Si alguien te insulta y guardas silencio, como si nada hubiera ocurrido, la persona que te insulta se enojará más. Si te hubieras enojado tú también, la persona lo hubiera comprendido; pero no logra comprender tu silencio. Con tu silencio te conviertes en una torre, en algo muy elevado, y ella se convierte en un gusano, en algo muy bajo. Y eso duele...
Si guardas silencio cuando la situación normalmente exigiría ira, si mantienes tu paciencia cuando el otro espera impaciencia y dificultad, éste se exaspera, se siente herido, humillado. Le gustaría vengarse, para él, estás jugando a Dios.
Y si persistes, si no te dejas tentar y permaneces en tu silencio, en tu tranquilidad, si permaneces centrado y enraizado en tu ser, tarde o temprano el otro se relajará. Por ser el silencio un poder tal, una fuerza transformadora, alquimista, la única magia en el mundo, es seguro que el otro se transformará.
Espera un poco. No te apresures. El otro necesita un poco de tiempo. Dale una oportunidad.
Osho
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