porque, ¿cómo podría el océano trascender una sola ola?,
y, ¿cómo podría el sol trascender uno de sus amados rayos?
Despertar es ver que cada emoción
– desde la alegría hasta la decepción,
desde la dicha hasta el aburrimiento,
desde la agonía hasta el éxtasis –
es sólo un movimiento de la energía vital, realmente un movimiento de ti mismo, una ola en tu inmensidad.
Ninguna emoción es una amenaza, un enemigo, o un castigo.
Cada emoción te invita a recordar tu inmensidad, a descansar en tu naturaleza oceánica.
Estás en un camino sin camino de inclusión radical, amigo, y no hay errores aquí.
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