Planta una siempreviva o entierra una piedra en recuerdo de tu encarnación. Revive el año que ha pasado y reconoce el valor de tu cuerpo por haber llevado tu alma hasta este día, este año. Escribe una carta para ti mismo sobre tus intuiciones para el año que se abrirá en el próximo cumpleaños. Si hay algo en tu altar que esté listo para ser dejado de lado, entrégalo o quémalo; esto será un reconocimiento a la naturaleza de que las estaciones cambian, la vida continúa. Revisa los aspectos físicos culminantes del año anterior y regístralos. ¿Cuándo y con qué te enfermaste? ¿Cambiaste algo estructuralmente? ¿Cambiaste tus ejercicios o tus hábitos de sueño o tus preferencias alimenticias? Ve si puedes encontrar una descripción metafórica para cada situación y entonces advierte si hay un tema o una relación que pueda revelar algo más sobre ti misma. Ve a tu espacio privado y pregúntate por el cambio que te gustaría regalarte el próximo año de vida. Cuando sepas qué será, da un paso conscientemente hacia tu punto de vista y prométete hacerlo.
La vida es una celebración. El espíritu da la fiesta y tú eres la invitada de honor. Por favor no descuides asistir porque tienes una invitación abierta Paula Reeves 
Intuición Femenina
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