Una serendipia es ...
Una serendipia es un descubrimiento o hallazgo afortunado e inesperado. Así que espero que lo que aquí encuentres sea afortunado y útil para tu crecimiento, además que sea inesperado pues siempre se recibe todo gratamente cuando no tienes expectativas.
24 noviembre 2015
Pequeñeces
Una señora de edad había esperado toda la vida la oportunidad de viajar en un tren. Quería contemplar, devorar cada paisaje con los ojos y disfrutar todo cuanto pudiera en los kilómetros que iría a recorrer durante su viaje en tren.
Entró muy decidida en el vagón de pasajeros y cuando el tren partió, comenzó a acomodar los paquetes y cestas que traía, trató de arreglar confortablemente su asiento y acomodar las cortinas, y colocarse en situación cómoda.
Luego hizo un inventario mental de todo lo que llevaba consigo, y empezó a imaginarse los paisajes de los que disfrutaría durante este viaje. Le había hablado sobre la panorámica de las montañas, los lagos, ríos, ganado y otras cosas dignas de ser apreciadas y disfrutadas cuando uno viajaba en tren.
Tras tomar bastante tiempo en todas esas pequeñas preocupaciones y ya estaba lista para comenzar la contemplación del paisaje, el conductor voceó el nombre de la estación a la cual iban, ¡había llegado a su destino!
-"Que pena", dijo ella, "si hubiese sabido que llegaríamos tan pronto no habría perdido tiempo en pequeñeces".
La única profecía que siempre se cumple es la que afirma que todos moriremos en los próximos cien años. Muchos tal vez antes. Sin embargo, cuando somos jóvenes pensamos que podemos desperdiciar nuestro tiempo como si fuera un recurso inagotable. El camino de la especie humana es la entropía como en todo sistema natural. Todos envejecemos con o sin cirugía estética.
No podemos aumentar nuestro tiempo sobre esta tierra, pero si podemos reducirlo. No podemos controlar el tiempo, pero si aprender a aprovecharlo. Cada estación de nuestra vida presenta debilidades y fortalezas, oportunidades y amenazas y si bien Dios tiene el control de todo y es el único que no tiene principio ni fin, nosotros tenemos el libre albedrío para ser buenos mayordomos del tiempo que nos queda.
La señora del tren estaba como muchos de nosotros preocupada por las pequeñeces, en lugar de ocuparse de lo realmente importante: disfrutar del viaje y llegar plena a su destino.
Todos viajamos en un tren cuyo destino es el fin de los tiempos. Cada estación marca una etapa de nuestro ciclo de vida con sus experiencias de las cuales podemos aprender o no. Cada decisión que tomamos cuando vivimos afecta nuestro destino final. Podemos quedarnos sin disfrutar del viaje y sin contribuir dejando un legado positivo a quienes nos rodea, pero entonces nuestra vida habrá sido en vano, consumida por pequeñeces.
No perdamos el enfoque real en nuestra vida. Las pequeñeces muchas veces nos desvían y distraen del verdadero paisaje, de las cosas grandes que Dios tiene para nosotros. Ocupémonos de la vida en lugar de preocuparnos por las pequeñeces.
Ocuparnos de lo importante nos aleja de las pequeñeces que nos preocupan
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