Cuando la fotografía en color comenzó a tomar el lugar del blanco y negro en los años 50 y 60, los expertos conocían un secreto que pocos conocían: a diferencia de la foto en blanco y negro, la película y el color del papel de la nueva foto no era permanente (eso fue una de las razones por las que mi empresa se dedicó exclusivamente a fotografías en blanco y negro durante muchos años). Hoy, 50 años después, tenemos millones de fotografías borradas con colores apagados.
Incluso sigo viendo fotografías con esa mala calidad, aunque impresas hace menos de 20 años. Pero, afortunadamente, la tecnología nos ha permitido salvar y restaurar esas fotos. En el proceso de restauración, se puede imprimir en papel y tintas sin ácido, a base de pigmentos permanentes que duran cientos de años.
Al restaurar fotografías antiguas y descoloridas, estoy en verdad involucrado en la preservación de los recuerdos. Es mucho más que evitar que las imágenes desaparezcan. Ese énfasis en la preservación de los recuerdos no se limita exclusivamente a la fotografía, sino que también se puede aplicar al mundo corporativo y profesional.
A veces una empresa logra el éxito con un enfoque en una misión clara, un mercado o un nicho dentro de su actividad. Con el tiempo, sin embargo, expectativas muy altas, la ambición y los plazos hacen que el líder de negocios pierda de vista el fundamento de su éxito. En la búsqueda de mayores beneficios o expansión del mercado, el recuerdo de cómo y por qué ha llegado dónde está empieza a desaparecer.
Eso puede ocurrir con la gente también. Las personas embarcan en la carrera elegida, llenas de sentido de propósito y armadas con ideas nobles. Esa motivación, sin embargo, puede ser olvidada mientras subimos en la escalera corporativa. Los beneficios a corto plazo mutilan recuerdos duraderos.
Teniendo eso en mente, es muy útil concentrar los esfuerzos para proteger valiosos recuerdos profesionales, evitando que desaparezcan. Por lo tanto, las declaraciones de misión, acompañadas de reuniones periódicas de liderazgo, en que se puede hacer preguntas como: "¿Por qué estamos aquí?", "¿Qué estamos haciendo?", o, "¿Qué es realmente importante para nosotros?", son muy valiosas.
La Biblia también habla de la importancia de evitar que los recuerdos se borren. La nación de Israel estaba dispuesta a permitir que sus recuerdos desvaneciesen en tiempos de paz y prosperidad. Esos son algunos principios extraídos de las Escrituras acerca de la importancia de ahorrar y preservar recuerdos:
Recuerda las victorias del pasado. Podemos estar tan obsesionados con el futuro que no somos capaces de apreciar triunfos del pasado y cómo sucedieron. "Por tanto, guárdate, y guarda tu alma con diligencia, para que no te olvides de las cosas que tus ojos han visto, ni se aparten de tu corazón todos los días de tu vida; antes bien, las enseñarás a tus hijos, y a los hijos de tus hijos." (Deuteronomio 4:9).
Recuerda la fuente de Tu éxito. Con el paso del tiempo, los recuerdos se pueden desvanecer y quizás nos olvidemos de la ayuda y de los recursos que recibimos en la ruta hacia el actual nivel de éxito. "Cuídate de no olvidarte de Jehová tu Dios, para cumplir sus mandamientos, sus decretos y sus estatutos que yo te ordeno hoy; no suceda que comas y te sacies, y edifiques buenas casas en que habites, y tus vacas y tus ovejas se aumenten, y la plata y el oro se te multipliquen, y todo lo que tuvieres se aumente; y se enorgullezca tu corazón, y te olvides de Jehová tu Dios, que te sacó de tierra de Egipto, de casa de servidumbre."(Deuteronomio 8:11-14).
Jim Mathis
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