Por los años de 1880, George Eastman inventó un proceso para la aplicación de emulsión fotográfica en películas flexibles. Pronto apareció una simple cámara, que él llamó "Kodak ", para tomar ventaja de esa nueva película para fotografías. La pequeña cámara cambió el mundo al permitir que todos hiciesen fotos y, en el proceso, hizo nacer la industria de la revelación que prosperó durante décadas.
Casi cien años después, el emprendimiento que lleva su nombre - The Eastman Kodak Company - inventó la fotografía digital. En ese momento, sin embargo, visionarios como George Eastman ya estaban muertos. En lugar de darse cuenta del alcance de esa nueva tecnología y cómo podría desarrollar la industria fotográfica, Kodak enfrentó la imagen digital como una amenaza a su "actividad principal" que era la fabricación de películas.
Obviamente carecían de visión y sabemos el final de la historia. No sólo las cámaras digitales, sino también smartphones con cámaras de alta calidad son los descendientes virtuales de la primera cámara Kodak. Aunque sencillos y fácil de usar, el creador de la fotografía digital no ha sacado provecho de ello.
A veces se utiliza el término "dormir en los laureles" para describir a las personas o empresas que no generan o no van en busca de nuevas ideas. Pero el problema es aún mayor. Tiene que ver con estar tan enamorados del pasado que no podemos o no estamos dispuestos a avanzar hacia el futuro.
Varios oradores de la reciente convención de "World Photoshop", en la que participé, destacaron la forma en que los logros del pasado pueden bloquear nuestra capacidad de hacer grandes cosas en el futuro. En mi negocio, por ejemplo, excelentes fotógrafos siguen admirando las maravillosas fotografías que hicieron hace veinte años, e insisten en la producción de las mismas imágenes. Lo mismo ocurre en la música, otra área a la que he dedicado gran parte de mi tiempo. Algunos músicos continúan escuchando sus canciones viejas y no pueden ni siquiera pensar en tocar algo más.
En otras palabras, podemos aferrarnos a lo viejo, lo familiar, y no reconocer las promesas y posibilidades de probar nuevas y diferentes maneras en el futuro. He observado una verdad básica para cualquier tipo de negocio: cuanto más grande es la empresa, más grande es la probabilidad de que su liderazgo demuestre la falta de imaginación y creatividad para ver o apreciar algo que no sea lo que ya hicieron.
Lo mismo puede ser cierto en el reino espiritual. Cómodos y satisfechos con las prácticas tradicionales, rituales y tradiciones religiosas, reaccionamos a considerar algo nuevo, cegándonos por la falta de visión. Pero el Dios de la Biblia tiene mucho que ver con lo "nuevo"
Nuevas personas. Dios conoce nuestras luchas, debilidades y limitaciones. Él quiere que seamos nuevas personas, que seamos totalmente equipados para servirle a Él y a los demás. "De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas pasaron; he aquí todas son hechas nuevas." (2 Corintios 5:17)
Nuevas cosas. Comprendiendo los problemas de insuficiencia e imperfección, Dios nos ofrece un futuro nuevo y diferente. "No os acordéis de las cosas pasadas, ni traigáis a memoria las cosas antiguas. He aquí que yo hago cosa nueva" (Isaías 43:18-19).
Nuevas razones. Sabiendo que muchas veces no vivimos como queremos, Dios nos ofrece la posibilidad de vivir para Él "Ponte la nueva naturaleza creada por Dios, que es similar a su propia naturaleza y eso se nota en la vida real, lo cual es correcto y dedicado a Él." (Efesios 4:24).
Jim Mathis
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