Una serendipia es ...

Una serendipia es un descubrimiento o hallazgo afortunado e inesperado. Así que espero que lo que aquí encuentres sea afortunado y útil para tu crecimiento, además que sea inesperado pues siempre se recibe todo gratamente cuando no tienes expectativas.

31 julio 2018

Recibe quien sabe dar

Un grupo de cincuenta personas que asistían a un seminario fueron invitados a media reunión, por el facilitador, a realizar un ejercicio para lo cual entregó a cada uno de ellos un globo y un marcador con la instrucción de escribir su respectivo nombre sobre este.

Una vez completada la tarea, se recogieron los globos y se mezclaron con otros que habían en una sala contigua. Los participantes fueron llevados a la sala y se les solicitó recuperar su respectivo globo en un tiempo máximo de cinco minutos.

Al cabo de unos minutos todos seguían buscando sin éxito el globo con su respectivo nombre. No paraban de empujarse mutuamente y chocar en su frenética búsqueda. Era un caso total.

Cuando se venció el límite de tiempo, nadie había podido recuperar su globo.
La decepción de los participantes era visible, algo había salido mal. Entonces, indicaron a los participantes que buscaron un globo con cualquier nombre y que procedieron a entregarlo a la persona cuyo nombre había sido escrito sobre él.

En cabo de un par de minutos todos habían recuperados sus respectivos globos merced al trabajo en equipo.



Es claro que el ejercicio mostró como un espejo la cotidianidad de la competencia y el individualismo que caracteriza la mayoría de nuestros intercambios en la sociedad y cultura actuales. Cuando nos ocupamos solo de nuestros asuntos tácitamente nos desentendemos de los problemas y necesidades de otras personas, tanto cercanas como lejanas.

Es cierto que en el liderazgo alguien recibe o tiene la visión, pero si no la comparten y empoderan a otros para que la hagan suya nunca se cumplirá. Se trate de un pequeño negocio o una gran empresa, una institución secular o religiosa, lucrativa o no lucrativa, ninguna visión se cumple hasta que todos sean partes aportando su semilla de esfuerzo y pensamiento al proceso.

El mito de que los hombres y las mujeres tienen éxito o alcanzan determinados logros solo por si mismos ha sembrado los intercambios humanos de expectativas irreales e inválidas. Nadie llega a ninguna parte solo. Todos necesitamos de los demás. Es esta interdependencia la que nos hace humanos y nos obliga a relacionarnos y colaborar con otras personas.

En términos de productividad en cualquier área de la vida, dar generosa y extravagantemente a otros produce hasta diez veces mejores resultados, que seguir la ruta solitaria y egoísta que nos vende la cultura contemporánea. Somos la suma de muchos esfuerzos cooperativos, y el éxito que se comparte es el único duradero y que no deja almas vacías y secas.

Cuanto más damos, más recibimos. El verdadero éxito se construye dando, no recibiendo. Cuando damos experimentaremos la más satisfactoria recompensa que este mundo puede dar.

La desconfianza es cultivada diariamente por la sociedad y la cultura y las decepciones personales contribuyen a avivar ese fuego que consume nuestras relaciones. Es también el obstáculo número uno para dar generosamente, para edificar a otros, para invertir en el desarrollo de gente en nuestro entorno. Pero el precio de no arriesgarse es más alto aún, y puede condenarnos a vivir sumidos en el fracaso y la desesperación. Dar sana nuestra alma, y nos ayuda a desarrollar el carácter para el liderazgo exitoso.


No hay comentarios.:

Publicar un comentario