ofreció al jardinero. Este en principio los rechazó, pero ante la insistencia de Rogelio, los aceptó junto con la sugerencia de que eran para unas cervecitas. Ya para marcharse Rogelio, el jardinero le dice: Mire, a lo mejor en la Cervecería le pueden ayudar con los 60 mil pesos que necesita para la biblioteca. Y le sugirió que viera al señor Ricardo González Quijano. Como Rogelio no pudo localizar al Gobernador, y estaba decidido a conseguir su biblioteca, pensó: ¿Qué puedo perder?. Voy a ir a la Cervecería a plantear el asunto. Al día siguiente, muy temprano, ya estaba el incansable Rogelio en la Cervecería. Pidió hablar con González Quijano y para su sorpresa fue recibido de inmediato.

Pero todavía le esperaba otra sorpresa más. González Quijano tenía ya hecho el cheque por 60 mil pesos, que le entregó aún antes de haber pronunciado una palabra. Rogelio, mudo de asombro, creía estar soñando. Al ver González Quijano al azaroso de Rogelio le dice: El propio Don Eugenio Garza Sada me indicó que le entregara esta cantidad para su biblioteca del libro alquilado.

El jardinero mecánico, al que le había obsequiado 10 pesos, era el mismísimo Don Eugenio. Una verdadera lección de humildad, sabiduría y generosidad.


Si quieres conocer su historia (biografia), aquí está:  http://www.vitaminasparaelexito.com/2013_08_03_archive.html

27 enero 2016

En tu única vida... ¿de qué no te quieres perder?

Todos tenemos una hora.  Todos tenemos fecha de caducidad.  No la vemos, pero la tenemos.  No sabemos el lugar ni la forma, no sabemos el día, el mes o el año, mucho menos sabemos la hora... pero, sabemos -aunque no lo queramos saber- que todos, absolutamente todos, tenemo una ineludible cita con la muerte, una hora específica en la que... inevitamblemente dejaremos de ser.  Sí, todos tenemos una hora.

Corto es el viaje del vientre a la tumba.  Y lo que a mi más me ha preocupado desde que tengo uso de razón es: ¿Qué voy a hacer con esta única oportunidad?  ¿Qué quiero hacer con estos (no sé cuantos -ojalá sean muchos-) años que estaré aquí, entre las maravillas y los horrores de este mundo, entre las risas y el llanto, entre las alegrías y el drama, entre las montañas y los abismos?  No me preocupa cuánto tiempo tenga, me preocupa más ¿qué haré con lo que sea que tenga de tiempo?

Una de las muchas razones por las que yo creo que la gente es infeliz -porque hay muchas- pero una de tantas, es porque la gente se da cuenta (tarde) que la vida es corta, porque cuando al fin abren los ojos ya no queda mucho tiempo.  Porque cuando quieren recobrar la vida desperdiciada ya no tienen la fuerza, las posibilidades, la salud o el tiempo.

No hablo de salir a hacerlo todo, comerlo todo, viajarlo todo, probarlo todo.  Hablo sólo de saber ¿A ti qué te hace feliz?  ¿A ti, qué te llena?  Tú (no tu papá, no tu mamá, no tu rabino o tu sacerdote o tu guía o jerarca espiritual.  No tu Dios o tu comunidad, no tus amigos, no tus maestros, no tus hijos) tú, tú, tu... en tu única vida ¿qué quieres para ti?

Tenemos una vida que por muy larga que sea... es corta y, que por muy lento que pase... es rápida.  En un cerrar y abrir de ojos yo tuve 40 años y me imagino que en otro cerrar y abrir más tendré 80 y luego en un cerrar y nunca más abrir... dejaré de estar aquí.  Es tan cierto y suena tan feo que por esa razón tendemos a evadir el tema, pero como yo lo vea, mientras más conscientes estemos de que la muerte nos espera, más aprovecharemos el tiempo en que logramos burlarla.

En el año 2010 escribí y monte una obra de teatro llamada "Veintidós Veintidós" y el tema de esa obra era precisamente "Todos tenemos una hora" y debajo de esta frase preguntaba "En tu única vida... ¿de qué no te quieres perder?"   La idea nace justamente de haberme dado cuenta de lo mucho que estás dos frases movían a la gente a pensar, a preguntarse y a preguntar a la gente cercana ¿De qué no te quieres perder mientras estás vivo?

Odin Dupeyron

25 enero 2016

La meditación del abrazo

¿A quién no le gusta un abrazo bien dado? De esos que desbordan cariño, nos sostienen en un momento difícil o simplemente nos ayudan a hacer catarsis cuando traemos algún asunto atorado. Y claro, lo delicioso de los abrazos no solo es recibirlos, también darlos: algo así como auténticamente sentir al otro en cuerpo y alma. Poder puro, pues.
Ahora, ¿qué pasaría si se pudiera combinar un abrazo con la meditación, esa sencilla pero poderosa herramienta para ‘jalar’ la mente alocada al aquí y ahora? Pues justo eso fue lo que tuvo en mente un monje vietnamita llamado Thich Nhat Hahn, por ahí de los años 60. La historia es más o menos así: durante uno de sus viajes a Occidente se encontró despidiéndose de una mujer en un aeropuerto. Ella le preguntó si era correcto que le diera un abrazo de despedida,  y aunque él respondió que sí, se quedó con la idea de que en su país dicha práctica no era muy común; sin embargo, sabía que debía aprenderla si planeaba seguir trabajando con la gente de Occidente.
Así mero nació la ‘meditación del abrazo’: como una forma de comunicación entre dos culturas.
“De acuerdo con la práctica, tienes que abrazar realmente a la otra persona. Tienes que hacerla sentir muy real en tus brazos, no solo por las apariencias, esas palmaditas en la espalda o fingir que estás ahí, sino al respirar conscientemente y abrazarla con todo tu cuerpo, espíritu y corazón. La meditación del abrazo es una práctica de mindfulness… Si respiras profundamente, sosteniendo a la persona que amas, la energía de tu cuidado y aprecio penetrará en la otra persona y pronto florecerá”, explica el monje en su libro How to Love.
Bueno, ¿y qué puedo esperar de esta experiencia?
  • Sentirte a ti y sentir al otro. En resumidas cuentas: ¡sentirte vivo!
  • Desintoxicar el cuerpo, la mente y las emociones
  • Liberar la tensión crónica, los patrones de pensamiento negativo y las emociones no procesadas
  • Ver el estrés y la ansiedad social reducirse
  • Reconstruir la autoestima, confianza y amor a uno mismo
  • Reforzar sentimientos de gratitud, compasión, amor y apreciación
Aquí, una miniguía para realizar una sesión de meditación de abrazos. Puedes hacerlo con quien quieras: mamá, papá, pareja, hermanos, hijos. El chiste es dejarse apapachar.
  1. Haz una pequeña reverencia para reconocer la presencia del otro.
  2. Respira tres veces profunda y pausadamente. Trae tu mente al aquí y al ahora. Piensa que no hay nada más importante en este momento que tú y la persona que está parada frente a ti.
  3. Abre tus brazos y abraza a la otra persona. Ahora, haz tres respiraciones profundas y pausadas.
  4. La primera es para tomar mayor consciencia del aquí y del ahora, y de que estás feliz.
  5. La segunda, para tomar consciencia de que el otro está presente y que también está feliz.
  6. Durante la tercera, para tomar consciencia de que están en el aquí y el ahora juntos, aquí en la Tierra, y que sienten gratitud y felicidad por su unión.
  7. Puedes soltar a la otra persona y hacer una nueva reverencia para agradecer la experiencia vivida.
Con información de Brain Pickings.

21 enero 2016

Encontrar sentido

Si todo cambia constantemente, cualquier cosa es posible.

Todo lo que nos rodea cambia constantemente.  Es una ley de la naturaleza.  El mundo gira y el día sucede a la noche; las estaciones transcurren inexorablemente; los alimentos surgen de la tierra y luego se descomponen; las innovaciones devienen objetos obsoletos con el paso de los años y la ropa de moda tras varias temporadas está ya raída y anticuada.  Incluso los continentes y las montañas se mueven con el transcurso de los siglos.

Los seres vivos estamos también atrapados en un proceso de cambio constante.  Los átomos que componen nuestro cuerpo fluyen incesantemente.  Nacemos, pasamos de la infancia a la vida adulta y de ahí a la vejez y a la muerte.  Nuestros pensamientos y emociones cambian a cada instante, a menudo a una velocidad imperceptible para nosotros mismos.

Cualquier cosa creada tiene un ciclo vital sujeto al cambio y a la decadencia.  Ignorar esta verdad fundamental nos hace vivir atrapados en una ilusión, aferrándonos a la idea de la permanencia y la estabilidad de las cosas, aunque todas las pruebas indiquen lo contrario.  Nos olvidamos de que esa taza que tanto nos gusta se romperá, que una relación amorosa puede acabar, que una flor se marchitará y que nuestros amigos y familiares envejecerán.  Al no comprender ni admitir estos hechos, se apodera de nosotros la desdicha y la insatisfacción.

Aunque en el fondo sepamos que todo cambia, a menudo intentamos ignorar esta verdad.  El cambio nos inspira temor, porque nos inquieta pensar en lo que nos deparará el destino, si será mejor, más fácil, mas feliz o por el contrario, peor, más difícil y más triste que el presente.  No obstante, una vida sin cambios sería inconcebible, nos dejaría sin esperanzas, atrapados en el mismo lugar sin la oportunidad de crecer y desarrollarnos.  Si somos capaces de tomar decisiones inteligentes sobre cómo invertir nuestro tiempo y nuestra energía, entonces recibiremos el cambio con los brazos abiertos, porque cada situación encierra un potencial infinito, y depende de nosotros saber aprovecharlo.

El éxito en la búsqueda de sentido depende de la capacidad y la disposición que tengamos para explorar nuevos territorios, es por ello que a menudo esta búsqueda recibe el nombre de "camino".  Es un reto adentrarnos en nosotros mismos, explorar nuestras fortalezas y aspiraciones y descubrir cómo nos pueden ayudar a llevar una vida plena y feliz.  El camino no es fácil y puede exigirnos mucha energía, pero es sin duda apasionante y profundamente liberador descubrir quiénes somos, por qué estamos aquí y cómo podemos aprovechar al máximo los años que viviremos en este mundo.

19 enero 2016

Cada día

Al calor del amor, o del enojo o decepción, tomamos drásticas decisiones.... cortamos la piel y dejamos sangrar la herida.... a veces es necesaria la herida pues está infectada esa parte...
Pero después de algún tiempo... con el corazón y la mente fría... reflexionas... y tienes que afrontar esa decisión... buena o mala... pero tienes que seguir adelante... cada día... como cuando se deja una droga, dejar una relación, o sanar una herida... es igual.. cada día... en este momento me duele, me angustia, me desespera ... pero cada día enfrento el dolor y cada día duele menos.... habrá momentos en que por algo externo la herida duela más... pero es sólo un momento, y pienso cada día solo este momento duele, mañana dolerá menos... y cada día, porque las heridas cierran por fuera primero pero por dentro cierran más lentamente... asi que el proceso de curación es lento... cada día... cada día afrontas tu determinación.... llegará un día en que la herida esté cerrada... pero estará la cicatriz que te recuerda que eso existió, y que eso te sirvió para hacerte mejor, llegará un momento que duela nuevamente... pero los remedios para una herida cerrada son mas suaves, y muy pronto pasa el dolor... cada día, solamente cada día aguanta... un poco... cada día... es un proceso... la vida siempre esta en movimiento... cada día.... porque el sol sale cada día, y se mete cada día... lo ves solo unas horas, sin embargo siempre está presente... cada día... eso es lo que se requiere... cada día, aquí y ahora... estar presentes, cada día.

18 enero 2016

El tarro del aburrimiento

(fragmento del artículo "Por qué el Aburrimiento es bueno para tu Hijo)

Si tu hijo se aburre, y tienes que ayudarle a pensar en alguna cosa que hacer, pásale la responsabilidad creando el Tarro del Aburrimiento, lleno de ideas escritas en trozos de papel. Cuando diga que se aburre, tendrá que coger tres papelitos del tarro y elegir una de las actividades. Aquí tienes algunos ejemplos de ideas que podrían estar en su Tarro contra el Aburrimiento:

Escribir una carta a la abuela
Correr dando vueltas al jardín tres veces
Poner algo de música y bailar
Escribir en un papel diez cosas que te gustan de cada miembro de tu familia
Cepillar al perro o darle un baño
Buscar formas en las nubes
Ver cuántas veces puedes acertar en la canasta de baloncesto
Hacer un dibujo
Lavar el coche
Planear una caza del tesoro con pistas
Montar en bici
Hacer un paisaje en una caja de cartón
Empezar un diario
Hacer papel de regalo casero
Organizar tu habitación
Escribir un cuento
Crear una obra de teatro con disfraces
Recortar fotos de revistas y hacer un collage
Sorprender a mamá haciendo la comida
Hacer un zoo con los peluches
Hacer y decorar un calendario, marcando las fechas importantes
Poner zumos y frutas cortaditas en moldes de hacer hielo y hacer cubitos de frutas
Crear un periódico familiar
Hacer un postre
Comenzar una colección (hojas, piedras, botones…)
Colgar una cuerda de tender la ropa en tu habitación y enganchar fotos de ella con clips para hacer un álbum
Inventar una actuación de circo
Hacer que tu habitación sea una selva
Hacer un recorrido de obstáculos
Hacer un mantel de juegos (solo hay que plastificarlo en alguna copistería de la zona)
Escribir un poema
Decorar alguna camiseta vieja con botones chulos
Empezar un club (de niños)
Usar tubos viejos de cartón y cajas para hacer un laberinto fantástico
Hacer arte aprovechando bisuterías o joyas antiguas
Leer un libro
Hacer una pelea de globos de agua (¡en el exterior!)
Memorizar un poema y recitárselo a tus padres
Hacer un barquito con una botella de plástico y palitos de helados (usar cinta adhesiva para pegar) y hacerlos flotar en el estanque
Dibujar una isla desierta y todas las cosas que te llevarías
Tapar los ojos a tu hermano o hermana y llevarle a dar una vuelta por la casa y el jardín, y luego intercambiaros
Jugar a algún juego de mesa
Crear tu propio juego de mesa
Intentar pintar un dibujo con tu pié
Pintar en la acera con tiza
Jugar al truquemé
Jugar a saltar a la cuerda
Jugar con pompas en el lavabo
Quitar las malezas del jardín
Limpiar el espejo con una esponja
Hacer un libro de chistes
Construir un fuerte con sábanas y almohadas
Hacer muñecos con calcetines viejos y botones
Hacer una lista de cosas divertidas que harías con un adulto

Lo ideal es que los mismos niños participen en hacer su tarro, -o si pueden que lo hagan solos- y que propongan ellos las actividades que quisieran hacer. La lista que aquí se presenta son solo sugerencias, se pueden incluir o no. Entre más participe el niño en hacer su tarro y se involucre en la actividad, lo hacemos más responsable de su propio aburrimiento, y por ende de sí mismo... Dependiendo de la edad del niño podemos ayudarle mucho o poco, y la actividad puede ser tan libre como el niño quiera o pueda, no tiene que ser dirigida por nosotros

13 enero 2016

Equilibrio entre corazón y mente

Cuando somos niños nuestro corazón es GRANDE y totalmente abierto. Nos acercamos a las cosas nuevas sin miedo alguno y nos mostramos tal como somos sin vergüenza alguna. Nos enfadamos y sacamos nuestra rabia en el momento mismo que la sentimos, lloramos abiertamente al estar tristes o al sentir dolor y reímos a carcajadas contagiando con nuestra risa a los demás…

No pensamos las cosas, las sentimos.

… y luego la mente toma el control

Mientras vamos creciendo nos enseñan a no confiar en nuestro corazón y nos dicen que hay que pensar las cosas bien antes de actuar. Nos cuentan que es bueno ocultar nuestras emociones y fingir estar de una u otra manera. Poco a poco creamos así una protección o barrera alrededor de nuestro corazón. Ya no mostramos quienes somos de verdad, ahora es nuestra mente la que controla nuestra vida…


“No se ve bien sino con el corazón; lo esencial es invisible a los ojos”
El Principito, de Antoine de Saint-Exupery


Lo malo es que así nuestra rabia, miedo, tristeza y alegría quedan atrapadas en nuestro interior y esto nos hace sentir mal. En los casos extremos enfermamos: estrés extremo, ataques de rabia, depresiones, enfermedades mentales, enfermedades del corazón… Además nuestras decisiones se convierten en un proceso mental donde ya no participa nuestro corazón. Nuestro comportamiento es egoísta, buscamos únicamente nuestros propios intereses. Tenemos muy poca sensibilidad con los demás (los vemos solamente como competencia) y no cuidamos lo que hay alrededor nuestro, por ejemplo destrozamos sin piedad la naturaleza.
Equilibrio entre corazón y mente

Ningún extremo es bueno y para estar en equilibrio (tanto como individuo como sociedad) necesitamos abrir nuevamente nuestro corazón. Permitir que salen nuestras emociones sinceramente, mostrarnos tal como somos, abrirnos a la intuición y a lo que nuestro corazón nos quiere decir, buscar la colaboración y cooperación con los demás sin miedo a que nos hagan daño…

El objetivo final es que nos guíe nuestro corazón y que nos apoye nuestra mente. Si lo extrapolamos a la sociedad… que prevalezcan los valores y la cooperación y que nos apoyen la ciencia y la comunicación.

“Si quieres respuestas, abre la puerta del corazón hacia dentro. Todo el universo está ahí.”

08 enero 2016

Ver la belleza

Es la belleza que hay dentro de ti la que te permite apreciar la belleza que te rodea.

Puedes encontrarla mirando en cualquier dirección.  En tus ojos aparece un destello de alegría cuando la encuentras en tu familia, en tus amigos, en desconocidos, en la naturaleza, en el silencio.  La reconoces enseguida, porque nace de ti.

Ha de preocuparse quien alrededor sólo observe podredumbre, malas intenciones, suciedad, gente miserable, porque en sus ojos se está reflejando lo que contiene su alma.

Para lograrlo sólo se necesita ver siempre lo bueno, ser siempre positivo, convencido que cualquier dificultad me llevará a algo bueno, a algo mejor, ver lo bueno, ver lo bello.  Y sólo se puede lograr ver la belleza de la bondad de todo en la vida, ¡practicando a ver siempre lo bueno!

Pero tú, que interpretas la belleza, que contemplas, que la disfrutas y sientes ganas de hacer el mundo aún más bello, es hora de que también te alegres de saber que sólo puedes sentir la belleza porque la llevas dentro.

07 enero 2016

La sal de la tierra

¿Alguna vez ha percibido el hedor de carne vieja, podrida?
¿Recuerda haberse olvidado por varias semanas algo que puso en el refrigerador? Hay una pestilencia que acompaña a la descomposición como ninguna otra. En Houston, Texas, que es donde me crié, estábamos apenas a unos ochenta kilómetros del puerto marítimo de Galveston. Teníamos disponibles mariscos deliciosos y frescos en numerosos restaurantes en esa región; y todavía los hay. Pero había otras maneras en que usábamos los mariscos, especialmente los camarones.
Cuando un amigo se casaba, uno de nuestros trucos favoritos era sacar a escondidas los tapacubos de las ruedas del automóvil en que se irían a su luna de miel y llenarlos de camarones. ¡Era grandioso! Los camarones no hacían ningún ruido mientras giraban hora tras hora en el calor del sur de Texas. Pero el resultado era irreal. Después de dos o tres días de conducir, estacionándose bajo el sol, en el tráfico de pare y siga, la flamante esposa (bondadosa y tímida) lentamente empezaba a deslizarse hacia la puerta. Empezaba a preguntarse si tal vez su amado flamante esposo se había olvidado de aplicarse desodorante. Conforme el día avanzaba, ¡él empezaba a pensar lo mismo en cuanto a ella! Mientras tanto, los camarones seguían haciendo lo suyo en cada rueda. Finalmente, (¡y a veces no descubrían el truco sino después de una semana!), el joven Don Juan retiraba uno de los tapacubos, . . . y no tengo que relatarle el resultado. Los camarones podridos dentro de un tapacubos candente por una semana hacían que el chorro disparado por un zorrillo pareciera perfume de lujo. ¡Era grotesco! 

Para conservar camarones, hay que preservarlos. Si no, se pudren. Años atrás se usaba la sal como preservativo. Hoy, usamos hielo.

Ahora piense de esta tierra como camarones al leer las palabras de Jesús: “Ustedes son la sal de la tierra. Pero ¿para qué sirve la sal si ha perdido su sabor? ¿Pueden lograr que vuelva a ser salada? La descartarán y la pisotearán como algo que no tiene ningún valor.” (Mateo 5:13).

Una sociedad que se caracteriza por violencia salvaje y tinieblas de depravación y engaño, y sin nada que la preserve, se deteriorará . . . y, a la larga, se destruirá a sí misma. Debido a que los hijos de Dios son como sal en la sociedad, nuestra influencia es esencial para la supervivencia de la sociedad.

¿Está usted siendo sal?
Jesús dijo que usted es “la sal de este mundo” (Mateo 5:13, DHH). Nuestra presencia detiene la corrupción . . . y preserva a la sociedad.

La sal también es un agente sanador. También produce sed. Añade sabor, aumentando el delicioso sabor de la mayoría de alimentos. La sal es asombrosamente benéfica . . . “pero.” No se pierda esa pequeña palabra en el versículo 13. Jesús añade: “¿para qué sirve la sal si ha perdido su sabor?” (lo que quiere decir “si la sal pierde su salinidad, su singularidad”), “no tiene ningún valor” (5:13). Jesús introduce, no una advertencia imaginaria, sino una real.  No servimos “más para nada,” como el Señor lo dijo (5:13).

Debemos hacer la obra de preservación . . . o perderemos nuestra influencia y nos volveremos tan insignificantes como una capa de polvo en las calles de la ciudad. ¡preste atención!
Piense en estos tres aspectos prácticos, positivos, de la sal. 
Primero, la sal se salpica y rocía . . . no se la vierte a chorros. Hay que esparcirla. Demasiada sal arruina la comida. Es un buen recordatorio para que nos esparzamos en lugar de mantenernos juntos aglomerados. 
Segundo, la sal añade sabor . . . pero es oscura.Nadie jamás comenta: “¡Qué sal tan deliciosa!” Sin embargo, frecuentemente decimos: “Este plato es realmente sabroso.” Los siervos añaden sabor a la vida, un sabor que es imposible lograr sin ellos. 
Tercero, la sal es diferente a toda otra sazón. Su diferencia, sin embargo, es su fuerza. No se puede duplicar, y para que sea útil hay que aplicarla. ¡La sal en el salero no sirve de nada a nadie!

Charles Swindoll 


06 enero 2016

Tragedia o bendición


A principios de 1900 la familia Clark en Escocia tenía un sueño. El jefe de la familia Clark y su esposa trabajaban mucho para ahorrar lo suficiente y así poder cumplir su sueño de emigrar a los Estados Unidos con sus nueve hijos.

Les tomó varios años pero finalmente pudieron ahorrar suficiente dinero para cubrir los gastos de los pasaportes y las reservaciones para que la familia entera pudiera viajar en un nuevo crucero a los Estados Unidos.

Toda la familia estaba emocionada con anticipación sobre la nueva vida que tendrían. Sin embargo, tan solo siete días antes de su partida desde el puerto de Southampton, Inglaterra, el 3 de abril de 1912, el hijo menor fue mordido por un perro. El médico atendió al niño y suturó la herida pero colgó un hoja amarilla en la puerta principal de los Clark. Debido a la posibilidad de rabia, la familia entera fue puesta en cuarentena por catorce días.

Los sueños de la familia quedaron destruidos. Ya no podrían hacer el viaje al continente americano como habían planeado. El padre desilusionado y enojado salió atropelladamente al muelle para ver al barco partir - sin la familia Clark - el 12 de abril de 1912. El padre derramó lagrimas de desilusión y maldijo tanto a su hijo menor como a Dios por su mala fortuna.

Cinco días después, las trágicas noticias circularon por toda Escocia - el poderoso Titanic se había hundido al colisionar de noche contra un témpano de hielo. El barco que sus constructores afirmaban que no podía hundirse se había hundido en las frías aguas llevando consigo las vidas de 1.517 personas, entre adultos, ancianos, jóvenes y niños.

La familia Clark debía estar a bordo del Titanic, pero debido a que el hijo menor había sido mordido por un perro se habían quedado en Escocia.

Cuando el Señor Clark escuchó las noticias, abrazó a su hijo y le agradeció por salvar a la familia. También agradeció a Dios por salvar sus vidas y convertir lo que pudo ser una tragedia en una bendición.

Esta historia de la vida real despierta en nosotros sentimientos entremezclados. Por un lado, observamos que una familia fue salvada milagrosamente de un tragedia por lo que en principio parecía una maldición. Por otra parte, nos preguntamos por qué debían morir ahogadas 1.517 personas, creyentes y no creyentes, mientras una familia con nueve hijos sobrevivía.

Es una tentación frecuente jugar a ser dios y tratar de explicar con nuestro limitado raciocinio la fortuna de unos y el infortunio de otros. Eso hace que muchos se enojen con Dios y renuncien a seguirlo. No pueden aceptar a un Dios omnipotente y soberano. De alguna manera queremos doblarle el brazo a Dios para que todo resulte conforme a nuestra conveniencia o sentido común.

Es triste comprobar que este tipo de soberbia humana es la misma que llevó a los constructores del Titanic y a los empresarios que lo financiaron a considerar su barco "insumergible" e innecesario instalar los botes reglamentarios necesarios en caso de naufragio. Cuando se leen los testimonios de los sobrevivientes, se sabe que mas de uno de los botes salvavidas con espacio libre pudo haber regresado a salvar a muchas de las personas que flotaban sobre las heladas aguas. Pero no lo hicieron, porque temían que los desesperados hundieran sus embarcaciones si se acercaban. ¿Cuantas vidas se pudieron salvar si quienes estaban a salvo en los botes salvavidas no hubieran sido presa del temor o los constructores navales hubieran colocado suficientes botes?

Sin embargo, es injusto tratar de corregir el pasado con base en la experiencia que ya hemos documentado. Nadie puede cambiar el pasado, y nadie conoce el futuro. Solo tenemos el presente para tomar decisiones y actuar.  Es fácil juzgar a los demás o al mismo Dios desde la perspectiva del presente. Lo hacemos continuamente. Tal parece que no hemos aprendido algo de humildad y la arrogancia de pretender tener el control nos domina y lleva a cometer los mismos errores del pasado.

Ni usted, ni yo somos Dios. Pero hay un Dios que nos da libre albedrío para elegir continuamente entre lo bueno y lo malo, la vida y la muerte. Y si a alguien debemos culpar de los resultados de nuestras decisiones es a nosotros mismos. Es cierto que Dios ofrece inteligencia y sabiduría a quien carece de ella, pero se requiere humildad para aceptar consejo y callarse para escuchar a quien realmente conoce el futuro porque ya se encuentra allí.

Al iniciar este nuevo año, tenemos la costumbre de hacer promesas que se parecen mucho a las de los años anteriores y que tienen en común no haber pasado de eso. Tal vez parece que somos la única especie que se golpea hasta tres veces con el mismo obstáculo. ¿Qué tal si cambiamos nuestra perspectiva? Y en lugar de ser redundantes, ponemos nuestra mirada en Dios. Le damos la oportunidad de manifestarse en nuestra vida donde El sabe que realmente necesitamos cambiar. Un día a la vez.



05 enero 2016

Confiaré en mi intuición

La intuición puede describirse como esa sensación visceral ante determinado evento o persona.  Sientes que algo pasará en cierta forma, y efectivamente sucede así.

Piensa en tu vida, seguramente también recuerdas momentos en los que te sentiste de una forma en particular ante algo y  al final estabas en lo cierto.  Esto pasa en especial con la gente más allegada a ti.  Escuchas algo y te das cuenta de que es exactamente lo mismo que tú querías decir.  O cuando tú y otra persona empiezan a tararear la misma canción al mismo tiempo, ¿no te ha pasado?

Por más trivial que suene, la intuición es la mejor herramienta para guiarte en la vida.  Poco a poco, la ciencia está descubriendo el campo morfogenético, una fuente integra de los pensamientos de la humanidad al alcance de todos nosotros.  La intuición es sólo un mensaje de ese campo o de tu alrededor.

El enfoque sobrerracional de nuestra vida diaria nos ha alejado del mundo mágico, místico.  Ésa es la razón por la que casi todos esos mensajes son ignorados y desechados como si fueran pensamientos comunes.  ¿Cuántos hemos cometido el error de no hacer caso a nuestra intuición sólo para darnos cuenta después qué debíamos haberlo hecho?

Sólo por el día de hoy decide no dudar de tu intuición.  Si tienes ganas de hacer algo que sientes que será útil o que valdrá la pena, hazlo.  Si recibes un mensaje sobre alguien, díselo a esa persona.  Quien sabe, quizá termines salvando una vida.

Ahora permíteme hacer una aclaración.  Existe una línea muy delgada entre un pensamiento y una intuición.  Un pensamiento es mental por naturaleza, sólo está en el cerebro.  Por otro lado, una intuición por lo general viene acompañada de una reacción del cuerpo.  Cuando te llega una intuición, tu corazón la siente también.  Muchas personas experimentan una sensación de escalofrío que viene con la intuición.

Así que no olvides que casi todos tus primeros intentos serán más pensamientos que intuiciones.  El desarrollo de la intuición fue un proceso muy difícil para mi, en el sentido de que muchas veces terminaba siendo el hazmerreír de la gente que estaba conmigo.  Sin embargo, una intuición desarrollada me ha dado innumerables recompensas.

¿Cómo desarrollar tu intuición?  Sólo tienes que hacer caso a tu corazonada o presentimiento.  En el momento en que sientas algo, por lo menos díselo a alguien.  Desconéctate del presentimiento y, aunque resulte que tenías razón, no hagas un escándalo.  ¿Y si te equivocaste?  No importa, y no olvides: inténtalo una y otra vez hasta que lo logres.

Desarrollar la intuición puede complementarse con una dieta sana de alimentos frescos, verduras y frutas crudas.  La práctica de la meditación también te acercará al campo de la intuición.  Cualquier tipo de meditación.

Por lo general, la gente que tiene el corazón y la conciencia tranquilos es bendecida con una mejor intuición; así que no albergues malos sentimientos hacia nadie.  Por último, esta habilidad mágica se desarrolla mientras más la uses y confíes en ella.  Así que ¡úsala o puedes perderla!

En un sentido más amplio, la intuición abarca tus sentimientos.  Siempre que tengas que tomar una decisión, también escucha a tu corazón y sólo sigue adelante si te sientes cómodo con ella.  Nada funcionará si tienes dudas sobre su fracaso, y esto hace que la intuición también sea una herramienta excelente para tomar decisiones.

Hay muchos juegos que puedes practicar para mejorar la intuición.  La mayoría son juegos de azar.  Recuerda, el desarrollo de la intuición es un proceso largo que estás comenzando hoy.  Pero, si fuera fácil, ¿valdría la pena desarrollarlo?

Abhishek Thakore

04 enero 2016

Te deseo tiempo

No te deseo un regalo cualquiera,
te deseo aquello que la mayoría no tiene,
te deseo tiempo, para reír y divertirte,
si lo usas adecuadamente podrás obtener de el lo que quieras.

Te deseo tiempo para tu quehacer y tu pensar
no sólo para ti mismo sino también para dedicárselo a los demás.

Te deseo tiempo no para apurarte y andar con prisas
sino para que siempre estés contento.

Te deseo tiempo, no sólo para que transcurra,
sino para que te quede:
tiempo para asombrarte y tiempo para tener confianza
y no sólo para que lo veas en el reloj.

Te deseo tiempo para que toques las estrellas
y tiempo para crecer, para madurar. Para ser tu.

Te deseo tiempo, para tener esperanza otra vez y para amar,
no tiene sentido añorar.

Te deseo tiempo para que te encuentres contigo mismo,
para vivir cada día, cada hora, cada minuto como un regalo.

También te deseo tiempo para perdonar y aceptar.
Te deseo de corazón que tengas tiempo,
tiempo para la vida y para tu vida.


Poema de Indios Americanos



01 enero 2016

Feliz Año

¡Feliz Ahora Nuevo!
Este Año Nuevo
Este Ahora Nuevo
Este aquí y ahora
En medio de todas las festividades
Reflexionemos por un momento
Que no importa cómo nos veamos
No importa aquello en lo que creamos
Todos somos la misma consciencia
Animándose a sí misma
¡Una milagrosa coreografía!
No necesitas ser fundamentalista
Para reconocer aquello que es verdaderamente fundamental
No necesitas renacer
Para reconocer que todos hemos nacido de nuevo
En la inmensidad de este momento
En el espacio de un latido del corazón
No necesitas ser un hippie de la nueva era
Para reconocer que todos somos hermanos y hermanas
En este infinito océano del Ser
En esta nueva era de franqueza y sinceridad
Aquí, todos nadamos juntos
O no nadamos para nada
Que tengan Un gran Ahora, querida familia,
Dondequiera que las olas les lleven.

Jeff Foster