A veces sentimos que todo se ha
venido abajo, y todas las palabras del mundo parecen sólo mierda,
¡puras tonterías adornadas! ¡Sí! Perdemos todo aquello que creíamos que
nos definía, o lo que nos hacía felices, todo aquello que nos importaba y
sentimos como si nunca nos fuéramos a recuperar. Nos quedamos en una
total desesperación, decepcionados, desilusionados. Parece 'el fin' de
nosotros mismos, sin esperanza alguna para recuperarnos.
Sin
embargo, en la vida, no hay finales verdaderos, sólo transformaciones,
nuevos comienzos que nacen desde los escombros. Hay viejos sueños que
mueren, está todo lo falso que se va desmoronando, y esto puede resultar
demasiado doloroso, ¡por supuesto, por supuesto! La destrucción, las
rupturas, las interrupciones, los choques, las pérdidas... a menudo se
perciben como enemigos, sin embargo, siempre contienen la semilla de lo
nuevo, y a veces sólo se requiere de cierto tiempo para lograr una
recuperación. Esta devastación por la que estás pasando, la crucifixión
de tus sueños que mencionas, es una oportunidad para soltar CADA IDEA
que habías tenido acerca de cómo 'se supone' que tu vida debería ser,
todos esos preciados sueños fueron falsos, aunque hermosos y útiles al
mismo tiempo.
La invitación, hoy, es a que estés presente para
tu vida, que despiertes a ella, que voltees hacia esta inmediatez para
dignificar lo que realmente está pasando aquí. Si la soledad te está
visitando aquí y ahora, no le des la espalda. Si es el miedo el que se
presenta, no lo evites ni intentes huir. Si hay frustración, ansiedad o
sólo un discreto sentido de desesperanza moviéndose en ti, no rechaces
esas energías. Ellas sólo quieren ser sentidas en este momento. No son
nada malo. Sólo se trata de tus hijos perdidos, huérfanos del despertar,
y sólo desean moverse y ser tomados en cuenta. A veces, la vida nos
pone de rodillas para que podamos SENTIR todo aquello de lo que
estuvimos huyendo a lo largo de nuestras vidas. Y sí, este 'encuentro'
puede ser doloroso. Pero tal vez, sentir ese dolor sea el principio del
sanar, y no el fin del mismo.
Y observa la mente. Cómo da
vueltas y vueltas, cómo va hacia atrás y hacia adelante, saliendo
constantemente de la escena presente de tu vida, del aquí y del ahora.
El pensamiento está constantemente huyendo del momento presente. Se
adentra en la memoria - de cómo eran las cosas en el pasado, de qué tan
maravillosa era tu vida antes. Y anhela volver hacia allá. Y se siente
impotente. Y surge la decepción. El arrepentimiento. La nostalgia. La
culpa. Y también se adelanta, imaginando cualquier clase de escenario
futuro, muchos de ellos oscuros y aterradores. Te arrastra hacia
regiones mucho más allá de tu control. Y ambos movimientos, hacia el
pasado y hacia el futuro, te desconectan de donde estás AHORA, en donde
es todo lo que hay. Te sacan de tu único punto de poder - este momento.
Y este momento es todo lo que hay. Este aliento. Estas sensaciones. Los
sonidos y los aromas de este momento presente. Este presente latir de
tu corazón, la sensación de tu trasero en la silla. Un pequeño pájaro
cantando en el árbol de allá afuera. El zumbido de la televisión por
allá. Una sensación de contracción en el pecho, un nudo en la garganta.
Esta es una invitación, un llamado hacia una simplicidad radical. Para
honrar el no saber. Para admitir la humildad en la cara misma de la
vida. ¿Sin la historia del pasado y el futuro, podrías saber realmente
que tu vida está 'saliendo mal'? Porque esta es la creencia en el
corazón de todo, ¿no? Que tu vida está 'saliendo mal'. Que el 'yo' ha
fracasado, en alguna forma. Que el universo es cruel y de alguna manera
está en tu contra. Esta es la conclusión más lógica, sí. No te juzgaría
por eso. Pero quizás eso no sea verdad. Tal vez la mente no sepa nada.
Amigo mío, tu desilusión, tu incapacidad para creer todas estas
enseñanzas espirituales en este momento, incluyendo la mía, no es un
error - ¡es pura inteligencia trabajando! ¡Tu desilusión es parte del
despertar, no el fin del despertar! Todo esto es una invitación hacia un
despertar mucho más profundo del que pudiste haber imaginado. Te estás
viendo forzado a cuestionar todo, absolutamente todo, incluyendo todas
esas preciadas enseñanzas espirituales que algún día tuvieron un alto
valor. Estás siendo llamado a encontrar tu propia autoridad, a dejar ir
todas esas ideas de mierda que definían lo que era una 'buena vida'.
Estás siendo invitado a dejar ir todo lo de segunda mano, todo lo viejo,
todo lo que recibiste - de tus padres, maestros, gurús - todo lo que se
encuentra en la memoria con el fin de poder estar presente para la
vida, en carne viva y al desnudo.
A veces tenemos que perder
todo con el fin de recordar nuestra completa humildad, para recordar que
no tenemos el control, y que cada momento está repleto de maravilla y
asombrosa incertidumbre. En este momento te encuentras en un camino de
devastación - y eso era exactamente lo que Jesús estaba enseñando. Este
no es el final para ti - es el comienzo de una nueva y diferente vida,
una nueva forma de moverte en el mundo, aunque resulte difícil
identificarlo. Este es un momento de renovación, de bajar tu ritmo, de
descubrir la abundancia contenida en la vacuidad. Un momento para ser
sumamente bondadoso contigo mismo. Hay muchísimo potencial para ti,
incluso si de momento te es difícil creerlo.
Han habido muchas
ocasiones en mi propia vida en que me he sentido incapaz de seguir
adelante, incapaz de siquiera mantenerme de pie. He llegado a sentir que
perdía todo, que nada era posible, y que el vacío era la única clase de
vida. Pero lo que sucedía era que no sabía lo que el universo tenía
reservado para mí.
Aunque te sientas solo y abandonado, espantado
y enojado, amigo, sé consciente que muchos otros están caminando a tu
lado, y que muchos otros te entienden. Algún día, tú vas a escribir tu
propio libro acerca de tu transformación.
Este momento, amigo. ESTE momento.
Jeff Foster
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