Hacemos un hábito de nuestras ideas, de nuestras creencias, de nuestras emociones. La ideología se vuelve un hábito, la fe se vuelve un hábito, incluso el amor se vuelve un hábito. Y nos sentimos cómodos, asentados en las costumbres...
Pero a la vez reconocemos, en una parte de nuestro ser, una profunda insatisfacción.
Esa parte de nuestro ser, que no se conforta con lo confortable y no teme romper con lo habitual, es la porción de nuestra existencia que lucha por crecer, que clama por superarse.
Es la porción de nuestra existencia que nos impulsa a evolucionar.
Sí, y sin esta tendencia a evolucionar, seguiríamos estancados, mirándonos unos a otros alrededor de una hoguera dentro de una cueva :-)
ResponderBorrarMagnífico, como siempre. Gracias!
http://frasesdedios.blogspot.com.es/