Malas decisiones

Un joven administrador iba a reemplazar a un ejecutivo muy respetado que estaba por retirarse.

El joven se acercó al viejo y venerado líder y le preguntó:
-“Señor, yo sé que usted es un líder legendario en esta compañía. ¿Podrías darme algún consejo conforme trato de meterme en sus zapatos?”

El viejo hombre ponderó la pregunta y respondió:
- “Tres palabras: ¡Tome buenas decisiones!”.
- “Ese es un buen consejo”, replicó el joven ejecutivo conforme tomaba notas en una libreta. “Y ¿cuál es la clave para tomar buenas decisiones?”.
- “Una palabra”, replicó el veterano ejecutivo, “Experiencia”.
- “¿Cómo obtengo eso?” preguntó el entusiasta joven mientras garabateaba “experiencia” en su libreta.
- “Dos palabras”, respondió el ejecutivo que estaba por pensionarse, “Malas decisiones”.

El joven quedó sorprendido, y el viejo ejecutivo pregunto, “¿Alguna otra pregunta?”


La mayoría de los seres humanos aprendemos a través del ejemplo de otros. Esto puede parecernos contradictorio dado que vivimos con una generación de milenarios (millenials) que no parece tener interés en escuchar a la generación precedente y que rechaza sus valores y estilo de vida.

La verdad sin embargo, es que un factor decisivo en el proceso de toma de decisiones es que la naturaleza humana tiende a copiar lo que vea haciendo a otros, sin importar si dicho comportamiento es correcto o impropio. La causa innata de este fenómenos se encuentra en las células de nuestro cerebro llamadas neuronas espejo. Como los primates, imitamos a otros seres humanos haciendo lo mismo, pero con una gran diferencia, la inteligencia humana lleva ventaja a los primates en que puede distinguir si lo que otros están haciendo es correcto o incorrecto, bueno o malo.

En otras palabras hemos sido creados con una capacidad innata para imitar pero con el potencial para discernir lo bueno de lo malo. La diferencia entre nuestra generación y los "millenials" es que a nosotros nos bastaba creer en las personas de influencia a las que admirábamos e imitábamos. Pero, la nueva generación esta mas interesada en la integridad del comportamiento, es decir en que lo que la persona dice corresponda a lo que haga.

El joven ejecutivo aprende una lección de vida, de alguien maduro y experimentado que no trata de impresionarlo, ni tampoco darle atajos. No hay mejor de aprender a vivir que vivir. Los consejos son tan útiles como la integridad de quien los brinda.

Aunque amo la historia y tengo maravillosos recuerdo del pasado, debo admitir con total candidez que el presente me desafía y encanta.  Tenemos la oportunidad de demostrar que se puede vivir lo que dice, y que si somos creyentes, nuestra fe es activa y real, que vivimos como Jesús nos ha enseñado sin fariseísmo, ni hipocresía.

Una vida integra es el ejemplo que otros quieren imitar

Cada día tenemos la oportunidad de imitar el mejor ejemplo, y empezar a vivir con propósito creando un legado que vas mas allá de este mundo.